Читать книгу Luces y sombras de una mentalidad ganadora - Sergio Montoya - Страница 16
La función del miedo
ОглавлениеEl miedo como una de las emociones básicas que experimentamos casi todos los seres vivos juega un papel importante en esta discusión.
Por un lado, el miedo es un elemento cuya consecuencia sea la parálisis mental y operativa y por otro puede ser el motor para emprender grandes transformaciones. No está demás mencionar que grandes inventos y contribuciones a la humanidad han estado basados en el miedo de alguna forma u otra. Cuando hablo de ganadores, probablemente uno de los mayores miedos sea el de, precisamente, perder, ser derrotado, fracasar. Paradójicamente dependiendo de la cualidad y cantidad de ese miedo, éste puede actuar en contra de conseguir ciertos objetivos e impedir que éste se consiga. En otras palabras, puedo obsesionarme tanto por ganar que genero unos altos niveles de ansiedad que justamente me impiden que gane.
En nuestra cultura machista y camandulera, el éxito y la realización personal estaban asociados a crear una familia con una relación de pareja estable. Una mujer se “realizaba” siendo madre y un divorcio significaba que ambos miembros, sobre todo la mujer, habían fracasado. Digo “estaban” como una forma de mostrar mi esperanza de que esto sea cosa del pasado, pero todos y todas sabemos que aún es así.
Atiendo muchas personas, mujeres en su mayoría, que después de cierta edad, si no han podido consolidar una relación de pareja (a pesar de ser independientes económicamente, estar bien preparadas y otras cuántas cualidades) sienten que “algo” les falta. Es una mezcla de “sentirse incompletas”, con una sensación de fracaso que se va transformando en culpa y en desvaloración (“no me merezco tener una familia”).
El miedo pues es una variable importante a tener en cuenta. No es solo el miedo a no alcanzar las metas propuestas sino a “no tener lo que hay que tener” para alcanzarlas.
En psicología y neurociencias sabemos que las respuestas al miedo son diversas y son la consecuencia de una mezcla de genética, educación, cultura, decisiones y construcciones personales.
Sé que has escuchado que las respuestas ante el miedo son la de huir o enfrentar ante la fuente amenazante. Esto lo podemos ver claramente. Unas personas salen corriendo ante cualquier situación que pueda poner en riesgo su integridad física o psicológica. Otras, por el contrario, se enfrentan a esa fuente con la intención de disminuir o eliminar su potencial de daño. Pero hay otras. Hay muchas combinaciones posibles de esos dos extremos y muchas implicaciones. Por ejemplo, hay personas que, dependiendo de la situación, unas veces huyen y otras atacan. Otras que combinan estas respuestas, pero no solo por el contexto externo, sino también por el interno, el momento de vida o de evolución que tiene en ese momento. Piensa por ejemplo en los adolescentes que pasan de ser niños “obedientes” a criticar cualquier instrucción que venga de sus padres.
Otra respuesta más identificable es la de la parálisis o bloqueo. Que a su vez tiene otras sutilezas, como simplemente quedarse “pasmado” o “hacerse el muerto”. Esta es una técnica, así como el huir y atacar, que se encuentra bastante en la naturaleza.
Una señal de la evolución de las personas (crecimiento personal y madurez, no desarrollo de una Mentalidad Ganadora) es saber gestionar de manera inteligente y estratégica sus respuestas ante el miedo. Cae en cuenta que una respuesta particular no es garantía de éxito ni de supervivencia, es solo el mecanismo que tu organismo utiliza para enfrentar ese miedo. Y esa es una importante diferencia con respecto a la literatura de quienes se dicen entrenadores en Mentalidad Ganadora. En este ambiente, la única manera de conseguir ser un ganador es enfrentar los miedos. Y en muchos momentos y casos tienen razón. Pero desde una perspectiva más amplia, huir o hacerse el muerto también es una forma de afrontamiento.
Un ejemplo trivial son las y los boxeadores, capaces de machacar otro ser humano en un ring y luego con un miedo irracional a las cucarachas.
Tendría que extenderme aún más, si nos metiéramos en el debate de la clasificación de los miedos, como por ejemplo cuáles de ellos son racionales y cuáles irracionales.
Pero en esta parte solo quería señalar la importancia de que determines qué función cumple el miedo en la creación de una Mentalidad Ganadora o perdedora.
El mensaje habitual en este mundo, más o menos consensuado, es que tener miedo es “normal” y lo que hay que evitar es que éste te paralice e impida que consigas lo que quieras.
¿Es posible que yo sea una persona “sin miedo” para una meta específica, pero lleno de inseguridades para otras?
Creo que ya sabes la respuesta.
De hecho, muchas de las personas que señalamos como ganadoras a la luz de los focos de la fama, son seres humanos llenos de carencias afectivas, inseguridades (miedos) en muchas otras áreas.
Como sabes, pocas veces el éxito de una persona es consecuencia del esfuerzo individual, casi siempre hay involucradas otras personas de manera directa o indirecta. Por ejemplo, un deportista de alto rendimiento es quién hace el trabajo duro, pero no alcanzaría sus metas sin un equipo que le adecúe el camino. Un empresario de éxito tiene que apoyarse en muchas personas, su familia por ejemplo, para poder destacar. Digo esto porque muchas veces el miedo no está asociado a lo que me pase a mí sino a lo que implica para el entorno en el que me muevo. Puede que el miedo no sea a no conseguir mis objetivos, sino al de decepcionar a alguien importante para mí, o a alguien que puso su confianza en mí. Por ejemplo, en el ámbito sexual, es posible que una disfunción no solo te llene de inseguridades a ti, sino que pese más el no poder satisfacer a tu pareja.
Puede que sea demasiado exigirle a un ser humano que sea un ganador, sin que el miedo lo paralice, en todas las áreas, pero sí pone en perspectiva el modelo de la “Mentalidad Ganadora”, ya que al parecer éste hace aguas cuando se trata de aplicarlo a muchas áreas de lo que compone la vida de una persona.
Para un momento y hazte estas preguntas:
¿Qué función cumple el miedo en tu vida?
¿Qué oportunidades te ha dado o te ha quitado?
¿Qué gestión de tus miedos tienes?
¿Cuál es tu patrón de respuesta más habitual ante los retos, o ante lo que te produce miedo?
¿Qué pasaría si no alcanzas tus objetivos actuales?
¿Es un miedo por lo que te pase a ti o pesa más lo negativo que pueda pasarles a las personas que te apoyan?