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INTRODUCCIÓN

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María del Pilar Alonso Reyes

María Montero-López Lena

Verónica Montes de Oca Zavala

En la actualidad, la investigación en todas las áreas del envejecimiento humano es una actividad prioritaria. Facilita el avance del conocimiento y abre nuevas líneas para explorar y profundizar sobre temáticas o problemas específicos en las poblaciones.

El título de este volumen refiere tanto a las iniciativas de investigación como las aplicaciones concretas, que a nivel nacional e internacional se generan en torno al estudio del envejecimiento y la vejez. Los trabajos incluidos emplearon diferentes estrategias cuantitativas que abordaron tópicos tanto de investigación básica como de aplicaciones empíricas. El propósito esencial de este texto es dar un panorama general de la investigación cuantitativa vinculada al estudio de la vejez y el envejecimiento.

Se entiende por metodología cuantitativa aquélla que emplea la observación directa, la comprobación de relaciones detectadas y el control de las condiciones bajo las cuales se observa un fenómeno o problemática específica (Kerlinger y Lee, 2001).

De acuerdo con Hueso y Cascant (2012), en la investigación cuantitativa las variables se deben definir tanto conceptual como operacionalmente. Éstas deben ser susceptibles de medida y, en congruencia, las técnicas de recolección y de análisis de datos hacen uso de la medición numérica. Entre las técnicas para dimensionar las variables se tienen las encuestas, los cuestionarios, los registros administrativos, de series de tiempo, entre otros. Por su parte, para el análisis de datos, las metodologías cuantitativas se apoyan en técnicas estadísticas que varían desde la descripción hasta la derivación de modelos multivariados.

La problemática bajo estudio corresponde a la delimitación de la vejez como etapa de vida y al envejecimiento como proceso de desarrollo humano. Los trabajos agrupados en este volumen muestran el proceso que se siguió para obtener datos significativos sobre las temáticas referidas. En la metodología cuantitativa y mixta, el proceso de producción de conocimiento sigue un orden específico que incluye siete pasos: (1) Delimitación del problema, donde se especifica y fundamenta el objetivo a cumplir; (2) Selección de la muestra, donde se clarifica el perfil de los participantes que se estudiarán y la forma de elegirlos; (3) Definición conceptual y operacional de las variables, donde lo conceptual hace referencia a la teoría y lo operacional a los pasos concretos que se llevan a cabo para registrarlas; (4) Instrumentos de medida, con los cuales se obtienen los datos a analizar; (5) Procedimiento, donde se especifican los pasos concretos que se realizaron para obtener dichos datos; (6) Análisis estadístico en congruencia con las características de medida de las variables consideradas y (7) Interpretación, donde idealmente se da respuesta al planteamiento del objetivo y se identifican alcances y limitaciones del estudio realizado. Esta metodología permite la reproducibilidad con lo que se ratifican hallazgos para la construcción de nuevos conocimientos.

En este volumen se agruparon 17 trabajos. Los criterios de clasificación fueron cuatro: (1) identificación de la temática, (2) amplitud de la muestra, (3) instrumentos empleados y (4) análisis estadístico.

Dentro de las temáticas identificadas destacan la promoción de la salud tanto física como bucal, vinculadas a la vejez; empleo y pensiones; procesos complejos como cognición, emociones y actitudes. Así mismo, se identificaron estrategias cuantitativas como la demográfica, que permitió conocer perfiles poblacionales considerando como muestra focal a las personas mayores.

Respecto a la categoría amplitud de la muestra, los estudios incluidos evidencian una gama diversa que cubre desde encuestas nacionales hasta muestras específicas empleadas en estudios experimentales y exploratorios.

Con relación a los instrumentos utilizados se identificó el uso tanto de instrumentos directos de medida (ej. balanza para peso, baumanómetro para medir la presión arterial y pulso) como indirectos (censos, encuestas y entrevistas). Esta diversidad de estrategias en la medición cuantitativa evidencia, por una parte, la gama de opciones que se tienen para medir variables significativas que den cuenta del proceso de envejecimiento. Por otra parte, compromete a la aplicación de criterios de medición rigurosos a fin de que las inferencias derivadas de los instrumentos cumplan con los criterios de validez y confiabilidad.

Finalmente, respecto a los análisis estadísticos se identificaron desde la descripción básica con porcentajes y medidas de tendencia central, hasta propuestas que emplearon análisis econométricos y derivación de modelos con estadística multivariada.

