Читать книгу En vivo y en directo - Fernando Vivas Sabroso - Страница 27

Panorama desde el cerro

Оглавление

Para la Navidad de 1959 un televisor seguía siendo el regalo más preciado. Se estimaba en 80 mil29 el número de aparatos existentes a fin de año en la capital. Los canales y sus anunciantes decidieron capitalizar el espíritu navideño de fin de década. El canal 4 había celebrado el 15 de diciembre su primer aniversario con un show de Mario Clavel, cantante argentino de mucho cartel, y Juan Sedó preparaba con su club infantil vivos cuadros navideños. El 9 anunciaba la puesta en escena de una bizarra ópera navideña yanqui, Anabel y los visitantes nocturnos.

El 13 no se quedó atrás. Armó un show de antología para ser televisado desde el cerro San Cosme que, invadido en 1946 por pobladores armados de esteras, fue el primer hito de la ola migratoria serrana sobre la capital que había dado forma a una barriada aérea suspendida en torno al cerro, un “pueblo joven” como los cientos que nacerían en los años venideros. La carencia de unidad móvil (recién en el verano de 1960 los Delgado tendrían operativo su primer equipo rodante) fue resuelta con un pacto sui géneris. Los equipos del canal 7 fueron desmontados y trasladados a San Cosme para hacer las veces de unidad móvil. Así, el 24 de diciembre, Alfonso D’Allesio, animador radial de origen mexicano, condujo un show de excepción donde desfilaron, entre otros, Chabuca Granda, Fetiche y el Ballet de Panamericana. Sin duda, el panorama desde el cerro antes de comenzar la nueva década era auspicioso para la televisión, pues el gusto de las masas que empezaban a sobrepoblar Lima era aún un terreno virgen para explotar y encontró en Genaro Delgado Parker un interlocutor desprejuiciado y populachero como el negocio mandaba. Pero ese mismo panorama también anunciaba brechas, carencias y conflictos sociales que asustarían a cualquier empresario.

En vivo y en directo

Подняться наверх