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CAPÍTULO 2

La Tirana 1905-1915

1905

De la pampa

Esa fiesta es de costumbre antigua en esta provincia y acuden allí, muchas comparsas de jente del pueblo, peruanos y bolivianos en su mayor parte, a verificar danzas al compás de pitos y tambores, produciendo al conjunto un ruido ensordecedor y monótono. En la iglesia se celebarn misas y otros oficios religiosos, y en las calles una abigarrada muchedumbre bebe, baila y come en puestos o ventas que se situán al aire libre. Los cohetes se queman por cientos de cajones y en las noches de la festividad son reemplazados por juegos pirotécnicos de luces multicolores.

La Patria

13 de Julio de 1905

1906

De la pampa

Fiesta de La Tirana.– como en años anteriores, ahora mucho entusiasmo en los devotos de la Virgen del Carmen, para asistir a la Fiesta que todos los años se celebra en el Santuario de La Tirana.

Ya ha comenzado la emigración de todos ellos en gran cantidad, tanto de las oficinas del cantón como de los pueblos de esta zona. De este irá además, como otras veces la comparsa denominada morenos y de lacas, y otra de llameros.

La Patria

13 de Julio de 1906

1907

Fiesta del Carmen – Aniversario boliviano

La imagen de la virgen del Carmen sigue siendo objeto de veneración popular y allí concurren todos los años de dos a tres mil personas, entre devotos y devotos-

Acuden comparsas de danzantes indios que visten los trajes más extravagantes y ejecutan bailes o danzas en los que se notan muchos resabios de paganismo, costumbre heredada en la que se han mezclado las prácticas religiosas del catolicismo con el antiguo ritual de los Incas.

Descuellan entre las numerosas comparsas, los morenos cuyos bailes tienen numerosas figuras y son un tanto pintorescos.

Las cuadrillas compuestas de doce a quince individuos son dirigidos por un caporal jefe de los danzantes y á la vez es quien hace el gasto, en cumplimiento de algún voto religioso.

En la provincia de Tarapacá existe un santuario dedicado a la veneración de Nuestra Señora del Carmen, en la hoy abandonada aldea de La Tirana, antiguo centro industrial de los españoles... que explotaban las minas de plata de Huantajaya, que hasta hace poco producía grandes riquezas... Andando con los años y con la moderna civilización, el caserío decayó hasta ser lo que es hoy, una aglomeración de casas abandonadas, en medio de las cuales como un gran lindero la iglesia, reedificada después del terremoto de 1868 en que destruida.

El caporal dirige el baile, ordenando todos los cambios de figuras con una chicharra y alrededor de los danzantes es de rigor que se hagan cabriolas y de saltos y carreras vertiginosas un individuo que lleva el grotesco traje de diablo con su correspondiente máscara.

La música netamente criolla es monótona y nunca consta de más de doce compases que se repiten con inusitada controversia hasta terminar el baile.

La orquesta la forman dos o tres quenas, un bombo, una caja y un triángulo. A veces un acordeonista contribuye con su disonante música a aumentar los esfuerzos de tan abigarrado conjunto.

Otras cuadrillas o comparsa la forman los lacas que ejecutan su música a la par que bailan valiéndose de pífanos de caña; los chinos y muchos otros cuyos nombres no recordamos.

La parte más importante de la fiesta es la procesión, el día 16, durante la cual se hacen salvas y queman centenares de pesos en cohetes.

La fiesta empieza en la noche del día 14 con la quema de fuegos de artificios y bailes en general y como todas las celebraciones religiosas de provincia duran ocho días.

Las riñas de gallos, las maracas,4 topeaduras a caballo y otras diversiones populares abundan y también como es costumbre, La Tirana es acogida por pillo y [ilegible] para hacer su agosto, por lo que no deja de faltar hacer a la policía.

El Tarapacá

15 de julio de 1907

De la pampa

Negreiros

Dice las Noticias de ayer:

A La Tirana.– Ayer hubo un tren expreso desde Zapiga a Pozo Almonte.

El convoi que se componía de cuatro coches i dos bodegas, se llenó completamente de gente que de todas las oficinas del cantón, acudieron en gran cantidad.

También se embarcó en el mismo expreso otra comparsa de calaguayas con destino a Pozo Almonte i de allí a La Tirana, termino de su peregrinación.

Todos los viajeros llevaban las caras como unas Pascuas. ya veremos al regreso como las traen.

El Tarapacá

17 de julio 1907, página 3

Descripción

Carta de Repórter – Tres días en La Tirana – Detalles de la fiesta – La Virjen con los pies horadados – Fanatismo y religión – Los bailes – La concurrencia – Otros detalles.

Una tarde apacible fue la que recibió el lunes último en Pozo Almonte a las personas que ya por devoción o novedad, legaban hasta allí para dirigirse a La Tirana.

Frente al edificio de la Estación divisábase una columna interminable, las comparsas indígenas que iban a conmemorar con sus originales bailes el día de la Virgen del Carmen. Los ecos disonantes del bombo y del triángulo se perdían en el espacio y una gran nube obscurecía la inmensa Pampa del Tamarugal. De cuando en cuando se podían distinguir como remedo de banderas nacionales los vestidos multicolores de la boliviana nativa; con sus aretes de oro macizo y el sombrero de pita en forma de perinola.

Despejada que fue la atmósfera las comitivas iquiqueñas y de algunos centros salitreros emprendieron camino de La Tirana, la mayoría en cabalgaduras y el resto a coche.

Pozo Grande5

A las dos horas de camino, más o menos, se pudo ver una espaciosa casa que constituye, cabe decir, un adorno en esa vasta región. Está levantada en medio de la soledad, no teniendo por vecindario más que los frondosos tamarugos que le forman el más hermoso paisaje. Su construcción es de material y su gusto arquitectónico no deja que desear.

Ese edificio, es habitado por el respetable caballero, señor Demofilo Herrera y familia, y se le conoce con el nombre de Pozo Grande.

Casi todas las caravanas que pasaban de tránsito a La Tirana, hicieron un breve descanso en Pozo Grande donde eran exquisitamente atendidas por el señor Herrera.

En La Tirana

Cuando ya el astro rey amenazaba con esconderse en el ocaso, las comitivas avistaron algo así como una pequeña ciudad que estaba de fiesta y en la cual sólo se veían habitantes con trajes de fantasía. Era pues, que llegábamos a La Tirana.

Los devotos habían dado principio a sus bailes y las campanas de la iglesia se echaban a vuelo con repiques que hasta ese día no conocíamos.

