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1.2 La representación videolúdica/informativa del conflicto ugandés

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Serious Games Interactive es una empresa danesa constituida en 2006 especializada en la creación de productos digitales para el aprendizaje, el entretenimiento y la concienciación.Como planteamos en el párrafo anterior, constituye un ejemplo más de la gran representatividad del interés nórdico por este género de juegos, como bien ejemplifica el que hemos escogido en este capítulo. Cuando pensemos en relevantes títulos como 3rd World Farmer (Frederik Hermund, Jakob Elias Nielsen, Ole Fabricius Toro y Roman Spycher, 2005), centrado en la hambruna africana; Against All Odds (financiado inicialmente por la petrolera noruega Statoil, desarrollado por las compañías suecas Tic Tac AB y Paregos AB, y patrocinado por ACNUR, 2005), sobre el drama de la inmigración y los refugiados; la excelente serie de Global Conflicts, que engloba áreas como Palestina, Afganistán o América Latina; los magníficos juegos de índole histórica de la compañía sueca Paradox Interactive (Hearts of Iron, Crusader Kings o Europa Universalis); o el archiconocido Minecraft, desarrollado en su origen por el sueco Markus Persson, de Mojang AB, tenemos que tener muy presente su adscripción geográfica. Todo ello sin olvidar el foco teórico en la programación y desarrollo de videojuegos que constituye la IT University of Copenhague, con nombres tan relevantes como Espen Aarseth, Simon Engeldt-Nielsen, Gonzalo Frasca o el español Miguel Sicart. Y de nuevo, ¿por qué en esta localización? Como nos relató el máximo responsable de Child Soldier’s, el referido Simon Engeldt, en Dinamarca —por ejemplo— existe una amplia tradición educativa, que se remonta a los años sesenta del pasado siglo, en la que juego y aprendizaje han ido de la mano. Por tanto, no es de extrañar la incorporación de las nuevas tecnologías —como los videojuegos— para profundizar en este campo. Además, y es una de nuestras hipótesis explicativas, la importancia de la solidaridad y cooperación con el desarrollo hacia los países más necesitados del mundo por parte de los Gobiernos escandinavos. Según el ranking del índice de respuesta humanitaria (HRI, por sus siglas en inglés) del año 2007, que mide la generosidad de asistencia humanitaria comparada con el producto nacional bruto (PNB), las tres primeras posiciones eran ocupadas por Suecia, Noruega y Dinamarca. Son miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo y, en referencia al tema que nos ocupa, es decir, Uganda, el Gobierno danés llegó a donar 106 000 millones de dólares en el año 2007 (Indexmundi, 1965-2013). Todos estos factores, en mayor o menor medida, han contribuido al enorme desarrollo de este género de videojuegos en Escandinavia, siendo la serie Global Conflicts el mejor ejemplo de todos. Antes de la aparición de Child Soldier’s vieron la luz en esta colección Global Conflicts: Palestine (2007) y Global Conflicts: Latin America (2008), siendo finalista del premio BETT (British Educational Training and Technology Show), uno de los galardones más prestigiosos en el ámbito de la educación (Redacción de The Guardian, 2010).Como se demostró en un interesante artículo, el alumnado de dos institutos de enseñanza superior en Copenhague que accedió a Palestine expresó que, tras jugar durante dos días, aprendió más con esta experiencia sobre el conflicto de Oriente Medio que a través de la enseñanza tradicional basada en lectura y explicaciones orales (Buch y Egenfeldt-Nielsen, 2007). La misma lógica se podría aplicar a cualquier serious games/newsgames debidamente diseñado y documentado, como es el caso de Child Soldier’s.

En este título, la idea originaria y la implementación del proyecto corrió a cargo de Simon Egenfeldt-Nielsen. El proceso de documentación fue responsabilidad de Jimmy Briggs, en estrecho contacto con Amnistía Internacional de Copenhague. La parte textual y diseño del juego recayó en Jeppe Herlev Nielsen. El programador fue Alex Ringgaard (el único que permanece en la actualidad en Serious Games Interactive junto al CEO, Egenfedlt). Los gráficos en 2D con sus impresionantes cinemáticas fueron elaborados por Kenneth R. Hansen y los de 3D tarea colectiva de Sam Petersen, Anders Haldin y William Partoft. Según sus creadores, la tarea principal de este videojuego es la educativa, señalando como su público preferente el alumnado a partir de 16 años, tal y como se indica en la clasificación PEGI de su portada. En un primer momento su lanzamiento se produjo en formato CD, pero en la actualidad se puede descargar previo pago desde el portal de videojuegos indies itch.io por un precio de 3,99 dólares, siendo bastante complejo localizarlo en formato disco. El juego se encuentra en danés, noruego, sueco e inglés. Se engloba dentro del paquete Global Conflicts: World, que incluye Afghanistan, Checkpoints (de nuevo las tensiones en Oriente Medio), Military Operations y Sweatshops (sobre la explotación laboral en la industria textil de Bangladés).

