Читать книгу Mentes geniales. La vida y obra de 12 grandes informáticos - Camilo Chacón Sartori - Страница 13
1.4 INTELIGENCIA ARTIFICIAL
ОглавлениеTuring no solo fue un gran lógico-matemático. Tuvo inclinaciones filosóficas, producto, probablemente, de sus lecturas de diferentes textos que tocaban temas filosóficos en la adolescencia. Asimismo, él ya avizoraba lo que podrían hacer las máquinas automáticas (ordenadores digitales), primero automatizando tareas rutinarias que hacían las personas. Pero ¿podrían algún día estos ordenadores simular el cerebro humano? Pues es sabido que el cerebro es la «máquina» más compleja que conocemos.
Si bien es cierto que en la actualidad ha habido muchos avances gracias a la neurociencia cognitiva, todavía hay muchas preguntas por responder. ¿Será, acaso, el ordenador la respuesta? ¿La que pueda desvelar los grandes misterios del cerebro? Aún no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que el uso de ordenadores ha sido una pieza decisiva en todos los avances de las demás ciencias e ingenierías. La velocidad de computación ha sido un aspecto fundamental a la hora de acelerar muchos experimentos, lo que, llevado a otras áreas, se traduce en nuevos logros.
En 1950, Turing publicó un artículo titulado «Computing machinery and intelligence» (en español, «¿Puede pensar una máquina?») en la revista Mind que hasta el día de hoy tiene una enorme influencia. En él se puede ver a un hombre preocupado por su tiempo y por lo que los ordenadores podrían lograr en el futuro. Menciona —de manera informal— cómo podríamos saber que un ordenador ha alcanzado la inteligencia humana. Para ello, idea un experimento que se conoce como el juego de la imitación o simplemente como prueba de Turing.
En este legendario artículo, Turing termina diciendo algo premonitorio, pues muchas de las cosas que nombra ya han sido logradas en algunos casos. Primero, Turing hace referencia a que las máquinas competirán en todos los campos puramente intelectuales del hombre, a saber, cuestiones específicas, por ejemplo, jugar al ajedrez y otras actividades lógicas. Segundo, avanza que las máquinas podrán comenzar a entender el lenguaje natural. Y finalmente, apunta a que un día las máquinas adquirirán la capacidad de detectar objetos al igual que lo hace un niño que va descubriendo el mundo (Turing, «¿Puede pensar una máquina?», 1950).
Que los ordenadores puedan jugar al ajedrez es algo que ya se ha alcanzado hace varias décadas, tanto es así que en la actualidad se ha logrado, con éxito, diseñar algoritmos de aprendizaje profundo que puedan jugar al go (juego de tablero), un juego cuya complejidad es mucho mayor a la del ajedrez16. Lo mismo podemos decir de los sistemas que pueden simular la voz del lenguaje natural. A pesar de ello, todavía estamos lejos de pasar de realizar tareas específicas (como Turing apuntaba) a realizar tareas muy generales, creativas, que nos permitan hablar de una «inteligencia» que se asimile a la humana.