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1.2.2. Fundamentación temática «Austriahungría»

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En las páginas dedicadas en la bibliografía a recopilar el estado de la cuestión sobre el Imperio austrohúngaro se realzó la imponente tradición académica precedente. En la aproximación bibliográfica se hizo hincapié en aquellos puntos más atractivos y aún no lo suficientemente tratados a los que pretende dar respuesta este estudio. Además de querer reforzar la presencia de la lengua española en el material bibliográfico existente, con este trabajo se persigue englobar la cultura austrohúngara en un concepto aglutinador, «Austriahungría», que no solo sirva para referirse a la comprensión cultural del Imperio, sino que agrupe ya desde su origen un único concepto de pluralidad. Aunque el objeto de estudio sea únicamente la lengua alemana, con la propuesta de Austriahungría se quiere exponer un complejo entramado de la diversidad bajo un único marco común. Para ello, se opta también aquí por un concepto nuevo y neutral llamado a designar una nueva visión del entramado austrohúngaro. Precisamente esta búsqueda de unidad para el Imperio austrohúngaro es la motivación para definir el Imperio como conjunto, ya que «es de extrema necesidad una exactitud terminológica y conceptual del objeto de análisis que elimine connotaciones subjetivas y consiga la renovación prevista de la investigación del periodo, hasta ahora fragmentaria» (Lombana Sánchez, 2012, p. 219).

Históricamente, el Imperio austrohúngaro es un complejo estatal de gran utilidad, ya que sirve para delimitar un espacio difícil de equilibrar (Király, 2010, p. 52). Por ello, la opción de Austriahungría como contexto cultural se fundamenta en sus fronteras y trascendencia histórica, aunque no las estudia ni valora políticamente. Esta coincidencia se debe en cierta medida al Compromiso austrohúngaro (en alemán, Ausgleich, en húngaro, Kiegyezés), que fue el acuerdo firmado en 1867 por el cual se puede considerar la constitución oficial del Imperio austrohúngaro como un Estado plural. Este tratado no era perfecto, y el juicio político ha valorado sus vacíos legales y errores (Berger, 1967). Sin embargo, de entre sus párrafos cabe citar por encima de todo el § 19, que sirve como punto de partida de un modelo nacional para salvaguardar la pluralidad:

«Alle Volksstämme des Staates sind gleichberechtigt, und jeder Volksstamm hat ein unverletzliches Recht auf Wahrung und Pflege seiner Nationalität und Sprache» (Reichsrath, 1868, § 19).

«Todos los pueblos del Estado tienen los mismos derechos, y cada pueblo tiene el derecho irrenunciable al cuidado y a la conservación de su nacionalidad y de su lengua».

Este tratado supone por tanto no solo un punto de partida histórico, sino también una delimitación cronológica del Imperio austrohúngaro, ya que el complejo político vio en 1918 su fin.

Diversas son las denominaciones posibles para este Imperio austrohúngaro, «Monarquía» para los húngaros. Al margen de la estándar Österreichisch-ungarische Monarchie («Monarquía austro-húngara») se manejan en lengua alemana hasta cuatro denominaciones más: Donaumonarchie («Monarquía danubiana»), K. u. K. Doppelmonarchie («Monarquía doble o bicéfala “imperial y monárquica”»), Vielvölkerstaat («Estado plural») y Kakanien («Kakania»).

Todas las referencias al Imperio austrohúngaro están connotadas ideológicamente. Por ello, para eludir tal lastre ideológico es recomendable evitar interpretaciones en la denominación y alejar el contexto cultural de las verdades históricas; solo desde esta perspectiva se convierte en necesaria la creación del concepto de «Austriahungría». Austriahungría puede resultar excluyente, pues solo recoge dos de las muchas posibilidades de todos los pueblos del Imperio, Austria y Hungría. Sin embargo, su uso se prefiere pues convence por motivos históricos en tanto que concepto aglutinador capaz de inducir del Imperio austrohúngaro un contexto cultural. Su exactitud terminológica y conceptual se reduce por tanto a la presentación que aquí se hace del mismo, que intentará desvincularlo de lastres ideológicos precedentes.

Austriahungría actúa como la hipótesis para la definición de la cultura austrohúngara. El cuadro al final del subcapítulo pretende ilustrar sencillamente las ventajas del término frente a los otros ya existentes, y en él se comentan sucintamente las ventajas y los inconvenientes de los términos barajados hasta ahora argumentando a favor de Austriahungría. Dicha conceptualización, «Austriahungría» en español (Lombana Sánchez, 2012) y «Österreichungarn» en alemán (Lombana Sánchez, 2013), es por tanto un término distinto de referencia objetiva para aunar, el Imperio austrohúngaro (1867-1918) como contexto cultural, también ortográficamente.

En la acepción intrínseca de «Austriahungría» se teje así un complejo combinado de la diversidad y que permite la expansión equilibrada de los grandes discursos de la Moderne a todas las esquinas del entramado cultural. Especialmente notable se hace esta interconexión en la producción literaria, donde la confrontación con la pluralidad y la vinculación con las tendencias de la Moderne se remontan a las propias biografías de los autores.

Desde Austriahungría hacia Europa

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