Читать книгу Música eclesiástica en el altépetl novohispano - Raúl Heliodoro Torres Medina - Страница 6

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El cantor alza la voz y canta claro. Levanta y baja la voz, e compone cualquier canto de su ingenio. El buen cantor es de buena, clara y sana voz, de claro ingenio y de buena memoria, y canta en tenor, y cantando baja y sube y ablanda o templa la voz, entona a los otros, ocupase en componer y en enseñar la música, y antes de que cante en público primero ensaya. El mal cantor tiene voz hueca o áspera o ronca; es indocto y bronco; más por otra parte es presuntuoso y jactancioso; es desvergonzado y envidioso, molesto y enojoso a los demás, por cantar mal, y muy olvidadizo, y avariento en no querer comunicar a los otros lo que sabe del canto, y soberbio y muy loco.

FRAY BERNARDINO DE SAHAGÚN,

Historia general de las cosas de la Nueva España, vol. III, p. 116.

Música eclesiástica en el altépetl novohispano

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