Читать книгу Historia del rap - Ricky Lavado - Страница 10
LOS CUATRO ELEMENTOS
ОглавлениеComo tantos otros, el distrito neoyorquino del Bronx en los setenta era una zona abandonada, empobrecida y asolada por la heroína y las bandas callejeras. Películas como The Warriors o Fort Apache: The Bronx recreaban una imagen de la vida callejera en Nueva York muy alejada del romanticismo de West Side Story; y más tarde Tom Wolfe representaría con precisión en La hoguera de las vanidades una de las peores pesadillas que podías sufrir en el Nueva York de los ochenta: perderte en el Bronx. A pesar de ello, o seguramente como consecuencia parcial de ello, las calles del Bronx eran también un hervidero de creatividad y de inquietud artística, y un nuevo tejido cultural iba tomando forma en torno a una serie de vías de expresión alimentadas por el ostracismo, los conflictos raciales, la necesaria autogestión de la comunidad y un carácter tan combativo como vitalista. Una explosión de color a base de pintura de espray inundaba las paredes con grafitis firmados de forma misteriosa por jóvenes artistas urbanos con imaginativos apodos, más conocidos como Tags. En las aceras, parques y andenes de metro grupos de hispanos y negros se juntaban cargando piezas de linóleo o cartón y grandes radiocasetes para retarse mutuamente en competitivas batallas de baile. El elemento unificador de todo ese caldo de cultivo artístico y cultural era la música.
Block Party.
Eran los años dorados de la música disco, y la figura del disc-jockey era venerada casi hasta la idolatría. En las calles del Bronx, fuera del circuito comercial de clubs y discotecas, los DJs locales adoptaron la tradición jamaicana del Soundsystem, consistente en un equipo de sonido itinerante (normalmente montado sobre un camión o una furgoneta) que permitía organizar fiestas al aire libre, dando origen al concepto de la Block Party. De la noche a la mañana, las plazas, solares y cruces de calles de los barrios se convierten en el terreno improvisado de sesiones de Funk, Soul y Disco; las batallas de baile se suceden bajo la batuta de Disc-Jockeys con nombres artísticos imposibles, y los ritmos infecciosos de James Brown hacen vibrar el asfalto gracias la electricidad tomada ilegalmente de las farolas. A menudo los Disc-Jockeys se acompañaban de un Maestro de Ceremonias, o MC, que amenizaba las fiestas micrófono en mano. De repente, los astros se alinearon para que de esos cuatro elementos básicos (DJ, MC, Breakdance y Grafiti) naciera la cultura Hip Hop, y por extensión la música Rap. Nada sería lo mismo a partir de ese momento.