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El búfalo, su origen, población e importancia en el mundo

Marco Zava

Introducción

¿Qué es el búfalo de agua?

Se llama así al búfalo doméstico, búfalo de agua o búfalo asiático. Su nombre científico es Bubalus bubalis sp. Desde hace aproximadamente cincuenta años el búfalo de agua se ha revalorizado —en buena parte gracias al gran trabajo pionero de investigación y difusión realizado por el doctor William Ross Cockrill a través de la FAO, y de su libro The Husbandry and Health of the Domestic Buffalo, editado en Roma en 1974 con apéndice en 1977)[1]— hasta convertirse en el foco de la investigación tecnológica y del interés empresarial del mundo debido a su fertilidad, longevidad, su aptitud para producir carne, leche y trabajo; también da como subproducto un cuero de extraordinaria calidad, a su eficiencia de conversión y a su adaptación a condiciones difíciles o imposibles para el vacuno.

Es una valiosa opción de negocios para la ganadería de carne y de leche, especialmente en determinadas circunstancias: clima riguroso tropical o subtropical y campos naturales con pastizales de bajo valor nutritivo. En estas condiciones el búfalo tiene ganancias de peso que son, por lo menos, superiores en un 70 % a las de los vacunos en sus primeros dos años de vida, y una preñez superior en un 15-20 %. También es valioso cerca de los centros urbanos: con silajes, verdeos y pocos concentrados permite una excelente producción de leche, riquísima en nutrientes e ideal para la elaboración del muy buscado queso mozzarella de búfala y, más recientemente, de la burrata.

Origen, domesticación y difusión del búfalo

La información sobre el origen y la domesticación del búfalo está un poco perdida en la lejanía de los tiempos. Según M. Shalash[16] hay evidencias arqueológicas en la antigua Mesopotamia (entre los ríos Tigris y Éufrates) o región de Ur (actual Irak) de la domesticación del búfalo que datan de hace 4,000 años. Según Nguyen Xuan Hien hay indicios de que el búfalo ya estaba domesticado en Vietnam hace más de 3,700 años. En el valle del Indo, del subcontinente indio, se do­mesticaron hace unos 6,000 años y, de acuerdo con hallazgos arqueoló­gicos en la provincia Chekiang, en China, fue hace 7,000 años. Es decir, que esta especie en general se domesticó a mediados del tercer milenio a. C.[2].

El búfalo doméstico no existía en las antiguas Judea, Grecia o Roma; aparece por primera vez en figuras o registros del valle del Jordán en el 723 d. C. Es probable que Alejandro Magno, en el 325 a. C., ya haya usado a los búfalos en su vuelta de India a Susa (cerca de Babilonia, Mesopotamia) para el transporte de vituallas militares y para la alimentación energética de sus tropas (con la manteca semilíquida llama­da ghee).

Aparentemente, en el 600 d. C. llegaron a Medio Oriente y a Egipto traídos por los árabes desde Mesopotamia; entraron a Europa gracias a los cruzados en su camino de vuelta (siglo XI d. C.). También habrían llegado a Italia en el siglo VIII llevados por los sarracenos (árabes provenientes de la actual Túnez), cuando invadieron la llanura del río Sele (provincia de Salerno, al sur de Nápoles). Con el avance del Imperio Otomano, entre los siglos XIV y XVI, los búfalos se esparcieron hacia los países de la cuenca del río Danubio. Lo cierto es que a principios del siglo XIV se les encuentra en gran número en Tracia, Macedonia y Bulgaria[1b].

En Italia ya estaban presentes en los pantanos Pontinos (cercanos a Roma) a fines del siglo XIII. Está documentado que en un monasterio ubicado en Capua (Caserta, al norte de Nápoles), aproximadamente en el siglo XII, los monjes hospedaban a los viajeros y les ofrecían queso de pasta hilada elaborado por ellos en su tambo de búfalas: esta es la constancia más antigua de la elaboración del queso mozzarella. El búfalo también fue introducido en la región caucásica de la antigua Unión Soviética, y hace poco más de un siglo en América del Sur y en Australia.

Población e importancia en el mundo

De acuerdo con datos oficiales de la FAO[3], la población bubalina mundial es de aproximadamente 204,342,419 cabezas (representa un 13.52 % frente a la población vacuna mundial, que tiene un total de 1, 511, 021,075 cabezas). En cuanto al número de búfalos, el 97.41 % de la población se encuentra en Asia, donde se le destina principalmente a la producción de leche y trabajo. No obstante, los datos oficiales de la FAO[3b] solo consideran a cuatro países de América (Brasil, Colombia, Surinam, Trinidad y Tobago).

