Читать книгу ¡Hazlo… así sea con miedo! - Ruth Soukup - Страница 10

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Capítulo 2

El seguidor de reglas

Cuando tu mayor miedo es colorear

por fuera de los bordes

“Aprende las reglas como un profesional para que puedas romperlas como un artista”.A veces, se le atribuye a Pablo Picasso

Tracy siempre ha sabido respetar las reglas.

Siendo apenas una niña, era muy responsable y confiable, la estudiante que nunca se pasaba de la raya, ni cuestionaba a sus maestros. Trabajaba duro. Sabía colorear por dentro de los bordes. Siempre siguió al pie de la letra todas las reglas. Y desde muy temprana edad, tenía claro que quería hacer una carrera relacionada con la aplicación de la ley.

Después de cuatro años en el ejército, Tracy se convirtió en oficial de policía en una ciudad a solo 20 millas de donde creció. Por muchas razones, amaba su trabajo. La ley es clara e inequívoca y le gusta saber con exactitud qué era lo que se espera de ella.

Le dedicaba tiempo a su labor, seguía las reglas y, como es apenas lógico, ascendió de rango, tal como se suponía que debía hacerlo.

Durante su tiempo libre, Tracy trabajó como voluntaria en la comunidad y fue miembro activo de su iglesia. Ella y su esposo compraron algunos acres fuera de la ciudad y, después de que nacieron sus tres hijos, comenzaron a cultivar sus propios vegetales como proyecto familiar. Pronto, la jardinería se convirtió en una obsesión para ella; le encantaba ver que, cuanto más esfuerzo hacía y cuanto más cuidadosa era para proporcionarles la cantidad justa de agua y fertilizante a sus cultivos, mejores resultados obtenía. Le encantaban las conservas y los encurtidos y pronto estaba regalándoles sus salsas caseras y encurtidos picantes a sus amigos y familiares.

Las cosas no podían ser mejor. Para Tracy, la vida era estable y predecible, tal como le gustaba. Pero un día, se lastimó.

Desafortunadamente para ella, su lesión no sucedió en el trabajo, lo cual le habría garantizado una jubilación anticipada y beneficios por discapacidad. El hecho es que su accidente ocurrió de la manera más tonta. Simplemente, le estaba ayudando a una amiga a cambiarse de casa y, en medio del trasteo, se resbaló en un escalón y se rasgó un ligamento y una parte del cartílago de la rodilla.

Ante eso, la empresa donde trabajaba tuvo que asignarle tareas de escritorio temporales para que pudiera permanecer quieta y cuidar de su rodilla, pero ese cargo terminó por volverse permanente, pues su rodilla no se curó del todo bien. Como era de esperarse, la reasignación significó una degradación en su cargo y, por lo tanto, un importante recorte salarial.

Para Tracy, la vida dejó de ser tan estable y predecible como antes.

Desde el momento en que le faltaban tres años para que pudiera comenzar a cobrar su pensión, Tracy sabía que tenía que encontrar alguna forma de complementar sus ingresos, así que comenzó a vender sus salsas y productos caseros en el mercado local de agricultores. Tracy hizo un trabajo excelente investigando posibles combinaciones de sabores interesantes e incorporándolas en sus productos. Como resultado, estos eran deliciosos y se fueron volviendo increíblemente populares. Así las cosas, Tracy comenzó a acumular seguidores locales.

Ahora, algunos de sus clientes más leales la están animando a crecer con este incipiente negocio, a crear una marca para sus productos e incluso a comenzar a venderlos en línea.

Sin embargo, aunque Tracy se siente entusiasmada y ansiosa por ganar más dinero, duda en dar el siguiente paso, pues sabe que hay un montón de regulaciones relacionadas con la venta de comida y no sabe cómo cumplir con todos esos requisitos. Vender en un mercado de agricultores es una cosa, las leyes son bastante relajadas, pero montar un negocio real y vender en línea y llegar a enviar sus productos fuera del Estado le parece un proyecto fuera de su alcance. ¿Dónde y cómo podría comenzar a encontrar la lista de todos los requisitos? ¿Y si omite algo? La idea de violar una regulación importante o de meterse en problemas la aterroriza. Cada vez que reflexiona sobre el asunto, se siente paralizada.

Simplemente, no hay manera. Y encima, se siente atrapada.

Tracy es seguidora de reglas.