La Tirana tendrá unas trescientas casas y su mayoría está ubicada alrededor de la Iglesia, formándose frente a ésta, una plaza más o menos igual a la Plaza Montt de este puerto.

Allí, es esa Plaza, divididas por secciones, encontrábanse las doce comparsas que acuden a la fiesta.

La última comparsa que llegó fue la perteneciente al cantón de San Antonio que vino a pie desde ese pueblo, dirigiendo la cabeza el cura del Alto San Antonio, presbítero señor David Basaure.

Los bailes

He aquí el nombre de los bailes, el de los caporales y del sitio de donde procedían las comparsas:

Baile Chinos del Carmen de Andacollo. - Paposo. Caporal y abanderado José del Carmen Vega.

Baile Morenos. - Oficina Progreso - Caporal Ramón Leal.

Baile Coyahuayo compuesto por cuatro tropas. - Oficina Buen Retiro. - Caporal Eudoxio Ocaña.

Baile Morenos. - Oficina Santa Catalina. - Caporal Pascual Cosque.

Baile Coyahauyo. - Oficina Carmen Bajo. - Caporal Manuel Cruz Salvatierra.

Baile Faba. - Parroquia de San Antonio. - Caporal Mateo Escalerce.

Baile Gameros. - Oficina Ángela. - Caporal Manuel Barrientos.

Baile Gamboa. - Oficina Josefina. - Caporal Elías Sánchez.

Baile Cayahuaya. - Campamento Libertad. - Caporal Domingo Salvatierra.

Baile Cayahuaya. - Oficina Camiña. - Caporal Manuel Ayala.

Baile Morenos. - Oficina Camiña. - Caporal Telésforo Tranca.

A las siete de la noche del día 15 todos los caporales penetraron al templo para ponerse, según ellos, a disposición de la Virgen.

Concluido este acatamiento los caporales, huasca en mano, ordenaron la prosecución de los bailes que duraron hasta las nueve de la noche, hora que se dio principio a las vísperas, oficiando una misa solemne el Vicario Apostólico, señor Martín Rûcker con asistencia del cura de Pica señor Frederick, del cura de San Antonio señor Basaure y del Secretario del Vicariato señor Foster.

Concluida la misa de vísperas, las comparsas se dirigieron a la Plaza donde bailaron durante toda la noche, sin descanso alguno, continuando el día martes hasta por la noche.

El mismo día lunes y después de terminados los oficios se quemaron fuegos artificiales, amenizándose este acto con varios miles de paquetes de cohetes.

A las dos de la mañana del día martes se abrió el templo y pudimos ver que los devotos, arrastrándose de hinojos, llegaban hasta el altar mayor llevando cirios.

Nota espeluznante

Cuando el sol alumbraba con sus vivificantes rayos se pudo distinguir en un lado de la Pampa la silueta de un ser humano que de rodillas, se arrastraba por el suelo.

Esto despertó el interés en todos y, dominados por la curiosidad, nos dirigimos hasta el sitio donde se divisaba el bulto.

Era una boliviana que venía quizás de dónde, hincada pagando una manda a la Virgen. Los vestidos habiéndosele gastados en la rodillas y con facilidad se distinguía la sangre que de éstas emanaba.

Ante esta prueba de tan avanzado fanatismo, hijo de la ignorancia más remota y censurable bajo todos los conceptos, algunas de las personas presentes, obligaron a la pobre boliviana a desistir del acto de crueldad que cometía con su propio cuerpo y a que diera por terminada su penitencia. Con lágrimas en sus ojos ella consintió, no sin proferir antes varias palabras que nadie pudo comprender.

Descenso de la Virjen

A las diez y media de la mañana se efectuó el descenso de la Virjen para ser colocada en la anda que debía sacarse en la procesión.

Esta ceremonia fue presenciada por todas las comparsas efectuando el baile de honor los indios de Paposo.

Los pies de esta imagen, que tendrá un metro de estatura, tienen un círculo del porte de una chaucha formado, tal vez, por los besos de los fieles que nunca se cansan de besarlos. Texto inteligible.

La procesión

En medio de inmenso bullicio, a las cuatro de la tarde salía del templo la procesión seguida por no menos de cinco mil almas.

Desde los balcones de la iglesia se dominaba perfectamente el espectáculo que tenía de todo un poco: religioso, fanático y estrambótico.

Esta vez la quema de cohetes batió el record y creemos que jamás se podrá olvidar entre las personas que presenciaron la procesión, este acto para muchos desconocido y en el cual se ponen en juego las costumbres que reinaban en tiempos del coloniaje.

Muchos creen que si prohibieran estas costumbres sería matar la fe y devoción en esa gente que no pierde ningún detalle de sus antepasados.

Los chinos de la Virjen

En medio de esta procesión se destacaban gallardamente los simpáticos pliegues de dos grandes banderas chilenas que eran llevadas por los indios de Andacollo que son todos chilenos y a los cuales se les llama los chinos de la Virjen.

A estos les corresponde la presidencia en la festividad y bajo su dirección se efectuaron todos los desfiles.

El baile y vestuario de estos chinos, son los más orijinales.

Los chunchos, también usan un traje de fantasía que armoniza, se puede decir, con su baile pues desde el cuello nace un crecido bonete de plumas con los cuales durante la danza se saludan entre ambos.

Ofrendas

Diferentes ofrendas recibió la Virjen

Los indios que poseen algún sembrío de melones, guayabas o cualquier otra fruta, llévanle a la santa un ejemplar del fruto, pidiéndole además, gratifiquen la ofrenda con la feliz producción del melonar o del guayabar.

Todas las frutas fueron colocadas por ellos mismos alrededor de la Virjen y con ellas salió en procesión.

Durante el trayecto, varios indios con sombrero en mano iban junto a la imagen esperando que se cayera alguna fruta, fruta que para ellos es sagrada y como tal la guardan como reliquia, empleándolas durante el año como eficaz remedio para cualquier enfermedad.

Las bolivianas dan como ofrenda cantidades inmensas de velas, todas las cuales encienden a un mismo tiempo, lo que hace imposible la estadía dentro del templo, pues aquello se pone como un horno, a pesar del frío que predomina.

La procesión duró dos horas y entonces la afluencia de jente a la iglesia fue enorme.

Un coro de señoritas dirijido por el presbítero señor Basaure, cantó a la imagen una Salve.

Enseguida se elevaron varios globos y continuó la danza general.

A las cinco de la tarde se suministraron los sacramentos de bautizo, confirmación y otros, a buen número de niños y adultos.

