Читать книгу Romanos - David N. Steele - Страница 6

PREFACIO

Оглавление

La segunda mitad del presente siglo XX está atravesando por momentos de depresión, no depresión financiera, sino depresión espiritual. En lo eclesiástico, para nadie es un secreto la existencia de una creciente y extendida apostasía. La mayor parte de la literatura que se publica, que se recomienda, o que se hace circular por las grandes denominaciones religiosas, está socavando, a veces con ataques abiertos, la veracidad de la Palabra de Dios: la Biblia. Esto, en cierto modo, es fácil de conseguir puesto que una gran mayoría de los miembros de las iglesias poseen un conocimiento muy limitado de la Biblia y no se preocupan ni se molestan seriamente en investigar si la Biblia es o no la Verdad.

Fuera de la iglesia visible no solamente existe una creciente indiferencia hacia lo espiritual y hacia las verdades divinas, sino que hay también grupos organizados que intentan borrar y eliminar toda idea de3 Dios de la vida nacional de los pueblos, tratando de usar los gobiernos o poderes gubernamentales para acabar con el Cristianismo.

En el otro extremo están las denominaciones pequeñas y las congregaciones independientes que ponen la Biblia como base y norma de su existencia. Estas no son tan ignorantes, bíblicamente hablando, como lo son aquéllas; sin embargo, su nivel de conocimientos no supera ni, desafortunadamente, iguala al de los inmediatos seguidores de Lutero, Calvino, Knox, ni al de los puritanos del siglo XVII. Naturalmente, en esto, como en todo, hay excepciones que no hacen sino confirmar la regla general. Algunos grupos pequeños se concentran en el estudio de la Biblia, pero la realidad es que en ello hay más de leche para niños que de alimento sólido necesario para el desarrollo y vigor cristianos. Es ésta una época de depresión religiosa y de debilidad espiritual.

Como primer paso para remediar esta situación, aparte del intensivo estudio del Evangelio según San Juan, no hay nada más provechoso que una serie de sermones o discusiones sobre la epístola que el apóstol Pablo dirigió a los romanos. Todo ministro o pastor que quiera fortalecer su rebaño no encontrará nada, ni hará nada mejor, que administrar dosis masivas de Romanos.

Algunos objetan que la epístola es demasiado profunda, demasiado difícil y sobre todo, demasiado teológica. Sin embargo, es teología lo que el mundo necesita, porque el mundo necesita de Dios. El objeto que se estudia en la teología es Dios de la misma forma que el objeto que se estudia en botánica es la vida de las plantas Naturalmente que el estudio de Dios entraña muchas y lógicas dificultades; pero Romanos no fue demasiado difícil o demasiado teológica para el Espíritu Santo cuando inspiró a Pablo para que la escribiera y la enviara a los cristianos de Roma.

Estos cristianos generalmente procedían de las clases más bajas de la sociedad romana. Muchos eran esclavos y posiblemente había entre ellos quienes no sabrían leer ni escribir, pero todos ellos podían, y así lo hicieron, estudiar la carta que Pablo les había enviado.

Ciertamente existen dificultades. Algunos pasajes, como el de Romanos 5:12-21 son muy difíciles, pero precisamente por esto es por lo que Pablo esquematizó su contenido de manera tan lógica que cualquier persona mediamente instruida puede, con toda facilidad, aprender y comprender el bosquejo de la epístola. Y es por esta misma razón el que el cristiano del siglo XXI no tenga excusa, pues el mensaje de Romanos es el mensaje de Dios para todos.

Este mensaje es justamente lo que necesita una época actual tan debilitada Cada versículo es una píldora de vitaminas concentradas prescritas para combatir y curar el raquitismo espiritual modernista.

El presente libro ha sido confeccionado con gran cuidado por sus autores,. Sin duda que hay errores en él. Los autores no pretenden aparecer como apóstoles inspirados; sin embargo, no han escatimado tiempo ni trabajo para, con concienzuda atención al detalle, en forma y en contenido, lograr una obra que responda a nuestras necesidades.

No es un bosquejo escueto, ni tampoco demasiado largo ni corto, sino justamente lo que se necesita para obtener una serie de sermones o de lecciones para varios meses de estudio bíblico.

Hay otra observación que hacer con respeto a la dificultad de aprender el mensaje de Romanos. Una vieja historia nos habla de una carga que proporciona más fuerza al hombre que la soporta, de tal manera que cuanto más pesada es la carga más fácil resulta llevarla. Dios ha impuesto al hombre la carga de su Palabra. Dios no la ha dado a determinada jerarquía de sacerdotes profesionales para que sean intermediarios entre nosotros y Él.

No, Dios ha dirigido su Palabra al pueblo; pero juntamente con la carga, el Señor nos mandó también el Espíritu de Verdad para guiarnos a toda verdad. Conforme leemos el mensaje inspirado podemos y debemos buscar la iluminación del Espíritu Santo, pues Él es el autor original de la epístola, y quiere y desea ayudarnos a través de las dificultades que podamos encontrar.

La incredulidad ciega nos lleva a errar

y a escudriñar su trabajo en vano,

Dios es su propio Intérprete

y Él nos lo hará liso y llano.1

GORDON H. CLARK

Romanos

Подняться наверх