Читать книгу El libro de las decisiones: una guía para darse cuenta - Daniel Jorge Martínez - Страница 8
ОглавлениеIntroducción
“No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo”.
Oscar Wilde (1854-1900)
Creo que esta es la exacta definición de lo que me ha llevado a escribir el presente libro.
Desde hace muchos años, conduzco un programa de radio que, de lunes a viernes por la medianoche, propone un encuentro con uno mismo. Durante el programa, se suceden diálogos entre cada oyente y yo, en los que ambos intercambiamos vivencias y toda clase de sensaciones.
A esa hora suele venir el silencio, nos despojamos de las caretas que nos ponemos durante el día para transitar los diferentes roles. Es la hora del encuentro con nosotros mismos, la hora en que, invariablemente, la mayoría deja a un lado ese muñeco social que arma cada vez que, al levantarse, sale a la vida vestido para la ocasión. Nos disfrazamos de vendedor, de chofer, de maestro, de padre, de médico, de profesor, de arquitecto, de obrero y de tantas otras cosas como las circunstancias lo requieran. Y muchas veces, no te das cuenta de que no sos eso. Pues hay una gran diferencia entre lo que hacemos y lo que somos: quizás una infinidad de cosas que no mostramos a cualquiera y, a veces, a nadie.
Somos, la mayoría del tiempo, lo que no transitamos normalmente, lo que no expresamos a cada paso.
Y hay personas que muchas de esas cosas las guardan, las esconden, las postergan. Ocurre, entonces, que en las madrugadas de radio, durante esas charlas de confesiones profundas, he escuchado historias de toda clase que empezaron a empujar mis ganas de escribir sobre algo que es común a la mayoría de los que no logran ser felices en su vida: las decisiones.
Sentí que reunía las dos circunstancias que Oscar Wilde define como “reglas para escribir”:
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
Sentí que tenía algo que decir, y me decidí a decirlo.
Espero que tu decisión de leerlo nos lleve a los dos a pensar que nos hemos encontrado por esas causalidades de la vida.