Читать книгу Magia Para Los Corazones - Antonia Fernández Barba - Страница 7
Оглавление2. Mucho más que un cuerpo físico
Daniela llevaba ya bastante tiempo con malestar en el estómago. Había acudido al médico del seguro, pero éste le había dicho, sin prestarle atención siquiera, que no tenía nada. Daniela le preguntó por una dieta adecuada, pues todo cuanto ingería le producía una quemazón y unas digestiones pesadísimas. El doctor, con mal talante, le dijo que podía comer de todo. Pero ella sabía que no era así, ella mejor que nadie estaba sintiendo que algo no iba bien en su organismo. Si, hasta un simple vaso de agua le provocaba ardor en el estómago…En vista de cómo se sentía cuando tomaba cualquier alimento, dejó de comer.
Daniela era una chica alta, delgada, muy activa, responsable, en exceso, con sus estudios y con todas sus ocupaciones…
Estaba de vacaciones, después de un intenso curso académico donde había obtenido unas estupendas calificaciones. Era verano y hacía calor. Todas las mañanas iba a la playa a disfrutar delmar, del sol y de la gente. El gasto energético al que sometía a su cuerpo era grande y la aportación pequeña. En una semana perdió 5 kilos de una vez. Esa pérdida, en esas condiciones y en una muchacha de constitución delgada, fue decisiva para debilitarla.
Una mañana en que cambió de planes y, en lugar de ir a la playa, optó por ir al centro de la ciudad en autobús, tuvo una experiencia muy extraña.
Estaba sentada cuando se fijó en una chica joven a la que no había visto nunca, que estaba sujeta a la barra de la puerta central del autobús urbano. Parecía como si fuese a bajarse en la próxima parada, pero, a la vez, se balanceaba en la barra como si estuviese jugando.
Daniela la contemplaba desde el asiento posterior al del conductor, a la vez, que escuchaba los comentarios de las señoras que viajaban en el mismo autobús y decían, alarmadas, que esa niña se iba a caer. Lo repetían insistentemente y a ella le resultaba curioso, porque desde su percepción parecía que aquella niña, desconocida para ella, estaba jugando mientras aguardaba la parada para bajarse del autobús.
En ese momento, todo se hizo oscuro, el tiempo se detuvo y perdió toda conciencia…
Cuando Daniela se despertó, cuando volvió en sí abriendo los ojos, se descubrió sentada junto a la puerta donde estuvo observando a aquella joven y un grupo de señoras la abanicaba, tratando de reanimarla.
Le tomó unos instantes comprender…Esa niña de la barra era ella. Había perdido el conocimiento y se había desvanecido mientras, ella misma se contemplaba sin reconocerse desde otro punto distante de aquel autobús urbano.
Daniela se puso en mano de otro médico que acertó con un tratamiento adecuado y una dieta alimentaria que toleró estupendamente y le hizo recuperar peso y fortaleza en su cuerpo físico. Pero, la experiencia de haber estado, durante un breve tiempo, fuera de él la marcó profundamente y fue la puerta de acceso a otros horizontes y al conocimiento de que somos mucho más que un cuerpo físico.
..ooOoo..