Читать книгу A cielo abierto - Amparo Arteaga León - Страница 15
ОглавлениеReflexiones sobre el poder
Hemos entendido que tienen el poder aquellos que predominan sobre otros ejerciendo su mando e influencia, sea cual sea la forma en que lo hagan. El poder les viene de fuera, transferido por una masa de gente que, al no asumir responsabilidades, prefieren alentar sus vidas con falsas promesas.
Los empoderados saben que pueden manipular a su antojo a estas poblaciones inconscientes, utilizando lo que se les ha concedido por sumisión o por derecho. Las personas que lideran nuestro mundo son reflejo del promedio evolutivo de la humanidad, así que no vamos a sorprendernos de sus actos. Pero sí podemos mejorar esta situación reconociendo nuestro poder personal y haciendo un uso adecuado de él.
El único poder que la Tierra reconoce está relacionado con la capacidad de autoliderazgo ético, de transparencia, de fraternidad, de generosidad y de abundancia; tiene que ver con la capacidad de amar y de gestionar con equilibrio los recursos de los que nos provee y de sostener proyectos creativos que nos hagan evolucionar conscientemente.
Considero que el autoliderazgo ético es la condición de la persona que se conoce y se responsabiliza de sus talentos, aplicándolos con un grado de ética experimentado e integrado en su conciencia. La transparencia, un rasgo de la persona que muestra sus mejores cualidades sin miedo de ningún tipo. La fraternidad, la capacidad de amar y confiar en los semejantes. La generosidad, una cualidad de la abundancia. Y, la abundancia, un estado de conciencia que genera excedentes energéticos sin despilfarro.
Hay que tener en cuenta que la herida que produjo el trauma abrió una brecha que nos debilitó e impidió conectar con nuestro poder personal, alejándonos de la posibilidad de triunfar en nuestras decisiones y retos personales. Así, cuando sanemos esta herida y dada la ganancia que adquiriremos de tal aprendizaje, podremos no solo recuperar nuestro poder personal, sino usarlo como herramienta inigualable para favorecer el bien común entre la gente.
Durante un vuelo que realicé desde Jerez hasta Madrid, sentí una poderosa energía que invadió todo mi cuerpo. Viajaba sola, pero pude percibir cómo me acompañaban, desde el plano sutil, un equipo de colegas de evolución. Durante esa hora y media sentí una gran confianza que me daba la seguridad de que todo era posible: emprendiese lo que emprendiese lo haría con ausencia total de miedo y con esa protección que ahora me acompañaba. Pero más allá de la influencia de esta compañía, en mi mente y en mi cuerpo reinaba el poder de quien se siente segura y en paz ante cualquier reto. Supe que el poder personal es una riqueza que emerge en la conciencia cuando se supera alguna barrera, cuando – como en mi caso- tomo una iniciativa y llevo a cabo la acción que corresponde, asumiendo el resultado sea cual sea, cuando compruebo que puedo materializar lo que está en mi mente, cuando me siento transparente. Verdaderamente, el poder todo lo puede. Teniendo como objetivo los mejores fines, me imagino lo que sería un mundo en el que los seres humanos ejerciéramos nuestro poder personal sin cortapisas. Para entonces, ya habríamos dejado atrás el miedo y el sufrimiento, y habríamos asumido nuestra bondad y grandeza.