Читать книгу Angeles, Arcangeles y Fuerzas Invisibles - Robert J. Grant - Страница 9

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Prefacio

Desde hace mucho tiempo me fascina la creencia según la cual los ángeles pueden guiarnos, influenciarnos, dirigirnos e inspirarnos en nuestra vida desde esferas invisibles. La realidad de los ángeles se convirtió para mí en una convicción cuando trabajé con enfermos terminales en una residencia de cuidados paliativos. Presencié cómo muchas personas, liberadas del dolor en las últimas horas de su vida, hablaban con lucidez de sus visiones de ángeles que habían acudido en su ayuda «desde el más allá». Tales experiencias eran un alivio, no sólo para el paciente, sino también para las familias, que deseaban para sus seres queridos a punto de morir un respiro con respecto a su enfermedad, en particular los estragos del cáncer o del SIDA.

Según me han relatado muchas personas que prestan servicios voluntarios para enfermos terminales, las visiones de ángeles en el lecho de la muerte son especialmente frecuentes en los niños. Yo no creo que se trate de alucinaciones debidas a la medicación o al dolor intenso. Así como contamos con un equipo de médicos y enfermeros que ayudan en la sala de parto cuando un niño nace en este mundo, creo que existen espíritus, ángeles y guías que ayudan al moribundo, cuando un alma está «naciendo» en el más allá. Realicé una encuesta informal entre amigos y colegas, y descubrí que un número asombrosamente elevado de personas creían haber tenido un encuentro con un ángel. Tales historias me llevaron a concebir el presente libro y a examinar el panorama más amplio de la influencia de los ángeles durante nuestra vida.

Se han dedicado muchos libros a la realidad de los ángeles y su interacción con la humanidad. En éste, he intentado establecer que las actividades de los ángeles en nuestro tiempo no son en absoluto obra del azar, sino que su interacción traduce una intencionalidad que trasciende la transformación individual. Se está produciendo actualmente en nuestra cultura un cambio o transformación global que, junto con la influencia de los ángeles, representa una posibilidad apasionante: estamos en los albores de una época de gran despertar y realización espirituales, y los ángeles nos están ayudando en este despertar.

Otro tema de interés, que me impulsó a escribir este libro, es la fascinante vida del «profeta durmiente» Edgar Cayce, en cuyas obras y lecturas psíquicas me he apoyado ampliamente. La vida de Cayce se vio drásticamente alterada por la influencia de los ángeles. Su encuentro real con uno de ellos a la edad de trece años fue para él la «punta del iceberg»: a partir del mismo se convirtió en uno de los psíquicos más destacados del mundo, ayudando a miles de personas a lo largo de su vida con su don único y peculiar. Tras su encuentro con el ángel, Cayce lograba entrar en un estado de sueño autoinducido y respondía con exactitud a cualquier pregunta que se le formulara. La veracidad de estas respuestas ha quedado bien documentada mediante su extraña habilidad para diagnosticar enfermedades y prescribir tratamientos a personas que nunca había visto ni conocido. En una época más tardía de su vida, la gente le hizo preguntas sobre la naturaleza de los ángeles y arcángeles, y su papel en la humanidad. Sus «respuestas» transmiten una visión fascinante, no sólo de los arcángeles y ángeles de la guarda, sino también del propósito que cumple su manifestación en nuestra época.

La información que Cayce proporcionó estando dormido recibe el nombre de «lecturas», de las que existen más de 14.000. Cabe afirmar con exactitud que el encuentro de Cayce con un ángel fue el primer paso en su andadura por el siglo veinte como profeta y vidente de nuestros tiempos. El ángel lo condujo a una realidad que superaba la que él conocía hasta entonces. Yo creo que esto es lo que ocurre en toda experiencia con ángeles. El contacto o experiencia inicial constituye el comienzo. He escrito este libro con el objeto de examinar el panorama más amplio de la influencia de los ángeles sobre nuestro desarrollo espiritual personal: estamos siendo llevados hacia una realidad espiritual superior, no sólo por los ángeles, sino por Dios, que nos envía estos mensajeros angelicales.

Es verdad que la interacción de la humanidad con los ángeles se ha venido produciendo en todas las épocas. Sin embargo, existen momentos críticos en la evolución del planeta en los que la presencia de los ángeles ejerce mayor influencia. Considero que la época actual es uno de esos momentos. La información contenida en las lecturas psíquicas de Cayce indica que nos encontramos en el período más importante de la historia, un período en el que la espiritualidad se está volviendo a despertar en la mente de personas de todos los rincones del mundo. Como ocurrió hace 2.000 años en la época de Cristo, de nuevo los ángeles están proclamando este ascenso de la conciencia espiritual. Mi fe en esta creencia se apoya en más de quince años de investigación y estudio de las lecturas de Cayce. Además de aportar información sobre los ángeles, Cayce recibió mensajes directos de los ángeles en sus lecturas psíquicas, que incluso hoy son aplicables a cada uno de nosotros. Estos edificantes mensajes nos están siendo brindados como preparación a una conciencia espiritual superior, que está empezando a nacer en nuestros días. Sin embargo, depende de nosotros reconocer y a la vez ser parte de esta creciente conciencia espiritual, o bien no hacerle caso y seguir inmersos en nuestra vida material.

Me sorprendía que no se hubiera escrito ningún libro sobre la comunión de Cayce con los ángeles. Se trata de un tema importante, porque sus experiencias confirman que no estamos solos en nuestros empeños cotidianos y que nos queda mucho por descubrir de la influencia que los ángeles ejercen con relación al desarrollo espiritual de la conciencia. Este concepto trasciende el «fenómeno angélico» y conduce a la idea de que la humanidad está cambiando, creciendo y ampliando su conocimiento de la actividad espiritual del mundo material. Espero que el presente libro ayude al lector, no sólo a comprender las influencias angelicales, sino a reconocer que una llamada espiritual nos hace señas a cada uno de nosotros en nuestro propio camino.

En 1933, un joven acudió a Edgar Cayce para preguntarle acerca de la actividad psíquica y angélica. Quería saber en qué consistía la facultad psíquica más elevada. Cayce respondió: «El que Dios Padre hable directamente con los hijos de los hombres, tal y como Él ha prometido»1. Creo que los ángeles son las voces directas que Dios utiliza para hablar con nosotros —si tan sólo escucháramos—. Otras fuentes incluidas en este libro —Rudolf Steiner, George Ritchie, C.S. Lewis, Emanuel Swedenborg, El Libro de Enoc, la Biblia, etc.—así como las lecturas de Cayce, conciben la idea de la comunicación con los ángeles como un paso necesario en nuestro viaje hacia la comunión consciente con Dios.

Personas de todas las clases sociales que han vivido encuentros con ángeles conservan un entendimiento inconcebible que sobrepasa la mera creencia espiritual: saben sin lugar a dudas que Dios existe y que posee un conocimiento íntimo de ellos y los cuida con amor. Muchos piensan que los ángeles han sido enviados para recordarnos que, en medio de nuestras penas y aflicciones, siempre existe la esperanza de que nos quiere y vela por nosotros un Creador que rebasa nuestro ámbito de entendimiento. Yo, personalmente, creo que el Creador nos está enviando a los ángeles para que nos podamos dar cuenta de la escasa diferencia que separa el mundo que está a la vista del mundo Invisible. Nuestra conciencia se está acercando al punto de una comprensión plena y más clara, no sólo de nosotros mismos como almas, sino de nuestra relación con Dios. Esto forma parte, en mi opinión, del mensaje superior de los ángeles.

Angeles, Arcangeles y Fuerzas Invisibles

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