Читать книгу Donde viven las palabras - Annabella Rinaldi - Страница 6
Primera oración del día
ОглавлениеSomos mucho más que nuestras cicatrices. A las cicatrices hay que sanarlas.
Somos mucho más que ese pasado que llevamos sobre nuestras espaldas como si fuera una mochila pesada llena de cosas que nunca fueron útiles.
Las decisiones que tomamos son aprendizajes para atesorar y para no limitar nuestro futuro.
La persona que fuimos ya no existe.
Si hemos cambiado para nosotros mismos, porque aprendimos, no tiene ningún sentido que sigamos dándole forma al pasado. Debemos hacer a un lado las formas para ir entrando en el sendero de lo sin forma.
No es que valemos menos si aprendemos menos, nuestra valía se mide por las veces que somos capaces de levantarnos y recuperarnos cuando nos caemos.
“Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa”. Eclesiastés 3.
Son palabras que vacían la mente de los residuos. Una actitud de relacionarnos con nosotros mismos, con la vida.
“Conócete a ti mismo”, la frase inscripta en el Oráculo de Delfos.
Los únicos que no erran el camino son aquellos que no hacen nada, que no arriesgan, que se quedan toda la vida en su zona de confort. ¿O acaso los que no erran el camino son aquellos que hacen algo?
“Dios le da las peores batallas a sus mejores guerreros”. Sobre las batallas de la Biblia Deuteronomio 31:6.
En busca de fortuna y de placeres.
Más siempre atrás nos ladran.
Ladran con fuerza…
Quisieran los perros del potrero.
Por siempre acompañarnos.
Pero sus estridentes ladridos.
Sólo son señal de que cabalgamos.
“Ladran” Johann Wolfgang von Goethe.