Читать книгу El juego de los grandes - Pete Newell - Страница 9

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Rara vez un jugador posee todas las herramientas físicas necesarias para el juego de pívot ideal. Aún existen jugadores o entrenadores que creen que la ausencia de uno o dos atributos valiosos incapacitan a un jugador para sobresalir en el área del poste alto. El error de esta presunción es evidente si se observa el gran éxito de muchos pívots que hoy se consideran estrellas.

Por ejemplo, Wes Unseld fue un gran pívot de la Universidad de Louisville y luego un all-star de la NBA cinco veces con los Baltimore/Washington Bullets. Wes no llegaba a los dos metros de altura, era lento y no saltaba mucho. Sin embargo, Wes compensaba esas deficiencias físicas con su gran complexión, una gran comprensión del deporte, su excelente juego de pies y su posicionamiento y su implacable determinación para jugar mejor que otros jugadores con más talento natural. Éste es el motivo por el cual los entrenadores no deben infra-valorar a aquellos jugadores con menos talento físico cuando les enseñan las habilidades del juego de pívot. Los jugadores que carecen de alguna herramienta física necesaria para sobresalir en el poste no deben desanimarse y dejar de desarrollar su juego en el interior. Los jugadores persistentes y los entrenadores pacientes al final alcanzarán su recompensa si continúan trabajando para desarrollar capacidades de poste, incluso aunque sus activos físicos no sean tan impresionantes. Gracias a la experiencia, sabemos que si un jugador puede coger el balón, desea jugar un partido y se muere por aprender y trabajar duro, los beneficios bien valen la inversión.

Dicho esto, ¿por dónde empezamos para desarrollar las herramientas motrices necesarias para tener éxito en el poste? Los capítulos 2, 3 y 4 cubren los tres primeros pasos: equilibrio, juego de pies y velocidad. Las tres son habilidades que aportan las bases que los jugadores necesitan para abrirse, anotar, bloquear, rebotear, defender y jugar en un partido. Dentro de estas bases, el equilibrio es un prerrequisito del juego de pies, y el juego de pies, de la velocidad de movimientos.

Al igual que el átomo es el componente básico de la vida, el equilibrio es el componente básico del rendimiento en el baloncesto. Piénsalo. La eficacia de todos los movimientos que realiza un jugador de baloncesto en la cancha depende del equilibrio. Sin un buen equilibrio, no se puede hacer ningún corte con rapidez, no se puede lanzar con rapidez y no se puede saltar con rapidez. Sobre todo, el baloncesto es un deporte de velocidad. Si un jugador pierde el equilibrio y tiene que recuperarlo antes de moverse, el resultado es la inseguridad. Como todos sabemos, “el que duda, pierde”. Este principio queda demostrado en el baloncesto.

Debido al gran grado de contacto cerca de la canasta, el equilibrio en esa zona es más importante todavía. Cualquier jugador que entre en la botella puede sufrir empujones o tirones o puede caerse al suelo. En la botella, los jugadores suelen perder el equilibrio más que en cualquier otra zona de la cancha. Por lo tanto, es obligatorio que todo el que juegue en el interior tenga un buen equilibrio.

Equilibrio corporal

Los jugadores interiores que tengan un mal equilibrio corporal, o una mala distribución del peso, mostrarán algunos de los siguientes síntomas o todos ellos: se tropiezan solos cuando paran, comienzan o cambian de dirección, son descoordinados, les falta juego de pies y velocidad y suelen estar muy rectos. Al ver a estos jugadores, se observa que la posición de la cabeza casi nunca está entre los pies.

Al salir del instituto, ninguna universidad llamó a George Mikan. Cuando Ray Meyer comenzó a trabajar con él en DePaul, lo primero que entrenó fue el equilibrio de Mikan. Mikan estaba demasiado recto. Sin el equilibrio adecuado, el jugador tiene menos control sobre su cuerpo. Y si no se controla el propio cuerpo, no se pueden controlar los movimientos de uno mismo ni del balón. El equilibrio corporal es fundamental para maniobrar y controlar las habilidades ofensivas y defensivas necesarias para practicar este deporte. Como norma general, los jugadores más altos se encuentran en desventaja en ese sentido en comparación con los jugadores que de forma natural están más cerca del suelo; su centro de gravedad está más arriba y no están acostumbrados a flexionar las rodillas.

