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SINOPSIS

1. Algunos héroes homéricos fundan nuevas colonias.

2. La colonización griega según las tradiciones más antiguas.

3. Grandes migraciones en Grecia.

4. Colonización de Italia y de Asia Menor.

5. Homero.

6. Grandes imperios anteriores a Roma.

7. Hesíodo. La fundación de Capua y de Nola.

8. Las Olimpiadas.

9. La tercera guerra macedónica.

10. Lucio Emilio Paulo y otros hombres destacados de su época.

11. Quinto Metelo Macedónico.

12. Corinto y Cartago.

13. Destrucción de Corinto y sus consecuencias para Roma.

14. El inicio de la colonización romana.

15. Colonización romana desde la segunda guerra púnica.

16. La cultura griega.

17. La literatura latina.

18. La ciudad de Atenas.

Algunos de los héroes homéricos fundan nuevas colonias

[1] *** <Epeo 1 > alejado de su capitán Néstor en una tormenta, fundó Metaponto. Teucro, al no acogerlo su padre Telamón por su falta de diligencia en vengar la afrenta sufrida por su hermano 2 , arribando a Chipre, estableció el asentamiento llamado Salamina por el nombre de su patria. Pirro 3 , el hijo de Aquiles, se estableció en el Epiro; Fidipo 4 , en Éfira de Tesprocia 5 . [2] Por su parte, el rey de reyes, Agamenón, arrastrado por una tormenta a la isla de Creta, estableció allí tres ciudades, dos con nombres procedentes de su tierra natal, una en recuerdo de su victoria: Micenas 6 , Tegea 7 y Pérgamo 8 . Después, atrapado en la intriga criminal de su primo Egisto —que sentía contra él un odio hereditario 9 — y en la traición de su esposa, muere asesinado. Egisto está [3] en el poder del reino durante siete años. Orestes decapita a éste y a su madre, con la colaboración en todos sus planes de su hermana Electra, mujer de ánimo varonil. Esta acción fue aprobada por los dioses de manera patente con la prolongación del curso de su vida, y con la prosperidad de su mandato; en efecto, vivió noventa años y reinó setenta. Él también tomó valerosamente venganza de Pirro, el hijo de Aquiles; lo mató en Delfos 10 porque le había impedido el matrimonio con Elermíone, la hija de Menelao y Helena, que estaba prometida con él. En esta época, reinando los [4] hermanos Lido y Tirreno en Lidia, forzados por la escasez de las cosechas, echaron a suertes cuál de los dos abandonaría la patria con una parte de la población. La suerte correspondió a Tirreno; emigrado a Italia 11 dio nombre ilustre y perdurable al lugar, a sus habitantes y al mar. Tras la muerte de Orestes, sus hijos Pentilo 12 y Tisámeno 13 reinaron durante tres años.

La colonización griega según las tradiciones más antiguas

[2] Entonces, unos ochenta años después de la toma de Troya 14 , y ciento veinte desde la apoteosis de Hércules, el linaje de Pélope, que había mantenido el gobierno del Peloponeso todo este tiempo tras la expulsión de los Heraclidas, es desterrado por los descendientes de Hércules. Los caudillos que consiguieron volver a tomar el poder fueron Témeno, Cresfontes y Aristodemo, sus tataranietos 15 . Por aquellos años Atenas dejó de estar sometida a monarquía. Su último rey fue Codro 16 , hijo de Melanto, un hombre que merece consideración; pues cuando los lacedemonios combatían en cruel guerra a los atenienses, y la respuesta del dios Pítico había sido que vencerían aquellos cuyo jefe militar fuera muerto por el enemigo, despojado de su ornato regio tomó el aspecto de un pastor e introducido en el campamento de los enemigos, fue muerto al promover una disputa con imprudencia calculada. [2] Con su muerte acompañó a Codro la gloria imperecedera, y a los atenienses, la victoria. ¿Quién no le admirará por buscar la muerte con esas artes con que los cobardes suelen buscar la vida? El hijo de éste, Medonte, fue el primer arconte en Atenas 17 . Los que le sucedieron recibieron entre los atenienses la denominación de medóntidas; pero éste y los siguientes arcontes hasta Cárope ocupaban ese cargo durante el resto de su vida. Los peloponesios, apartándose del territorio del Ática, fundaron Mégara, a mitad de camino entre Corinto y la ciudad de Atenas. También [3] en aquellos tiempos, la flota de Tiro, gran dominadora del mar, fundó Gades en la parte más lejana de Hispania, el límite extremo de nuestro orbe, <en> una isla rodeada por el Océano, separada del continente por un pequeño estrecho. Los mismos fundaron Útica en África pocos años después 18 . Desterrados por los descendientes de Hércules, los hijos de Orestes, tras sufrir diversas desventuras y la violencia del mar, a los quince años establecieron su residencia en las proximidades de la isla de Lesbos 19 .

