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INTRODUCCIÓN
UN POCO DE TEOLOGÍA ACERCA DE LA TECNOLOGÍA

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El momento en el que mi primer teléfono inteligente recibió un correo de forma inalámbrica afuera de esa tormentosa parada de descanso en los campos de maíz del Estado de Iowa no es el sitio donde comienza la historia de este libro. El lanzamiento del iPhone en la Expo Macworld del 2007 tampoco es lo suficientemente atrás en la historia. Ni el comienzo de Apple o el nacimiento de Steve Jobs. Para ver la línea del tiempo del teléfono inteligente necesitamos echar un vistazo a la historia de la tecnología mientras se extiende a través de los siglos. Nuestra era digital no es un accidente cósmico.

LA HISTORIA DE LA TECNOLOGÍA

En el principio, Dios creó a Adán del polvo y a Eva de una costilla. Jehová se inclinó y exhaló aliento de vida en sus pulmones y ellos despertaron aun mundo extraño de océanos y rayos del sol y montañas y frutas y animales sin nombre, tierra jamás labrada y materiales nunca antes explotados, como los diamantes, el oro, la plata, el hierro24. Dios primero le ordenó a Sus criaturas a procrearse, a recolectar alimento y a señorear sobre los animales. Pero en esos mandamientos tempranos, Dios ya había dibujado el final en Su plano. El huerto era sólo el principio. La meta era un mundo de avances tecnológicos, que conducíaIn a una Creación tan refinada que las calles de las ciudades estarían pavimentadas con gruesos cristales de oro, una Creación tan radiante y luminosa que difícilmente podemos imaginarnos como se vería al final25. Así que cuando Adán y Eva despertaron y caminaron en el jardín, un plan, invisible, mucho más grande ya estaba en movimiento. El huerto nunca antes labrado se convertiría en una ciudad gloriosa.

Nos encontramos en medio del desarrollo de la historia de este jardín a ciudad y Dios está gobernando todo el proceso de diferentes formas. Entre las vallas de contención de las leyes naturales, así como en la abundancia y escasez de algunas materias primas en la tierra, llevado a cabo a través de Sus criaturas hechas a Su imagen, cada uno programado para la innovación, la trayectoria del progreso tecnológico – desde el jardín hasta la ciudad – ha sido puesto en marcha. Este proceso ha sido iniciado, concebido y guiado por Dios26.

Pero entre el comienzo rural y lodoso del jardín y el final urbano destellante, debemos rellenar la historia porque aquí es donde nos encontramos: al este del Edén, al oeste de la Gran Ciudad, viajando ahora en la historia guiada soberanamente por Dios, sosteniendo teléfonos inteligentes. Mientras la extensa historia de la tecnología se desenvuelve, la Biblia nos enseña nueve realidades clave que debemos poner en práctica en nosotros mismos en la era digital.

1. La Tecnología modifica a la Creación.

La comisión de Dios a la primera pareja de cultivar al mundo y de criar animales implicó una serie de avances tecnológicos que harían posible todo este trabajo a través de herramientas de piedra, después de cobre y después de hierro.

A diferencia de Sus otras criaturas, los portadores de la imagen de Dios cultivarían alimentos de forma estratégica. Por diseño, los avances agrícolas empezaron bastante rápido – una trayectoria de palas, hoces y de arado tirado por caballos; después tractores, sistemas de irrigación y ahora equipos guiados por GPS (¡y conducidos por GPS!). La tecnología es usada para señorear a la Creación para el bien de la humanidad, pero también para incrementar la eficiencia. La agricultura del día de hoy no es perfecta y tiene implicaciones morales, pero el largo tren de avances tecnológicos actual es especialmente evidente y deslumbrante.

La agricultura también es un ejemplo de la tecnología construida por la inteligencia del Creador (dada a la humanidad) y la abundancia de la Creación (abastecida en la tierra). La tecnología es el reordenamiento de las materias primas para fines humanos. Adán y Eva reordenaron las materias primas en la tierra para lograr que las plantas y las flores prosperarán. Hoy, los chefs y los cocineros reordenan las materias primas de los alimentos en comidas deliciosas. Los carpinteros de casas reordenan las materias primas de la madera y los clavos para construir hogares. Los químicos farmacéuticos reordenan los elementos orgánicos y sintéticos en medicamentos. Los músicos reordenan las notas y los sonidos en música. Como un escritor del género de la no ficción, reordeno la materia prima de las palabras y las ideas para un editor, que a su vez reordena la pulpa del papel, la tinta negra y pegamentos en un libro para que lo sostengas y lo leas. Todo esto es tecnología.