ARQUETIPO DEL SEGUIDOR DE REGLAS

A menudo, los que se empeñan en hacer las cosas de la manera en que se supone que se deben hacer, los que ejemplifican el arquetipo del seguidor de reglas, luchan más que todo con un miedo desmedido a la autoridad, un miedo que, a menudo, se manifiesta como una aversión irracional a romper las reglas o a hacer cualquier cosa que pudiera ser percibida como “no permitida”. La simple posibilidad de meterse en problemas —aun cuando el “castigo” en potencia sea tan solo imaginario— es suficiente para evitar que el seguidor de reglas se ponga en acción o avance.

Los seguidores de reglas ven el mundo en blanco y negro y tienden a sentirse ansiosos cada vez que sienten que ellos mismos u otras personas se salen de las normas de comportamiento. Hasta se preocupan por asegurarse de que quienes los rodean estén tomando buenas decisiones y, a veces, ese hecho hace que sean percibidos por los demás como entrometidos.

En esencia, el seguidor de reglas cree que si las cosas no se hacen de acuerdo a las reglas, se producirá el caos. Su mentalidad es que muchas cosas en la vida son como son y no deberían ser cuestionadas, ni cambiadas. El seguidor de reglas se siente energizado cuando demuestra que tiene razón o cuando la decisión que ha tomado es la correcta.

Con mucha frecuencia, renuncia a su propio mejor juicio en aras de seguir las reglas debido a su miedo irracional a salirse de los límites y anula todo lo demás que pudiera suceder. Este miedo también suele evitar que los seguidores de reglas se pongan en marcha y avancen hacia sus propias metas o sueños. Casi siempre, tienen miedo de confiar en su instinto o de tomar una acción que no les parezca clara y directa.

Los seguidores de reglas tienden a ser conformistas y son algo rígidos. Les gusta saber que hay una manera “correcta” de hacer las cosas y se sienten cómodos al seguir las normas establecidas. Se recienten ante la idea de salirse de sus parámetros o de desviarse de su propio camino y, en ocasiones, juzgan a quienes no siguen las normas como ellos.

El arquetipo del seguidor de reglas es el segundo más común. Para el 14% de las personas, ese es su arquetipo superior y para el 64% este arquetipo aparece entre sus tres primeras tendencias.

ATRIBUTOS POSITIVOS

El seguidor de reglas es responsable, confiable y un amigo y empleado muy leal. Tiende a ser excepcionalmente diligente, minucioso y estable, además de reflexivo y considerado; se puede contar con él/ella para vigilar a otras personas.

El seguidor de reglas tiene un claro sentido de lo correcto y lo incorrecto, así como una excelente capacidad de discernimiento y un código moral muy firme. En general, este sentido del deber y la obligación hacia los demás y hacia la comunidad suele verse reflejado en su compromiso con el trabajo voluntario y el servicio público.

El seguidor de reglas también tiende a ser meticuloso con los detalles y es excepcionalmente bueno en procesos de seguimiento, siempre cuidando de marcar el punto en la letra “i” y de cruzar la raya en la letra “t”. Se toma el tiempo de leer la letra menuda y de asegurarse de que ha hecho su debida diligencia. Debido a que le gusta saber que hay una forma correcta e incorrecta de hacer las cosas, se siente atraído naturalmente hacia las carreras que tienen pautas muy claras y un camino directo bien establecido, como la aplicación de la ley, la ingeniería, las matemáticas, programación informática, servicio público, derecho y medicina.


HÁBITOS Y COMPORTAMIENTOS

 Prefiere que las cosas se hagan de la manera “correcta”, en el orden “correcto”.

 Le gusta saber que hay un plan o protocolo establecido a seguir.

 Cuida a los demás para asegurarse de que estén tomando buenas decisiones.

 Tiende a ver el mundo en blanco y negro.

 Es reacio a salirse de las normas; se preocupa por el hecho de “meterse en problemas”.

 Con frecuencia, es una persona de hábitos; le gusta el orden y la rutina.

 Trabaja duro para mantener un estilo de vida estable y previsivo.

 Le encanta tener la razón.

 Evita el caos y la incertidumbre.

LA VOZ DEL SEGUIDOR DE REGLAS

En nuestro estudio sobre el miedo, estos fueron algunos de los pensamientos y creencias expresados por los encuestados que recibieron alta puntuación como seguidores de reglas.

 “Más que todo, me siento preocupado ante situaciones desconocidas e inexploradas donde sea posible que no tenga un sistema de apoyo que me muestre el camino”.

 “Me agrada cuando alguien me muestra con lujo de detalles qué hacer o me da un plan a seguir. ¡Lo seguiré al pie de la letra, siempre que sepa que funciona!”.

 “Me molesta que la gente no siga las reglas o no haga las cosas de la manera correcta”.

