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La evolución de las clasificaciones internacionales: ¿regresión o confusión nosológica?

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El autismo se ha convertido en un trastorno del llamado “del neurodesarrollo”, de naturaleza puramente endógena, y se encuentra incluido en el DSM-4**2 dentro de la clasificación de “Trastornos Generalizados del Desarrollo” (TGD), denominación que corresponde a una verdadera regresión en el pensamiento nosológico, ya que estas categorías deberían permitir normalmente definir entidades cada vez más precisas, homogéneas y específicas, mientras que los TGD agrupan, en bloque, las patologías autistas en sentido estricto (los TGD típicos), los TGD atípicos (el síndrome de Rett, las psicosis desintegrativas y el síndrome de Asperger) y los denominados TGD no especificados (entidad imprecisa y fundamentalmente acientífica en la que pueden incluirse las tres cuartas partes de las patologías psiquiátricas graves de la infancia y, en particular, las denominadas patologías límite).

El recién publicado DSM-5 difiere del DSM-4 en varios aspectos en lo que respecta a las patologías autistas:

- Su perspectiva metodológica ya no es categórica, sino principalmente dimensional.

- Los distintos TGD del DSM-4 pasan a llamarse “Trastornos del Espectro Autista” (TEA).

- En la actualidad, dos tipos de disfunciones son suficientes para hacer un diagnóstico de TEA: los trastornos de la comunicación y los intereses restringidos.

- El síndrome de Asperger deja de ser un TEA y representa un trastorno de la comunicación singular e individualizado.

Como resultado de esta extrema confusión nosológica, la frecuencia del autismo, que solía ser de un caso por cada 5.000 o 10.000 nacimientos, se diluye ahora en la de los TEA tal como se definen en el DSM-5***3 y se estima en 1 caso por cada 100, ¡o incluso más, en la población general!

Por supuesto, no ha habido ninguna epidemia autista, sino sólo un cabildeo (lobbying) frenético para hacer prevalecer el vago concepto de TEA, trastornos a los que el método ABA (no más validado que cualquier otro) sería susceptible de aplicarse sin distinción alguna...

Podemos ver el jugoso mercado que se avecina aquí...

Sin embargo, nuestros dirigentes tendrían que ocuparse de garantizar y sostener la calidad de nuestros continentes de acción (equipamiento suficiente en las distintas áreas de tratamiento) sin pretender dictar el contenido de las acciones, cuya evaluación cualitativa no es en absoluto su responsabilidad.

Me parece que lo que está en juego es el respeto a los niños y a la libertad de las familias.

Mi Combate por los Niños Autistas

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