El equilibrio corporal perfecto requiere una distribución igual del peso en una línea imaginaria que pasa por los pies, las caderas y la cabeza (ver figura 2.1). Las rodillas han de flexionarse casi a 90°, la espalda ha de estar casi en vertical, la cabeza y la barbilla han de estar levantadas y los pies un poco más separados que los hombros. Los brazos tienen que ponerse de modo que la parte superior quede casi en paralelo respecto al suelo y los antebrazos en vertical. Esto ayudará a esquivar al oponente. En otras palabras, el equilibrio adecuado se consigue cuando el jugador ha establecido una base baja con el peso distribuido igualmente entre los dos pies; un poco más del 50% del peso recae sobre los antepiés. Si los pívots tienen los pies muy juntos, la distribución igual del peso en ambos pies es casi imposible. Si la espalda no está casi vertical, recaerá demasiado peso sobre los talones. Si los codos están separados del cuerpo, el equilibrio pasará de lado a lado.

El equilibrio corporal adecuado permite a los pívots hacer movimientos veloces y cambios rápidos de dirección. Las rodillas flexionadas, la posición adecuada de los pies, el centro de gravedad bajo, la columna vertical y la barbilla elevada aseguran al jugador poder iniciar los movimientos rápidamente y hacer cambios de dirección esperados o inesperados. La posición correcta de los brazos ayuda a los jugadores a acelerar rápidamente.

En cuanto al desarrollo del equilibrio corporal, la paradoja estáen que el cuerpo ha de perder el equilibrio para aprender a mantener el equilibrio. Cuando se juega al baloncesto, el pívot está continuamente moviéndose hacia delante, hacia los lados, hacia atrásy hacia arriba; en otras palabras, el pívot está continuamente per diendo el equilibrio. Por lo tanto, cuando se entrena el equilibrio de un jugador, hay que hacerle perder el equilibrio repetidamente. El ciclo en el que se pierde y se recupera el equilibrio es el único método de ejercitar el hábito de ajustar continuamente el cuerpo en este aspecto.

No obstante, antes de probar el equilibrio, un jugador debe conocer primero cómo es el equilibrio corporal adecuado y, lo que es más importante, cómo se siente uno. Así que el equilibrio estático es un prerrequisito para el equilibrio dinámico.


Figura 2.1. Equilibrio corporal adecuado.

Equilibrio estático

Cuando se tiene equilibrio estático, las rodillas se doblan casi a 90°, la espalda está casi en vertical, los pies están ligeramente más separados que los hombros, los codos están cerca del cuerpo y las manos aproximadamente a la altura de los hombros. La cabeza queda directamente por encima del punto medio que hay entre los pies y la barbilla está elevada.

Aunque la colocación de los pies, los codos y las manos es crucial, la posición de la cabeza es lo más importante. Para un buen equilibrio, la cabeza ha de situarse por encima del punto medio entre los dos pies para que se mantenga el mismo peso sobre ambos pies. La barbilla ha de estar elevada para evitar que recaiga demasiado peso sobre los antepiés.

Cuando un jugador comienza a sentir el equilibrio adecuado, es el momento de iniciar la práctica de una posición equilibrada. El jugador ha de practicar moviéndose en posición vertical y asumiendo una posición equilibrada. En este punto, el entrenador puede buscar fallos en la posición del jugador. En general, los errores más comunes están en la posición de la cabeza, la elevación de la barbilla, la separación de los pies y la verticalidad de la espalda. La mayoría de los jugadores altos tienen la espalda débil; normalmente tienen la parte inferior de la espalda convexa o curvada.

El número de repeticiones necesarias depende del jugador. Cuando un jugador puede alcanzar una posición equilibrada adecuada de forma sistemática, puede que haya llegado el momento de avanzar. Sin embargo, esta actividad ha de repetirse diariamente hasta que se establezca el equilibrio de forma natural.

Equilibrio dinámico

Cuando un jugador muestra signos de equilibrio estático de forma natural, puede avanzar para desarrollar equilibrio en el contexto de movimiento sin el balón. Como las paradas en un tiempo y los pivotes aún no se han presentado en este punto, las instrucciones iniciales para el equilibrio dinámico se limitan a una operación sencilla llamada ejercicio Mikan por su fundador, George Mikan. Más adelante, en este capítulo, aparece una descripción del ejercicio Mikan. Se ofrece más información sobre el entrenamiento del equilibrio en movimiento en el capítulo 3, que trata sobre el juego de pies.

