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1.6 Esperanza de vida

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La esperanza de vida al nacer equivale a la cantidad de años que un recién nacido puede esperar vivir si los patrones de mortalidad por edades, vigentes en el momento de su nacimiento, siguieran sin variación a lo largo de toda su vida.

Se estima que a mediados del siglo pasado el promedio de la esperanza de vida al nacer de ambos sexos en América Latina era de 50,4 años, mientras que en 2020 se espera que alcance los 76,4 años, lo que implica una ganancia de 26 años de vida en un período de 70 años. Si se compara esta información con la proporcionada por la División de Población de las Naciones Unidas (Naciones Unidas, 2017), se observa que históricamente la esperanza de vida al nacer en América Latina es superior al promedio mundial y al de los países de menor desarrollo.

En América Latina ha aumentado particularmente la esperanza de vida a los 60 años, que en promedio iguala los niveles observados en el mundo desarrollado. En la figura 4.5 se muestra el incremento que ha experimentado el número de años que en promedio se espera que vivan los ancianos de América Latina después de los 60. En 1950 la brecha entre hombres y mujeres era de 1,5 años: un hombre que llegara a cumplir 60 años tenía una esperanza de vida de 14,2 años, mientras que la de una mujer era de 15,7 años. Dicha brecha ha aumentado con el paso del tiempo, y en 2020 se espera alcance los 3,3 años, con una esperanza de vida a los 60 de 21,0 años en el caso de los hombres y de 24,3 en el de las mujeres.


Figura 4.5 Esperanza de vida al nacer en ambos sexos, proyectada por países, 1950-2020

Fuente: Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la CEPAL. Estimaciones y proyecciones de población, revisión de 2017.

Algunos demógrafos han propuesto el concepto de “edad prospectiva”, que toma en cuenta los cambios que ha experimentado la esperanza de vida a partir de los 60 años y no considera el tiempo vivido, sino el tiempo por vivir. Es decir, plantean que las políticas dirigidas a las personas de edad no deberían depender de su edad cronológica (el tiempo vivido), sino de su edad prospectiva (tiempo por vivir), pues es precisamente esta la que determinará su estado de salud físico y mental y por tanto su situación laboral, necesidades, demandas y conductas.

En Colombia la esperanza de vida continúa creciendo, un hombre colombiano nacido en 2016 puede esperar vivir 75,4 años y aproximadamente 67,1 años en buena salud, lo que representa un aumento en la esperanza de vida de 3,4 años en la última década. Una mujer tiene una esperanza de vida de 81,1 años, pero con buena salud solo 71,1 años. Colombia lidera muchos de sus vecinos regionales en la esperanza de vida en salud, pero se queda atrás de Costa Rica, Panamá y Perú.

Los años logrados en esperanza promedio de vida al nacer, así como a partir de los sesenta años, han contribuido a cambiar las relaciones entre generaciones. Por primera vez en la historia humana, las personas que viven la adultez media tienen cada vez más probabilidad de conocer a sus abuelos vivos y las familias en las que comparten tres o hasta cuatro generaciones, son cada vez más habituales.

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