2. La tecnología reprime los resultados de la caída.

Poco tiempo después del comienzo de la historia del mundo, Adán y Eva perpetraron el trágico error – cometer el pecado inexplicable – de ignorar la única prohibición de Dios. Satanás los tentó y Eva y Adán le dieron una mordida al deseo de querer ser como Dios. En ese momento Dios trajo Su maldición sobre la Creación y el resultado inmediato fue una ruptura en la relación del hombre con todos y con todo27.

Esa ruptura nos afecta el día de hoy – hierbas malas en los cultivos, dolor en la sala de partos y vergüenza en la desnudez. Los granjeros usan tecnología que mata a las hierbas malas para minimizar las espinas y abrojos en la granja. Las mujeres usan tecnología para suprimir el dolor durante el alumbramiento. Los diseñadores de moda usan telas para cubrir nuestros cuerpos. La extensión del avance tecnológico es un regalo de gracia de Dios para ayudarnos a vivir en una Creación caída. Pero toda esta tecnología también nos recuerda el problema fundamental – estamos separados de Dios por nuestro pecado.

3. La tecnología establece poder humano

Desenganchada del temor y la obediencia a Dios, la tecnología rápidamente se convierte en un peón de las jugadas del poder del hombre. El descubrimiento del cobre y la invención del hierro carburado más fuerte y más duro, trajo una agricultura más sencilla, pero también trajo nuevo armamento para la guerra28. Poseer minas de hierro y emplear herreros era controlar un suministro infinito de nuevas armas, y controlar un suministro infinito de nuevas armas era demostrar superioridad militar, y demostrar superioridad militar era ejercer poder sobre naciones rivales. Arcos, flechas, hierro y pólvora todos dan poder para defender y para conquistar. Y lo mismo es verdad el día de hoy. El poder y la superioridad se basan en la tecnología: armas nucleares, drones militares, aviones de combate y misiles. Entre más grande sea el ejército de una nación, más poder puede ejercer en el mundo. Tal poder cuantificable y escalable sólo es posible mediante la innovación tecnológica.

4. La tecnología ayuda a edificar almas

En la línea histórica de la Biblia las innovaciones también sirven a los adoradores.

Los instrumentos musicales fueron inventados para que el pueblo de Dios pudiera expresar gozo en hermosas canciones29. Después, el tempo de Israel exhibió avances en la tecnología de la construcción, la metalurgia y la destreza artística. La grandeza y la escala majestuosa del templo proclamaba a las naciones la gloria, la majestad y el esplendor del Dios de Israel.

Mientras el plan de Dios se movió de una religión de ven y mira (Antiguo Testamento) a un enfoque de ve y anuncia (Nuevo Testamento), el cincel y la piedra dieron lugar a avances primitivos de papel y tinta haciendo posible que la tecnología de comunicación escrita se extendiera. La Palabra de Dios grabada primero en piedra, después en las pieles procesadas de animales y desde entonces en el producto de árboles, se convertiría en la pieza central para atraer y juntar al pueblo de Dios separado por los continentes, las lenguas y los milenios. Con el tiempo, los numerosos rollos del Antiguo Testamento y las muchas cartas del Nuevo Testamento fueron juntadas en un códex, traducidas y publicadas en masa en un solo libro de autoridad unificada que hoy cargamos convenientemente en una mano. Cada vez que abrimos nuestras Biblias, nuestras almas están siendo alimentadas por medio de siglos de avances tecnológicos.

Desde trompetas y templos, hasta Biblias con canto dorado, Dios propuso que la tecnología jugara un rol esencial para que lo conozcamos y lo adoremos.

5. La tecnología sostiene y empodera a nuestros cuerpos.

Los avances tecnológicos también cambian y redefinen nuestros cuerpos de formas muy dramáticas. Los anteojos y aparatos auditivos mejoran nuestros sentidos de la vista y el oído. La tecnología musical, como el violín, sintoniza finamente las habilidades motoras humanas y le da nuevas intenciones a los movimientos micro refinados de nuestros cuerpos. La industria tecnológica conecta nuestras manos a los brazos hidráulicos de las retroexcavadoras. La tecnología médica reanima corazones que ya no palpitan y sustenta cuerpos moribundos. Los avances en la medicina curan padecimientos y frenan enfermedades terminales. Y avances en la ropa hacen posible que podamos adornar nuestros cuerpos de formas que definan y moldeen las identidades que proyectamos hacia los demás30.