Asistentes

A esta fiesta religiosa que ha tenido, se dice, mayor animación que años anteriores, han asistido:

Señores. - Tapia Cooper. Polastri, Landsborugh, Pérez, Mac-Knin, Morales Bermúdez, Riveros.

Señoritas. - Ardí, Drew, Müller, Loayza, Julia Digoy, Atencio, Perina, Rescusich, Violeta Cáceres, Lilia, María Inés y María del Pilar Morales Bermúdez, Cooper.

Señores. - Del Río, Landsborugh, Gacitúa, doctor Juan Márquez, Juan R. Poblete, León B, Nortckote, Benito Casas, Manuel Rivero, Jermán Rivero, Oloff Tapia, Luis Lema, Carlos, Francisco Marquezado, Roberto Ovalle, Julio Quintana, Belisario Mauleon, Rivera, Rescusich, Barona, Barral, un representante de este diario y numerosas personas conocidas que cuyos nombres se nos escapa.

Terminación de bailes

El miércoles terminaron los bailes y las comparsas después de cumplir con la devoción, se entregaron al descanso, harto merecido por cierto. Las ventas de chocolate, cazuela de ave, y otras, en ese también cerraron sus tiendas y La Tirana empezó a revestirse de esa soledad que la vista durante todo el año.

Sólo cuatro son las familias que allí viven y entre ellas se turnan para la conservación de la iglesia.

La octava

Algunas comparsas se quedaron para celebrar la octava que consiste en hacer un paseo por el bosque a los ocho días después del 16. En ese día se efectúan entre los indios la fiesta que llaman el casamiento, bendiciéndose los matrimonios con agua de los pozos.

Estos casamientos duran lo que dura un suspiro, pues al regresar, los lazos indisolubles quedan rotos por la sécula.

Orijen del nombre

También averiguamos el orijen del nombre de La Tirana.

En esa misma época en que era centro minero, los arreos de Bolivia a la Argentina se importaban por esa aldea.

Los arrieros, naturalmente, ahí se proveían de víveres y satisfacían los apetitos del estómago.

Una guapa hembra de armas tomar y bien gallarda, –dicen los residentes, –se encargaba de atender a esos viajeros vendiéndoles los víveres a precio de oro y sacándoles los ojos por una migaja de pan. No habiendo quien más esplotara este negocio ella les tira la curda y los pobres viajeros tenían que soportar.

Desde entonces corrió el nombre de La Tirana, hasta que la mujer pasó a mejor vida, heredando ese nombre el pueblo donde ella residiera.

Romería

Ya concluidas las festividades, todos los tiranos viajeros han dispuesto a regresar el próximo año.

Durante los días miércoles y jueves el trayecto desde La Tirana a Pozo Almonte ha sido una verdadera romería.

Las bolivianas con la cama a la espalda y su prole también, han hecho esta travesía en menos tiempo que las carreteras lo que pone de manifiesto una vez más la resistencia del boliviano para las caminatas.

En orden

Plácenos dejar constancia que hemos sido testigo ocular del magnífico orden que reinó durante toda la fiesta.

Al contrario de años anteriores, no hubo que lamentar, un solo robo, ni ninguna pendencia. Todo se efectuó en la más completa armonía.

Esto se debe a que se prohibieron estrictamente las maracas y todo juego de azar.

Por otra parte, el jefe de la guarnición sub-inspector señor Carlos Vidaure distribuyó convenientemente la tropa y el mismo se amaneció haciendo guardias.

Debe, pues, prohibirse para siempre el juego de maracas en esa fiesta porque bien sabido es que de ahí vienen muchos males.

Final

Hasta aquí los detalles que hemos podido recoger en las fiestas de La Tirana para darlos a conocer a nuestros lectores de manera que, el que no conoce esas rejiones, se dé cuenta cabal de esas festividades con que los indios celebran a la Virjen del Carmen, Patrona del Ejército Chileno.

La Patria

18 de Julio de 1907

1908

Los promeseros

Desde días atrás se habla sobre la famosa i antigua fiesta de La Tirana donde los fieles creyentes acuden, desde luengas tierras a hacer mandas i promesas dejando puñados de monedas (para los curas), valiosas joyas i nuevos atavíos para la Virjen pretexto de la romería i recuerdos de bien o mal preparadas jaranas i borracheras que a vista i paciencia de todo un gentío se verifican en el lugareño para mejor celebrar la fiesta i esperar los resultados de las mandas o milagros que se han de producir.

Los que desean fortuna van ahí para gastar lo que en los bolsillos llevan, con la esperanza de lo que debido al milagro han de aumentar sus morlacos; los que se sienten enfermos van también ella para pedir a la Virjen la salud que tanta falta les hace; las que desean casarse acuden a la fiesta confiesas en de que a su regreso encontrarán marido, i así por el estilo, cada cual a su manera espera conseguir lo que ansia sacrificándose en el viaje, ya pasando hambre por falta de provisiones durmiendo mal por falta de colchones o dando que subir a sus cuerpos a causa de las malas cabalgaduras que para el viaje usan; pero eso si bebiendo a mas i mejor, pues, el licor no falta i contribuye como el mejor elemento a la alegría de la fiesta clásica de la provincia, patrocinada por el clero i aceptada con júbilo i fe por los promeseros (así se titulan los de la romería al gran santuario de La Tirana).

La vista es sabido, consiste en una romería al santuario con acompañamiento de danzas i musical desafinadas, libaciones a la salud de la santa, trasnochadas a campo raso en poco edificante promiscuidad i todo cuanto en la práctica, haciendo perder la razón i la cultura, produce dinero i llena las bolsas inagotables de deseos de plata, i mas plata.

A esta fiesta anual i recaudadora de muchas economías que año a año hacen las gentes del interior de la pampa es a la que últimamente se ha invitado por medio de curiosos avisos en los diarios de la ciudad dando el programa de ella i marcando la trayectoria de la numerosa procesión compuesta de fieles i de comparsas i morenos (quienes serán estos morenos).

Los trenes han partido, pues en los últimos días llenos de jentes de todas las categorías sociales i de todas las colonias, ingleses, alemanes, chilenos, peruanos, etc., que transformados en promeseros van allí para hacer mandas i rendir homenaje a la Virjen o ya por simple curiosidad para presenciar esta fiesta, antigua llave de oro para abrir los bolsillos i llenar las arcas siempre incansables de aplicar monedas, de la santa iglesia católica.

Todo es negocio en este mundo… hasta la fe relijiosa.