Mikan y Duncan

George Mikan fue el primer gran jugador de la historia del baloncesto. Era un jugador tan dominante que, cuando los Minneapolis Lakers viajaron a Nueva York, en la marquesina del Madison Square Garden se leía “George Mikan contra los Knicks”. Se dice que cuando Mikan entró en el vestuario antes del partido sus compañeros de equipo todavía llevaban puestos sus trajes y sus corbatas. Le dijeron que como el cartel decía que el iba a jugar contra los Knicks, debía salir y hacerlo. Aunque Mikan les explicó a sus compañeros que aquel ardid publicitario no tenía nada que ver con él y los convenció de que se cambiaran, hubiera sido capaz de ganarles a los Knicks él solo. Mientras estuvo en la Universidad De-Paul, Mikan ya le había ganado a un equipo completo en un partido –sus 53 puntos fueron más que los que marcó todo el equipo contrario, el Rhode Island State.

Todo el mundo sabía que George Mikan “era el dueño de la pintura”. Cuando digo “todo el mundo” me refiero a sus oponentes y sus compañeros de equipo. Mikan era tan posesivo en el área de la canasta que una vez hasta taponó el tiro de un compañero. Según cuenta la historia, un novato se metió en el área mientras Mikan estaba pidiendo el balón en el poste bajo. Aunque el jugador hizo un bonito ataque y marcó, cuando volvió a la defensa, Mikan le dijo que se mantuviera alejado de esa zona. Cuando el obstinado jugador insistió, Mikan le pegó un manotazo al balón y lo sacó de la cancha. Este jugador se vendió al día siguiente.

Mikan es la razón principal (junto con Bob Kurland, del Oklahoma A&M) de que se instituyera la regla del bloqueo ilegal. Antes de la introducción de esta norma, Mikan ocupaba el interior en la defensa y saltaba por encima del aro para sacar cualquier intento de tiro, tanto si los balones iban hacia él por arriba como por abajo. Mikan era un jugador agresivo, intentaba bloquear todos los tiros. En el ataque, llevaba constantemente el balón al aro. Cuando George comenzó a jugar al baloncesto para Ray Meyer en DePaul, pronto se convirtió en una estrella y se le consideró el mejor grande del país.

Cuando Mikan llegó por primera vez a DePaul, se dice que tenía problemas con el equilibrio porque su postura era demasiado alta. Como con muchos jóvenes altos, su falta de fuerza en las piernas los desanimaba a la hora de mantener el centro de gravedad bajo durante mucho tiempo. Ray Meyer trabajó muchas horas con el joven que, afortunadamente, mostró una ética que rara vez se observa en ningún deporte. Huelga decir que mereció la pena el tiempo y el esfuerzo. Ray Meyer ayudó a Mikan a crear lo que la Associated Press describió como “el mayor jugador de la primera mitad de siglo”.


En su época, George Mikan era el dueño de la pintura.

Lo crean o no, Tim Duncan no es un jugador con talento. No es excepcionalmente rápido y no salta de forma espectacular. Sin embargo, es muy efectivo en el poste bajo debido a su maniobrabi-lidad, lo cual puede atribuirse a su impecable equilibrio. En la NBA, el equilibrio en el poste bajo es muy difícil de establecer y mantener por todos los empujones, tirones y golpes que se dan cerca de la canasta. La fuerza que posee Duncan en la parte inferior de su cuerpo y su capacidad para mantener el centro de gravedad bajo le permiten mantener la espalda vertical. Esto le permite a su vez mantener la cabeza cerca de la posición sobre la que se sitúa el punto medio entre los dos pies. Esta postura es la clave de Tim para amagar y salir en cualquier dirección. Y no sólo eso, sino que como tiene la espalda vertical, puede usar su longitud para elevarse rápidamente. El hecho de ser ambidiestro tampoco le viene mal.

Ejercicios de equilibrio

Los siguientes ejercicios para entrenar el equilibrio son sencillos. Un jugador no tarda mucho tiempo en sentir el equilibrio adecuado. Aunque se aprende fácil y rápidamente, estos ejercicios han de practicarse a diario durante al menos unas cuantas semanas. Los entrenadores o los jugadores pueden sentirse tentados a interrumpir la práctica cuando observan mejoras en el juego. Hay que evitarlo. Hasta los jugadores profesionales con más experiencia (en cualquier posición) pueden obtener beneficios del entrenamiento regular del equilibrio.

Empujar y estirar

En una posición estática y equilibrada, con las rodillas flexionadas, los jugadores le dan la mano al entrenador. El entrenador tira de los jugadores hacia delante y los empuja hacia atrás, intentando hacer que muevan uno o los dos pies (ver figura 2.2). Para mantener el equilibrio y no levantar los pies, los jugadores han de emplear continuamente la coordinación de los músculos. Cuando un jugador mueve un pie, el cuerpo lo advierte y se ajusta, lo cual determina una mejora del rendimiento la próxima vez.


