Читать книгу Las fuentes que dieron origen al Nuevo Testamento - Raul Zaldivar - Страница 10

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Introducción

Si la Biblia es el centro del universo sobre el cual gira la predicación y la enseñanza que se da cada semana a millones de seres humanos (a los que se les dice que este es un libro sagrado e inspirado por el Espíritu Santo y también se les dice que deben regir su conducta por los mandatos, principios y consejos allí plasmados), es oportuno —más bien justo— que también les digamos acerca de su origen,1 cuáles son sus fuentes,2 cuál es la técnica que usaron los redactores para escribir, cómo un relato se llega a considerar inspirado para luego canonizarlo, y, finalmente, cómo este llega a nosotros. Esto le pondrá cabeza y le dará sentido a millones de seres humanos que cada domingo escuchan enseñanzas de un libro del cual tienen un concepto místico o simplemente no tienen ni la más mínima idea de dónde viene y cómo surge.

A. Objeto del estudio

El objeto de estudio de este trabajo de investigación es el análisis de las fuentes literarias que sirvieron, primero, para construir el pensamiento teológico que se encuentra plasmado a lo largo de todo el NT —como el concepto de Mesías, juicio, infierno inter alia— y, segundo, para redactar los libros del canon del NT. Las fuentes literarias a las que nos hemos referido es la abundante literatura que surgió en el PI,3 como por ejemplo la literatura de género apocalíptico,4 que sienta las bases de gran parte de la teología cristiana. La literatura deuterocanónica —llamada apócrifa5 por la Iglesia Protestante— que fue una fuente muy importante para los redactores del NT, la literatura esenia, que es la literatura producida por la secta de los esenios que habitaba en las cuevas de Qumrán y que forma parte del hallazgo de los rollos del mar Muerto.6 A esto hay que agregar la tradición oral de los judíos que posteriormente fue escrita en el Talmud y que, hasta cierto punto, tiene una relación con el NT. Por último, es objeto de estudio la literatura apócrifa del NT, no como fuente de los libros canónicos, sino como prueba de la existencia de fuentes que fueron comunes tanto a los evangelistas canónicos como a los apócrifos.

En conclusión: el objeto de estudio de esta investigación son todas aquellas fuentes que sirvieron o pudieron servir directa o indirectamente a la formación de los libros del canon del NT.

B. Propósito de la investigación

El fascinante mundo de las fuentes literarias que dio lugar a la teología y a los libros del canon del NT nos impone los siguientes propósitos:

1.Demostrar que las doctrinas del NT no se dan en un vacivus teológico, sino que son la síntesis de toda una infraestructura literaria.

2.Probar que las doctrinas más importantes del NT tienen su origen en los pseudoepígrafes, libros deuterocanónicos, literatura esenia y otros escritos judíos del PI.

3.Establecer la conexión entre la realidad sociopolítica de Israel y el género apocalíptico en los pseudoepígrafes.

4.Identificar las fuentes literarias que sirvieron de base para la formación de los libros del canon del NT.

5.Entender el intrincado y humano proceso de la formación del canon, tanto del AT como del NT.

6.Desmitificar7 el concepto de inspiración bíblica sin afectar en un ápice que la Biblia es la Palabra de Dios.

Estas seis líneas de investigación son más que suficientes para desarrollar un trabajo que nos aclarará el origen y el desarrollo del proceso de formación de la teología del NT, así como la formación de los libros del canon.

C. Limitaciones de la investigación

El tema de las fuentes literarias en el canon bíblico es sumamente amplio, así que un proyecto como este tiene que ser bien delimitado para el mejor entendimiento de los lectores,8 de ahí que nos centremos, en primer lugar, en el NT, es decir, vamos a estudiar solo lo relacionado con las fuentes de la teología y los libros del canon del NT.

