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OTRA VEZ SOLDADO

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Pero su alma inquieta no podía aguantar ni siquiera la modesta prosperidad de un taller de sastre y habiéndose reanudado las hostilidades con los moriscos, un vecino le hizo una buena oferta para que fuese a la guerra en su lugar ...mandaron quintar los vezinos de Arcos para hir a la dicha guerra de granada y a esta se lo pago bien un vezino de los quintados y fue a la guerra por el segunda vez... No debió de volver la primera vez muy escarmentada de la guerra pues por una paga se decidió regresar como soldado una segunda vez en un breve lapso de tiempo. Quizá el embriagador sentimiento de peligro y de camaradería era el verdadero pago y aliciente para ir a la guerra. Esta vez dice que fue en la Compañía del duque de Arcos3, aunque en realidad se refiere al mismo don Luis Ponce de León, II duque de Arcos. Nuevos peligros, nuevos camaradas, nuevas aventuras. A ella le parecía espléndido. Es de suponer que su personalidad femenina, que tan pocas satisfacciones le había proporcionado, iba quedando cada vez más lejana y que apreciaba más y más el ser hombre, vivir como tal, comportarse como tal y en fin serlo.

Como tal "hombre" de armas vivió tres años, los que duró la guerra, la cual podemos dar por terminada en 1570, Elena tenía unos veinticinco años, estaba en la flor de la vida. Acabada la campaña se volvió a Arcos a retomar su oficio de sastre, pero suponemos que no encontró en ello gran satisfacción pues en esa ciudad duró un año y se mudó a Marchena, en donde estuvo otros dos años, también ejerciendo el oficio de sastre. Otro año en Vélez Málaga, de nuevo como sastre... hasta que riño alli con un Regidor ... tornó entonces a Alhama y allí también ... tuvo tienda de sastre donde estuvo como un año y de alli se fue a archidona y de alli a osuna donde estubo (cosa) de un año teniendo tienda de sastre como en todas las demás partes lo hacia y de alli se vino a la Corte.

Se nota que habiendo visto gran número de ciudades pensó que el mejor lugar para su espíritu inquieto era la Villa y Corte, en donde abundaban las aventuras y las oportunidades, máxime que ya sabía que con su oficio de sastre se podía ganar la vida en cualquier sitio. En 1587, cuando ella depone su testimonio ante la Inquisición, declara que había llegado a la Corte hacía unos doce años, es decir que llegó hacia 1575, con unos treinta años de edad.

Mujeres que vistieron de hombre

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