Читать книгу Qué salvará al mundo. Poesía, prosa - Протоиерей Олег Штельман - Страница 7
Poesía
El mandamiento de Cristo
ОглавлениеA los apóstoles el instructó
Para el pacto de nueva Pascua,
Con su amor manifestó
En su alma ascua.
Él sabe, ya llegó momento,
El caso último del día,
Jamás se siente su aliento,
Será el fin de alegría.
Dejo la cena y se marchó
Y se quitó vestido,
Tomó toalla y comenzó
Lavarse en seguida.
Comienza ya lavar los pies
De sus queridos aprendices.
Con toalla seca, pues,
Haciéndolo felices.
Se acerca a Simón Pedro:
«Dame tus pies, hermano»
Apóstol dice bajo cedro:
«Señor, no con tu mano.
Pues el amo tiene esclavos
Que laven pies impuros.
Y somos tus amigos bravos,
Te apoyamos en torturas».
«Lo que hago yo ahora,
Entenderás más tarde,
Si no te lavo esta hora,
Te nombraré cobarde.
Nada tú tendrás conmigo,
Lo que hago para hijos míos.
Esto es todo, yo te digo,
Oye tú sin otros líos».
Entonces Pedro le boquea:
«Señor, no sólo pies,
¡Incluso manos, testa, lo que sea!
También me lava si querés».
«Solo pies les quedan al lavado
Y ya lo tiene todo puro.
Todos puros por mi lado.
Solo un ingenio oscuro.
Si me consideráis como
Señor o su Maestro,
Entonces, haced todo con aplomo
Lo que os muestro».
Tras oír a los discípulos hablar
Quién es el más grande entre ellos.
Quien está en primer lugar
Más venerado de aquellos,
Así les Cristo narra:
«Los reyes establecen orden,
Con su poder lo bien agarran,
Reprimen el desorden.
Es un benefactor
Así la gente elogia.
El rey es siempre superior,
Y no hay otra demagogia.
Si quieres ser mayor de fila,
Trabaja como cautivo.
Debes ser el más tranquilo,
Para todos efectivo.
Es una creencia común,
Que el que está más alto,
Y el menor, no hay razón ningún,
Obsequio no le falta.
Y yo estoy en medio de la gente,
Me erijo como un criado,
De Dios aquí soy procedente,
Con su amor llegado.
Os doy mi mandamiento,
Amaos todos juntos,
Os reconocerán, lo cuento,
Por su futuro soy difunto.
De la fe es fundamento,
Aquí se basa el derecho,
Estoy en medio del argumento,
Vosotros – su buen techo.
Os doy amor sincero,
Para vos será legado,
Es la razón por la que muero,
Y es así fue pensado.
Será mi pena, mi calvario,
Y para las generaciones,
Muere mi amor en santuario
Y resucitará por todas las regiones.
Soy víctima, al poco rato
El fin de vida.
El día de mi asesinato
Será dolor perenne.
Por vosotros lo hago todo,
Guardad mi mandamiento,
Pues que todo este lodo
Se quede ya sangriento».
Le acompañaba Judas
Con gente exultada.
Con espadas ya agudas
Lo traicionó por madrugada.
El diablo terminó su red
De corazones venenosos.
No sabía su merced —
Con actos maliciosos
A sí mismo red prepara
Y este accidente.
Su ruta propia declara —
Su fin se divisa frente.