Читать книгу Adiós, Mr. Bully - Pedro Luis Romero - Страница 6
Prólogo
ОглавлениеEs un honor para mí escribir un prólogo para un gran amigo y ejemplo a seguir. Creo que es una hermosa experiencia ver a Pedro todos los días, preocupado por lo que puede cambiar de la sociedad. Y me siento orgulloso de tener un amigo así cerca. Es contagiante, tanto así, que ha logrado que lo acompañe en la enorme y linda travesía de apoyar a los demás, principalmente a los que no tienen la posibilidad de tener un guía para hacer un cambio en su vida.
Ahora, este libro me parece muy profesional tocando el tema sobre cómo combatir el bullying o acoso escolar. Estoy seguro de que será muy necesario para realizar cambios sustanciales en la forma de cómo hacerle frente.
Según un estudio de la UNESCO, cada año hay aproximadamente 250 millones de estudiantes sometidos a una forma u otra de violencia en el entorno escolar. Y el meollo del problema es que todos debemos interiorizar que tenemos los mismos derechos y debemos respetar las diferencias, buscando tratar a los demás como nos gusta que nos traten.
Los casos de bullying son detectados y denunciados cuando se producen, pero no existe ninguna prevención. No hay capacitación y entrenamiento para los docentes, y muy poco han hecho los gobiernos. Creo que es una tarea de todos. Una tarea que implica acción y no solo tener la primera voluntad.
Pedro menciona frases como: “… la vida te permite luchar para aprender, para ser mejor persona, para valorar lo que consigues y para ayudar a otros a conseguirlo…”, lo que es fundamental si deseas tener una vida sana y feliz.
Pero también es cierto lo que dice en otra página: “… para problemas radicales, soluciones radicales. Si bien es cierto, que debemos formar, capacitar y entrenar a maestros, padres de familia y alumnos, debemos poner los límites para que todos tomen la atención necesaria del problema…”.
Porque el problema debe concitar la atención de los involucrados para darle la solución que se espera. No pretendo ampliar lo que dice este libro, solo reafirmarlo. Y corroborar algo más, la dedicación que el autor le pone a sus obras, a sus conferencias, con la gente que acude a él por ayuda. Porque esa debe ser la convicción de cada persona de esta sociedad. Cambiamos la sociedad en la medida que logramos el cambio de nuestra actitud.
Pedro Romero, estoy contigo en este noble reto de ayudar a los demás, con el amor de padre, de hermano, de amigo, de docente y de guía.
Sebastián Romero, tu hijo.