Читать книгу Combatir las alergias - Dra. Anna Cisteró - Страница 7

CÓMO SE PRODUCE UNA REACCIÓN ALÉRGICA

Оглавление

El sistema inmunitario está formado por un conjunto de órganos, tejidos, células y moléculas producidas por esas células. Los órganos que forman parte del sistema inmunitario se llaman «linfoides». Entre ellos encontramos los siguientes:

 Las adenoides. También conocidas como «vegetaciones».

 Las amígdalas palatinas.

 El timo.

 El apéndice.

 La médula ósea.

 El bazo.

 Los ganglios linfáticos.

 Las placas de Peyer del intestino.

 Los vasos linfáticos.

 Las mucosas del sistema digestivo, respiratorio, genital y urinario.

Fuente: adaptado a partir de una imagen de Mundo Natural.

Todos estos órganos contribuyen a la producción de las células más importantes del sistema inmunitario: los linfocitos.

La función del sistema inmunitario es la de proteger el organismo ante amenazas externas. Esto se lleva a cabo a través de dos procesos: el reconocimiento y la defensa.

 Reconocimiento: el sistema inmunitario trabaja constantemente para reconocer todo aquello que es propio del organismo, como los tejidos y las células, y no actuar frente a ellos, diferenciando lo que es extraño a él y que pudiera perjudicarlo.

 Defensa: ataca tanto las agresiones externas producidas por bacterias y virus como las que proceden del interior, como las células degeneradas o tumorales.

Además, el sistema inmune tiene capacidad de «recordar» antiguos ataques. Esto se llama «memoria inmunológica». Puede reconocer fácilmente una amenaza que ya ha combatido en el pasado y para la que generó anticuerpos, de modo que la respuesta es mucho más eficaz y rápida porque lo «recuerda». Si los anticuerpos se crearon para defenderse contra enfermedades, ya está protegido ante ellas. Si los anticuerpos fueron de tipo alérgico, la reacción será alérgica.

El sistema inmunitario funciona sin descanso, las 24 horas del día, tanto cuando estamos despiertos como dormidos. Está vigilante para asegurar nuestra supervivencia en un entorno con posibles amenazas de virus, bacterias, hongos, parásitos... Sin embargo, puede dejar de funcionar correctamente. Esto ocurre cuando una persona desarrolla un anticuerpo contra una sustancia que para la mayoría de la gente no es una amenaza. Es entonces cuando aparece la enfermedad alérgica.

Como hemos visto, la primera función del sistema inmunitario es identificar todo aquello que es ajeno a nuestro organismo diferenciando entre lo que puede dañarlo y lo que no. La mayoría de las sustancias de nuestro entorno no son una amenaza: el polen que respiramos, la leche que bebemos o los tejidos con los que nos vestimos no tienen por qué hacernos daño. Pero a veces el sistema inmunitario se ve alterado y confunde esas sustancias inocuas con una amenaza.

Las alergias pueden producir reacciones prácticamente en cualquier lugar del cuerpo, aunque suelen ser más frecuentes en la piel y en el sistema respiratorio, ya que son las zonas que están más en contacto con el exterior.

Combatir las alergias

Подняться наверх