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6.1 Errores en la medicación

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Los errores en la medicación representan el 10% de las hospitalizaciones debidas a RAM. Generalmente se deben a:

Dosis incorrecta: bien sea por administración de dosis mayores o menores, debido a la incomprensión u olvido de la posología indicada por el médico. La mayor queja de los ancianos es la ausencia de explicación adecuada del esquema terapéutico prescrito.

Error en la frecuencia de administración: origina niveles plasmáticos muy bajos con medicamentos de vida media corta, o demasiado altos con rangos tóxicos.

Cronología inadecuada: los diuréticos administrados en la tarde o en la noche originan episodios de enuresis.

Ruta de administración o técnica equivocada: cuando no se hace suficiente énfasis en las instrucciones al paciente, se corre el riesgo de confundir la ruta de administración, especialmente con tabletas sublinguales, supositorios y medicamentos de vía intramuscular o intravenosa.

Medicación con finalidad terapéutica errada: ocurre especialmente con analgésicos y antianginosos, se utilizan en forma errada cuando se prescriben “según necesidad o en caso de...”.

Prescripciones repetidas: la costumbre generalizada en los médicos de continuar la prescripción sin indagar sobre las consecuencias de su uso y sin examinar al paciente es un hecho comprobado. Hasta un 40% de las recetas no son revisadas en un periodo de por lo menos seis meses, sobre todo, con la formulación de hipnóticos y ansiolíticos. Las prescripciones repetidas aumentan conforme progresa la edad, 62% de las prescripciones son justificadas, 28% equivocadas y 10% innecesarias; los psicotrópicos ocupan el primer lugar en este último grupo.

Cascada de la prescripción: la presencia de múltiples comorbilidades en los ancianos hace que requieran múltiples prescripciones, pero en ocasiones las interacciones medicamentosas presentes o las RAM hacen que se prescriban nuevos fármacos para estas reacciones con lo cual se constituye la denominada cascada de la prescripción, que aumenta de manera considerable el riesgo de que se presenten los grandes síndromes geriátricos (ver figura 12.2).


Figura 12.2 Cascada de la prescripción

Fuente: Rochon PA, Gurwitz. The prescribing cascade revisited. The Lancet, 2017.

Conocimiento sobre los medicamentos: un porcentaje importante de los médicos desconocen la farmacología de los medicamentos que prescriben a los ancianos y en ocasiones hacen prescripciones sintomáticas sin tratar de buscar una explicación sindromática a las múltiples quejas de ellos. Además, no valoran el riesgo-beneficio del medicamento y en ocasiones la sintomatología sobreagregada se debe más al plan terapéutico que a la misma enfermedad de base, debido a interacciones medicamentosas que el médico desconoce.

Prescripción de medicamentos de reciente salida al mercado: esta es una situación frecuente y tiene riesgos para los ancianos, ya que la mayoría de las pruebas clínicas sobre la utilidad de los medicamentos se hace en grupos de personas más jóvenes y no se incluyen ancianos con multipatología. Aunque el medicamento ofrezca utilidad real es prudente esperar de seis meses a un año antes de decidir su utilización en ancianos.

Instrucciones al paciente: tal vez sean las instrucciones al paciente las que permiten obtener una mayor adherencia al tratamiento, disminuir los errores en la medicación y optimizar el manejo de los medicamentos por parte del anciano. Es importante conocer cómo percibe la enfermedad, la eficacia de tratamientos anteriores y la experiencia, si la hubo, con los medicamentos que se van a prescribir. Las formulaciones complejas generalmente no se siguen y existe poca adherencia a los tratamientos cuyos propósitos y finalidades no hayan sido explicados en forma clara e inteligible. La educación es un factor fundamental para evitar el abuso de medicamentos.

Salud del Anciano

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