La narrativa es la clave para conectar este ensayo con el estudio de las relaciones internacionales, tanto en su vertiente de conflictividad bélica como de crisis humanitaria. Al acceder a Child Soldier’s nos aparece un mapa en el que se desarrollarán nuestras misiones. Se trata de uno general de Uganda y de otro específico con su localización dentro del continente africano. El factor educativo es preponderante en este sentido. Debemos saber con precisión la geografía del conflicto. Las localizaciones no son elegidas al azar, sino que responden a ubicaciones de gran trascendencia para comprender el desarrollo de la problemática en el país centrooriental africano. El primer nombre que aparece es la ciudad de Gulu, en el Distrito Norte de Uganda.Como se nos explica, es la segunda urbe más poblada del país, solo superada por la capital Kampala. Era el centro de las operaciones militares y humanitarias. Y, aunque no se explicita en el texto, el punto de nacimiento de Joseph Kony. A continuación encontramos el centro de detención e interrogación de prisioneros de las tropas gubernamentales, el UPDF, en Gulu. Otro enclave es el Campo de Personas Desplazadas (IDP CAMP, en sus siglas inglesas) de Te-Tugu. Fue abierto en 1999 cerca de Gulu, siendo uno de los 32 centros que englobaba dicho distrito en 2009 (UNOCHA, 2009). Uno de los grandes problemas que padecían estos centros eran el hacinamiento, las pésimas condiciones higiénicas, el problema del acceso al agua... lo que provocaba graves epidemias de paludismo (UNOCHA, 2007). El tercer espacio al que nos podremos dirigir es el Centro de Recepción de Niños de Gulu, cuyo fin era acoger a aquellos menores secuestrados y «abducidos» por el LRA. Remodelado en el año 2008 bajo el amparo de la ONG GUSCO (Gulu Support the Children Organisation), aumentó sus plazas hasta 300. Daba cobertura material y psicológica, con programas de integración social y rehabilitación, a los miles de niños afectados por su implicación directa en la guerra (Wacha, 2008a). Nuestra búsqueda de información nos llevará fuera de Uganda, en concreto al Parque Nacional de Garamba, en la República Democrática del Congo, una de las bases del LRA desde el año 2005. Se trata de una región muy conflictiva, ya que los hombres de Kony se dedicaban a matar elefantes para conseguir el valioso marfil que vendían en el mercado ilegal para financiar su lucha. Ello les ha llevado a enfrentarse a los vigilantes del parque, produciéndose uno de los hechos más dramáticos en 2009 cuando fueron asesinados 15 de ellos (Redacción de Europapress, 2009). El último escenario que se incluye es un rudimentario centro de comunicaciones (mejor dicho, un cobertizo) en M’Gomos, en la carretera de camino a Gulu. Es el único espacio que no presenta ninguna referencia exacta con algún acontecimiento destacado o conocido del conflicto.

La protagonista de este newsgame es Christine Akello, miembro de la International Court Criminal (ICC). Se nos presenta como una figura con una sólida formación, pues es licenciada en Estudios sobre Democracia y Desarrollo, además de poseer un posgrado en Paz y Gestión de Conflictos. En su ficha descriptiva se incorpora un mensaje que tiene una gran relevancia: «Conseguir la paz y la justicia puede tener un elevado coste». Es muy interesante que se haya optado por un personaje principal femenino, no en vano las primeras negociaciones con el LRA fueron llevadas en 1994 por la ministra para la Pacificación del Norte de Uganda, Betty Bigombe. La tarea de Akello es compleja. Debe reunirse con el todopoderoso líder Joseph Kony de manera no oficial para intentar llegar a un entendimiento o solución al conflicto, teniendo presente su exigencia de garantías legales al ICC para no ser arrestado, junto a sus principales ayudantes, por las graves violaciones de los derechos humanos durante el conflicto armado en el norte de Uganda que se le imputan. Dicha orden fue emitida en julio de 2005 tras una larga investigación de la Fiscalía del nombrado organismo de La Haya. Se trataba de las primeras órdenes de detención que realiza la ICC desde su constitución en 1998 (Redacción de El Mundo, 2005). Esta misión se complementa con la necesidad de comprender cómo ha afectado el conflicto a los ciudadanos del país; si creen que la Justicia Internacional está obrando correctamente; si ven viable alcanzar la paz y subsanar todas las heridas abiertas. Para dar respuesta a todos estos interrogantes, las reglas del juego nos obligan (de ahí su elevado componente educativo) a dialogar con todas las partes implicadas, las cuales se distribuyen en los escenarios que hemos mencionado en líneas anteriores. La dificultad se presenta en el hecho de que cada opción de diálogo que pulsamos nos consume cinco minutos, lo que hace imposible poder recopilar una versión completa de todos los actores implicados. De esta manera, deberemos escoger muy bien quiénes son nuestros interlocutores.

