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“Mi hijo caminó a los 11 meses y a los 3 años ya sabía leer”.


Durante los primeros años de vida, el niño va adquiriendo, de forma progresiva y constante, diversas habilidades en las distintas áreas de desarrollo, tales como las habilidades sensorio-motoras y las conductas sociales y de interacción con el medio. Estas extraordinarias adquisiciones que el niño va experimentando mes a mes, año a año son una manifestación de cómo el sistema nervioso central (SNC) va madurando de forma adecuada.

Los hitos del desarrollo son comportamientos o destrezas físicas observadas en lactantes y niños a medida que crecen y se desarrollan. Podríamos decir, entonces, que un hito del desarrollo es lo que se espera (de manera general) que los niños logren adquirir e incorporar según su edad cronológica y estado de desarrollo evolutivo.

Darse vuelta, gatear, caminar y hablar se consideran dentro de estos hitos o acontecimientos fundamentales. Pero, además, hay otros hitos diferentes para cada rango de edades.

Los seis primeros años de vida de un niño son un maratón espectacular del desarrollo, tanto a nivel físico y cognitivo como a nivel psicológico y social. Los niños aprenden a gran velocidad y desarrollan habilidades motoras, sociales y cognitivas que marcarán su personalidad en el futuro.

Para considerar un hito como alcanzado, debe estar de forma permanente y no solo casual. Es decir, la habilidad debe ser identificable ya que, a su vez, marcará el inicio de una nueva etapa.

Cada niño es diferente y también lo es la experiencia de cada madre o padre, por ello, cada proceso será único. Los hitos del desarrollo te servirán como guía con respecto a tu hijo en crecimiento.

Tener la información al alcance es de real importancia para que los padres o cuidadores puedan educarse frente a la evolución de su hijo, dado que las brechas de adquisición de habilidades pueden orientarlos a considerar cuándo se requiere una valoración de algún profesional capacitado del área para poder definir si hay algún comportamiento “atípico” en el niño. La consulta temprana ante cualquier dificultad marcará la diferencia en el futuro.

En definitiva, es de gran importancia respetar los ritmos de maduración propios de cada niño y observar cuándo ocurre la adquisición de cada una de las habilidades evolutivas, es decir, de los hitos del desarrollo.

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