Grandes migraciones en Grecia

En aquel momento, Grecia experimentó [3] grandes migraciones. Los aqueos expulsados de Laconia fueron a habitar los lugares que mantienen en la actualidad.Los pelasgos 20 emigraron a Atenas y un joven infatigable en la lucha, llamado Tésalo, de origen tesprocio, con un gran grupo de ciudadanos ocupó por las armas esa región que ahora se llama Tesalia por su nombre, antes conocida como la nación de los mirmidones 21 . Resulta [2] interesante reparar en aquellos que escribiendo sobre el episodio de Troya citan esa región como Tesalia. Por más que otros lo hagan, los trágicos lo hacen con muchísima frecuencia y a ellos se les ha de permitir menos, pues no cuentannada desde la perspectiva del poeta, sino todo desde la de aquellos que vivieron en aquel tiempo. Y si alguien dice que se llaman tesalios por Tésalo el hijo de Hércules, habrá que preguntarles la razón de por qué ese pueblo no llevó [3] nunca tal nombre antes de que llegara este Tésalo 22 . Un poco antes Aletes, descendiente de Hércules 23 en sexta generación, hijo de Hípotes, fundó en el istmo Corinto, que había sido Éfira anteriormente, y controlaba los pasos hacia el Peloponeso 24 . Y no hay motivo de sorpresa en que Homero lo llame Corinto; pues desde su perspectiva de poeta cita esta ciudad y ciertas colonias de los jonios con los nombres con que se llamaban en su época las ciudades fundadas mucho después de la caída de Troya.

Colonización de Italia y de Asia Menor

[4] Los atenienses establecieron colonos en Eubea, en Calcis y Eretria, los lacedemonios en Magnesia 25 en Asia. No mucho después los de Calcis, conducidos por los jefes atenienses Hípocles y Megástenes, según hemos dicho anteriormente, fundaron Cumas 26 en Italia. Unos cuentan que el rumbo de esta expedición fue marcado por el vuelo de una paloma a la que seguían, otros, por un sonido de bronce durante la noche, como el que suele resonar en las fiestas de Ceres 27 . Un grupo de [2] estos ciudadanos fundó Nápoles mucho tiempo después. La extraordinaria fidelidad a los romanos de ambas ciudades en todo momento las hace muy dignas de la notoriedad y belleza de su paisaje; pero éstos (los de Nápoles) guardaron más diligentemente las costumbres patrias, y los cumanos experimentaron la influencia de la vecindad osea. Sin embargo, la magnitud de las fortificaciones de estas dos ciudades dan idea aún hoy de su antiguo vigor. En los años [3] siguientes, el enorme potencial de la juventud griega, buscando asentamientos con abundancia de recursos, se volcó en Asia. En efecto, los jonios saliendo de Atenas guiados por Jonio ocuparon la parte más notable de la costa, que también hoy se llama Jonia, y fundaron las ciudades de Éfeso, Mileto, Colofón, Priene, Lébedo, Miunte, Éritras, Clazómenas, Focea 28 y colonizaron muchas islas en el Egeo y en el mar de Ícaro, Samos, Quíos, Andros, Tenos, Paros, Delos y otras menos conocidas. Y después, los eolios procedentes [4] de la misma Grecia y vagando largamente en sus travesías consiguieron colonias no menos ilustres y fundaron ciudades famosas, Esmirna, Cime, Larisa, Mirina y Mitilene, y otras ciudades que están en la isla de Lesbos.

Homero

[5] Desde entonces resplandeció el ingenio de Homero, el más grande sin parangón, que merece como ningún otro el nombre de poeta por la magnitud de su [2] obra y la brillantez de sus poemas. A su respecto destaca sobre todo el hecho de que no se ha encontrado antes de él un modelo que él pudiese imitar, ni después de él alguien que le emulase. Y no encontraremos fuera de Homero y Arquíloco 29 a ningún otro que, siendo el primer autor de un género, haya sido el más perfecto [3] en su composición. Homero vivió bastante después de lo que algunos creen respecto a la guerra troyana que él relató; pues su actividad se desarrolló hace cerca de novecientos cincuenta años, su nacimiento se sitúa hace aproximadamente un milenio. No debe sorprendernos por esta causa la expresión que emplea a menudo <‘como ahora son los mortales’> 30 pues con ella se da a entender la distancia, tanto de los hombres y como de las épocas. Si alguien cree que había nacido ciego, no tiene sentido ninguno.

