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EL MITO DE LA IGLESIA ACOGEDORA

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Ahí reside el problema en la mayoría de las iglesias. Las iglesias perciben que son una iglesia amigable porque los miembros son amigables entre sí, pero no se ponen en el lugar de las personas que llegan por primera vez. No prestan atención a las instalaciones, el estacionamiento, su página web o su amabilidad desde la perspectiva de un visitante.

Aprendimos a no preguntar a los miembros de las iglesias si su iglesia es amigable para descubrir si su iglesia realmente es amigable.

La mayoría de los miembros de iglesias se han olvidado de lo que es ser alguien que llega por primera vez. Ahora ya tienen relaciones estables en la iglesia. Les encanta su iglesia. Sus prejuicios les dicen que su iglesia es genial.

Pero muchos miembros y líderes de iglesias están equivocados. Cuando preguntamos a cientos de visitantes sobre sus experiencias al visitar iglesias, no fue un cuadro bonito. Preguntamos específicamente por qué no regresaron a alguna iglesia en particular. Estas fueron sus principales respuestas:

1. El tiempo de ponerse en pie y saludar en la reunión fue poco amigable y raro. Cuando vi por primera vez que esta respuesta llegaba por centenares, me sorprendió. Y al indagar más, descubrí que había dos problemas con el momento de ponerse en pie y saludar. Primero, algunos visitantes se sienten incómodos con el ejercicio. Parecía una especie de ritual más para los miembros de la iglesia que para quienes la visitaban. Segundo, a algunos visitantes no les importó el momento de levantarse y saludar, pero no se sintieron incluidos durante la bienvenida. O bien se les ignoró por completo, o les inundaron con lo que ellos describían como saludos superficiales. Hablaré más de este asunto en el siguiente capítulo.

2. Miembros de iglesia poco amigables. La mayoría de los miembros de iglesias no se consideran poco amigables, pero no se ven desde el punto de vista de quienes visitan la iglesia. Por lo general, no hablan con los visitantes porque no los conocen. Y los miembros de iglesias por lo general buscan la comodidad de los grupos santos de las personas que sí conocen.

3. Zonas para niños sucias e inseguras. Esta respuesta es la que más comentarios emocionales generó. Si su iglesia no tiene procedimientos de seguridad claros, y si la zona para niños no les parece limpia e higiénica a los visitantes, no espere que familias jóvenes regresen a su iglesia. Sin duda, a medida que aumenten los comentarios sobre la zona para niños, no espere que familias jóvenes la visiten ni siquiera una primera vez.

4. Ningún lugar para obtener información en la iglesia. Los visitantes están formados por sus experiencias para buscar un centro de información y bienvenida. Algunas iglesias no tenían ningún centro de información como tal. Algunas iglesias sí lo tenían, pero no se podía encontrar. Y algunas iglesias lo tenían en lugares bien visibles, pero no había nadie atendiendo el centro de bienvenida. Los visitantes nos dijeron que eran reticentes a ir a un centro de bienvenida no atendido. Quizá sería mejor que la iglesia no tuviera un centro de información y bienvenida si no va a haber allí nadie para ayudar a las visitas.

5. Mala página web de la iglesia. Casi todos los visitantes de la iglesia miraron la página web antes de ir a una reunión. Aunque decidieran visitar la iglesia después de mirar una mala página web, visitaron la iglesia con una disposición negativa. Los dos puntos críticos que los visitantes quieren ver en una página web son la dirección de la iglesia y el horario de las reuniones. Es así de básico. Tengamos en mente esta realidad. La página web de la iglesia es ahora la puerta principal de la iglesia. ¿Se sentirán los visitantes bienvenidos cuando entren por la puerta de su iglesia? Veremos este asunto en detalle en el capítulo 3.

6. Mala señalización. Si usted ya ha estado en su iglesia unas cuantas semanas, no necesita señalización alguna, pero los visitantes sí. Y se frustran cuando no tienen señales claras que les indiquen el estacionamiento, la entrada al santuario, la zona para los niños, y otras ubicaciones. Veremos también esto con más detalle en el capítulo 3.

7. Lenguaje eclesial en el interior. Escuche las palabras en la reunión del domingo en su iglesia. Escuche los anuncios. Escuche el sermón. Escuche las conversaciones casuales. ¿Están los miembros diciendo cosas que alguien que llega por primera vez no entiende? Bueno, eso es lo que nos han dicho los visitantes. Decían que salieron de algunas iglesias pensando que gran parte del lenguaje era extraño para ellos y lleno de acrónimos.

8. Reuniones aburridas o malas. Mi sorpresa no fue que este factor estuviera entre los diez primeros; fue que ocupaba la posición número ocho en la lista de preocupaciones frecuentes. En el pasado, los líderes de las iglesias pequeñas me decían que no tenían los recursos para tener reuniones de calidad. En la era digital, con tantos recursos asequibles, ninguna iglesia puede ya usar esa excusa.

9. Los miembros les dicen a los visitantes que están en el banco o la silla equivocada. Yo creía que esta conducta ruda e insensible había desaparecido hace años atrás. Los visitantes de las iglesias nos dijeron que no. De hecho, el comentario más común era: “Está usted sentado en mi sitio”. Increíble. Totalmente increíble.

10. Instalaciones sucias. Algunos de los comentarios fueron brutales: “Parecía que no habían limpiado en toda la semana”. “No hay papeleras por ningún lado”. “Los baños estaban peor que en una mala gasolinera”. “Los bancos tenían más manchas que en un anuncio de detergente”. Ya se imagina. Una iglesia sucia comunica a quienes llegan de visita: “En realidad no nos importa”.

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