Fray K. Brito

El Tarapacá

16 de julio 1908, página 2

Notas del día

En La Tirana.- La fiesta del Carmen.- Aniversario boliviano

El Mundo católico consagra el día de hoi a la Virjen del Carmen, que en Chile es la patrona jurada del Ejercito.

En la provincia de Tarapacá, desde una fecha antigua, pero que no se recuerda con precisión, se ha acostumbrado verificar en el día de hoy una fiesta orijinalísima, que atrae considerable numero de feligreses de diferentes nacionalidades. Se efectúa en el pueblo de La Tirana, cuya fundación se remonta a la época de la Colonia.

Según datos que se han publicado en la prensa local, los españoles que explotaron los riquísimos minerales de Huantajaya en sus primeros tiempos tropezaron con la gran dificultad de la falta de agua en esa zona i se internaron un tanto para buscarla, hallando en La Tirana, donde crearon un pueblo e instalaron un establecimiento para el beneficio de los metales.

Esa población adquirió en poco tiempo una relativa importancia entre las demás diseminadas en la extensión de la provincia; el número de sus habitantes fue bastante considerable i contó con una regular cantidad de edificios incluso una iglesia de gran capacidad, que se consagró a la Virjen del Carmen; i en cuyo homenaje se acostumbró celebrar fiestas religiosas i populares todos los años, en tal fecha como la de hoi.

Como esta celebración subsiste aun no diremos que acudía, sino que acude a ella aunque ya en menor número de gente de todos los pueblos vecinos i hasta de los puntos más importantes de la costa, que van, según se dice, a cumplir mandas.

Lo orijinal del acto, que principia el 15 para terminar el 18 con una procesión consiste en las comparsas de morenos, lacas i chinos, compuestas por indígenas disfrazados con trajes grotescos que forman parte imprescindible de la celebración. Estos individuos son los que transportan de un lugar a otro a la Virjen i bailan ante ella al son de flautas de caña, pitos, tambores i otros instrumentos.

Después de los actos religiosos, i en los intervalos el pueblo concurrente se entrega a toda clase de diversiones, abundando los tragos, los bailes de tierra, las salvas de cohetes, etc.

No faltan tampoco las consabidas maracas, donde más de un prójimo queda completamente desplumado.

Es todo eso lo que constituye la tan nombrada fiesta de La Tirana.

El Tarapacá

16 de julio 1908, página 3

La fiesta de La Tirana


Desde hacía algunos días, era tema obligado de conversación la peregrinación a La Tirana, con motivo de celebrarse allí, la fiesta de nuestra Señora del Carmen, patrona de las armas de Chile. Es verdad que en un principio no nos llamaron mucho la atención los detalles de aquella tradicional romería i mucho menos la manera de trasladarse al pueblo referido. Pero, se aproximaba la fecha i empezó a notarse un marcado entusiasmo en Iquique por concurrir a dicha fiesta.

Vino el día 15, i como el entusiasmo i la curiosidad son contajiosos, puede decirse que nos encontramos a última hora, entre el número de los excursionistas, listos para iniciar la anunciada peregrinación, i resueltos a soportar con resignación las peripecias del viaje.

Serían las diez i media de la mañana; el andén de la amplia estación del ferrocarril a la pampa, presentaba el mas alegre i animado aspecto con una concurrencia abigarrada repartida en pequeños grupos en que se charlaba alegremente, preparándose la mayor parte para la partida.

Con alguna dificultad pedimos llegar a nuestro carro donde procuramos rápidamente instalarnos lo mas cómodamente posible i presenciar desde allí, muchas cariñosas i tiernas despedidas.

Sonó el pito de la locomotora, i el convoi compuesto de 16 carros atestados de pasajeros, se puso en movimiento, deslizándose pesadamente sobre su doble cinta de acero. Me asomá por la ventanilla i pude ver que aun se agitaba un pañuelo nerviosamente… ¡Pobrecita!

Empezamos por tomar nota de nuestros compañeros de viaje: al frente mío había tomado colocación dos distinguidas ladies cuya agradable charla en inglés– que no entendía– era muy entretenida; a su lado dos espirituales i simpáticas iquiqueñas conversaban alegremente; más allá una señora gorda hablaba con gravedad con un caballero de aspecto yanke; tambien iba una bella polilla que parecía triste i pensativa…

La travesía fue sumamente grata i se hizo sin novedad hasta llegar a Pozo Almonte, donde tuvimos al descender el grato placer de encontrar a nuestro amigo don Abelardo Robledo, con quien departimos un rato. Nos despedimos luego, para ocupar el asiento que nos correspondía en la carretera que debía conducirnos a La Tirana.

Después de tres horas de pesada marcha a consecuencia de la inmensa polvareda que levantaban otros carros semejantes que nos seguían por el camino llegamos a un páramo.

Después de una comida regularmente servida, salimos presurosos, con el sano propósito de conseguir buen asiento en la iglesia i observar la función de las vísperas.

Al entrar al templo nos produjo buena impresión el gusto que había predominado para su arreglo. La iglesia es bastante espaciosa, de estilo moderno i puede contener centenares de fieles. Penetramos con verdadera dificultad, a consecuencia de que la nave central se encontraba invadida por los morenos i las cochabambinas con sus vistosos trajes bordados de oro, plata i lentejuelas. Habíamos avanzado muy poco i ya principiamos a sentir la atmósfera pesada. resolvimos entonces trasladarnos al cerro previa la venia del señor cura.

Desde lo alto, podíamos contemplar con mayor comodidad la apiñada multitud, en la que predominaban las comparsas que se podían calcular eran mas de doscientas.

Estas eran las que durante toda la tarde habían estado ejecutando orijinales bailes.

Terminados los cánticos de rito los extraños personajes comenzaron de nuevo las mismas estrambóticas danzas, entonando himnos de alabanza en honor a la virjen.

A las nueve concluyeron las vísperas; pasamos al campanario y de ahí a la baranda donde tuvimos la agradable sorpresa de encontrar muchas personas conocidas de Iquique. Una vez colocados convenientemente no perdimos detalle del orijinal espectáculo que se presentaba a nuestra vista.

Veintiséis cuadrillas de ambos sexos ocupaban el centro de la plaza, haciendo un total mas o menos de trescientas comparsas. se prendieron grandes fogatas i alrededor de ellas estas comparsas bailaban con loco entusiasmo danzas macábricas.

Cada cuadrilla llevaba un individuo con traje de oso polar tirado de una cadena por otro individuo vestido de orangután. Llevaban también a manera de policía tres individuos vestidos de diablos con horribles máscaras i grandes melenas de diversos colores. Estos daban vueltas con sable desenvainado para resguardar el orden y despejar el sitio del trayecto.

