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1.6. DESENTRAÑANDO FALSOS MITOS: SIÉNTETE ORGULLOSO DE SER ABOGADO

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Londres 30 de septiembre de 2013.

Estimada Alicia:

Hoy, de vuelta a casa, me he parado en un pub y he decidió quedarme y saborear una buena pinta de ale británica a las seis de la tarde (cuestión de costumbres). Los pubs forman parte de la idiosincrasia de los británicos23). Antiguas casas o fondas donde el público podía beber, comer y pasar la noche, fueron evolucionando hasta lo que son ahora, locales destinados al encuentro de amigos en los que se bebe y se sirven comidas. Decorados en estilo mock victorian, formado por un Kitsch de maderas oscuras, alfombras y latón, los pubs suelen pasar a lo largo del día por etapas de tranquilidad y sosiego de la mañana, el bullicio de las cinco de la tarde y la tensión alcohólica de la noche.

Aprovecho para comentarte una anécdota sobre los pubs: los carteles tan pintorescos que cuelgan en las puertas de los pubs datan de 1393, cuando el Rey Ricardo II decidió que debían reemplazase los arbustos que los anunciaban desde el exterior por carteles. Teniendo en cuenta que los parroquianos solían ser analfabetos, se eligieron motivos fáciles de entender: escudos de armas, figuras históricas o animales heráldicos.

Bueno, pues olvidado ya el sabor algo amargo de la ale que me he tomado mientras pensaba en este correo, llamo tu atención sobre el hecho de que el refranero siempre ha sido muy severo con los abogados; ¿por qué negarlo? Toda la vida hemos escuchado dichos, proverbios y chascarrillos en los que nos han dedicado innumerables lindezas a través de las escasas, pero elocuentes palabras, que conforman los dichos populares. Basta con husmear en el refranero para comprobar que, desde los más ignotos tiempos, los consejos de la gramática parda han avisado a los despistados sobre el riesgo que conlleva acercarse a un abogado, imputándole falta de honestidad, su excesivo amor por el dinero y su tendencia a manipular y a enredar los asuntos. En definitiva, mala fe en el ejercicio de su actividad.

Como ahora veremos, este rechazo secular no conoce barreras ni de épocas ni de personas, por lo que hemos recibido históricamente críticas de literatos, pensadores, filósofos, militares, políticos de cualquier ideología, empresarios y un largo etcétera de la comunidad y de personajes de notable relevancia social.

Veamos algunos de ellos a través de una sencilla exposición de algunas de estas frases y dichos.

Mailings para un joven abogado

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