La tecnología mejora nuestros cuerpos, refina nuestros movimientos, amplifica nuestras acciones y moldea la forma como nos presentamos a nosotros mismos ante el mundo.

6. La tecnología da voz a la autonomía humana

La mezcla de lo bueno, lo malo y lo feo de la tecnología culminó en una expresión particularmente repulsiva en la Torre de Babel, un intento de consolidar toda la innovación conocida de la construcción para edificar una ciudad rebelde31. Más que un simple rascacielos, Babel era un nuevo imperio con una ciudad central unificada alrededor de un templo (la Torre), toda dedicada a adorar el progreso de la humanidad. Suprimiendo el ingenio de Dios en todos los avances humanos, Babel era el intento humano de secuestrar la tecnología y fabricar una sociedad y una vida religiosa en rebelión contra el Creador.

Como tal, Babel marcó el rechazo colectivo del hombre a la idea de que la tecnología es un regalo de Dios. Antes de que construyeran la torre en el cielo, la gente de Babel hizo una línea en la arena y le dijo al Creador, “La autonomía humana tendrá el crédito de la innovación tecnológica a partir de ahora, muchas gracias”. La burla de este acto traicionero también es parcialmente cómico – el hombre construye su templo y sube tan alto como le es posible, y después el Dios viviente del universo baja y pone Su mejilla en el suelo de para evaluar el progreso32. Esto es lo que siempre sucede cuando la tecnología es usada para mal en incredulidad. Dios es el génesis de todo el conocimiento y el avance tecnológico, y Él es el autor y consumador de una ciudad gloriosa que está por venir. ¿Por qué lo impresionaría un rascacielos hecho de polvo?

La tecnología no es inherentemente mala, pero tiende a ser la plataforma por excelencia para expresar la fantasía de la autonomía humana.

7. Dios gobierna cada tecnología humana.

La Torre de Babel era realmente la Torre de la Ignorancia. Este rascacielos de orgullo fue ensamblado con las materias primas de la tierra y moldeado por el ingenio humano – y todos estos regalos vinieron de Dios. Construir un rascacielos sin dios, usando los recursos de Dios puestos en el suelo y la capacidad de invención puesta en los portadores de Su imagen, fue la cúspide de la arrogancia y (como veremos más adelante) la distorsión completa del propósito humano.

Así que Dios esparció a los constructores a través de la tierra con una variedad de lenguas (y juntó todas esas lenguas en Pentecostés cuando el Evangelio estaba listo para su esparcimiento global33). Dios no estuvo ausente en Babel. Él fue el capataz cósmico del sitio, derrocando la tecnología humana para ejercer Su propósito evangelístico definitivo.

Pero el reino soberano de Dios sobre el mal más horripilante de la tecnología se hace más evidente en la cruz romana que en cualquier otro lugar. Con un poste de madera recto con una viga atravesada, la cruz era el escaparate de los criminales, después de clavados por tres estacas de hierro eran entonces levantados para que todos los vieran mientras la cruz era plantada en el suelo. La cruz estaba diseñada para matar a los criminales, a los insurrectos y a los esclavos desobedientes, y lo hacía lentamente por agotamiento y asfixia. La muerte lenta era una tortura pública, un anuncio intimidante: Contemplad el destino de cualquier necio que desafíe la autoridad romana y amenace la estabilidad social34.

Pero esta atroz herramienta de tortura se convirtió en la bisagra donde todo el plan redentor de Dios se consumó. Dios creó a los árboles para que sirvieran al hombre, pero el hombre inventó las cruces para destruir al hombre. En las tinieblas de este malvado acontecimiento, el plan completo para la nueva ciudad gloriosa tomó un paso decisivo hacia delante. A través de un uso malvado de la tecnología el hombre mató al Autor de la vida, y sin embargo Dios fue soberano durante todo el proceso35. Por una paradoja cósmica que jamás será eclipsada, en el oprobio de la tortura desnuda ante los ojos de los hombres, Cristo expuso y desnudó todas las fuerzas del mal con una derrota vergonzosa36.