Grandes imperios anteriores a Roma

[6] En el período posterior, el poder en Asia cambió de los asirios, que lo habían mantenido mil setenta años, a los medos 31 , que lo retuvieron desde entonces [2] casi <ochocientos> setenta. En efecto, el medo Árbaces acabó con el poder y con la vida de Sardanapalo 32 , rey de Asiria, que vivía rodeado de placeres y para desgracia suya, demasiado dichoso, descendiente trigesimotercero de Nino y Semíramis, que habían fundado Babilonia y habían establecido la monarquía hereditaria de padre a hijo. En esa época, Licurgo 33 , lacedemonio de gran [3] renombre entre los griegos, de estirpe real, fue el compilador de unas leyes muy severas y justas, y creador de un método muy útil para la instrucción de los hombres, gracias al cual Esparta, durante el largo tiempo que lo aplicó, tuvo un excelente florecimiento. En esta secuencia temporal, sesenta [4] y cinco años antes de la fundación de Roma, funda Cartago 34 Elisa de Tiro, que algunos llaman Dido. Por [5] aquellos tiempos, Cárano, de estirpe real, el undécimo en la línea de la descendencia de Hércules 35 , partiendo de Argos conquistó el reino de Macedonia; Alejandro Magno, puesto que fue su descendiente decimoséptimo, se glorió, con todo derecho, de tener a Aquiles como antepasado por línea materna, y a Hércules por la paterna. 36 [Emilio [6] Sura 37 expuso en sus Anales del pueblo romano lo siguiente: los soberanos de Asiria dominaron todas las naciones; después los medos, más tarde los persas, y tras ellos, los macedonios. A continuación, una vez que los dos reyes, Filipo y Antíoco, de procedencia macedonia, fueron vencidos no mucho después de, la sumisión de Cartago, el poder supremo llegó a manos del pueblo romano. Entre este momento y el comienzo de la monarquía de Nino de los asirios 38 , que se constituyó soberano, median mil novecientos noventa y cinco años.]

Hesíodo. La fundación de Capua y de Nola

[7] Contemporáneo de aquello fue Hesíodo, distante de la época de Homero unos ciento veinte años 39 , memorable por un estilo muy elegante y la agradable dulzura de sus poemas, muy amante del sosiego y de la tranquilidad, tan alejado en el tiempo del gran autor como en la importancia de su obra. Él, para no incurrir en el caso de Homero, dio noticias sobre su patria y su familia, pero quejándose de su patria porque había sido castigado [2] allí. A pesar de irme deteniendo en acontecimientos extranjeros, me he fijado en un detalle de la historia nacional, que es referido de manera diversa y muy diferente según los pareceres de los entendidos. Pues algunos dicen que por este tiempo los etruscos fundaron Capua y Nola, hace casi ochocientos treinta años. Estaría de acuerdo con ellos, [3] pero ¡cuánto difiere de ésta la opinión de Marco Catón 40 ! Éste llega a decir que Capua fue fundada por los etruscos y después Nola; pero que Capua existía desde unos doscientos sesenta años antes de que la conquistaran los romanos. Y si es así, como hace doscientos cuarenta años de [4] la conquista de Capua, han pasado casi quinientos años desde su fundación. Por mi parte, respetando los cálculos de Catón, puedo decir que me resulta muy difícil creer que una ciudad tan importante hubiera crecido y cobrado pujanza, hubiera decaído y se hubiera recuperado en tan poco tiempo.

