Читать книгу Hermandad Hirámica: La Profecía Del Templo De Ezequiel - William Hanna, William Hanna - Страница 7
4 Domingo, 6 de diciembre Londres, Inglaterra
ОглавлениеEl Jefe del Ejecutivo de la Junta de Diputados de judíos británicos no solía ir a las oficinas de la junta en el norte de Londres los domingos, pero hoy fue una de esas excepciones, debido a la actual campaña para desacreditar al Partido Laborista británico – cuyo nuevo líder en el pasado había descrito a los políticos israelíes como “criminales” y criticó la cobertura de la BBC sobre Palestina, acusándola de estar inundada con el antisemitismo. Ella estaba a punto de comenzar a trabajar cuando recibió una llamada telefónica de la junta oficial de comunicaciones diciéndole se conectara para compro bar el último artículo de Mark Banner sobre Israel. Ella no perdió tiempo en hacerlo y estaba indignada por lo leído.
Tendencia Histórica de Israel Para el Chantaje, el Soborno y la Intimidación
Mark Banner
Domingo, 6 de diciembre
El 26 de noviembre de 1947, cuando se hizo evidente para los sionistas y sus partidarios de que el voto de la ONU sobre la partición de Palestina distaría de tener la mayoría necesaria de dos tercios en la Asamblea General, se apresuraron a obtener un aplazamiento hasta después del Día de Acción de Gracias, ganando así un tiempo para amenazar de eliminar el apoyo a países como Grecia, que planificó votar en contra – a cambio de sus votos. El Presidente de Estados Unidos, Harry Truman, quien también fue amenazado con la pérdida del apoyo judío en sus próximas elecciones presidenciales, señaló posteriormente que:
“Los hechos fueron que no sólo hubo movimientos de presión en torno a las Naciones Unidas a diferencia de todo lo que había visto allí antes, sino que la Casa Blanca también fue sometida a un aluvión constante. No haber tenido nunca tanta presión y propaganda dirigida a la Casa Blanca como tuve en esta instancia. La persistencia de algunos de los dirigentes sionistas extremos – accionados por motivos políticos y por participar en la vida política de amenazas – me perturbó y molestó”.
El 29 de noviembre de 1947, la ONU votó a favor de una modificación del Plan de Partición, a pesar de la oposición árabe sobre la base de que violaba los principios de la carta de la ONU sobre la autodeterminación nacional, recomendando la creación de los Estados Independientes Árabes y Judíos con un régimen internacional especial para la ciudad de Jerusalén. La adopción de la resolución 1947/48 llevó al conflicto, incluyendo las atrocidades cometidas por las bandas terroristas sionistas cuya brutalidad genocida era responsable del asesinato de miles de civiles palestinos desarmados y el éxodo forzoso de otros, más de 750.000. En ese momento, el consenso de la opinión pública mundial era que en Israel la polémica creación había sido admitida como un acto deliberado y consciente de indemnización por el Holocausto, que incluía la tolerancia hacia sus crímenes contra la humanidad. Desde entonces, Israel se ha adherido firmemente a esa táctica del chantaje, el soborno y la intimidación para reprimir y silenciar – con acusaciones de antisemitismo y la negación del Holocausto – cualquier crítica contra sus flagrantes violaciones de los derechos humanos y su arrogante desprecio por el Derecho Internacional.
El miedo de ser tildado de antisemita es ahora una fobia universal que el Apartheid israelí sionista refuerza con vigilancia al estilo de la Gestapo que ha penetrado a través de los medios de comunicación corporativos, parlamentos y universidades. Esto es más evidente en Estados Unidos donde el Comité de Asuntos Públicos Americano Israelí (AIPAC) está activo en el campus de la universidad con un programa de desarrollo de liderazgo político pro-Israel, incluidos los informes sobre las actividades de los miembros del profesorado, estudiantes universitarios y las organizaciones que critican las políticas israelíes. Los “canallas”, expuestos en la Guía de la Universidad de AIPAC y en el Observatorio pro-Israelí del Campus – son objeto de hostigamiento, suspensión o incluso despido.
