Читать книгу Re-apasiónate - Betsy Reuss - Страница 12
Historias de pasión
ОглавлениеMucho tiempo pensé que no sentía pasión por nada en la vida. Veía a otras personas que, de un momento a otro, dejaban su trabajo, comodidades y hasta el lugar donde vivían por perseguir su verdadera pasión. Pero yo nunca he sentido ese impulso por dejarlo todo para perseguir algo. Tampoco siento que practicar lo que me gusta me haya cambiado la vida, como otras personas me cuentan en sus experiencias.
Me costó mucho trabajo y autoanálisis encontrar cuáles eran mis pasiones. Y no porque no las tuviera en ese momento, sino porque tenía una idea equivocada de lo que era la pasión. Pensé que necesitaba ver fuegos pirotécnicos y que mi vida tenía que cambiar completamente para perseguir mis sueños. Pero poco a poco entendí que en mi caso no funcionaba así.
Fue a mis quince años, cuando veía un programa de televisión en donde una sexóloga resolvía dudas, que supe lo que quería hacer con mi vida. Quería ser como ella, quería hablar sobre sexualidad en televisión y, a partir de ese momento, todo lo que he hecho ha sido con el fin de cumplir ese objetivo.
Para mí no son fuegos pirotécnicos. O tal vez sí los sentí, pero de una manera sutil y no tan escandalosa. Lo único que sé es que después de eso no he vuelto a sentir nada parecido. En mi camino a cumplir con mi deseo de ser sexóloga, las cosas han ido pasando. Incluso podría decir que ni siquiera fui consciente de que hasta cambié el lugar donde vivía por estudiar sexología y trabajar en televisión.
Entonces, ¿cómo estoy tan segura de que ser sexóloga es mi verdadera pasión? Pues porque desde ese momento no me pude imaginar haciendo otra cosa. He tenido muchas ofertas de trabajo que, de haberlas aceptado, me habrían llevado a otros lugares, como a trabajar fuera de la televisión o a seguir siendo conductora, pero de otros temas que no tenían que ver con sexualidad.
También tengo que aceptar que muchas veces he pensado en dedicarme a otra cosa, porque llegar adonde estoy no ha sido fácil. He tenido que estirar el dinero que tenía ahorrado por varios meses en lo que llegaba otro programa de televisión en el que tuviera un sueldo. Pero el amor por lo que hago no ha dejado que me salga del camino, a pesar de todo.
A veces la pasión se presenta así, sin tanta emoción, sin tantos cambios ni explosiones. Pero si pones atención, te empiezas a dar cuenta de que hay algo en tu vida que hace que despiertes con gusto y no te imaginas haciendo algo más o estando con alguien más.
En las relaciones de pareja sucede lo mismo. Nos han vendido la idea de que tenemos que sentir fuego por alguien para saber que realmente nos gusta. Y quizá en muchos casos es así al principio: no puedes dejar de pensar en el otro, mueres de ganas de verlo en todo momento y, cuando están juntos, no pueden dejar de tocarse. En algunas parejas esa llama permanece por muchos años; en otras, va bajando con el tiempo; y, en muchas otras, como me pasó a mí con mi carrera, no es tan escandaloso lo que sientes, pero sabes que es con esa persona con la que quieres estar y no imaginas tu vida sin ella.
La pasión se da de muchas maneras porque es diferente para cada persona. Lo que sí es importante es que identifiques qué es lo que te apasiona y si esa pasión necesita que la alimentes, que la hagas crecer o si, por el contrario, es tan intensa que necesitas aprender a dosificarla, encontrar otras cosas que te apasionen y buscar el equilibrio.