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INTRODUCCIÓN

Escribí estos artículos –ahora capítulos– a lo largo de un período de veinte años, en las décadas de 1980 y 1990, todos ellos como textos independientes y casi todos por encargo de forma individual y específica (excepto el primero, La otra transición, y el undécimo, Chismorreo). No se complementan de forma «natural», aunque algunos funcionan muy bien como parejas, el primero y el segundo sobre las estructuras del Estado, el tercero y el cuarto sobre actividades no agrícolas en la Alta Edad Media, y el séptimo y el octavo sobre la memoria. Pero cumplen todos la misma función de servir como una guía del tipo de cosas que me han interesado como historiador en el pasado y que lo siguen haciendo en el presente. Los primeros ocho artículos ya habían aparecido juntos antes en un mismo volumen, como una recopilación de artículos en inglés, Land and Power (Londres: British School at Rome, 1994). Esta selección, a la que se añadieron cinco artículos más, la hicimos Antoni Furió y yo mismo con la intención de formar una colección que (esperemos) pudiera tener un interés particular para un público de habla hispana.

Comprende desde la caída del Imperio romano hasta las estructuras políticas del siglo XII, y desde las relaciones económicas a los intercambios culturales. También comprende el conjunto de Europa occidental, con algunas incursiones fuera de esa zona, hacia el norte y hacia el este. Soy italianista de formación y experiencia, pero siempre he sostenido que ningún aspecto de la historia europea –o mundial– puede analizarse de manera aislada, y que en todas partes debería estudiarse tomando en consideración las similitudes y las diferencias entre esa región y otras, y con una disposición a analizar las razones de tales similitudes y diferencias. En todo ello encaja también otro de mis axiomas, que ninguno de los escenarios de la historia tiene prioridad sobre los demás como objeto de estudio. Por el contrario, sin embargo, sigo siendo al mismo tiempo un marxista en mis asunciones básicas sobre el mundo, de manera que mantengo que en el corazón de cada uno de los aspectos de la acción social se encuentra un conjunto de condicionantes económicos. Estos, en la sociedad alto y plenomedieval, la época que más me interesa, son en su mayoría (aunque no siempre) los del modo de producción feudal, como pongo de manifiesto en el primer y segundo capítulos, y también, de una forma más ecuménica, en el penúltimo, «Las formas del feudalismo».

Espero que todos estos capítulos hablen por sí mismos como un conjunto de reflexiones sobre el período, una mezcla entre lo teórico y lo empírico. Los que definen con más precisión mi visión de la historia como un proyecto son, probablemente, el quinto, «Las sociedades rurales», donde desarrollo mis puntos de vista sobre la comparación histórica, que considero esencial para cualquiera que se tome en serio la disciplina histórica, y «Chismorreo», donde se establece, tal vez de una forma poco habitual, mi percepción de la historia como un objeto de conocimiento. No creo que sea necesario que mis lectores sean marxistas para que puedan aceptar mis argumentos, pero espero al menos que se tomen en serio los enfoques de estos dos trabajos en tanto que aproximaciones teóricas. Lo que faltaría en este libro es un desarrollo de mis puntos de vista sobre la relación entre la historia y la arqueología, y, de forma más amplia, la cultura material: se aborda, sin embargo, con cierto detalle en Una historia nueva de la Alta Edad Media. Europa y el mundo mediterráneo, 400-800 (Barcelona: Crítica, 2008), traducción de una obra de carácter general que se publicó en inglés en 2004.

Los primeros ocho de estos artículos-capítulos contienen notas adicionales con bibliografía extra, procedentes todas ellas de mi libro de 1994. En su mayor parte, he decidido no actualizarlas, ni tampoco añadir notas similares a los últimos cinco capítulos. En el caso de los capítulos 1-5 y también 10 y 12, todas las actualizaciones bibliográficas necesarias recientes pueden encontrarse en Una historia nueva. Con respecto al capítulo 6, «Ventas de tierras», el desarrollo (y las correcciones) más completo de las ideas aparecen en L. Feller y C. Wickham (eds.), Le marché de la terre au Moyen Âge (Roma: École française de Rome, 2006); para el capítulo 9, «La justicia», desarrollo las ideas con más detalle para un período ligeramente posterior en Courts and conflict in twelfth-century Tuscany (Oxford: Oxford University Press, 2003), que incluye bibliografía actualizada. Incorporo una pequeña bibliografía extra sobre la memoria solo en el capítulo 7, «El tiempo de los juristas», que puede servir también para el capítulo siguiente. Pero hay que señalar que casi ninguno de los capítulos de este libro ha sido completamente sustituido por bibliografía posterior. La única excepción es, quizás, el primero, «La otra transición», que se ha subsumido (y modificado) en Una historia nueva; pero en este caso soy consciente de que este artículo ha recibido una respuesta muy amplia en España y América Latina, y que, por ello, a pesar de algunas retractaciones teóricas posteriores por mi parte (ver más abajo pp. 84-85), tiene su propio estatus independiente de mis posteriores vías de investigación. Pensé además que era apropiado empezar con este trabajo, que se sitúa también en los comienzos de mis reflexiones como historiador teórico; lo escribí por primera vez con 31 años y ahora casi doblo esa edad, así que siento un considerable cariño por él.

Antoni Furió y Ana Rodríguez, ambos historiadores cuyos trabajos tengo verdaderamente en muy alta estima, han llevado este libro a buen puerto; estoy seguro de que tenían cosas mejores que hacer con su tiempo y les estoy enormemente agradecido. También agradezco al plantel de traductores que han hecho un excelente trabajo. Los agradecimientos individuales se encuentran en las notas de cada capítulo. Estoy sobre todo agradecido a Leslie Brubaker, quien ha sido, teniendo ella misma que lidiar con su propia investigación, esencial para el desarrollo de las ideas que aquí se expresan. A ella dedico este libro.

Birmingham, mayo de 2020

Las formas del feudalismo

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