Por otro lado, la literatura del PI que sirve de fuente para la formación del NT es sumamente numerosa y es simplemente imposible abarcarla toda.9 Por tal razón, hemos seleccionado dicha literatura siguiendo estos criterios de delimitación: (1) Que el documento haya sido escrito antes del año 50 de nuestra era,10 (2) Que tenga una relación directa con una doctrina teológica del NT, (3) Que pueda establecerse una conexión entre el documento del PI y Jesucristo y que dé como resultado un midrash que origine un dogma de la fe cristiana.11

Con esto, hemos dejado claro cuáles son los parámetros dentro de los cuales nos estaremos moviendo en el transcurso de esta investigación.

D. Justificación del trabajo

No es suficiente ni honesto asegurarle al mundo que la Biblia es la Palabra de Dios y no saber cómo esta se ha formado. No es suficiente asegurar que la Biblia es inspirada por el Espíritu Santo y no saber el intricando proceso de su formación. No es suficiente ni honesto estudiar y enseñar de algo de lo que no tenemos una idea clara de cómo llegó a nuestras manos. No es suficiente ni honesto afirmar que el justo vivirá por la fe y divorciar esta de la razón y creer las cosas porque sí. Sí, el justo por la fe vivirá, empero el justo es un hombre inteligente, capaz de hacer análisis y valoraciones críticas. A estas alturas de la película ya no se puede justificar la ignorancia ni la pereza hablando en contra del conocimiento y satanizándolo para mostrar cuán ignorantes somos.12

En tal sentido, es menester conocer el complicado camino que el hombre ha tenido que seguir por miles de años para llegar a analizar y valorar según la sabiduría y entendimiento que Dios le ha dado para determinar qué es palabra de Dios y qué es palabra de los hombres. Este trabajo de investigación nos lleva por ese recorrido del hombre en su afán por confeccionar un cuerpo literario al que pueda considerar sagrado. Este solo hecho justifica con creces esta investigación y ofrece al pueblo iberoamericano un trabajo científico que clarifica muchas dudas y que también da muestras de la madurez de nuestra Iglesia, especialmente en estos últimos años.

E. Metodología de investigación

Sin un método13 es imposible la aprehensión de conocimiento, cualquiera que este sea; de manera que el primer método usado en esta investigación es el método analógico,14 que no es más que la conexión que se establece entre la palabra, concepto o pasaje que aparece en un libro del PI con una verdad en la cual Jesucristo es el centro del midrash. Entonces estamos hablando de una analogía entre esa palabra o concepto de un documento del PI y la palabra o concepto donde Cristo es el centro del universo.

En virtud que uno de los temas torales de la literatura del PI es el género apocalíptico y que este tiene una característica bien peculiar, estamos siguiendo los criterios metodológicos propuestos por el erudito profesor Samuel Pagán15: (1) Rigor académico y científico. Es necesario elaborar un análisis a fondo de los problemas planteados y las dificultades estudiadas. Debe estudiarse sobriamente desde una perspectiva histórica y teológica. Especialmente lo último que señala hay que tomarlo muy en cuenta puesto que la realidad sociopolítica del pueblo de Israel dio origen a la teología que prima en el NT. Así que lo histórico y lo teológico van de la mano. (2) Discernir entre lo esencial y lo periférico. Pagán acertadamente señala que debemos ir directamente al núcleo de los problemas … el simbolismo puede llevar al lector no atento a divagaciones superfluas… La característica del lenguaje apocalíptico es la simbología, código de lenguaje que la gente de aquel tiempo entendía mejor que nosotros, así que hay que saber identificar la verdad central del tema y no darle atención a cuestiones periféricas que nos sugieran los símbolos. (3) Los temas deben ser estudiados en el marco general de la Teología e historias bíblicas y (4) Debe ser una aportación a la fe, la esperanza y la edificación de los creyentes. Pagán apunta que el propósito último de la apocalíptica bíblica no es satisfacer la curiosidad intelectual de los eruditos, sino contribuir al crecimiento de la fe cristiana.

Siguiendo esta metodología vamos a alcanzar dos propósitos bien claros: el primero, establecer la relación del documento del PI y la verdad de Cristo, es decir, el midrash. En segundo lugar, las doctrinas teológicas iniciadas y desarrolladas en el PI, pero que al hacer el midrash con Jesucristo en el centro, da como resultado una dogmática cristiana completamente nueva.

