Читать книгу Verdad tropical - Caetano Veloso - Страница 7
ОглавлениеAGRADECIMIENTOS
Cristiana Lavigne leyó la pila de escritos que crecía en la misma medida en que se iba tornando intratable, señaló relaciones, sugirió cortes y me devolvió la esperanza de hacer de ella un libro.
Rubem Fonseca (que, en un diálogo telefónico con Cristiana Lavigne, ayudó a resolver un problema de informática) leyó el material ya compilado y, entre comentarios muy alentadores (también por teléfono), me aconsejó (en rigor, me impuso) tres cortes breves y precisos como las frases que lo han hecho famoso. (Cumplí inmediatamente a rajatabla dos de esas órdenes y una de ellas, después de titubear mucho, solo en parte).
Más lejos y más cerca Luís Tenório Oliveira Lima me regaló, en cuanto volví de Londres, los siete volúmenes de En busca del tiempo perdido.
Finalmente, aún más lejos pero muchísimo más cerca, Rodrigo Velloso me suscribió, a fines de los años 50, a la revista Senhor, a través de la cual entré en contacto con los textos de Clarice Lispector –cuya obra Rodrigo me compró de manera sistemática– así como con los de João Guimarães Rosa y los de João Cabral de Melo Neto. Fue a partir de aquella suscripción que amé los libros de un modo tan profundo que supera la falta de intimidad que aún hoy tengo con ellos.
Gracias,
C. V.