Figura 2.2. Una jugadora a la que el entrenador empuja y tira de ella para trabajar el equilibrio en el ejercicio de empujar y estirar.

Manos arriba

Yo creo que nuestro éxito en Cal se debe en parte al ejercicio de manos arriba. El concepto del ejercicio proviene de los Marines de Estados Unidos, ya que todos los días aumenta la demanda. Comenzamos con una duración de dos minutos y se aumentan dos minutos al día, hasta que se llega a 20 minutos. Yo recomiendo un máximo de 10 minutos para los jugadores de instituto.

El equipo se dispersa por la superficie de la cancha, lo cual les deja mucho espacio para moverse sin molestarse. Cada jugador adopta una posición equilibrada y baja, con las rodillas bien flexionadas para hacer presión en los músculos de los muslos. Un pie se coloca delante del otro y una mano se levanta en el aire, con el otro brazo en paralelo respecto al suelo. Cuatro órdenes determinan la dirección hacia la que los jugadores deben desplazarse –derecha, izquierda, delante y detrás. Las órdenes varían para evitar que los jugadores se anticipen al patrón o al ritmo. Todas las órdenes han de decirse claramente y en voz alta. El entrenador también da una orden cuando decide que los jugadores cambien la posición de las manos y los pies.

Yo opino que los jugadores tienen que ser conscientes de que las extremas demandas físicas son tan importantes como ganar o perder al final de la primera y la segunda mitad del partido. Aunque el ejercicio es difícil y físicamente intenso, tiende a favorecer la creación de vínculos positivos en el equipo. Los jugadores que están a punto de abandonar tienen que decidir si dejar el ejercicio o esforzarse y echarle ganas. Los jugadores con el mejor estado físico suelen animar a los que están a punto de abandonar. Para mi sorpresa, en mis equipos, este apoyo continuaba en los partidos y estos vínculos se mantienen hasta hoy. Yo lo atribuyo, en gran parte, al ejercicio de manos arriba.

El ejercicio Mikan

Aunque el ejercicio Mikan requiere habilidades más avanzadas que el equilibrio sencillo, lo incluimos aquí porque es un gran ejercicio para enseñar a mantener el equilibrio.

El jugador comienza de pie ligeramente hacia la derecha de la canasta, a algo más de medio metro del tablero. Los hombros del jugador están alineados con el tablero y éste agarra el balón, preparado para empezar.

El jugador hace un gancho con la mano derecha rebotando en el tablero usando el pie izquierdo para elevarse (ver figura 2.3). Inmediatamente después de meter, el jugador agarra el balón al salir de la red y, sin dudarlo, hace un gancho con la mano izquierda usando el pie derecho para saltar. La clave para mantener el equilibrio consiste en no dejar que el balón toque el suelo y lanzar por segunda vez inmediatamente. Después de lanzar y tocar el suelo, el jugador perderá el equilibrio. Los jugadores deben recolocar los pies en el suelo rápidamente para ejecutar el segundo lanzamiento con fluidez. Durante este ejercicio, el entrenador debe buscar fallos; todas las bases del equilibrio corporal correcto deben recuperarse después de lanzar: los pies deben tener el espacio adecuado, los codos han de estar hacia dentro, la barbilla elevada y la espalda en posición vertical.


Figura 2.3. Gancho con la mano derecha.

Conclusión

Los jugadores de baloncesto tienen que aprender a controlar sus cuerpos antes de intentar aprender a controlar el balón. El equilibrio es el comienzo del control corporal y es el primer ingrediente necesario para establecer una base sólida para esta operación. Cuando los jugadores alcanzan solidez a la hora de guardar un buen equilibrio, pueden comenzar a desarrollar otras bases del juego ofensivo y defensivo. Un equilibrio corporal sólido afecta todos los aspectos del juego ofensivo y defensivo, y es la base de lo que se atribuye a todas las acciones individuales que tienen éxito.

El equilibrio corporal incluye el juego de pies –el tema del capítulo 3. Un buen juego de pies sólo puede conseguirse si el peso corporal se distribuye adecuada e igualmente en ambos pies. Por ese motivo, el desarrollo del equilibrio ha de formar parte de todas las sesiones prácticas, desde la primera hasta la última de la temporada. Hemos de resaltar la importancia de mantener un centro de gravedad bajo y la posición de la cabeza en todo momento.

El juego de los grandes

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