 “Siempre tengo que asegurarme de saber todo lo que necesito saber y de cumplir con la normatividad que rija lo que hago”.

 “He pasado mi vida adulta pidiendo permiso. Me preocupa que lo que quiero hacer no esté permitido”.

 “Tengo dificultad para saber qué hacer y cómo hacerlo de la manera ‘correcta’ y sin errores”.

 “No me gusta la idea de equivocarme”.

 “Lo que más me da miedo es la incertidumbre de no saber si estoy o no tomando la decisión ‘correcta’. Con frecuencia, pienso que si tomo la decisión de elegir determinada opción, ¿de qué me estaré perdiendo al no elegir la otra opción?”.

CÓMO TE RETRASA ESTE ARQUETIPO DEL MIEDO

Si bien el seguidor de reglas tiene muchas cualidades positivas y admirables, su miedo irracional a romper las reglas, hacer algo de la manera incorrecta o afrontar la posibilidad de meterse en problemas tienden a ser un gran obstáculo cuando se trata de probar cosas nuevas o establecer y lograr grandes objetivos. De hecho, suele ocurrir que el seguidor de reglas descartará una opción incluso desde antes de darle una oportunidad, solo porque parece que hacerlo de la manera “correcta” sería imposible.

Las siguientes son algunas maneras en que ser seguidor de reglas te afecta negativamente y te retrasa:

 Si bien a veces sueñas con hacer algo nuevo, casi siempre, evitarás correr riesgos como cambiar de profesión o quehacer, comenzar un negocio, mudarte a otra ciudad o retomar tus estudios.

 Tiendes a ser susceptible a la presión de grupo o a aceptar una idea popular por el simple hecho de que ese es el statu quo y no porque sea lo que más te conviene.

 Tienes dificultades para sentirte libre de probar cosas nuevas y cometer errores.

 Es posible que te cueste trabajo mantener una relación positiva con los no conformistas o con quienes han demostrado debilidad en alguna área de su vida. Tu tendencia a ver las cosas en blanco y negro hace que, en más ocasiones de las que crees, seas rígido e implacable.

 Tu temor poco saludable a la autoridad hace que aceptes las demandas de alguien en posición de poder en lugar de adoptar tu posición o usar tu propio juicio.

 Tiendes a experimentar ansiedad y miedo cuando no tienes un camino o plan de acción específico.

 Dejas que las creencias establecidas sobre tu género, raza, religión, estatus social o nivel educativo te dicten lo que crees que eres capaz o no de hacer.

ESTRATEGIAS PARA SUPERAR ESTE TEMOR

A continuación, te daré algunas estrategias que te ayudarán a superar tu miedo a hacer algo que no está permitido.

Replantear

No siempre es fácil regirte por tus propias reglas, sobre todo, cuando te sientes más cómodo siguiendo las reglas de otros. Aun así, tomarte el tiempo para crear y adoptar tu propio conjunto de principios —los valores básicos por los cuales deseas regirte— te ayudará a aliviar la presión constante que sientes al adherirte a las normas de los demás. No es necesario que sean principios rebuscados, ni completamente originales, pero deben reflejar tu ser verdadero y ajustarse a tus creencias fundamentales. Serán tu propio conjunto de pautas a seguir —pautas que deberán anular las “reglas” que escuchas de otras personas y fuentes externas.

Acoge este conjunto de principios de forma tanto proactiva como reactiva. Primero, haz un borrador de ellos para recordar la forma en que prefieres guiar tu vida. En segundo lugar, toma una situación específica mediante la que te sientas desafiado e identifica aquella regla evidente o tácita que te sientes obligado a cumplir en tal circunstancia. Tercero, reescribe esa regla con el fin de afirmarla y hacerla parte de tu conjunto de principios y reglas para vivir. Por ejemplo, una “regla” tácita (¡e inalcanzable!) en muchas organizaciones es: “Debes darlo todo o no tendrás éxito y te sentirás culpable”. Reescribe esa regla de tal manera que diga: “Daré X —y no más— y no permitiré que nadie me haga sentir culpable por dar ese X. Tendré éxito en mis propios términos”.

Actuar en consecuencia

Enumera las reglas que tienes miedo de romper y analízalas una por una. Para un seguidor de reglas, la necesidad de cumplir con la forma en que se supone que deben ser las cosas puede llegar a ser abrumadora. Cuando te tomes el tiempo para escribir esas reglas, te darás cuenta de que, en realidad, no tienen nada de “reglas” o que siempre es factible investigarlas y cumplirlas con gran facilidad. No todas las reglas son malas, pero el miedo a romperlas no debería ser lo que te frene. Vuelva a escribirlas en tu mente y descubrirás que aquellas reglas que tanto temías romper no son tan importantes como creías que eran.