El mal fue derrotado por la tecnología, todo gracias al diseño soberano de Dios. La tecnología, incluso en manos de las intenciones más malignas del hombre, jamás estará por encima del plan de Dios. En este caso, el Calvario fue hackeado. Dios se abrió paso en la tecnología de la cruz “y con un tenue giro revirtió su función37”. Dios hace esto: se burla de nuestras tecnologías más perversas a través de Su soberana intervención.

8. La tecnología moldea cada relación.

El linaje del avance tecnológico es continuo – arcos y flechas, ruedas y ejes, herramientas de hierro y armas, prensas de caracteres movibles y de imprenta, relojes de pared y de pulsera, máquinas de vapor y rieles, automóviles y aviones, computadoras y teléfonos inteligentes. Cada nueva tecnología le da a la humanidad nuevas esperanzas, sueños y aspiraciones. Cada tecnología transforma fundamentalmente la dinámica social acerca de cómo nos relacionamos con el mundo, con los demás y con Dios.

Primero, la tecnología cambia como nos relacionamos con la tierra. Con una aplicación de GPS puedo ver mi ubicación exacta en la tierra de una forma que era prácticamente imposible hace veinte años e indescifrable para mis ancestros.

Segundo, la tecnología cambia la forma en que nos relacionamos con los demás. Si me acerco a ti en la calle y comienzo a charlar, nuestra relación es fundamentalmente abierta. Pero si mi acerco a ti para entrevistarte y la aplicación para grabar vídeo está encendida y sostengo mi teléfono enfrente de mí, nuestra interacción es fundamentalmente transformada mientras decides si harás contacto visual conmigo o con la audiencia invisible viendo del otro lado del lente de mi mini cámara.

Tercero, la tecnología puede convertirse en una metáfora que Dios usa para revelar Su obra en el mundo. Una vez que logramos avances primitivos en la metalurgia, por ejemplo, Dios pudo revelar Su obra en la humanidad como un fuego consumidor que purifica al hombre – para juzgar la escoria de la rebelión y para purificar la obra de Sus manos y a Su nación de las aleaciones falsas. La manifestación de nuevas tecnologías crea nuevas metáforas para que Dios revele cómo se comporta con nosotros los mortales38.

9. La tecnología moldea nuestra teología.

Finalmente usamos la tecnología para manifestar las metáforas de Dios (para bien o para mal). Tomemos la tecnología más reciente del reloj de bolsillo – resortes minúsculos, ruedas y engranes, todos se ensamblan en un chasquido rítmico. Con la invención del reloj de pulsera, logramos tener una precisión del tiempo y coreografiar nuestros horarios. El avance tecnológico en la medición del tiempo también dio a luz a dos nuevas metáforas para explicar la relación que Dios tiene con nosotros – una perceptiva y la otra engañosa.

Primero, el reloj proporcionó una metáfora provechosa para Dios. Ya que todas las piezas del reloj se ensamblan para dar lugar a la función, lleva consigo todas las marcas del “diseño inteligente”, la obra de un diseñador. Lo mismo también es cierto para nuestros cuerpos. Juntas, las diferentes partes y piezas y moléculas de nuestra existencia se ensamblan en armonía para sustentar y darle cohesión a nuestra existencia. Esta es la “analogía del relojero”. Dios no solo está cerca, el sello de Su Creación está en nosotros.

Pero el reloj también proporcionó una metáfora defectuosa para Dios. Algunos comenzaron a imaginar un dios que ensambló el universo, le dio cuerda y lo puso en movimiento y se fue. Esta es una forma de deísmo, la idea de que Dios está generalmente apartado remotamente del mundo salvo por preservar las leyes naturales.

Para bien o para mal, la tecnología transforma fundamentalmente la forma en la que hablamos de Dios. La tecnología moldea la forma en la que Dios comunica algo acerca de Sí mismo a nosotros. Dios se hace claro para nosotros a través de metáforas de la tecnología y hayamos que es posible definirlo, pero también distorsionarlo, al proyectar metáforas tecnológicas en Él.

TEOLOGÍA DE LA TECNOLOGÍA

Hasta ahora solo he bordeado las profundidades. Mi punto es que cada innovación tecnológica es una nueva invitación teológica para una contemplación bíblica renovada del pueblo de Dios. Esto significa varias cosas.