Las Olimpiadas

Después, [las Olimpiadas] el espectáculo [8] más famoso de todos y la competición más eficaz para el desarrollo de la fortaleza del cuerpo y del espíritu, tuvo por fundador a Ífito de Élide. Instituyó esos juegos y sus ferias ochocientos veintitrés años antes de que tú, Marco Vinicio, comenzaras tu consulado 41 . Se cuenta 42 [2] que Atreo había instituido una fiesta en este mismo lugar unos mil doscientos cincuenta años antes, con ocasión de los juegos fúnebres organizados en honor de su padre Pélope; en este certamen Hércules salió victorioso de las [3] competiciones de todo género. Entonces el arcontado dejó de ser vitalicio en Atenas, y empezaron a ser nombrados los arcontes cada diez años, habiendo sido Alcmeón el último. Esta norma se mantuvo durante setenta años y después las funciones del estado se encomendaban a los magistrados por un año. Entre los que ejercieron durante diez años, el primero fue Cárope y el último Erixias 43 y el primero de [4] los magistrados anuales, Creonte. En la sexta Olimpiada 44 , transcurridos veintidós años desde que se estableció la primera, Rómulo, hijo de Marte, habiendo vengado las afrentas de su abuelo 45 , fundó Roma en el monte Palatino en la fiesta en honor de Pales 46 . Desde ese momento hasta vuestro consulado han pasado setecientos ochenta y un años; esto sucedió cuatrocientos treinta y siete años después [5] de la caída de Troya 47 . Rómulo lo realizó con ayuda de las legiones de Latino 48 , su abuelo. Yo estaría de acuerdo con aquellos que lo han transmitido así, pues difícilmente habría podido constituir una ciudad nueva de otra manera, en tanta proximidad con los de Veyos, y otros etruscos y sabinos, por iniciativa de un grupo carente de instrucción militar y dedicado a la ganadería, aunque cobrara incremento al convertirse en el asilo 49 situado entre dos bosques. Éste tuvo a [6] manera de consejo público una centena de hombres electos y llamados padres; el nombre de patricios tiene este origen 50 . [El rapto de las doncellas sabinas] *** Y no menos famoso en aquel tiempo fue Milcíades hijo de Cimón 51 ***.

La Tercera Guerra Macedónica

*** de 52 lo que había temido el enemigo, [9] recuperó. Pues en dos años había correspondido a los cónsules una fortuna tan variable 53 que venció muchas veces y conducía a gran parte de Grecia a la alianza [2] con él. Es más, los rodios 54 también, anteriormente muy fieles a los romanos, pero entonces de fidelidad dudosa, a la expectativa de la fortuna, parecieron inclinarse por el bando del rey; y el rey Éumenes 55 tuvo el ánimo dividido en esta guerra; no respondió a los principios de su hermano 56 [3] ni a la conducta que él solía observar. Entonces el senado y el pueblo romano nombraron cónsul a Lucio Emilio Paulo 57 , que había merecido el triunfo como pretor y como cónsul, un hombre tan digno de toda alabanza al valor cuanto se pueda imaginar, hijo de aquel Paulo 58 que junto a Cannas 59 a la par que había trabado un combate desastroso para el estado con escaso convencimiento, había afrontado la muerte en él con enorme valentía. Éste dejó a Perseo 60 [4] derrotado e impelido a huir del campamento, en una gran batalla junto a la ciudad llamada Pidna en Macedonia, y aniquiladas sus tropas y perdida toda esperanza, lo forzó a salir huyendo de Macedonia; dejando esa tierra buscó refugio en la isla de Samotracia y se acogió como suplicante a la protección del templo. Llegó a su presencia el pretor Gneo Octavio, que estaba al frente de la armada y le persuadió con razones más que por la fuerza a que se entregara con la garantía de la fidelidad de los romanos. Así Paulo [5] llevó al más grande y noble rey en la comitiva de su triunfo. En aquel año fueron célebres los triunfos de Octavio 61 , pretor de la armada, y de Anicio, que llevaba delante de su carro a Gencio, rey de los ilirios 62 . Se puede inferir también [6] de lo siguiente cómo la envidia es asidua compañera de la fortuna favorable y afecta a los más encumbrados, pues aunque nadie se opuso al triunfo de Anicio y Octavio, hubo quienes se esforzaron 63 por impedir el de Paulo. El suyo superó tanto a los anteriores por la importancia del rey Perseo, por la hermosura de las estatuas o por la cantidad de dinero, que consiguió para el erario, unos doscientos millones de sestercios; destacó 64 [sobre éstos] en relación con todos los que se habían celebrado por su magnificencia.

