Читать книгу México tal cual es - Carlo de Fornaro - Страница 5

Porfirio Díaz I, Czar de México.

Оглавление

Índice

Un gran hombre debe hacer grandes sacrificios y matar sus cien bueyes, sin saber si serán consumidos por los dioses ó los héroes, ó devorados por las moscas.

Emerson.

Héroe de mil y una batallas, Príncipe de la Paz, el Superhombre de Oaxaca, el Cincinato de la Noria, Salvador y constructor del México moderno, Gran Lama de Chapultepec, General Porfirio Díaz, Presidente inconstitucional de México, hoy Emperador por Derecho divino, se acerca el día de ajustar cuentas.

En ese día la historia juzgará de su obra declarándola buena ó mala, no con la ayuda de los agentes asalariados de la prensa, los intrigantes, los parásitos y los lacayos de ese hombre; no sólo tomando en consideración las millas de ferrocarriles y telégrafos, los puertos de mar, los edificios públicos y los caminos asfaltados construídos en sus dominios; no por las batallas ganadas ó perdidas, ó de las múltiples decoraciones aglomeradas en su orgulloso pecho; ni por el ejército y la armada que ha creado, ni por las miriadas de concesiones que ha vendido á los extranjeros; ni por la ficticia prosperidad de México y la paz de los sepulcros, la paz de Varsovia.

Será juzgado tomándose en cuenta todas las libertades que ha desgarrado, una tras otra, de un modo deliberado, los ideales políticos que ha pisoteado, so pretexto de una paz que sólo ha sido provechosa para la mafia política que él ha creado.

Será juzgado tomándose en cuenta la Justicia que ha acogotado, encomendando su administración á títeres é ilotas que le pertenecen en propiedad; los millares de individuos que ha arrojado á las mazmorras, para que allí se pudran; por los millares de individuos asesinados á sangre fría, sin previo proceso ni siquiera acusación formal, como se mandan las reses al matadero, para que sirviesen de pasto á su ambición de buitre, para satisfacer sus propósitos de aterrorizar, en su desesperanza de cariño y de estimación; su miedo constante, su perpetuo temor á la revuelta, la que vendría á probar que no es amado, y, á la vez, que su imperio es efímero.

Será juzgado por la carnicería de Veracruz, por el asesinato del General Corona, del General García de la Cadena y del General Ángel Martínez; por el asesinato de todos sus grandes rivales, por el día rojo de Orizaba, por la multitud de periodistas sacrificados en aras de su Gran Miedo, por su terror hacia la Libertad, la Justicia y la Rectitud de Conducta.

Fué un gran sacrificio, y el holocausto levantó sus llamas hasta las nubes, y el humo y las cenizas de un rojo gris tomaron la forma de Porfirio Díaz, el héroe de mil y una batallas.

Pero la Historia juzgará y arrojará á los cuatros vientos la gran Sombra.

México tal cual es

Подняться наверх