Читать книгу La puerta secreta - Belén A.L. Yoldi - Страница 8

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PRóLOGOLA GUARDIANA DE LALLAVE DE LA PUERTA SECRETA

Anoche volví a asomarme al abismo insondable. La negrura más profunda se extendía ante mí, su energía primigenia me succionaba, me atraía hacia el vacío infinito mientras una bóveda de estrellas silentes brillaban misteriosas sobre mi cabeza. Y sentí un estremecimiento helado en los huesos.

Yo creí que tendría más tiempo…

En mi visión, unas largas cortinas de pintura plástica caían en oleadas desde el cielo y empezaban a tapar el mundo, mi mundo. Me encerraban y me empujaban hacia la negrura mientras a mi alrededor iban desapareciendo lugares familiares, las personas que amaba. Hasta el sol se borraba devorado por el agujero negro.

Cuando se apagaron todas las luces me vi de nuevo ante al abismo, con el mentagión brillando en mi pecho, en ese inmenso lugar vacío y carente de vida. Sola.

Me he despertado de golpe. Y me he encontrado en mi cama en plena noche, bañada en un sudor frío. Mi Ángel, mi amor, dormía plácidamente a mi lado. He alargado la mano hasta su brazo para cerciorarme y me he acurrucado en el calor de su cuerpo fuerte, tan familiar. Ha sido su respiración acompasada y el latido firme de su corazón en mi oído los que me han calmado.

«Estoy en casa», he pensado con alivio, pero ya no he vuelto a dormirme.

Sé lo que significan estos sueños.

Es un aviso, la señal de que está cerca la hora de partir.

Porque este año, tal y como reza una antigua leyenda que solo algunos elegidos en la Tierra conocen:

«Cuando la ardiente estrella Sirio cabalgue en el cielo nocturno junto al cazador Orión, llegará la canícula y, si un cometa naranja cruza entonces el firmamento, sabrás que la esfera del Nunrat ha comenzado a girar en el vértice del universo y que se ha abierto la Puerta a las Estrellas». Otra vez.

El portal estelar vuelve a abrirse, sí. Y para una «Nunrat Gitzé» como yo, Guardiana de la Llave que sella la Puerta Secreta entre los mundos, llega la hora del gran viaje… Un viaje en el que todo es posible, también morir.

Es la hora de partir a las estrellas y ahora debo darme prisa en prepararme.

He vivido dos veces una vida. Me siento cansada y estoy enferma… No sé si podré reunir las fuerzas suficientes para volver a cerrar esa puerta, antes de que se desate el caos. Pero el mentagión aún responde ante mí, yo soy su guardiana y debo intentarlo. Sea como sea, no puedo fallar.

Ruego también para que pueda encontrar a alguien digno y valiente al que confiar el mentagión y transmitir este legado. Gamal me ha enviado a su hijo menor desde Egipto, dice que está preparado para asumir la carga; procede de una larga estirpe de Guardianes que se remonta ininterrumpidamente hasta la época de los faraones y desea con vehemencia emular a sus antepasados y convertirse en un centinela del Nunrat, siguiendo el ejemplo de su padre y su hermano mayor. A priori parece un buen candidato. Pero hay algo en él, en su mirada huidiza, que me hace dudar de que sea un Elegido.

Por si acaso, dejo escrito un diario para mi sucesor o sucesora con la esperanza de que sabrá qué hacer cuando lo lea, si yo falto…

A ti te hablo. Cuando la esfera comience a girar y las puertas del universo se abran de nuevo, todos y todas las Guardianas de la Puerta estelar deberán entrar en el orbe del Nunrat con el mentagión, y allí sobre los puentes, al borde mismo del abismo, deberán repetir el conjuro que sirve para cerrar esas puertas. Generaciones y generaciones de guardianes que nos preceden lo han logrado; sus nombres están escritos con luz. Si ahora eres tú la persona elegida, has de saber que el futuro de nuestro mundo estará en tus manos.

La puerta secreta

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