En el juego aparecen un total de seis personajes, sin contar a la protagonista. Cuando llegamos a Gulu nos encontramos a Jan Verheyen, representante local de la ICC. Es curiosa la imagen que se nos ofrece, la de un típico burócrata, perfectamente uniformado de blanco, vestimenta poco idónea para desplazarse por las carreteras de tierra de Uganda. Creemos que esta configuración es interesada, y quiere dar a entender que en muchas ocasiones desde Europa u otros lugares del que llamamos Primer Mundo, analizamos lo que ocurre en otras latitudes conflictivas sin implicarnos de manera real, «sin echarnos al barro». Verheyen nos informará de que Kony nunca llegará a un acuerdo de paz si la ICC no transige con algunas de sus demandas. Cada vez que finalizamos una entrevista, se registra un resumen de la misma y las características detalladas de nuestro interlocutor en una pestaña del menú llamada LOG, lo que será de gran ayuda en el reto final.

A partir de ese momento podremos determinar qué camino seguir, ya que se nos presenta la posibilidad de desplazarnos al cobertizo de comunicaciones de M’Gomos, al cuartel del UPDF y al campo de desplazados y refugiados de Te-Tugu. Entre trayecto y trayecto se intentará lograr una mayor inmersión del jugador/a mediante el uso de sonidos reales de animales (pájaros, insectos...). En Te-Tugu hablaremos con Monica Atto, una anciana que lleva muchos años padeciendo las consecuencias de la guerra. Nos explica que Joseph Kony no cesará de luchar y asesinar hasta que reciba garantías reales de la ICC que eviten su arresto. Se menciona el ataque en junio de 2008 al puesto avanzado de Nabanga por parte de sus tropas, lo que significó el punto final del proceso de paz de Juba, que había supuesto un cese temporal de las hostilidades desde 2006 (Wacha, 2008b). La refugiada no quiere venganza por lo ocurrido, sino simplemente paz para evitar la destrucción de más pueblos y que más niños se vean implicados en esta tragedia. Un perdón que tiene mayor valor sabiendo que toda su familia fue tiroteada cuando intentaba huir tras ser su vivienda incendiada por los rebeldes. Para lograrlo apela al Mato Oput, un sistema de justicia tradicional no punitiva, que no busca la condena sino la reconciliación y el perdón. Para ello las partes implicadas, beben una porción amarga hecha de las raíces del árbol oput, mezclada con la sangre del animal que sacrifican. La ingesta de este líquido simboliza las penurias pasadas y su propósito de no repetir dicha amargura. El pago de una indemnización sigue a la ceremonia. La víctima o su familia son compensados por el daño sufrido, en forma de vacas o dinero en efectivo.Como desvelaron diferentes estudios (Afako, 2002), era la opción preferida por la comunidad acholi para poner fin a la guerra, que no acababan de ver con buenos ojos la injerencia de la ICC en un asunto que consideraban interno. Atello también realizaba una dura descripción de las condiciones de vida en este tipo de campos. No disponían de comida, agua, baños, colegios. Los hombres consumían drogas y se pasaban el día jugando a las cartas, mientras que las mujeres se tenían que prostituir para conseguir comida. Les quedaba el consuelo de disponer de la ayuda de las ONG. En su relato también aparecen constantes referencias a las creencias tradicionales acholis, relacionadas con los espíritus de las familias. No olvidemos el componente religioso del propio LRA.

En un momento de la conversación, la protagonista recibe un mensaje de móvil de Elaine Wang, una antigua compañera que trabaja en la ONG Feel the Children, ubicada en los distritos de Gulu y Amuru, también en el norte de Uganda, y que basan sus actividades en cuatro pilares: alimentación y nutrición, salud y agua, educación y medios de vida. Nos anima a localizar en el propio Te-Tugu a Dalson Oyo, un superviviente de las torturas de los hombres del LRA. Su testimonio es desgarrador y ejemplifica todos los horrores padecidos por los civiles en el conflicto:

Lo he dicho tantas veces. Los rebeldes vinieron en medio de la noche y patearon mi puerta. Me dijeron que me estaban buscando, porque un hombre de mi pueblo les dijo que había ayudado a los soldados del Gobierno. Era mentira. Les dije que el hombre odiaba a mi familia y quería hacernos daño. Pero los rebeldes no escucharon.