Los que hacían de jefes tenían bandas tricolores y látigos. Los vestidos eran de felpa de vivos colores i bordados con oro, plata i piedras. Muchos de ellos llevaban encima una verdadera colección de monedas antiguas.

A las diez de la noche se dio comienzo a los fuegos artificiales, que resultaron de agrado de la heterogénea concurrencia i una vez terminados abandonamos el campanario con el ánimo de mezclarnos en la fiesta, confundiéndonos dentro de esa gran masa humana. Esta determinación nos fue mui útil i nos permitió tomar algunos apuntes para informar mejor a los lectores de El Tarapacá.

He aquí lo que a la lijera pudimos anotar:

La primera cuadrilla llamada “Los Chinos de Andacollo”, la mas numerosa, compuesta de individuos de distintas oficinas, era presidida por tres banderas chilenas terminando con un estandarte de la Virjen del Carmen, del que pendían dos cintas llevadas por dos señoritas.

La banda de músicos la imponían 25 flautistas i el baile consistía en saltos dados de un lado a otro, al compas de extrañas músicas. El padrino de este estandarte fue el señor Manuel Riveros, administrador de Buen Retiro, quien ofreció licores i refrescos.

En la casa del señor Riveros se alojaron varias familias de Iquique.

Vimos luego los cambás de la oficina Josefina, que vestían elegantes i vistoso trajes i unos sombreros en forma de mitras con enormes plumas i adornos de pequeños espejos. Seguían los mimillas, en su mayor parte bolivianos, con diferentes vestidos y ostentando en el pecho escarapelas con los colores de su bandera; los callaguallas todos con paraguas de distintos colores; también llamaban la atención los llameros; los pallaguallos del Carmen Bajo, también con paraguas i acompañados además de dos osos i tres diablos con una huasca tejida de lana con borlitas; gran numero de ellos tocaban unas pequeñas flautas que los indios del Perú llaman laquitas.

Estas comparsas tratan cultivo al Rey cristiano, que lucia elegantísimo traje i una corona de metal amarillo con estrellitas.

El desfile de toda esta exótica procesión fue un espectáculo extraño de gran interés i novedad.

A las dos de la mañana volvíamos a nuestro alojamiento fatigados i en busca del reposo. Vana esperanza, pues aunque logramos acostarnos era imposible dormir a consecuencia de la gritería infernal que en los alrededores promovían no solo las comparsas con su endiablada música, sino también los que animaban las cuecas o “bailes de tierra”, como le llaman en la provincia al baile nacional.

El baile se hacia al son de orgánicos i tambores, i si a esto se agrega los millares de cohetes i petardos quemados durante toda la noche, es fácil poder imaginarse como pasaríamos en nuestro lecho, que fue de verdadero martirio.

Llego por fin la aurora del nuevo día 16, que recibimos con verdadero júbilo, pues estábamos ansiosos de asistir a la fiesta que debía celebrarse en la Iglesia, i poner con esto término a nuestros pequeños contratiempos y sinsabores.

Solo pudimos llegar hasta el atrio. Era materialmente imposible avanzar un paso más. Entonces tomamos el partido de entrar por la puerta de la sacristía al altar mayor. Allí vimos al Vicario, señor Rucker, al cura de Huara señor Lorber i al de Pica señor Friederich, Lorber o Lober.

El R.P. Lober de la orden de los redentoristas pronunció un elocuente sermón como es de estilo en estas fiestas. Pocos momentos después se procedía al acto solemne de descender a la Virjen del Carmen, llevándose a cabo ante los numerosos devotos quienes con el mas profundo respeto oraban silenciosamente.

Luego vinieron nuevos cánticos i diversos bailes ejecutados delante de la Virjen, por las comparsas allí reunidas, trayéndonos el vivo recuerdo de épocas pasadas, lejanas de la actual cultura i civilización.

Concluida esta ceremonia indígena salió la procesión; recorriendo las principales calles del pueblo. Durante todo el camino se quemaron gran cantidad de cohetes i se sintieron de vez en cuando tiros de dinamita.

La señorita Elena Vallebona sacó varias instantáneas de la procesión así como de los diferentes bailes que se ejecutaban en la Plaza. También el señor Eduardo Muecke tomó importantes vistas para cinematógrafo.

Entre las personas que concurrieron, apuntamos en nuestra cartera las siguiente señoras: De Muecke, Muller, Evans, Devescovi, Coope, Blackader, Isaacson i Farqharson.

Señoritas: Elena Vallebona, Victoria Battle, Emma Valdes, Rosaura Arancibia, Elena Brandt, Fridy Muller, Celia Petterson, Rosa Fuentes, Manuela Loaysa, Maria Benavides, Rosita de la Vega, Virginia Dassori, Rosa Green, Barreda, Matis, Rescusich i Muchisimas otras cuyos nombres sentimos no recordar.

Algunas señoritas vendían cintas de colores con la siguiente inscripción: Virjen del Carmen de La Tirana.- Julio 16 de 1908.

Antes de salir la procesión, el Vicario señor Rucker dirigió la palabra al pueblo desde la puerta de su alojamiento repartiendo después estampas i menudencias.

Regresamos a Iquique a pesar de que todavía quedaban varias interesantes fiestas ofrecidas a sus relaciones por varios administradores de oficinas cercanas al pueblo de La Tirana.

Jorge Luis Otaisa

El Tarapacá

21 de julio 1908, página 2

1909

En La Tirana

Preparativos alcohólicos, ¿con qué permiso?

Hemos tenido conocimiento, perfectamente fidedigno, de que en La Tirana, es el sitio en que deben efectuarse las mascaradas religiosas que en ese punto se celebraba anualmente, se están instalando carpas y redadas para el expendio de bebidas alcohólicas, etc.

Como la autoridad municipal no ha concedido a nadie autorización para expender bebidas o cualquier artículo en ese sitio, como tampoco para establecer carpas o tampoco para establecer carpas o puestos en él, llamamos la atención de aquel hecho a la Prefectura de Policía, la cual, en nuestro entender, debe no permitir, bajo ningún concepto, el establecimiento de venteros, fondas o “chinganas” sin que los que pretendan hacerlo exhiban el permiso municipal que exige la ley.

Queda pues colocado ese asunto entregado a la acción policial.

