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Transcripción verbal. 6 a. m.

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La esposa:

Hará como una hora. Se despertó y era como si tuviese un cuchillo clavado en el costado. Intenté el viejo remedio, le di un trago de whisky, pero no sirvió de nada. Se me ocurrió que podría ser su corazón y… Sí. En mitad de los dolores quería vestirse y todo. No podía ni tenerse en pie, pero aun así quería arreglarse para ir a trabajar. ¿Se lo puede creer?

¡Piltrafa, deja en paz al señor! En cuanto alguien se porta bien con él… Mírelo ahí sentado y esperando su premio. ¡Piltrafa! ¡Ven acá! ¿Quieres mirar por la ventana? Claro que sí. Es su pasatiempo favorito. Como el del resto de la familia. Y no solo nos gusta mirar afuera: tenemos que asomarnos un poco, como si viviéramos en la Tercera Avenida.

Dos perros nos mataron al gato la semana pasada. Tenía trece años. Más de lo normal en un gato, pienso yo. No lo dejábamos subir al piso de arriba. Porque era muy torpe, el pobre, y tenía una pinta absurda. Pero le dábamos de comer y lo dejábamos dormir ahí, en el sótano. Estaba sordo ya. Y digo yo que ya no podía defenderse por sí mismo. Y pues lo mataron.

Sí, esto nuestro es casi una casa de fieras. ¿Ha visto al arrendajo azul? Tenía un ala rota. Hace dos años ya que lo tenemos. Silba y responde cuando lo llamamos. No es que tenga muy buen aspecto pero le gusta estar aquí. A veces lo dejamos salir de la jaula, con la ventana abierta. Se percha en el alféizar y mira afuera. Luego se da media vuelta y corre de vuelta a su jaula como si tuviera miedo. Otras veces se posa en la cabeza del perro; son grandes amigos. Si llegara a irse, yo creo que no entendería nada de nada. Y me lo matarían.

Y un canario. Sí. Sabe usted, me daba miedo que fuese el corazón. ¿Lo puedo vestir ya? Esta es la hora a la que suele tomar el tren para estar allá a las siete. El pijama está helado. Toma, ponte esta camisa vieja. Esta vieja manta de caballo, como la llamo yo. Siento ser tan tonta pero las agujas me ponen malísima. No puedo ni ver cómo le pone la inyección. Muchas gracias por venir tan pronto. Ahí le tengo una taza de café preparadita en la cocina.

Los relatos de médicos

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