Lucio Emilio Paulo y otros hombres destacados de su época

[10] En aquel tiempo, cuando Antíoco Epífanes 65 , el que comenzó la construcción del templo de Júpiter olímpico en Atenas, entonces rey de Siria, asediaba 66 en Alejandría a Ptolomeo 67 todavía niño, fue enviado a su presencia el legado Marco Popilio Lenate 68 [2] con la orden de que desistiera de su propósito. Expuso el contenido de su misión y empezó a dibujar un círculo con una varita en torno al rey, que decía que iba a tomar una decisión, y le ordenó que respondiera antes de salir del círculo dibujado en la arena 69 . Así la determinación romana puso fin a la deliberación del rey y la exigencia fue obedecida. Por otra parte, los hijos de Lucio Paulo, el autor [3] de tan gran victoria, fueron cuatro; había dado en adopción a los dos mayores, uno 70 a Publio Escipión, hijo de Publio el Africano, que no conservaba de la majestad de su padre más que el esplendor del nombre y la fuerza de su oratoria, y el otro a Fabio Máximo 71 . Mantuvo consigo a los menores que llevaban aún la toga pretexta en el momento en que alcanzó la victoria. Cuando rememoraba sus hazañas en un [4] discurso pronunciado antes de su triunfo, fuera de la ciudad, según la costumbre de los antepasados, rogó a los dioses inmortales que si alguno de ellos sentía envidia por sus conquistas y su fortuna, le hirieran a él antes que [5] a la república. Esta súplica, expresada como si se tratara de un oráculo, le privó de una gran parte de su descendencia, pues perdió a uno de los hijos que había mantenido en su familia pocos días antes de su triunfo, y al otro, menos [6] tiempo después 72 . En esa época fue severa la censura de Fulvio Flaco y de Postumio Albino 73 . Pues incluso Gneo Fulvio 74 , el hermano del censor y con el que compartía todo, fue privado de la categoría de senador por estos censores.

Quinto Metelo Macedónico

[11] Después de la derrota y captura de Perseo, que murió en Alba tras cuatro años en libertad vigilada 75 , el llamado Pseudofilipo, por la impostura de un pretendido linaje, pues se decía Filipo 76 y de familia de reyes, aunque era de muy baja condición, después de ocupar Macedonia por las armas y apropiarse de las insignias [2] del reino, en breve vio castigada su temeridad. Pues el pretor Quinto Metelo, que por su valor recibió el apelativo de Macedónico, venció a éste y a su gente en una célebre victoria y también con un enorme ejército derrotó a los [3] aqueos que preparaban una rebelión. Éste es Metelo Macedónico, el que hizo edificar los pórticos sin inscripción situados junto a dos templos que ahora rodean los pórticos de Octavia 77 , y quien trajo de Macedonia ese grupo de estatuas ecuestres que miran a la fachada de los templos y que es hoy el adorno más estimable de ese lugar. Cuentan que el [4] origen de este grupo escultórico estuvo en que Alejandro Magno había conseguido de Lisipo 78 , artífice singular de tales obras, que hiciera estatuas a imagen exacta de los jinetes de su séquito que habían caído al río Gránico 79 , y que intercalara también una suya entre ellas. Este mismo fue [5] el primero de todos en Roma en hacer construir un templo de mármol entre esos mismos monumentos y el que dio comienzo a la magnificencia o bien al lujo. Difícilmente se [6] podría encontrar un hombre de alguna nación, época y clase social comparable a Metelo por la felicidad de su fortuna. Pues además de triunfos espléndidos y honores muy señalados tuvo una posición eminente en el estado, una larga vida y agudos e irreprochables discursos por el bien de la república, en contra de sus enemigos 80 ; tuvo cuatro hijos, a todos los vio llegar a la edad adulta y a [7] su muerte 81 dejó con salud y con una buena carrera política. Sus cuatro hijos 82 llevaron su féretro ante el monumento de los Rostros, siendo uno consular y censorio, otro consular, el tercero cónsul y el cuarto candidato al consulado, magistratura que consiguió. Esto es más bien salir felizmente de la vida que morir.