El Chileno

17 de julio de 1909, página 2

De la Pampa

En las noticias de Negreiros, de ayer encontramos las siguientes novedades:

Los de La Tirana.- Día de Bullicio i de trajines fue el de ayer, con motivo del regreso de los últimos paseantes a La Tirana.

Desde que se anuncian la llegada del primer tren, que conducía a los devotos la gente corre en gran número a la estación esperanzada en divertirse un rato con las danzas de los bailarines.

Efectivamente apenas llegado el tren de las 3, los “morenos” de la Amelia organizaron algunas de sus danzas, que fueron presenciadas por casi todos los habitantes de Negreiros que rodeaban a los bailarines que, ufanos lucían sus vestidos, sus cintas multicolores i sus plumajes chillones, en medio de sus más celebres piruetas.

En seguida recorrieron el pueblo, yéndose a descansar hasta el año entrante en que se repetirá la escena.

El Tarapacá

21 de julio 1909, página 3

1910

La Tirana contra el juego

Es por demás sabido que en las fiestas de La Tirana celebradas anualmente se aprovecha la ocasión para entregarse en brazos del más descarado juego de azar y que después trae como resultado riñas, pendencias, etc.

En tal virtud y con toda oportunidad al Inspector Jeneral de Servicios Rurales don Francisco Añasco ha pasado el presidente de la junta local de Pozo Almonte la nota que damos en seguida y que esperamos sea debidamente atendida dados los altos fines morales que la inspiran.

Vuelvo a reiterarle mi recomendación anterior de no permitir, bajo cualquier pretexto, el funcionamiento de juegos de azar ó de envise, ya sean en forma de maracas, monísos, sabios, rifas con ruletas, etc, etc. porque como usted no lo ignora, esta tolerancia trae mal nombre personal, deseré liso para la junta local y mal nombre y bochorno para la I. municipalidad.

En esta materia, sea Ud. en las fiestas de La Tirana, intransigente. Para nadie complacencia. Si la policía tolera cosas indiscretas como los juegos de maracas y otros, que cargue ella con la responsabilidad, Ud. No autorice con su ausencia y mucho menos con su firma, nada que le traiga mal nombre a esta Junta.

En cuanto a los demás permisos, ojalá hubiera de su parte bastante complacencia, en forma que casi nadie tuviera que quejarse de haber pagado subidos derechos. De esta manera se da facilidad al pequeño comerciante; y, más que todo se le da una lección a los que piensan en el gran negocio de las fiestas de La Tirana.

Dios guarde a usted.

F.J. Añasco.

La Patria

15 de julio de 1910

Incendio en La Tirana

El conocido villorio de La Tirana está de desgracia, pues un incendio á destruido gran parte de su templo hermoso que guardaba los recuerdos palpables de otra época y en cuyos altares se adoraba con infinita reverencia á la patrona del lugar, la virjen del Carmen.

El voraz elemento ha destruido el prebisterio y el coro. Además, la virjen resultó con toda la cara quemada y el niño que ostentaba en sus brazos completamente carbonizado.

Los escasos habitantes de aquel lugar se encuentran sobresaltados por estos acontecimientos que se atribuye á un castigo de la Provincia por que no se celebraban ahora las fiestas de la virjen con toda la moral necesaria.

Los curas que habitan la Iglesia habían salido para Pozo Almonte cuando se produjo el incendio.

Se dice que ha sido un descuido del sacristán el motivo del incendio que fue originado por una luminaria.

La Patria

27 de Julio de 1910

1911

Tarapacá y los chilenos

Siguiendo la costumbre antigua, ya ha empezado el movimiento de pasajeros para La Tirana donde anualmente se celebra allí una fiesta el 16 de Julio en honor de la Virgen del Carmen.

Como también ha sido costumbre que en esas fiestas que duran varios días, se practique el juego de azar, seria conveniente que este año se impidiera el funcionamiento de maracas, orito debajo del agua, etc, etc.

Tenemos conocimiento, de personas que han ido a pasear a La Tirana y han vuelto de allá otros años hasta sin sombrero quedando todo en poder de los maraqueros.

La Patria

13 de Julio de 1911

Festejando a la virgen del Carmen

Ayer y hoy han subido numerosas personas al interior para asistir a las fiestas de la Virjen del Carmen que se hacen año tras año en La Tirana el 16 de Julio.

Tomando lenguas aquí y allá entre los habitantes más antiguos de esta provincia, hemos podido saber que La Tirana fue fundada por los españoles que esplotaban las minas de plata de Huantajaya que hasta hace poco producían grandes riquezas.

El agua, elemento indispensable para las necesidades de la vida, no existía en la árida serranía de Huantajaya, ni mucho menos en las playas desoladas del litoral. Fue necesario buscarlas más adentro, encontrándosele en gran cantidad en La Tirana. Allí establecerieon su cuartel general los españoles.

Como acontecía con los conquistadores, aún se observa en todas las ciudades de orijen español lo primero que se construyó fue la iglesia.

El templo se dedicó a la virjen del Carmen y allí rendían homenaje a la madre del Dios hombre, hidalgos, españoles y aventureros mercenarios. Allí también el melancólico indio, convertido a la fuerza al cristianismo, hacia sus absoluciones, más por temor que por amor al Dios que suplantara a su deidad primitiva, encarnada en la grandeza del Astro rey.

Andando los años y con la moderna civilización el caserío que hasta mediados del siglo pasado era un pueblo de importancia pues ahí se beneficiaba la plata extraida de Huantajaya, decayó hasta ser lo que es hoy, una aglomeración de casas abandonadas; en medio de las cuales se alza como un gran lindero la iglesia, reedificada después del terremoto de 1868 en que fue destruida.

La imagen de la Virjen del Carmen sigue siendo objeto de la veneración popular y allí acuden todos los años de dos a tres mil personas, entre devotos y curiosos.

Acuden comparsas de danzantes indios que visten los trajes más extravagantes y ejecutan bailes o danzas en las que se notan muchos resabios de paganismo, sin que ello sea una falsa, sino la costumbre heredada en la que se han mesclado las practicas relijiosas del Catolicismo con el antiguo ritual de los Incas.

Descuellan entre las numerosas comparsas los morenos cuyos bailes tienen muchas figuras y son un tanto pintoresco.

Las cuadrillas compuestas de doce a quince individuos son dirigidas por un caporal jefe de los danzantes y a la vez es quien hace el gesto en cumplimiento á algún voto relijioso.

La Patria

16 de Julio de 1911

En La Tirana

En medio de un estruendo ensordecedor, de pitos, bombos, cohetes, petardos, hicimos nuestra entrada en La Tirana: nuestras cabalgaduras se encabritaban y había que guiar con mucho tino para no atropellar la inmensa muchedumbre de hombres, mujeres y niños.

