Читать книгу La democracia de las emociones - Alfredo Sanfeliz Mezquita - Страница 27
El afán de poder e influencia
ОглавлениеLa búsqueda de poder siempre ha sido una constante en el hombre. De alguna forma es una estrategia que utilizan muchos para reforzar o proteger su supervivencia. Unos buscan poder en un amplio nivel social y otros en un pequeño ámbito dentro de lo que es su minisistema de relaciones. Pero de una u otra forma todos contamos con este potencial recurso para hacernos más fuertes. Todos somos conocedores de esta tendencia eternamente asociada al ser humano, y por tanto parecería innecesario traerlo aquí como idea poco tenida en cuenta a la hora de analizar y comprender nuestra sociedad. Pero me ha parecido importante mencionarla por el hecho de que quizá hoy, ante la extraordinaria importancia que se otorga al dinero, podamos confundir la búsqueda de poder con la búsqueda de dinero o riqueza. La búsqueda de riqueza es una vía para la búsqueda de poder, pero existen también, de forma creciente, estrategias con las que se busca directamente poder como medio de vida. En cada vez más ocasiones podemos observar el camino de los gritones y extremistas capaces de cualquier cosa por llamar la atención, aunque sea para ser insultados, para generar a los seguidores que les hacen poderosos (influyentes) y les otorgan un medio de vida.
El poder procura una doble consecución: la falsa ilusión de ser queridos y seguridad. Por una parte, queremos ser poderosos para ser queridos, creándonos la ilusión de que, si tengo poder, la gente me querrá más. Probablemente lo correcto sería pensar no tanto que por mi poder me querrán más sino que a quienes tienen poder se les hace más caso, lo que refuerza la posición del poderoso en la sociedad. Consiguen así los poderosos que los aguanten, que les rían las gracias y resultar más atractivos… Pero el amor no deriva del poder sino de otras variables relacionadas con intangibles humanos y espirituales tales como nuestra autenticidad, nuestra sinceridad, nuestra capacidad de querer a los demás, y en definitiva con nuestra alma. Por otra parte, la búsqueda de poder está asociada a la búsqueda de seguridad y autonomía. Pensamos que mientras seamos poderosos tendremos más posibilidades de conseguir, en el presente y en el futuro, aquello que necesitaremos sin depender de los demás.
Y está búsqueda de poder con esa doble finalidad perseguida por muchas personas de forma consciente o inconsciente nos hace tratar de colocarnos en posiciones superiores a las de los que nos rodean para poder influir, someter o disponer de las personas cuando sea necesario de una forma sana o malsana. El poder nos puede hacer sentir superiores y más fuertes para sobrevivir en nuestra compleja y exigente sociedad en lo que se refiere al esfuerzo requerido para satisfacer las necesidades sociales. Aunque el poder puede crear una falsa ilusión de aquietamiento de los miedos y desasosiegos existenciales del hombre, solo a través del desarrollo o crecimiento personal y de una espiritualidad bien vivida se pueden aplacar nuestros temores y consiguientemente la búsqueda de poder. Pero lo que es una realidad es que el poder, por posición o por tener influencia, cada vez más se ha convertido también en una fuente de búsqueda de nuestro sustento económico.
Una de las vías de búsqueda de poder propia de nuestra época es la de convertirse en el líder de causas y reivindicaciones basadas en la crítica por la crítica y en la denuncia de injusticias que identifican enemigos culpables de los resentimientos y padecimientos de aquellas víctimas a las que se quiere reclutar. Sin duda esta vía es una de las que más contribuyen a los altos niveles de agitación y confrontación.