Corinto y Cartago

[12] Después, estando dispuesta a la guerra toda la liga aquea, una gran parte de la cual, según hemos dicho antes, había sido vencida por las armas y el valor del mismo Metelo Macedónico, y siendo los Corintios quienes más la fomentaban, incluso con graves afrentas contra los romanos, le fue confiada al cónsul [2] <L.>Mumio 83 la dirección de la campaña. Y por aquel tiempo, más por voluntad de los romanos de creer lo que se decía de los cartagineses que porque las noticias que les llegaban parecieran dignas de crédito, el senado determinó [3] destruir Cartago. Así también por esos años Publio Escipión Emiliano, un hombre que igualaba en cuanto a las virtudes las de su abuelo Publio el Africano y de su padre Lucio Paulo, en todas sus cualidades en campaña militar y como ciudadano, el más destacado de su tiempo por inteligencia y preparación, que no hizo, ni dijo ni pensó nada que no mereciera elogio, que hemos dicho que era hijo de Paulo y adoptado por Escipión, el hijo del Africano, siendo pretendiente a la edilidad, fue elegido cónsul 84 . Hizo la guerra [4] a Cartago con mayor violencia que ya dos años antes la habían hecho los cónsules que le precedieron 85 . Había recibido con anterioridad una corona mural en Hispania, y otra en África con ocasión de un asedio 86 ; pero también en Hispania, por una provocación, había aniquilado a un enemigo de enormes proporciones frente al que él tenía unos recursos modestos 87 . Destruyó totalmente esa ciudad, que [5] era enemiga de Roma más por rivalidad en el poder que por afrentas inferidas en aquel momento, y cambió el recuerdo de la clemencia de su abuelo por el de su severidad. Cartago fue destruida cuando había permanecido durante seiscientos sesenta y seis años, hace desde entonces ciento setenta y siete, en el consulado de Gneo Cornelio Léntulo y Lucio Mumio. Cartago, rival del poder de Roma, contra [6] la que empezaron a guerrear nuestros mayores siendo cónsules Claudio y Fulvio 88 , tuvo este fin, doscientos noventa y seis años antes de tu consulado, Marco Vinicio. De este modo, durante ciento quince años 89 hubo en estas dos [7] naciones preparativos de guerra o paz inestable. Y Roma no confió en tener seguridad, aun después de sus victorias en todo el orbe de la tierra, en tanto que continuara existiendo siquiera el nombre de una Cartago que se mantenía en pie. Hasta ese punto el odio nacido de los enfrentamientos perdura más que el temor, no se relega tampoco en cuanto a los ya vencidos, y la rivalidad se acaba *** sólo después de que <su oponente> deje de existir.

Destrucción de Corinto y sus consecuencias para Roma

[13] Tres años antes de que Cartago fuera destruida, murió Marco Catón, incansable instigador de su destrucción, durante el consulado de Lucio Censorino y Manio Manilio 90 . El mismo año de la caída de Cartago, <L.> Mumio arrasó Corinto, novecientos cincuenta y dos años después de que fuera fundada 91 por Aletes, hijo [2] de Hípotes. Los dos generales recibieron el honor de unir a su nombre el de la nación que habían vencido: uno fue llamado Africano y el otro Acaico; ningún hombre sin antepasados nobles consiguió un apelativo por su valor antes [3] que Mumio. Tanto las costumbres como los intereses de los dos generales eran muy diferentes; pues Escipión fue un promotor y admirador de las artes liberales y de la cultura en general, tan elegante que tuvo a su lado tanto en tiempos de paz como en campaña a Polibio y a Panecio, destacadísimos talentos 92 . En efecto, nadie como este Escipión fue capaz de alternar con mayor elegancia el ocio con su obligaciones y sirvió a las artes en todo momento, durante la guerra y en la paz; con un esfuerzo constante en la milicia y en las letras, puso a prueba su cuerpo en los peligros y su inteligencia en el saber 93 . Mumio tenía tan poca [4] cultura 94 que tras la toma de Corinto, cuando ajustaba el precio para que llevaran a Italia las pinturas y objetos realizados por los mejores artistas, ordenaba que se advirtiera a los adjudicatarios que si dejaban que se perdieran, tendrían que reemplazarlas por otras nuevas. No obstante, no [5] creo que dudes, Marco Vinicio, que más le habría servido a la república que se siguiera desconociendo el valor de las obras de arte corintias y no que se supiera demasiado, y que aquella falta de comprensión sería más conveniente para el esplendor de la república que este refinamiento nuestro 95 .