Después de pedir un cuchillo y un hacha, el comandante me ordenó que levantara la cara. Lloré mientras me cortaba la mayor parte de la nariz. Me cortó el labio superior y me cortó las dos orejas. Luego tomó el hacha y me cortó las dos manos a la altura de la muñeca.

Esta violencia también fue ejercida por las propias fuerzas armadas gubernamentales, tal y como han denunciado diferentes organismos internacionales. La simple sospecha de pertenecer a los rebeldes llevó a muchas personas a las «casas de seguridad» del UPDF, centros de detención secreta en los que eran sometidos a todo tipo de castigos (Escola de Cultura de Pau, 2008). No sorprende ante este marco de crímenes que Dalson Oyo vea imposible lograr una solución a través del Mato Oput. Su propuesta es la eliminación física del temible líder del LRA, Kony. Es la misma línea argumental que defenderá el comandante local del Ejército ugandés en Gulu, Charles Okonya, cuando dialoguemos con él. Pese a ello, nos anima a realizar un último intento de aproximación a él, pero siempre con cuidado pues es «como un animal rabioso, loco, impredecible».

Aunque en cualquier momento podemos acceder a la entrevista final con Kony, siguiendo el orden lógico nuestro siguiente objetivo es recabar información en el Centro de Recepción de Niños de Gulu. Allí nos recibirá su responsable, Obita John, que nos explicará las tareas que llevan a cabo y los constantes ataques que sufren a manos de las milicias rebeldes, que no consienten la deserción de los niños que formaban parte de sus tropas. El diseño gráfico de este espacio es muy rico en detalles, como se puede apreciar en los dibujos reales que decoran las paredes de este lugar. Esta práctica es una herramienta muy común entre los psicólogos, pues el dibujo en sí tiene un fin terapéutico, ya que les permite exteriorizar todas sus experiencias dramáticas de una manera libre y sin presiones. Sacar a la luz todos sus miedos interiores.

Tendremos la oportunidad de hablar con un menor que había formado parte del LRA, Moses Apires. Nos relata que fue secuestrado el día que cumplía 6 años, permaneciendo con los rebeldes hasta que tuvo 14. Cuando se lo llevaron le explicaron que «lo liberaban de Museveni» y que «Dios les había mandado buscarlo». Durante ese tiempo cometió todo tipo de barbaridades, como en el distrito de Pader (en el norte del país), donde fusilaron a mujeres y bebes, y mataron salvajemente a los hombres con piedras. Mientras dialogamos con él, en la zona de literas vemos al fondo a otro menor al que le falta un brazo. El dramatismo de la escena es de gran intensidad, tanto por la narración de estos acontecimientos como por la visualización física de sus consecuencias. Una vez que ya hemos podido recabar pruebas de las acciones del LRA ya estamos preparados para reunirnos con su líder.


Captura de pantalla de Child Soldier’s de las paredes del centro de menores de Gulu con dibujos reales.