F. Las fuentes del conocimiento

La fuente principal para la elaboración de este trabajo de investigación es la abundante literatura no canónica o deuterocanónica del PI, la cual afortunadamente ha sido compilada por académicos, mayormente en el idioma inglés.16 Luego se utilizan los artículos escritos por los académicos de mayor prestigio publicados en las revistas de las universidades y seminarios más cotizados.

G. Plan de estudio

El desarrollo heurístico de este trabajo de investigación se hará en cinco capítulos principales y tres anexos.

En el primer capítulo se abordará todo lo relacionado a la producción literaria de las escuelas de pensamiento representadas por los fariseos, saduceos y esenios respectivamente. En el segundo capítulo se hará un estudio de la literatura judía deuterocanónica y cómo esta es una fuente muy importante, tanto para establecer la teología del NT como también para la formación de los libros del canon. El capítulo tres será dedicado al estudio de la literatura conocida como pseudoepígrafe que dio origen al género apocalíptico. Se analizarán pasajes seleccionados en estos libros para ver cómo estos se convirtieron en fuentes para los redactores del NT. El capítulo IV será consagrado al estudio de toda aquella literatura apócrifa y gnóstica relacionada con el NT. El objetivo será ver cómo los redactores de esta literatura usaron las mismas fuentes que los redactores del NT. Terminaremos con el capítulo cinco, en el cual nos introduciremos en el mundo intricado de la inspiración y su relación con la canonización. Este capítulo es de suprema importancia porque se redefine el concepto de inspiración y demuestra cuál es el modus operandi para canonizar un escrito.

Con este planteamiento heurístico pretendemos dar una respuesta a una pregunta toral del cristianismo y de la generación actual que ha estado allí y que muy pocas veces se hace o simplemente se da por sentado y es: ¿qué hay detrás del libro que nosotros llamamos Biblia? ¿De dónde se origina la teología, los preceptos, los principios que nosotros enseñamos? Pues bien, este desarrollo pretende llegar a una conclusión a esas intrincadas preguntas que nos han inquietado y nos inquietan aún.


1. No es que no haya libros que nos hable del origen de la Biblia o de los acontecimientos que le dieron origen; los hay y muy buenos, v.g. Pagán, Samuel. Introducción a la Biblia Hebrea. Edit. Clie. Viladecavalls. España. 2012. Aquí Samuel Pagán nos habla del origen del AT y pone a nuestra disposición toda su erudición producto de estudios y muchos años viviendo en la Tierra Santa. Hayes, John H, Maxwell, J. A History of Ancient Israel and Judah. John Knox Press. USA. 2006. Hace un estudio erudito de todo lo relacionado a Israel y Judá y su conexión con aquellos acontecimientos que le dieron origen a la Biblia.

2. Ha habido una concepción mística, históricamente en la Iglesia, sobre el origen del Texto Sagrado. La Iglesia latina se ha caracterizado por interpretar el texto sin reflexionar, analizar y valorar críticamente su Sitz im Leben y, menos aún, por estudiar sobre las fuentes que dieron origen al canon del NT. Este trabajo de investigación gira alrededor de las fuentes del NT, las cuales encontramos en la literatura del PI. Entre las fuentes más importantes que estudiamos están las pseudoepígrafes El Apocalipsis Etíope de Enoc, conocido también como I de Enoc, que es un libro clave en la redacción del NT, El Cuarto Libro de Esdras, El Testamento de los doce Patriarcas, El Testamento de Moisés, El libro de los Jubileos, Janes y Jambres, inter alia. Todas estas fuentes fueron traducidas de sus idiomas al inglés, del cual hemos traducido al castellano para efectos de esta investigación. Todos estos libros pueden ser encontrados en The Old Testament Pseudepigrapha. Apocalyptic Literature and Testaments. Edited by James H. Charles Worth. Yale University Press. Volume I, II. USA. 1999. Otras de las Fuentes usadas son: El Evangelio Copto de Tomás, El Evangelio de Pedro, El Evangelio de María Magdalena, El evangelio de Judas Iscariote, II Esdras, inter alia., traducidos de sus idiomas originales al inglés, y a su vez traducidos al castellano para efectos de esta investigación. Todos estos libros puede ser encontrados en Cartlidge, David, Dungan, David: Documents and Images for the Study of the Gospels. Fortress Press. Third Edition. USA. 2015. Otras de las fuentes del NT es la literatura de la biblioteca de los esenios descubierta en Qumrán; entre algunas fuentes podemos citar La Guerra entre los Hijos de la Luz y los Hijos de las Tinieblas, La Regla de la Comunidad o Documento de Damasco, inter alia. El conocimiento de estas fuentes nos darán una idea clara de los libros que forman el canon del NT, contestará muchas preguntas y despejará muchas dudas.