El inicio de la colonización romana

Puesto que la narración de esta historia [14] se fija mejor en los ojos y en las mentes reunida en una sección, que distribuida por épocas, he decidido separar la primera parte de este libro y la segunda por una noticia histórica de no poco interés reunida en un capítulo, e introducir en este lugar qué colonias y en qué momento fueron fundadas por orden del senado, tras el asalto de los galos a Roma; pues de las colonias militares 96 son bien conocidas las causas, los fundadores, y sus nombres 97 . No nos parece nada extemporáneo añadir a este relato cómo se extendió la población por esa época, y el auge del nombre [2] de Roma por compartir su derecho. Siete años después de que los galos tomaran la ciudad, se estableció la colonia de Sutrio 98 , un año más tarde, la de Secia y pasados nueve años, Nepe 99 ; los aricinos recibieron la ciudadanía al cabo [3] de treinta y dos años 100 . Trescientos cincuenta años después, en el consulado de Espurio Postumio y Veturio Calvino 101 , se les concedió a los campanos y a parte de los samnitas la ciudadanía sin derecho a voto y en ese mismo año se estableció la colonia de Cales 102 . Pasados tres años recibieron la ciudadanía los fundanos y los formianos 103 , en el mismo [4] año de la fundación de Alejandría 104 . En el siguiente consulado, los censores Espurio Postumio y Publilio Filón concedieron la ciudadanía a los acerranos 105 . Y al cabo detres años se estableció la colonia de Tarracina 106 , cuatro años más tarde Luceria 107 y tres después Suesa Aurunca 108 y Satícula 109 , y dos más tarde, Interamna 110 . Durante [5] diez años no hubo más fundaciones, hasta el establecimiento de Sora y Alba 111 y dos años después, Carséolos 112 . Por otra [6] parte, en el quinto consulado de Quinto Fabio y cuarto de Decio Mure 113 , el primer año del reinado de Pirro, se enviaron colonos a Sinuesa 114 y Minturnas 115 , cuatro años más tarde a Venusia 116 ; dos años después, durante el consulado de Manio Curión y Cornelio Rufino, se les concedió a los sabinos la ciudadanía sin derecho a voto 117 ; esto se hizo hace casi trescientos veinte años. En cambio, hace aproximadamente [7] trescientos años, en el consulado de Fabio Dorsón y Claudio Canina 118 , se enviaron colonos a Cosa 119 y Pesto 120 , cinco años más tarde, siendo cónsules Sempronio Sofo y Apio, el hijo del Ciego 121 , a Arímino 122 <y> Benevento 123 , y se otorgó el derecho de voto a los [8] sabinos. Al comienzo de la primera guerra púnica Firmo y Castro 124 recibieron colonos, un año después Esernia 125 , y tras diecisiete años †Éfulo†, Alsio 126 y dos años más tarde Fregenas 127 , al año siguiente, en el consulado de Torcuato y Sempronio 128 los recibió Brundisio, tres años después, Espoleto, en el año en que comenzaron los juegos florales 129 . Dos años más tarde se fundó Valencia 130 y tras la llegada de Aníbal a Italia, Cremona y Placencia 131 .

Colonización romana desde la segunda guerra púnica

[15] Más tarde, durante el tiempo en que estuvo Aníbal en Italia y en los años siguientes a su ataque, dejaron los romanos de fundar colonias, puesto que había que reclutar soldados para la guerra y no había que perderlos, y después de la guerra había que recobrar [2] fuerzas y no gastarlas. Pero en el consulado de Gneo Manlio Vulsón y Fulvio Nobilior se estableció Bolonia 132 , hace aproximadamente doscientos diecisiete años, y cuatro años después, Pésaro y Potencia 133 ; pasados tres años, Aquileya 134 y Gravisca 135 , y cuatro más tarde, Luca 136 . En esa [3] época, aunque en las obras de algunos autores no aparece claro, se enviaron colonos a Putéolos, Salerno 137 y Buxento 138 , hace casi doscientos diecisiete años a Auximo 139 en el Piceno, tres años antes de que el censor Casio mandara construir un teatro en la parte del Lupercal 140 mirando hacia el Palatino. La austeridad extraordinaria de la ciudadanía y el cónsul Cepión 141 , se opusieron a que se edificara, hecho que yo citaría entre los ejemplos más sobresalientes de la voluntad popular. En el consulado de [4] Casio Longino y Sextio Calvino 142 , el que venció a los salues junto a las aguas, que por él se llaman Aguas Sextias, se estableció Fabrateria 143 , hace casi ciento cincuenta y cuatro años 144 . Un año más tarde se fundaron las colonias de Escolacio Minervia 145 , y Tarento Neptunia 146 , y Cartago en África, [5] la primera colonia, como hemos dicho, fuera de Italia. No está clara la fundación de Dertona 147 ; se fundó la colonia de Narbona Marcio en la Galia siendo cónsules Porcio y Marcio 148 , hace aproximadamente †ciento cincuenta y tres años†. Dieciocho años más tarde Eporedia 149 en la región de los bagienos 150 , durante el sexto consulado de Mario y el primero de Valerio Flaco 151 . No podría hacer memoria fácilmente de las que se establecieron posteriormente, a excepción de las colonias militares.

