Читать книгу También puedes decir "no" - Carmen Pastor - Страница 23
2. Por encima de los roles sociales, estás tú
ОглавлениеMuchas veces, actuamos basándonos en normas, obligaciones o reglas sobre comportamiento social aceptadas solo por tradición. Creemos que según el tipo de relación formal que mantengamos con otras personas, nuestro comportamiento estará en consonancia. Se espera que actuemos de una determinada forma por el hecho de ser pareja de alguien, hijo o hermano de alguien o amigo de alguien. Y hasta ahí, vamos bien, porque, efectivamente, cada tipo de relación conlleva un determinado grado de intimidad. El problema viene cuando se sobrevaloran esos roles y se les da una validez superior al comportamiento de la otra persona. En otras palabras, ser pareja, hijo, hermano o amigo de alguien no debería obligarnos a actuar de una determinada manera. Tenemos derecho también en estos casos a elegir lo que queremos hacer. En términos prácticos, eso significa que le podemos decir no a un amigo, que podemos hacer una crítica a un hermano o que podemos ponerle límites a nuestra madre. Y todo ello sería legítimo, honesto y, por lo tanto, asertivo.
El principio ético que subyace a este derecho es que, por encima del material genético y la consanguinidad compartida o los roles previamente establecidos, lo que debería determinar nuestro comportamiento para con otros es el tipo de relación actual que mantenemos con ellos.
El padre de Manolo está enfermo. Manolo tiene tres hermanos y han establecido turnos para quedarse con él. Hay uno de ellos, Pascual, que frecuentemente encuentra excusas de todo tipo para saltar su turno. Manolo y sus otros hermanos se sienten molestos por este comportamiento egoísta e insensible. Pero cada una de las veces que Manolo decide hablar sobre el tema, no se siente capaz porque piensa que lo más importante es que sean hermanos y una conversación como esa podría deteriorar la relación, y siempre acaba haciendo el turno de Pascual.