Este año como todos se celebraba con entusiasmo la fiesta de nuestra señora del Carmen, revistiendo mayor solemnidad con la venida del obispo monseñor Caro.

Hacía muchos años, cuando aun era muy niña, que presencie una fiesta semejante, asi es que contemplaba con atención los menores.

Mariana

La Patria

16 de julio de 1911

Las grandes fiestas de La Tirana

Nuestra información especial i completa

El 16 de julio se han celebrado en el pueblo de La Tirana, situado en el interior de la provincia de las grandes en honor de la Virgen del Carmen.

Esta fiesta tiene un sabor marcado a la época del coloniaje, es un resabio de otros tiempos cuyas costumbres extravagantes sin embargo perduran en el pueblo, especialmente entre los naturales de esta provincia.

En esta ocasión Caras y Caretas ha contado para dar al público una reproducción fiel de esta fiesta con el concurso decidido de sus corresponsales en Pozo Almonte, señores Catalán i Montenegro.

Para mejor ilustrar esta relación vamos a agregar algunos datos sobre el origen y fecha de que datan estas celebraciones. La Tirana fue fundada por los españoles que explotaban las minas de plata de Huantajaya que hasta hace poco producían grandes riquezas. El agua elemento indispensable para las necesidades de la vida, no existía en la árida serranía de Huantajaya, ni mucho menos en las playas desoladas del litoral. Fue necesario buscarla más adentro, encontrándose en gran cantidad en La Tirana. Allí establecieron su cuartel jeneral los españoles.

Como acontecía con los conquistadores, aun se observa en todas las ciudades de origen español que lo primero que se construyó fue la iglesia.

El templo se dedicó a la Virgen del Carmen i allí rendían homenaje a la madre del Dios Hombre, hidalgos españoles i aventureros mercenarios. Allí también el melancólico indio, convertido a viva fuerza al cristianismo, hacia sus absoluciones, mas por temor que por amor al Dios que suplantara a su deidad primitiva, encarnada en la grandeza del astro rei.

Andando los años i con la moderna civilización el caserío que hasta mediados del siglo pasado era un pueblo de importancia, pues allí se beneficiaba la plata estraida de Huantajaya, decayó hasta ser lo que es hoy, una aglomeración de casas abandonadas; en medio de las cuales se alza como un gran lindero la iglesia, reedificada después del terremoto de 1868 en que fue destruida.

La imagen de la Virgen del Carmen sigue siendo objeto de la veneración popular i allí acuden todos los años de dos a tres mil personas, entre devotos i curiosos.

Acuden comparsas de danzantes indios que visten los trajes mas extravagantes i ejecutan bailes o danzas en las que se notan muchos resabios de paganismo, sin que ello sea una falta, sino la costumbre heredada, en la que se han mezclado las prácticas religiosas del catolicismo con el antiguo ritual de los Incas.

La llegada al pueblo i sus impresiones nos las describe así un corresponsal.

Entusiasmados por el contraste de ver árboles en medio de una esterilidad manifiesta, apuramos nuestros caballos lanzándolos al galope, llegando después al terreno en que comienzan a verse diseminados, en forma de alameda: unos frondosos tamarugos cuyas ramas se inclinaban a merced del suave viento como saludando a los viajeros que tanto a nosotros como a los de diferentes direcciones, veíamos llegar a caballo, en carreras, a pié en demanda de La Tirana. A poco oíamos el eco monótono de unos pitos i tamboriles que cada vez se hacia mas sonoros.

Era que llegábamos, pues al doblar un recodo de tapias viejas desembocamos a una calle que hallamos casi llena de comparsas de individuos vestidos como en el Carnaval. Tal era la variedad multicolor de sus trajes i lo que significaban, puesto que ni Mefistófeles faltaba en esas reuniones.

Allá en la plaza las comparsas siguen con sus danzas monótonas, quemando cohetes a millares i las campanas de la iglesia llaman a la oración. Siendo esta el motivo principal de la fiesta, quisimos conocer el templo, que por cierto está bien construido i cuidado. Tiene una nave hermosa que en estos días se llena con las comparsas i feligreses. Los sacerdotes se ven mui ocupados en sus ministerios i hai muchos rezos que tal vez no se terminan o se dejan para después, con protestas de algunas devotas de sayas rojas, carmesís, verdes, amarillas, que á aquellos llaman “tatitoi”.

Podríamos calcular en mas de cinco mil almas los que han ido en este año a La Tirana, pues los trenes no se daban abasto para conducir del norte i sur tanta jente. De Pozo Almonte hacia allí salían i regresaban carretelas, coches, cabalgaduras, interminablemente, el día en que nosotros llegamos, situándose en las callejuelas de La Tirana carpas con refrescos i licores para le venta en general; fondines al aire libre en cuyas mesas humeaban mas tarde unas cazuelas de un color indefinido. Mas allá se punteaba alguna guitarra i unos ojos soñolientos nos miraban al pasar…mientras se alineaban unos cuantos vasos vacíos como para llenarlos de Chuflayes i ponche bien helao, i en los estremos o esquinas de ese pueblo abigarrado se oían voces como éstas: juar, juar, niño i cubrir la pinta!

Después de la procesión i de la grandiosa i estupenda quemazón de cohetes i del repiqueteo de campanas i la batahola general huimos por entre los diseminados tamarugos hacia Pozo Almonte, dejando atrás el rumor que se perdía a la distancia del repique de campanas, los cohetes que reventaban i el traqueteo de los chunchos, morenos, lacas, llameros i otras comparsas, con sus son, son, son, tricq, tracq…son, son, son, tricq, tracq.

He ahí la fiesta de La Tirana que en este año ha sido como otros el gran acontecimiento popular en la Pampa, con todo el brillo de un paganismo de otra época mezclado a las suaves creencias religiosas de los católicos.

Caras y Caretas

6 de Agosto de 1911, N°51

1912

Negreiros

Las fiestas de La Tirana

Un virginal milagro ocurrido a un niño devoto

En los trenes ordinario y estraordinario de ayer, regresaron parte de la gente que ha ido a rezarle y cantar a la llamada virjen de La Tirana.

El tren estraordinario que se encontraba detenido en la Estación mientras se desembarcaban los pasajeros, la máquina conductora, no sabemos si por culpa del maquinista o los palanqueros al (ilegible) cayendo entre la línea un niño como de ocho años de edad al que le fue destrozada una mano.