Se identificaron cuatro grandes apartados: (a) Socio demografía del envejecimiento y la vejez, donde se abordaron temáticas sobre calidad de vida, poblaciones vulnerables y perfiles socio demográficos específicos. (b) Empleo, ingresos y pensiones. En esta categoría los escritos llaman la atención sobre los factores sociales, económicos y hasta personales como recursos para la manutención en la última etapa de vida. (c) Condiciones de salud y servicios médicos, donde se agruparon propuestas que abordaron la eficiencia de los servicios odontológicos para promover la salud bucal en personas adultas mayores; identificación de factores asociados a las caídas; percepción del clima como variable que interviene en la prevención de enfermedades respiratorias y énfasis en el equilibrio que debe mantenerse en la masa corporal para tener un funcionamiento físico eficiente en la vejez. (d) Procesos cognitivos, emociones y actitudes, donde se agruparon iniciativas que abordaron variables complejas como cognición, memoria, autoestima, sexualidad, maltrato y muerte.

a) Socio demografía del envejecimiento y la vejez

La integración de los tres capítulos sigue un orden desde lo internacional pasando por análisis nacionales y entidades particulares, hasta grupos vulnerables en México. Un estudio de análisis comparado considerando tres países es el realizado por Vicente Rodríguez y cols. “Rascando la piel de un elefante. La medición macro del envejecimiento en América Latina y el Caribe”. En este estudio se construyeron varios indicadores sobre trabajo, salud, entorno de vivienda y capacitación para el trabajo que pueden ser empleados a nivel internacional. Sus resultados muestran que las instituciones encargadas de la información estadística en Argentina, España y México están aún inhabilitadas para proporcionar información que permita hacer comparaciones demográficas intra y entre países.

Respecto a los análisis nacionales, la investigación de Rodrigo Pimienta y cols. “Evolución del envejecimiento en México. Un análisis comparativo con los países desarrollados” muestra un análisis demográfico de la población mexicana desde 1930 a 2050. El propósito de este estudio fue determinar si la transición demográfica se experimentó de igual forma en países desarrollados y emergentes. Los autores señalan que en México el envejecimiento ha sido un proceso acelerado, donde la población mexicana está envejeciendo 75% más rápido que en países europeos.

Dentro del análisis nacional por estados de la República Mexicana, la investigación de Rina Ojeda y cols. “Socio-demografía del envejecimiento de la población del estado de Coahuila, México” muestra los índices de envejecimiento, dependencia, migración, tasa de participación en la economía de las personas mayores, las tasas de mortalidad, fecundidad y la esperanza de vida para derivar un modelo demográfico del envejecimiento que experimenta la población que vive en Coahuila. Los autores argumentan que este estado de la República Mexicana tiene una esperanza de vida mayor al nacional, lo cual invita a hacer una reflexión de la calidad de los datos, y el subregistro dado el nivel de desapariciones y muertes por violencia. Llama la atención el perfil que muestra su población femenina, la que experimentará un incremento en edades tempranas, al tiempo que tendrán una alta proporción de mujeres adultas que serán mayoritariamente sobrevivientes con dependencias considerables.

b) Empleo, ingresos y pensiones

El empleo remunerado es un recurso concreto para la subsistencia y constituye un tema crítico para las personas mayores. En esta categoría se identificaron dos capítulos. El escrito por Gabriela Adriana Sala, “Evolución del empleo de los adultos mayores argentinos entre 2005 y 2014” hace uso de un modelo log-lineal saturado, con el fin de estimar un índice de asociación global para medir la segregación laboral de diferentes tipos de trabajadores en distintas ocupaciones, de empleos y de locales de trabajo en Argentina. El modelo estadístico se elaboró con base endiferentes ediciones de la Encuesta Permanente de Hogares. La autora muestra cómo las mujeres están sobre representadas en ciertas actividades de servicio y de bajo nivel, mientras que los hombres lo están en las tareas directivas.

Si bien el empleo es un derecho y privilegio distintivo en la edad productiva, contar con un sistema de pensiones que idealmente asegure recursos económicos durante esta etapa de la vida debería ser un derecho inalienable de las personas. En congruencia con este dictum, el capítulo “Pensiones y protección social en México. Un clásico divorcio” de Pilar Alonso y José Antonio Flores muestra la importancia de la protección social y, en particular, de la económica para la población adulta mayor mexicana. A través de la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (2013), se hace un análisis descriptivo de las pensiones contributivas que otorgan las dos principales instituciones de seguridad social en México, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). El estudio señala que las pensiones otorgadas en México bajo esta modalidad son mayoritariamente insuficientes y que los pensionados tienen que seguir en el mercado laboral para acceder a un mejor nivel de vida, siempre y cuando sean afortunados en poseer pensiones de tipo contributivo.

c) Condiciones de salud y servicios médicos

La salud es un derecho y representa un desafío para la población adulta mayor. En este sentido los trabajos incluidos en este apartado dan luz sobre acciones que favorecen la salud bucal, factores que intervienen en la marcha y en las caídas, así como desajustes en los índices de masa corporal, la consideración de factores ambientales que tienen un impacto potencial sobre la salud del adulto mayor y un análisis de las discapacidades, que en las personas mayores puede convertirse en una constante.

