Читать книгу Cuatro vientos - Vinicius Ariola - Страница 10

Оглавление

Infancia

Todavía recuerdo muchas cosas de mi infancia en Rio Grande do Sul. Me acuerdo de mi madre trabajando para sustentarnos y las horas que yo pasaba sin ella. Creo que no solo para mí era difícil, también lo fue para mis hermanos, pero sé que todo eso era para una buena causa.

Mi hermano Thiago, siete años mayor, se hacía cargo de mí. A él le gustaba hacer autos de caja de madera, era muy emocionante verlo fabricándolos: tenían dos ruedas, dos pedazos de madera que le servían de barandales para empujar. Jugaba con mis vecinos, a ellos también les parecían entretenidos, pues éramos muy pobres y esa era una forma de divertirse en aquella época.

No pensábamos en la existencia de celulares, Tablet, notebook, etc.

Entre otros juegos saludables, adoraba jugar a “Tampi cross” así lo llamábamos en Sur era una tapita de gaseosa. Construíamos un camino de obstáculos, eso era hecho con nuestra propia imaginación, entre estos juegos teníamos muchos otros: la hora de volar cometas, bañarse en un lago…eso no tenía precio, en ese momento éramos niños de verdad, usábamos nuestra imaginación para jugar y divertirnos. Yo contaba apenas con 6 años en esa época y puedo acordarme de situaciones que marcaron mi vida.

Recuerdo un día a mi madre diciendo que había hecho mucho sacrificio para que no faltase pan en nuestra mesa. Tramandaí estaba recién pasando por un desarrollo, colocaban los famosos adoquines. Entonces, en un invierno lluvioso ella tuvo que elegir entre ir en ómnibus al trabajo o caminar y tener que enfrentar aquella fuerte lluvia. Entonces, como buena madre que es, eligió ir caminando varios kilómetros debajo de la intensa lluvia, terminó cayendo dentro de un charco de agua, se mojó toda. La recuerdo contar que sus compañeros de trabajo le consiguieron ropa para usar en el trabajo. En esa época ella trabajaba como empleada doméstica en un hotel en el centro de la ciudad. Yo nunca olvidaré esos esfuerzos, otros dirían que ella no hizo más que su obligación, pero para mí ella mostró lo que realmente es ser humano y luchó día a día para darnos lo mejor y lo logro.

Bueno, mi inmadurez me hizo, en el transcurso de la vida, cometer muchos errores, pero también hoy le agradezco por todo porque sin equivocaciones no aprendería a tener valores como tengo hoy en día. Lo más importante en mi vida es mi familia, tengo la certeza de que sin ella no sería nada.

Cuatro vientos

Подняться наверх