3. Para más información sobre este tema se recomienda: Olmstead, A. T. “Intertestamental Studies.” Journal of the American Oriental Society 56, no. 2 (1936): P 242-57, Surburg, Raymond F. Introduction to the Intertestamental Period by Journal of Biblical Literature Vol. 95, No. 3 (Sep., 1976), p. 480 y ss. Murphy, Frederick J. Journal of Biblical Literature 107, no. 2 (1988): 339-42, G. Aranda Pérez, F. García Martínez y M. Pérez Fernández, Literatura judía intertestamentaria. Ed. Verbo Divino, Estella 1996; H.A. Ironside, De Malaquías a Mateo Edit. Clie. Viladecavalls. España. 1990.; F. Klein, “Intertestamentario. Período”, GDEB, pp. 1256-1258; J. Maier, Entre los dos testamentos, Sígueme, Salamanca 1994; D. S. Russell, El Período Intertestamentario. Casa Bautista de Publicaciones, El Paso 1973; W. Smith, Entre los dos Testamentos. Edit. Clie. Viladecavalls. España. 1985.

4. El género apocalíptico es uno de los muchos géneros que encontramos en la Biblia. Este género surge en el PI pero florece en la época de los macabeos en el 168 a.C. aproximadamente hasta el 132 d.C. con el levantamiento de Adriano, es decir, un período de 300 años, aunque en los libros canónicos del AT podemos ver algunos vislumbres de este género. Para más información sobre este tema es muy útil leer Bailey, John W. “Jewish Apocalyptic Literature.” The Biblical World 25, no. 1 (1905) P. 30-42. También se recomienda leer la introducción de Zaldívar, Raúl. Apocalipticismo. Creencia, duda, fascinación y temor. Edit. Clie. Viladecavalls. España. 2012. P. 11–14 y L.M. Guerra Suárez, “Apocalíptica. Literatura”, GDEB,pp.164-175.

5. Nos referimos a los libros del canon griego de la Biblia que sigue la Iglesia Católica romana. Para un estudio introductorio completo sobre el tema se recomienda: Pagán, Samuel. Introducción a la Biblia Hebrea. Op. cit. P. 591 – 600 y Alfonso Ropero, “Deuterocanónicos”, GDEB, pp. 603-604.

6. Para más información ver Mébarki, Farah, and Claude Grenache. “The Qumran Library.” Near Eastern Archaeology 63, no. 3 (2000): P 144-49. Collins, John J. The “Dead Sea Scrolls”: A Biography. Princeton University Press, USA. 2013. F.F. Bruce y F. García, Los manuscritos del mar Muerto. Edit. Clie. Viladecavalls. España. 2011; J. Mª Casciaro Ramírez, Qumrán y el NT. EUNSA, Pamplona 1982; A.G. Lamadrid, Los descubrimientos del mar Muerto. BAC, Madrid 1971; A.D. Roitman, “Manuscritos del mar Muerto”, GDEB, pp. 1591-1597; C. P. Thiede, Los rollos del mar Muerto y los orígenes del cristianismo Ed. Océano, México 2008; J. Vázquez Allegue, Para comprender los manuscritos del mar Muerto. Ed. Verbo Divino, Estella 2004; G. Vermes, Los manuscritos del mar Muerto. Muchnik Editor, Barcelona 1977; E. Wilson, Los rollos del mar Muerto. El descubrimiento de los manuscritos bíblicos. FCE, México 1977; Y. Yadin, Los rollos del mar Muerto. Ed. Israel, Buenos Aires 1959.