Sergio Sánchez y cols., en su investigación “El envejecimiento poblacional y salud oral: Un reto para los servicios de salud en México”, analizaron las encuestas ENSANUT y ENSA, y encontraron mediante análisis descriptivos que existen deficiencias en los tipos y calidad de servicios en salud bucal para las personas mayores.

El trabajo “Comportamiento del consumidor geriátrico en la elección de servicios odontológicos”, de Flavio Figueroa, muestra una encuesta sobre el comportamiento de las personas mayores en la atención de su salud odontológica. El autor parte del hecho de que con la vejez cambian varias cosas, entre ellas, las motivaciones con las que personas de edad escogen los servicios odontológicos. Identificar los factores que inciden en dichas motivaciones hace posible diseñar una oferta de estos servicios que responda mejor a las necesidades de las personas mayores.

El capítulo de Esteban Cruz y cols., “Puntos de corte para la velocidad de marcha en adultos mayores mexicanos”, enfatiza la importancia de tener indicadores para predecir eventos adversos que afecten a este grupo. La lentitud en la marcha funciona como una variable importante para predecir eventos riesgosos como las caídas. No obstante, aún no se sabe cuáles son los puntos de corte para la definición de la marcha y sobre todo de la marcha lenta. A través de pruebas de hipótesis los autores lograron establecer y comprobar que puede ser usado un modelo de cuantiles para instaurar los cortes en la marcha de una muestra específica.

La investigación de Esther Lozano y cols., “Tablas estandarizadas del índice de masa corporal para personas adultas mayores en México” muestra un indicador biométrico del estado nutricional. Se obtuvieron valores estandarizados con el propósito de acercarse a los ideales del estado nutricional en este grupo etario.

Todo ser vivo se desarrolla en un contexto geofísico. Por tanto, la geografía es determinante para el desarrollo de las culturas y la supervivencia de las especies. En particular, el clima es un elemento que contribuye a las variaciones de movilidad en los grupos humanos. María Inés Ortiz y Rosalía Vidal en su capítulo, “La población de adultos mayores afectada por los frentes fríos en el norte de México”, muestran la importancia del clima en la población de mayores. Las autoras usaron la información censal 2010 a escala municipal para ubicar a la población que enfrenta frentes fríos; además, conjuntando la información censal con la cartografía y de acuerdo con una metodología desarrollada por Köppen, clasificaron frentes invernales para regiones específicas de la República Mexicana. Proporcionaron también el número aproximado de personas mayores que estarían expuestos a dichos frentes fríos. Este documento podría ayudar a planear políticas a nivel local y estatal para el cuidado y la protección de la población en general y de personas mayores en particular.

El capítulo “Análisis de las discapacidades en personas de 60 años y más en México” de Alejandra Aguirre y cols. muestra una clasificación de los ocho tipos de discapacidad para personas mayores que el INEGI propone en el Censo de Población y Vivienda 2010. El análisis multivariado permitió a las autoras identificar por entidad federativa el tipo de discapacidad que prevalece en hombres y mujeres mayores. De acuerdo con la evidencia expuesta en este estudio, los estados que agrupan mayor número de personas con discapacidad son: Guanajuato, Estado de México, Michoacán, Oaxaca, Puebla y Veracruz, seguidos por Colima, Distrito Federal y Jalisco. El modelo derivado es útil porque permite asociar los estados en función de la incidencia de discapacidad en su población de personas mayores con independencia de su ubicación geográfica.

