Читать книгу Educar para amar - Carlos Alberto Scarponi - Страница 8

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1 Capítulo IVOCACIÓN AL AMOR¿Cuál es el fundamento primero y permanente de una auténtica educación sexual? El fundamento hay que buscarlo en aquella realidad que constituye lo esencial del ser humano, varón y mujer: la vocación al amor.El ser humano, varón y mujer, creado a imagen y semejanza de Dios Amor, es portador en su humanidad sexuada de una única vocación: el amor. El hombre, varón y mujer, está llamado a realizarse en su existencia en el amor y por el amor. Existimos para amar y ser amados.“Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza (cf. Gén. 1, 26s): llamándolo a la existencia por amor, lo ha llamado al mismo tiempo al amor.28El hombre, en cuanto imagen de Dios, ha sido creado para amar. Esta verdad ha sido revelada plenamente en el Nuevo Testamento junto con el misterio de la Santísima Trinidad y de su vida íntima.“Dios es Amor (1Jn. 4, 8) y vive en sí mismo un misterio de comunión personal de amor. Creándola a su imagen y conservándola continuamente en el ser, Dios inscribe en la humanidad del varón y de la mujer la vocación y consiguientemente la capacidad y la responsabilidad del amor y de la comunión (cf. Gaudium et spes 12). El amor es por tanto la vocación fundamental e innata de todo ser humano.29Todo el sentido de la propia libertad y del autodominio consiguiente está orientado al don de sí en la comunión y en la amistad con Dios y con los demás.

28 Familiaris consortio 11.

29 Familiaris consortio 11; el remarcado es mío.

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