Читать книгу Marineros que surcan los cielos - Vicent Josep Martínez García - Страница 8

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AGRADECIMIENTOS

He conocido a muchos astrónomos y cosmólogos que, en el desempeño de su trabajo, manifiestan un interés destacado por conocer y comunicar, no sólo lo que sabemos sobre nuestro universo, sino también cómo hemos llegado a adquirir estos conocimientos, adentrándose en la aventura humana y científica de los protagonistas de los hallazgos. Entre ellos tengo que dar las gracias a mi maestro Bernard Jones por contagiarme el entusiasmo por la cosmología, y a Virginia Trimble y a Jim Peebles por facilitarme el acceso a muchos de los protagonistas.

He disfrutado enormemente con las conversaciones y discusiones mantenidas con Edward Kolb, José Luis Sanz, Rosa Domínguez-Tenreiro, Joe Silk, Carlos Frenk, Ígor Novíkov, Jaan Einasto, Vincent Icke, Rien van de Weygaert, Alain Blanchard, Silvio Bonometto, Jaynat Narlikar, Peter Coles, Michael Rowan-Robinson, John Barrow, José Adolfo de Azcárraga, Andrew Hamilton, John Peacock, Martin Rees, Jon Marcaide, Alberto Cappi, José Bernabéu, Mariano Moles, Rafael Rebolo, Emilio Alfaro, Antoni Ferrer, Jesús Navarro y Eduard Salvador, que, además, ha escrito un prólogo entrañable. He aprendido muchísimo de las conversaciones mantenidas con los historiadores de la ciencia Michael Hoskin, Helge Kragh, Gale Christianson, Víctor Navarro y Antoni Ten.

Otros colegas, como por ejemplo Ramon Lapiedra, Amelia Ortiz, Enn Saar, María Jesús Pons-Bordería, Guillermo Quintás, Miquel Gómez y Alberto Fernández-Soto, han leído versiones preliminares del manus­-

crito y han aportado comentarios acertados que quiero agradecer.

He contado con la inestimable colaboración de Fernando Ballesteros en la elaboración de muchos de los diagramas que ilustran el libro. Diversos astrónomos aficionados (Robert Gendler, Vicent Peris, Jim Misti y Josch Hambsch) han cedido su trabajo generosamente.

Ha sido un auténtico placer contactar con los responsables de los archivos de muchos observatorios y bibliotecas de todo el mundo. Realizan una labor fantástica de conservación y divulgación de un patrimonio fabuloso. Quiero darle las gracias especialmente a Alison Doane del Harvard College Observatory, a Sabina Bernacchini y Franca Principe del Istituto e Museo di Storia della Scienza de Florencia, a Christian Aliverti de la Zen­-

tralbibliothek Zürich, a M.ª Cruz Cabeza de la Biblioteca Històrica de la

Universitat de València, a Kerry Magruder de la Biblioteca Histórica de

la Universidad de Oklahoma, a Owen Gingerich del Harvard Smithsonian Center for Astrophysics, a David McKitterick del Trinity College Cambridge, a Eva Jurlander del Observatorio de Lund, a Alicja Kawecki de Lucent Technologies, a Richard Dreiser del Observatorio de Yerkes, a John Strom de la Carnegie Institution of Washington y al conde de Rosse de la Birr Scientific and Heritage Foundation.

Escribí gran parte de este libro durante los meses de agosto del 2004 y el 2005 en Camarillas, un pueblecito de la sierra de Gúdar, que me ha proporcionado el entorno tranquilo y el cielo limpio y estrellado (decididamente inspirador) que requería una labor como ésta. Los ánimos de Laura, mi mujer, cuando leía directamente sobre el ordenador los primeros borradores del manuscrito han sido fundamentales para continuar la tarea con entusiasmo. A mis hijos, Albert, Clara y Jordi, quiero agradecerles los ratos que me sacaron del estudio para tener «vacaciones» y quizá, gracias a ellos, volver por la noche con ideas y pensamientos nuevos para seguir escribiendo sobre «la aventura de descubrir el universo».

Marineros que surcan los cielos

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