Читать книгу La escuela desconcertada - Rau´l Molina Garrido - Страница 2

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A todos los adolescentes

que han pasado por mi vida:

los de la parroquia, los del barrio,

los de la familia y los de la escuela.

Ellos han sido, sin duda,

mis mejores maestros.


Bien creo he de saber decir poco más que lo que he dicho en otras cosas que me han mandado escribir, antes temo que han de ser casi todas las mismas, porque, así como los pájaros que enseñan a hablar no saben lo que les muestran u oyen y esto repiten muchas veces, soy yo al pie de la letra. Si el Señor quisiera diga algo nuevo, Su Majestad lo dará, o será servido traerme a la memoria lo que otras veces he dicho; que aun con esto me contentaría, por tenerla tan mala que me holgaría atinar a algunas cosas que decían estaban bien dichas, por si se hubieren perdido. Si tampoco me diere el Señor esto, con cansarme y acrecentar el mal de cabeza por obediencia quedaré con ganancia, aunque de lo que dijera no se saque provecho.


TERESA DE JESÚS, Las Moradas


Humildemente, me sumo a la humildad de la santa.

La escuela desconcertada

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