La cultura griega

[16] Como esta sección sobrepasa los límites de la obra que me he propuesto escribir, aunque comprendo que debo pasar por lo necesario antes que desarrollar lo superfluo, en esta carrera precipitada que no me permite detenerme nunca como llevado por la fuerza de la rueda o de un torbellino y de un remolino que no me deja parar, no puedo resistirme a expresar por escrito una cuestión tantas veces meditada y que no he conseguido [2] aclarar razonando. Pues, ¿quién puede sorprenderse suficientemente de que los ingenios más ilustres de cada profesión coincidan en este género y en un período temporal tan corto, y a la manera en que los animales de diversas especies confinados en el <mismo> campo o en otro lugar cerrado se reúnen los de cada clase en un grupo, separados <de> los otros, así también los ingenios capaces de cada género se han distribuido de acuerdo con una similitud de época y de resultados? Una sola época definida por un [3] período de no muchos años, dio esplendor a la tragedia por obra de Esquilo 152 , Sófocles 153 y Eurípides 154 , hombres de inspiración divina; una sola a aquella primitiva y antigua comedia con Cratino 155 , Aristófanes 156 y Éupolis 157 ; y Menandro 158 y sus iguales, más por edad que por sus obras, Filemón y Dífilo, crearon la nueva [comedia] en poquísimos años y legaron así un modelo para imitar. [4] Acerca de los filósofos discípulos de Sócrates, que hemos citado anteriormente, ¿cuánto tiempo después de la muerte de Platón y Aristóteles 159 brillaron? ¿Qué oradores [5] ilustres hubo antes de Isócrates 160 , cuáles después de sus alumnos y discípulos? Este período fue tan corto que nadie digno de ser recordado pudo ser visto por otro.

La literatura latina

[17] Pero esto no ocurrió más entre los griegos que entre los romanos, pues a menos que busquemos obras poco elegantes y cultas, de las que sólo es elogiable la invención, la tragedia romana está en Accio 161 y en su entorno; y la amable simpatía del espíritu latino brilló en la misma época gracias a Cecilio 162 , Terencio 163 [2] y Afranio 164 . Y para situar a los historiadores, incluyendo a Livio <también> en la época de los anteriores, y dejando fuera a Catón y algunos antiguos y menos conocidos, delimitamos un período de menos de ochenta años, la misma época del esplendor de los poetas que no llegó [3] ni antes ni después. Por su parte, la oratoria, la fuerza del discurso y la forma perfecta de la prosa y de la elocuencia, —a excepción de Catón 165 y sin menosprecio de Publio Craso 166 , de Escipión 167 , de Lelio 168 , de los Gracos 169 , de Fannio 170 y de Servio Galba 171 — en su totalidad fueron a alcanzar su cima en Tulio, el principal de este género, de modo que poquísimos de sus predecesores nos agradaban, y no se puede admirar a nadie, que él viera o que le viera a él. [4] Cualquiera que se detenga en las características de cada período encontrará que esto mismo les ha ocurrido a los gramáticos, escultores, pintores, grabadores, que el apogeo de cada género está circunscrito a períodos muy breves. Por [5] eso no dejo de buscar siempre las causas de esta convergencia y reunión de ingenios semejantes en una misma época, con las mismas tendencias y resultados, pero nunca las encuentro que me parezcan suficientemente fiables, sino tal vez verosímiles. Entre ellas sobre todo las siguientes. La [6] emulación alimenta los ingenios y unas veces la envidia, otras la admiración encienden la imitación, lo que oportunamente con mucho esfuerzo se ha buscado, tiende a alcanzar lo más alto, pero es difícil mantenerse en la perfección. De manera natural, lo que no puede avanzar, retrocede. Y al igual que al principio nos vemos impulsados a [7] alcanzar a los que estimamos que nos preceden, así, cuando desesperamos de poder dejarlos atrás o igualarlos, el esfuerzo decae junto con la esperanza; lo que no se puede alcanzar, se deja de perseguir y dejando la materia como si estuviera ya tratada, se busca una nueva y apartando aquello en lo que no podemos sobresalir, perseguimos algo en que destaquemos. Se sigue que la frecuencia e inestabilidad del cambio es el mayor obstáculo para la realización de una obra perfecta.

La ciudad de Atenas

Nuestra atención pasa de los tiempos [18] a las ciudades. Una sola ciudad ática floreció más que toda Grecia en <hombres>y obras de una elocuencia superior 172 , hasta el punto que los cuerpos de estas gentes se dispersaron por otras ciudades, mientras que podrías considerar que el talento está encerrado sólo en las murallas [2] de Atenas. Y no me sorprendo más de que ningún orador de los argivos, tebanos, lacedemonios, durante su vida o después de su muerte fuera considerado digno de ser [3] recordado. Estas ciudades †y en Italia† fueron estériles para tales estudios, si a Tebas no la iluminara la voz única de Píndaro 173 ; pues los lacedemonios reclaman falsamente para sí a Alcmán 174 .

Historia romana

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