Читать книгу Historia del rap - Ricky Lavado - Страница 14
CULTURA E INDUSTRIA
ОглавлениеEl fichaje de Kurtis Blow por Mercury Records en 1980, la primera vez que un artista de Rap pasaba a engrosar las filas de una multinacional, es un hecho histórico no sólo por el éxito rotundo del single «The Breaks» y por afianzar a Blow como una estrella, sino porque representa un momento fundamental en la historia de la música: el momento en el que la industria descubre que el Hip Hop ha dejado de ser un movimiento underground para convertirse en toda una cultura por derecho propio; una cultura con un potencial artístico y comercial para el que todavía no se había creado una estructura industrial y empresarial de peso. La publicación de los primeros discos de Rap, en formato 7” y ep de 12”, abre la puerta a un mercado hasta entonces inexistente, y fue Sugarhill Records con la publicación de Rapper’s Delight en 1979 quien se encargó de inaugurar dicho mercado. Sugarhill Records, con Sylvia Robinson al frente, se convierte en el primer sello discográfico dedicado al Hip Hop, y en su breve pero intensa y exitosa trayectoria lanzará las carreras de Treacherous Three, The Sugarhill Gang, The Sequence, Grandmaster Flash o Funky 4+1. Hablar de Sugarhill Records es hablar de leyenda, y de un precedente para la cultura Hip Hop de una importancia capital.
The Sugarhill Gang: el deleite de la vieja escuela.
Siguiendo los pasos de Sugarhill Records, en esos años nacerán una serie de sellos que irán poco a poco dando forma a una industria nueva dentro de la música, y que se consagrarán a lo largo de la Era Dorada del Rap, copando el mercado de obras y artistas fundamentales para el desarrollo del género. Con pocos años de diferencia se fundan Jive Records (hogar de Whodini, primero, y de A Tribe Called Quest, Schoolly D o Souls Of Mischief después), Tommy Boy (Afrika Bambaataa primero y Queen Latifah, Stetsasonic, De La Soul o House Of Pain después), o Def Jam (de LL Cool J o Slick Rick a Foxy Brown o Kanye West, pasando por Beastie Boys o Public Enemy). Las cada vez más abarrotadas veladas de batallas de MCs en el mítico Lyricist Lounge, la popularidad de programas de radio dedicados exclusivamente al Rap (locutores como Kool DJ Red Alert o Mr. Magic son piezas fundamentales en la expansión del Rap fuera de los límites del gueto), el interés progresivo de las grandes marcas en el patrocinio de artistas de Rap (empezando por el fichaje de Run-D.M.C. por Adidas) o el nacimiento en 1988 de la revista The Source (para muchos, el medio de comunicación oficial del Hip Hop), ayudarán al crecimiento de todos estos sellos y al despegue de generaciones enteras de nuevos artistas, estableciendo un mercado cada vez más enorme ligado a la cultura Hip Hop. El carácter underground inicial del Rap pasará a convertirse en un estilo sólido, comercialmente hablando, a lo largo de los ochenta, centrado alrededor de Nueva York principalmente hasta que a principios de los noventa la Costa Oeste rompa la baraja y Death Row Records se convierta en un imperio, colocando a Snoop Doog o Dr. Dre en la cima más absoluta del mainstream. A partir de ese momento, hablar de Rap supone en muchos casos hablar de cifras millonarias de ventas y niveles gigantescos de fama, y el peso del Hip Hop dentro de la industria musical pasará a ser equivalente al de las grandes estrellas de Pop.