En ese momento, aparecen varias cinemáticas que nos trasladarán a la selva y veremos varios de los soldados (dos de ellos niños) que protegen a Joseph Kony. El encuentro tiene lugar de noche, en un sitio aislado, acompañados por el ruido de la hoguera y el de innumerables insectos. En primer lugar, le concretaremos que este es un encuentro no oficial. Pese a ello, se mostrará ansioso por escuchar nuestros argumentos. A partir de ese instante se desencadena una conversación en la que deberemos estresar a nuestro interlocutor para que cuente realmente la verdad. Para lograrlo, y previamente a todas nuestras visitas a los diferentes enclaves del conflicto, usaremos siete categorías de argumentaciones intrínsecamente relacionadas con toda la narrativa del juego: acciones militares futuras; pruebas irrefutables de la ICC; negociación de un tratado de paz; pruebas de soldados del LRA que se han acogido a la amnistía gubernamental; pruebas de ataques del LRA a poblados y campos de desplazados; y algunos creen que en el fondo Kony quiere la paz. Una de las primeras cuestiones que provocará su enfado y exaltación será el posible proceso de paz. Lo rechaza tajantemente, que ya lo intentó en el pasado, argumenta, pero el presidente Museveni no quiere realmente la paz porque lo persigue con rabia y sin cesar. Si apelamos a nuestro as argumentativo de la paz, golpeará la mesa y amenazará con perseguir a todo aquel que difunda el bulo de que él quiere rendirse. Podemos cambiar de tema (aparecen simbolizadas en la parte inferior del menú, ver imagen 5) y centrarnos en los ataques que el LRA ha perpetrado en la región de Gulu. Responde que solo ha mandado tropas a esa zona para mostrar su poder al Gobierno. Se presenta como «un luchador de la libertad, el que traerá la Luz y la Palabra de Dios». Negará los asesinatos y mutilaciones que le imputa la ICC, explicando que todo es obra en realidad del UPDF para inculparlo ante la opinión internacional. No teme a las fuerzas armadas estatales, «soy como un zorro, siempre escapo. Dios y los espíritus sagrados me susurran al oído mis planes». Al emplear nuevamente una de nuestras argumentaciones, a partir de conversaciones como la que tuvimos con Dalson Oyo, reconocerá algunos de estos ataques puntuales, pero responderá con violencia apelando a la Biblia (Mateo 5: 27-30), tergiversando su mensaje, explicando que «si alguien te ofende con la mano, se la cortas; y si lo hace con el ojo, se lo arrancas». Se autonombra el restaurador de la Tierra Prometida de los acholi. Pese a todas nuestras réplicas y matizaciones, al final de la entrevista Kony sigue negándose a alcanzar la paz si la ICC no retira sus acusaciones. Muchas de las frases y argumentarios que aparecen se inspiran, si llevamos a cabo un ejercicio de comparación, con la entrevista que el periodista independiente británico Sam Farmar le realizó en junio de 2006 y que se puede visionar en Vimeo(Farmar, 2006).


Captura de pantalla de Child Soldier’s en la que se representa el encuentro final con Joseph Kony.

Podremos optar por tres finales diferentes: avisar por radio al Ejército de la ubicación del campamento del LRA (se producirá una matanza sin ningún tipo de resultado positivo, pues el conflicto seguirá abierto y Kony escapará); aceptar sus peticiones, negando el sufrimiento del pueblo ugandés; y, la más lógica, explicar que la ICC seguirá con su proceso. Si escogemos esta vía, nos despedirá con una clara advertencia: «La selva es muy peligrosa de noche». Varias cinemáticas nos ofrecerán a varios niños de la guerra armados hasta los dientes, con expresión triste, preparados para continuar con su trágico y obligado destino, la violencia indiscriminada, y, finalmente, la muerte. En el epílogo, Christine Akello, en forma de diario, mostrará su pesimismo por lograr una solución pacífica a este conflicto, más aún cuando el LRA reanudó sus ataques desde el Congo. Se llegará a plantear su propia labor: «¿Tendría que haber hecho las promesas que él quería? No lo sé».

A fecha de 2020, y como hemos explicado, la crisis en Uganda, pese a tener varios frentes y conatos de violencia puntuales, ya no es un conflicto armado en sentido estricto. El LRA apenas tiene presencia y miles de sus miembros se han acogido a un proceso de amnistía y reconciliación. Por el camino, un sinfín de personas de todas las edades han padecido todo tipo de sufrimientos. Aunque se le ha achacado en algún portal especializado (Stone, 2009) un argumento frágil, e incluso un poco absurdo, consideramos a Child Soldier’s una excelente herramienta educativa e informativa sobre las complejidades de la realidad en Uganda en las últimas décadas. Su excelente documentación, sus múltiples puntos de vista, con la intención de no forjar un relato unidireccional y la apelación constante a la negociación y la mediación como herramientas indispensables para la resolución de conflictos son dignos de admirar.

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3 Como explica Stewart (2009), estas desigualdades se producen entre grupos que comparten cierta identidad y se manifiestan en una o varias de las siguientes dimensiones: participación política, activos (tierra, capital, crédito, recursos naturales), oportunidades laborales e ingresos y acceso a los servicios sociales (educación, sanidad, agua potable, vivienda). La identidad con base en la cual se diferencian los grupos puede estar definida por vínculos de clase, lazos religiosos o étnicos, afiliaciones raciales u otras características relevantes que mantienen unidos a conjuntos significativos de personas.

4 Es una de las etnias africanas que pueblan el centro del continente. Se distribuyen entre Uganda (un 4 % de la población) y Sudán del Sur. Es una etnia nilótica. Durante el Gobierno de Idi Amin Dadá (Uganda, 1971-1979) fueron perseguidos y masacrados. Históricamente han mantenido fuertes tensiones con las regiones del sur del país.

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