Y mientras lo haces, practica “romper las reglas” y salte de tu zona de confort de tal manera que no te sientas en alto riesgo. Intenta algo como atreverte a protestar cuando alguien te está hablando de mala manera, reorganizar tus muebles de formas nuevas y creativas e incluso omitir instrucciones a propósito, si nunca lo has hecho antes, solo por el simple hecho de sobrepasar tus límites. Comienza con pequeñas cosas y te sorprenderá lo fácil que es romper tus límites en cosas grandes. Como seguidor de reglas, tu zona de confort tiende a estar muy bien definida. Por lo tanto, si deseas sentirte más cómodo haciendo cosas difíciles, asumiendo riesgos y atreviéndote a actuar ante el miedo, será útil que comiences de a poco.

Hacer rendición de cuentas

Como seguidor de reglas, necesitarás encontrar un socio responsable que no sea un seguidor de reglas. Más bien, busca a alguien que tenga fortalezas diferentes a las tuyas, con una perspectiva diferente y un arquetipo de miedo diferente al tuyo y que te brinde otra perspectiva sobre las reglas que te sientes tan obligado a seguir. Trata de encontrar a alguien que te motive a usar tu propio juicio y tus habilidades de pensamiento crítico en lugar de estar tan sujeto a la forma en que se “supone que son las cosas” —alguien que te llame a rendir cuentas cada vez que estés viendo determinada situación desde un punto de vista cuadriculado.

SOBREPONERTE AL MIEDO A

ROMPER LAS REGLAS

Un sábado por la mañana en el mercado de agricultores, Jane, una de las mejores clientas de Tracy, comentó una vez más que le gustaría que Tracy llevara su negocio al siguiente nivel y comenzara a vender en línea.

“¡Tracy, tus sabores son increíbles! ¡El mundo necesita tus salsas!”. Como siempre, Tracy sonrió, suspiró y comentó en tono melancólico: “No sé cómo superaría todas esas reglas y regulaciones. Tengo tanto miedo de hacer algo mal que no sabría cómo comenzar”.

Pero esta vez, la respuesta de Jane la sorprendió. “Bueno, ¿por qué no tomas alguna capacitación sobre el tema u obtienes ayuda con las regulaciones? Estoy segura de que debe haber algún tipo de conferencia o clase que enseñe todas esas cosas. ¡Deberías investigarlo!”.

Tracy estaba sorprendida. ¿Cómo nunca había pensado en eso?

Cuando llegó a casa, comenzó a investigar al respecto y descubrió que el mes siguiente habría una conferencia sobre comercio electrónico en una ciudad a solo tres horas de distancia. De inmediato, se registró para asistir a ella sintiendo que estaba haciendo lo correcto.

Al final, resultó que aquella fue la mejor decisión que Tracy pudo haber hecho.

En la conferencia, se inscribió en la sección de vendedores de alimentos, donde tomó una clase cuyo tema era cómo navegar y conocer sobre las reglas y regulaciones de seguridad alimentaria. Allí, obtuvo respuestas a todas sus preguntas más importantes y regresó a casa con un plan de acción bastante claro sobre qué hacer a partir de ese instante. Pero eso no fue todo. También hizo algunas conexiones excelentes con otros minoristas que ya habían estado vendiendo en línea durante un tiempo y aprendió un montón sobre otros aspectos del comercio electrónico que la habían intimidado durante mucho tiempo, por ejemplo, cómo construir un sitio web y cómo manejar las ventas y el marketing. Y estando allí, se inscribió en un grupo de entrenamiento en línea que le brindaría apoyo e instrucción en el camino.

Equipada con un conjunto de “instrucciones” a seguir, Tracy se sintió empoderada para seguir adelante con su sueño, siguió al pie de la letra cada paso del plan que le habían ayudado a diseñar y, en unos pocos meses, había establecido su sitio web y comenzado a vender en línea.

Por primera vez, Tracy se sentía emocionada ante lo desconocido en lugar de tenerle miedo. Enfrentarse a sus miedos le ha dado más confianza y no ve la hora de descubrir qué más le depara el futuro.

¡Hazlo… así sea con miedo!¿Necesitas más consejos para superar tu miedo a romper los límites y atreverte a salirte de tu forma cuadriculada de pensar? Asegúrate de leer los capítulos 9, 12 y 19.
¡Hazlo… así sea con miedo!

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