El Despertar de los Trabajadores

29 de julio de 1912, página 3

1913

A La Tirana

En el tren de hoy subieron a la pampa numerosas personas en viaje a La Tirana donde se inician las festividades en honor de la Virjen del Cármen.

Varios jóvenes organizaron una caravana que partió, en la madrugada de ayer a La Tirana.

Ya sea por devoción o novedad, cada año concurren miles de personas a estas fiestas que, en verdad, no tienen nada de agradable.

La Patria

16 de julio de 1913

Ecos de la fiesta de La Tirana

Personas llegadas de La Tirana nos informan:

Que a la procesión del 16 concurrieron de cuatro a cinco mil personas;

Que los robos estas vez brillaron por su ausencia, habiendo una sola víctima a la que le sustrajeron del bolsillo 800 pesos;

Que la policía descubrió inmediatamente el robo capturando al hechor;

Que como siempre, las comparsas de indios se amanecieron bailando durante tres noches en plena pampa.

La Patria

18 de julio de 1913

Las fiestas de La Tirana

Las noticias publicadas nos dejan la convicción de que las tales fiestas no son sino, lo que ya hemos reconocido: un verdadero escandaloso acto de prostitución y robos, patrocinados por la iglesia y clero que esplota los sentimientos salvajes de la humanidad ignorante.

Según una carta publicada, se calcula que el clero ha escamoteado a la ignorancia en estas fiestas no menos de 50 mil pesos.

Pueblo inteligente de Tarapacá, estos hechos inicuos, os obligan a ser más activos en la obra regeneradora, para salvar a los ignorantes de los embaucadores de alma y ropa negra. Es bastante la ignorancia sufrida ya.

El Despertar de los Trabajadores

22 de julio de 1913, página 3

El último incendio

El 16 del presente, a las 12 de la noche se declaró un incendio que redujo a escombros una corrida entera de piezas dejando en la consiguiente miseria a todas esas familias.

La causa del incendio fue el alcohol, pues un hombre boliviano llamado Mateo Alvarez, que había quedado como cuidador de todas esas piezas, las desgraciadas familias estaban en las estúpidas fiestas de La Tirana, este hombre decimos se embriagó y se quedó dormido con la luz encendida produciéndose el incendio que le costó la vida, pereció quemado y dejó en la miseria a todos esto fanáticos que dejaron sus casas abandonadas para llevar sus pocas economías a una plaga de frailes sin conciencia que los esplotan y sujestionan.

He ahí los dos terribles enemigos del pueblo: el alcohol y el fanatismo.

¿Cómo es que ese mono que llaman virjen milagrosa no salvó de la miseria a esos desgraciados que inconscientemente le adoran?

¡Cuando se harán intelijentes esas jentes para comprender que se les engaña miserablemente!

¡Cuando el pueblo arrojara a latigazos a esa turba de zánganos frailes esplotadores sin conciencia de la inocencia popular!

El Despertar de los Trabajadores

22 de julio de 1913, página 3

1914

En La Tirana

Vuelven las coimas

De nuevo vuelve a ponerse en práctica en Pozo Almonte la cuestión del cobro de coimas.

Según las noticias adquiridas por nosotros, el Presidente de la Junta Local, Arturo Sánchez, sobre el cual está pendiente todavía un proceso por cobro de cantidades indebidas, da permisos gratuitos para instalarse en La Tirana, a los vendedores ambulantes cuyos permisos los visa la policía.

Hasta aquí nada hay de grave puesto que no es legal que el mismo Arturo Sánchez tenga un segundo que es el encargado del cobro de la coima, asegurando al que la paga que no serán molestados en los días de fiestas.

El jefe de la guarnición, señor Salinas, pasó al juzgado del Distrito el siguiente parte:

S.J. de D

En Julio a 6 de 1914, puse en conocimiento del juzgado que doña Inocencia Aguilar de Espejo, domiciliada en la oficina Buen Retiro, se presentó esponiendo que Fernando Muñoz atribuyéndose poder e influencia supuesta, está engañando a las personas que solicitan el permiso necesario para instalarse en el pueblo de La Tirana, con ventas de comidas, refrescos, etc., autorizándoles el permiso que concede la Junta Local, previo pago de 10 o más pesos.

Declara la denunciante que en virtud de estos permisos, les ha cobrado a otros la misma cantidad, sobornándolas, prometiéndoles que no las molestará por los días de fiestas, aceptando la “dadiva” a cada uno de los solicitantes.

Lo que comunico a S.S. para los fines consiguientes.–

(Fdo.) E. Salinas G. jefe de la Guarnición.

Le acompaño el permiso dado por el inspector del Distrito.

Esperamos que se ponga pronto i enérgico coto a estos desmanes. De lo contrario volveremos a empezar la campaña con los bríos con que acostumbramos.

No hemos de permitir, bajo ningún pretesto, que vuelvan los antiguos tiempos en que las coimas eran el pan de la abundancia del cual se llenaban a manos llenas.

Mientras tanto, todos los que lo precien deben saber que los permisos son completamente gratuitos i por ningún pretesto deben desembolsar un solo centavo.

La Provincia

15 de julio 1914, página 7

1915

En La Tirana

La fiesta del Carmen

Nuestro corresponsal en La Tirana, nos participa ayer que las fiestas allí organizadas en homenaje a Nuestra Señora del Carmen, se han llevado a cabo con todo orden y entusiasmo.

Aunque la afluencia de fieles no ha sido superior a la de años anteriores, no por eso ha dejado de ser numerosa.

En la mañana de ayer en la Iglesia de La Tirana, se celebró una solemne misa cantada oficiada por el Vicario interino señor Hugabno Quiazio, predicando un elocuente sermón el padre Chautón.

El Vicario después de la misa confirmó a numerosos fieles.

A las 4 de la tarde se efectuó la procesión, con la solemnidad de costumbre. Las andas ricamente ataviadas recorrieron todas las calles del pueblo, danzando durante todo el trayecto los numerosos bailes de Morenos que han concurrido a honrar a la Virjen.

En el pueblo, como todos los años por esta época, reina una alegría inusitada.

Todo el mundo se divierte a sus anchas. Se nota la concurrencia de numerosas personas de posición social, especialmente caballeros de Iquique y de las oficinas como asimismo damas iquiqueñas.

Muchos de los asistentes han regresado anoche mismo a Pozo Almonte, presentando el trayecto un movimiento extraordinario de viajeros.

El orden ha sido inalterable, no teniendo la policía mucho que hacer.

La Provincia

16 de julio 1915, página 3


La Tirana

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