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ОглавлениеLa belleza de las peonías
Dicen que la belleza depende de los ojos del que mira. Yo más bien creo que es de la energía que transpiras. Tan subjetiva, tan diáfana y poco duradera que darle más importancia de la que tiene puede llevar a marchitar el jardín de peonías más bonito de la Tierra.
Hubo una vez que lo busqué todo fuera de mí; en mis pétalos, nunca en mis raíces; en mi exterior, jamás dentro. Dentro, solo belleza muerta.
Hubo una vez, y miles de ellas, que fui débil sintiéndome extraordinariamente fuerte, que encontré la belleza en mis huesos. Cada mañana más bella, cada mañana más muerta. Y morí.
Pero hubo una vez que, tras tantos años de naturaleza muerta, resucitaron las flores.
Así que riégalas. Riégalas con llanto, con emociones, con vivencias y experiencias, limpiando todo aquello que crees que te hace menos perfecto. Y no olvides que la belleza está en el alma, no en el cuerpo que habitas.