7. Esta es una palabra tomada del vocabulario de Rudolf Bultmann que usó en sus amplias exposiciones de la Crítica Histórica. Sobre este tema se recomienda el midrash hecho en Zaldívar, Raúl. Técnicas y Análisis e Investigación de la Biblia. Edit. Clie. Viladecavalls. España 2016. P. 156 y ss.

8. Uno de los temas torales de la lógica es el Concepto. El entendimiento de un concepto dependerá de la delimitación del mismo. A mayor extensión, menor comprensión y a contrario sensu, a menor extensión, mayor comprensión. De manera que nuestro objetivo en esta investigación es que haya la menor extensión posible para que a su vez haya la mayor comprensión posible.

9. Solo para dar un idea de lo abundante que es esta literatura, vamos a efectuar una clasificación. Lo primero que vamos a citar es la Biblia griega, es decir, la Septuaginta, luego I de Enoc, después vamos a hablar de (1) Los antiguos libros y las tradiciones y dentro de esta clasificación está: Jubileos, Génesis Apócrifo, Libros sobre Adán y Eva, Antigüedades bíblicas, José y Asenat. (2) Literatura Apocalíptica: Daniel, Ascensión de Moisés, Rollos del Templo, Rollos de Guerra, Manual de la Disciplina y Documento de Damasco, Himnos (Hodayot), Salmos de Salomón, Testamento de los Doce Patriarcas y Oráculos Sibilinos. (3) Historia de Israel: I Esdras, 1 y 2 de Macabeos, Ester, Judit, Tobías. (4) De sabiduría o apologética: La Sabiduría de Jesús, Qoélet, 1 Baruch, Carta de Aristeas, 4 de Macabeos, Sabiduría de Salomón. Una sinopsis de cada uno de estos libros puede ser encontrada en Koester, Helmut. History, Culture and Religion of the Hellenistic Age. Walter de Gruyter. USA. 1995. P. 235 y ss.

10. Este es un criterio lógico, si estamos estudiando las fuentes que dieron origen a los libros del canon del NT, y se estima que Gálatas fue el primer escrito considerado inspirado y que data del año 49 d.C., por lo que es lógico que rechacemos cualquier documento posterior a esa fecha.

11. No tiene que ser una cita literal; una paráfrasis en la que pueda establecerse la relación es más que suficiente para nuestro propósito.

12. Estas palabras surgen en primer lugar, de un contexto socioreligioso donde se satanizó el conocimiento para justificar la ignorancia. En segundo lugar, surge de la realidad de aquellos que hacen educación teológica en Latinoamérica y que siguen dependiendo de obras traducidas del inglés o del alemán escritas por personajes cuyos nombres no podemos pronunciar, pero cuando lo hacemos sentimos orgullo de impresionar a los indoctos; y por último, surge de la realidad de aceptar las cosas sin analizar, reflexionar y valorar críticamente y simplemente porque así nos la enseñaron y así tienen que ser.

13. Método es el conjunto de procedimientos racionales para la investigación y la demostración de la verdad. Ver. Benlloch y Tejedor. Filosofía General. Ediciones S.M., Madrid. 1975.

14. El modus operandi del método histórico es tratado de una forma magistral en Garraghan, Gilbert, J. A guide to Historical Method. Fordham University Press. USA. 1946.

15. Pagán, Samuel. Apocalipsis. Interpretación Eficaz Hoy. Edit. Clie. Viladecavalls. España. 2012. P. 20 – 23.

16. Tal es caso de esta magnífica obra que concentra los libros y documentos pseudoepígrafes más cotizados en el mundo de la academia. The Old Testament Pseudepigrapha. Apocalyptic Literature and Testaments. Edited by James H. Charles Worth. Volume I, II. Op. cit. Por otro lado tenemos Cartlidge, David, Dungan, David. Documents and Images for the Study of the Gospels. Este es un compendio de todos aquellos documentos apócrifos del NT que arrojan gran luz para su entendimiento.

Las fuentes que dieron origen al Nuevo Testamento

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