d) Procesos cognitivos, emociones y actitudes

Como disciplina científica la Psicología hace uso de escenarios experimentales para estudiar procesos complejos, como la cognición y la memoria. Dentro de esta categoría se incluyeron el estudio de Selene Cansino y cols., “Actividad cerebral durante la codificación de la memoria episódica a lo largo de la vida” y el de Graciela Catalina Alatorre y cols., “Memoria de trabajo en el procesamiento de oraciones en adultos mayores vs. jóvenes. Estudio de PREs”. En el primero, con una muestra de tres grupos de adultos: jóvenes, mediana edad y mayores, empleando la técnica de Resonancia Magnética Funcional, se exploraron posibles diferencias en la memoria episódica. Los resultados obtenidos mediante un análisis de varianza de una vía indicaron que los adultos de edad mediana y mayores difieren significativamente de los adultos jóvenes en la utilización de procesos visuales tempranos vinculados a las tareas de memoria de contexto. El segundo trabajo buscó identificar las posibles diferencias conductuales en personas mayores sanas y jóvenes para la realización de una tarea de toma de decisiones con diferentes cargas de memoria de trabajo. Para ello se utilizaron 220 oraciones, de las cuales 160 eran afirmaciones experimentales y 60 de relleno. Los resultados obtenidos, a través de un análisis de varianza, muestran que el procesamiento del lenguaje de las personas mayores se ve afectado por la carga de memoria de trabajo.

Una de las áreas que cataliza la salud mental a lo largo de la vida y, especialmente en la vejez, es el manejo de emociones, dentro de este contexto, variables como autoestima, la depresión y el maltrato son paradigmáticas.

En congruencia, el trabajo de Margarita Maldonado y Rocío Enríquez “La dimensión emocional del envejecimiento: un estudio comparativo en tres entidades de la República Mexicana” tomó como muestra focal a 508 personas mayores. Sus resultados indican que las mujeres, al compararlas con los hombres, experimentan con mayor intensidad depresión, tristeza y menor nivel de felicidad.

La investigación “La autoestima en adultos mayores de la ciudad de México: una aproximación a su medición” de César Augusto de León, muestra la importancia de la autoestima como una variable psicológica involucrada en la salud y bienestar del ser humano. A través de una muestra no probabilística a la que se le aplicó la escala de Autoestima de Rosenberg con 10 reactivos, se observó que dicha variable es importante para la salud mental y bienestar de las personas mayores.

La sexualidad es un tema poco estudiado en las personas mayores, pero que tiene un impacto potencial en la calidad de vida de este grupo etario. El estudio elaborado por Cuauhtémoc Sánchez, “Escala de actitudes y creencias en torno a la sexualidad de mujeres y hombres envejecidos”, tuvo como objetivo construir un instrumento para medir actitudes y creencias sobre la sexualidad. El instrumento fue validado y confiabilizado. Los resultados muestran que la vivencia de la sexualidad va más allá de la funcionalidad orgánica y aborda algunos de los mitos que prevalecen entorno a la sexualidad.

La muerte es un tema relacionado de manera inevitable con la última etapa de vida. El capítulo de Ricardo Díaz y María Montero “Temor hacia la muerte en adultos mayores: confiabilidad y estructura factorial del perfil PRAM”, documenta que las personas mayores necesitan tener un significado para sobrevivir y afrontar el ocaso de su vida. En el instrumento que proponen los autores, revisaron cinco áreas importantes en torno a la muerte: (1) aceptación de su cercanía, (2) miedo, (3) evitación, (4) escape al dolor y/o sufrimiento y, por último, (5) su aceptación como algo natural. Este capítulo aporta un instrumento que cumple con los criterios psicométricos para medir el temor hacia la muerte en personas mayores, factible de ser utilizado en la población mexicana.

La descripción de los capítulos que integran este volumen intenta poner sobre la mesa, el esfuerzo vertido en la generación de investigación original en torno a la vejez y al envejecimiento. Así mismo, esta misma información sugiere desafíos a enfrentar en el corto, mediano y largo plazos, en términos del desarrollo de investigación innovadora y propositiva que, congruente con las condiciones socioculturales donde se desenvuelven las personas mayores, propongan instrumentos, estrategias y variables críticas. Los desafíos en los que se enfrentan las personas mayores en campos como el empleo, la salud y la población son retos en los que todos tenemos que intervenir, es por ello que todo esfuerzo esfuerzo de investigación, en este sentido, está orientado a la generación de propuestas e intervenciones específicas que promuevan un envejecimiento generativo y funcional. Comencemos pues con la lectura de estas propuestas y dispongámonos a obtener la mejor enseñanza de las experiencias derivadas de la instrumentación de metodologías cuantitativas.

Referencias

Hueso, A. y Cascant, M. J. (2012). Metodología y técnicas cuantitativas de investigación. Valencia, España: Cuadernos Docentes en Proceso de Desarrollo no. 1. Universidad Politécnica de Valencia, Departamento de Proyectos de Ingeniería y Grupos de Estudio en Desarrollos, Cooperación y Ética.

Kerlinger, F. y Lee, H. B. (2001). Investigación del comportamiento. Métodos de investigación en ciencias sociales (4a. ed.). Ciudad de México: McGraw-Hill.

Desafíos en la vejez: salud, empleo y población

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