El cabildeo del AIPAC con el gobierno de Estados Unidos incluye la provisión de documentos detallados sobre la posición de las políticas centradas en la ilusoria importancia estratégica de Israel para Estados Unidos. El Registro del Congreso se supervisa diariamente y se mantienen registros completos de todos los discursos de los miembros, comentarios informales, correspondencia de los constituyentes y patrones de votación sobre temas relacionados con Israel. El AIPAC en sí estima que más de la mitad de los miembros del Congreso y el Senado (que coloquen los intereses israelíes por encima de los de su propio país) siempre pueden contar con un apoyo inquebrantable. Cada año, unos 70 a 90 de ellos son recompensados con viajes a Israel financiados por “AIPAC”. La ironía detrás de la erosión de AIPAC, de la democracia estadounidense es que, en efecto, está financiada – con casi 4.000 millones de dólares anuales de ayuda estadounidense a Israel – por los contribuyentes estadounidenses, de los cuales 50 millones viven por debajo de la línea de pobreza y 47 millones de ellos reciben cupones de comida.
El insidioso cáncer de AIPAC también se estaba propagando con más viajes gratuitos por parte de grupos de “Amigos de Israel” en la mayoría de los parlamentos europeos; por el Consejo de Asuntos Australiano/Israelíes y Judíos (AIJAC); y por el recientemente formado de Comité de Asuntos Públicos Sudafricano/Israelí (SAIPAC) que se esforzará por silenciar las críticas de un pueblo que ya familiarizado con las injusticias del Apartheid.
Además, los principales medios corporativos – aparte de ser en su mayoría propiedad o influenciados por los amigos de Israel – también están condicionados por el temor de ofender al lobby sionista que insiste en que incluso el término “Apartheid” de Israel es antisemita. Este dominio absoluto sobre los medios se hizo aún más estricto por las organizaciones sionistas de vigilancia por medios como el Comité para la Precisión en la Información del Oriente Medio en Estados Unidos de América (CAMERA) y la británica BBC Watch, quienes no pierden el tiempo vilipendiando los informes negativos sobre Israel.
A pesar de ser una nación en una profunda crisis existencial, Chutzpah Israel continúa afirmando ser una socialdemocracia judía con valores éticos ejemplares. Tales reclamaciones sirven como una cortina de humo para la interminable mentira, el robo y el asesinato, garantizando al mismo tiempo una falta de responsabilidad por sus horrendos crímenes perpetrados en aras de socavar el proceso de gobernabilidad democrática occidental. En lugar de condenar incondicionalmente a Israel por su más reciente ataque contra los palestinos en Gaza, los líderes occidentales confirman que han sido comprados para traicionar los valores morales de sus electores hablando mal de la falsa premisa de que “Israel tiene derecho a defenderse” como un estado judío.
Israel no tiene tal derecho – otorgado o no por Dios – porque durante casi 70 años ha sido el agresor, con una brutalidad genocida que coincide con la de los nazis. El objetivo del sionismo de crear un “Gran Israel” requiere de la “Solución Final”, la expulsión de los no judíos, incluso si esto significa que – como recientemente fue enunciado por el Ministro del Interior israelí: “Gaza debió ser bombardeada en la Edad Media”. Durante la Segunda Guerra Mundial, innumerables vidas y recursos se destinaron para derrotar el nazismo. Hoy, sin embargo, no se hace nada, mientras que una forma de maldad aún más insidiosa destruye lentamente el concepto de gobernabilidad democrática y lo poco que queda de decencia humana.
Ha llegado el momento de que la “mayoría silenciosa” finalmente da voz a su indignación, sin manifestaciones o actos de violencia – enviando repetidamente correos electrónicos a sus representantes electos. Los políticos de perfil bajo que tienen su buzón periódicamente inundado con miles de correos electrónicos se dan cuenta rápidamente de que haciendo caso omiso de la voluntad de la mayoría para servir solamente a intereses corporativos o minoritarios sionistas, no será suficiente para ser reelegidos. El pueblo palestino no debe seguir pagando por el complejo de culpa de Occidente durante el Holocausto.