Primero, la vida en la era digital es una invitación abierta para pensar bíblica y claramente acerca del impacto de nuestros teléfonos en nosotros, en nuestra creación, en nuestros vecinos y en nuestra relación con Dios. Adoptar nuevas tecnologías sin reflexionar en ellas es mundano.

Segundo, la tecnología es tecnología, ya sea ligada a un enchufe o a un caballo. Para este proyecto, no haré una difícil y rápida distinción entre herramientas y tecnología, desconectar herramientas primitivas de la red eléctrica de las nuevas tecnologías que conectamos. En parte esto es porque los dioses domésticos de piedra o madera labrada, y los ídolos de plata y oro, comunes en el mundo antiguo, no eran herramientas. Estos ídolos eran más como nuestras tecnologías, oráculos divinos de conocimiento y prosperidad, usados por sus adoradores en un intento por controlar y manipular los eventos de la vida para un beneficio personal. La figura y el iPhone apelan a la misma obsesión.

Tercero, cualquier cosa que mi teléfono inteligente me esté haciendo, también me está apuntando a una ciudad gloriosa por venir. No confiamos en cosas que sostenemos con las manos. No confiamos en cosas hechas con las manos. En cambio, anhelamos estar en la presencia de nuestro Dios trino en una nueva Creación, no construida por el ingenio humano y manos pecadoras, sino por el diseño e innovación de Dios – la Creación que Dios siempre ha destinado sin pecado, sin muerte y sin lágrimas39.

NUESTRO LUGAR EN LA HISTORIA

Así que aquí nos hallamos, en la “era digital”, una era tan concentrada en innovación que nos hemos vuelto ciegos a ella. Y estamos adoptando y adaptando las nuevas tecnologías más rápido que cualquier otra generación en la historia del mundo. Para el 2015, entre los adultos Estadounidenses de dieciocho a veintinueve años, el 86 porciento tienen un teléfono inteligente, por encima del 52 porciento cuatro años antes. En la misma estadística, el 50 porciento posee una tableta, por encima del 13 porciento cuatro años antes. Al mismo tiempo, en estas mismas estadísticas, el poseer computadoras, reproductores MP3, consolas de videojuegos y lectores de libros electrónicos ha declinado40. Nuestros teléfonos están agrupando estas funciones.

Quizá nos adaptamos tan fácilmente porque somos una generación privilegiada, fácilmente adiestrada y moldeable. O quizá nos adaptamos tan fácilmente porque, como Jacques Ellul sugiere, nuestra tecnología ejerce una especie de terrorismo sobre nosotros41. Vivimos bajo la amenaza de que si fallamos en aceptar las nuevas tecnologías, seremos empujados a un lado hacia una obsolescencia cultural, abandonados sin las habilidades esenciales que necesitamos para conseguir un empleo, desconectados de las conversaciones culturales y separados de nuestros amigos.

Cualquiera que sean nuestros motivos los hechos persisten – estamos adoptando, estamos entrando a la red, y nos estamos volviendo móviles. Los teléfonos inteligentes se convierten en billeteras porque no nos atreveríamos a salir de nuestras casas sin ellos. De hecho, el 36 porciento de las personas de dieciocho a veintinueve años en los Estados Unidos admiten que están en línea “casi constantemente” – un fenómeno que se ha hecho posible gracias al teléfono inteligente. El adulto con más probabilidades de vivir en línea gana más de 75 000 dólares al año, tiene un título de posgrado, vive en un ambiente no rural y está en el rango de edad de dieciocho a veintinueve años42. Nuestra adicción a la conectividad móvil puede ser nueva, pero llegó para quedarse. Nunca estamos desconectados. ¿Es entonces mi teléfono inteligente un enemigo hostil? ¿Es acaso una baratija cultural? ¿Una herramienta legítima? Estas son algunas de las preguntas que examinaremos en las siguientes páginas. Nuestros teléfonos han concentrado tecnología poderosa en un dispositivo pequeño que controlamos con nuestros pulgares. Tenemos acceso total a esta tecnología, y por alguna especie de magia digital y electrónica, estamos potencialmente conectados todo el tiempo con cualquier teléfono en el planeta.

Todas éstas realidades nos están cambiando, no hay duda de ello. La gran pregunta permanece: ¿Cómo nos están cambiando nuestros teléfonos inteligentes?, ¿Y deberíamos estar preocupados?

Hechizo digital

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