En la Figura 1 se puede apreciar que el búfalo se encuentra distribuido mundialmente. Asimismo, en el Cuadro 1 se observa su distribución poblacional por continente, mientras que en los Cuadros 2-9 se indican las poblaciones en diferentes regiones y países. La estimación de la población de búfalos en el mundo es de 214,684,624 cabezas, incluyendo a los países de América, lo que representa el 14.2 % de la población vacuna mundial.

Figura 1. Población de búfalos en el mundo


Fuente: Elaborado a partir de Bernardes[4], FAO[3c], Patiño[5], Jesser, et al.[6] y Zava[7].

Cuadro 1. Población actual de búfalos por continente

ContinentePoblación
Asia204,659,473
América5,891,750
África3,506,086
Europa540,741
Oceanía86,574
Total214,684,624

Fuente: FAQ[3d], Patiño[5b] y Zava[7b], [14].

Cuadro 2. Distribución poblacional del búfalo en Asia Central

PaísPoblación
India114,151,770
Pakistán38,848,000
Nepal5,277,819
Sri Lanka308,790
Uzbekistán85,000
Afganistán33,000
Tayikistán15,351
Kazajistán10,414
Total158,730,144

Fuente: Zava[7c].

Cuadro 3. Distribución poblacional del búfalo en Asia Oriental (Extremo Oriente) y Rusia

PaísPoblación
China27,118,636
Filipinas2,882,655
Vietnam4,000,000
Myanmar3,790,031
Indonesia2,200,000
Tailandia2,000,000
Bangladesh1,485,000
Laos1,200,040
Camboya300,790
Malasia117,707
Timor-Leste125,760
Brunei2,319
Rusia5,311
Singapur3,000
Taiwán2,057
Hong Kong329
Japón1,100
Bután477
Total45,235,212

Fuente: Zava[7d].

Cuadro 4. Distribución poblacional del búfalo en Asia Menor (Medio Oriente)

PaísPoblación
Irán113,330
Azerbaiyán176,175
Turquía161,439
Irak215,595
Georgia18,361
Siria8,000
Armenia717
Jordania400
Israel100
Total694,117

Fuente: Zava[7e].

Cuadro 5. Distribución poblacional del búfalo en África

PaísPoblación
Egipto3,504,061**
Mozambique, Congo y Sudáfrica2,000**
Mauricio25*
Total3,506,086

Fuente: *FAO[3e] y **Zava[7f].

Cuadro 6. Distribución poblacional del búfalo en Europa

PaísPoblación
Italia477,191*
Rumania19,000*
Bulgaria16,730*
Alemania10,110*
Hungría6,000*
Grecia4,000*
Gran Bretaña4,000**
Serbia1,000**
Bosnia y Herzegovina1,000**
España970*
Macedonia633*
Albania107*
Total540,741

Fuente: **Zava[2b], [7g], [14b] y *FAO[3f].

Cuadro 7. Distribución poblacional del búfalo en América del Sur

PaísPoblación
Brasil3,000,000***
Venezuela1,952,813***
Colombia544,238D
Argentina200,000D
Bolivia35,000***
Paraguay15,000***
Ecuador10,000***
Trinidad y Tobago6,118*
Perú1,500***
Guayanas1,000***
Uruguay1,000***
Surinam891*
Chile100**
Total5,767,660

Fuente: *FAO[3g], ***Patiño[5c] y DZava[7h].

Cuadro 8. Distribución poblacional del búfalo en América Central y del Norte

PaísPoblación
Cuba60,258***
México30,000f
Costa Rica11,700Y
Estados Unidos7,000***
Guatemala5,000***
Panamá4,000***
Honduras1,500***
Canadá2,950J
Nicaragua800***
Belice632***
El Salvador250***
Total124,090

Fuente: ***Patiño[5d], fMaitret[8], YQuesada[9] y JSmith y Littkemann[10].

Cuadro 9. Distribución poblacional del búfalo en Oceanía

PaísPoblación
Australia80,000k
Papúa6,000**
Nueva Zelanda300**
Micronesia180*
Guam94**
Total86,574

Fuente: **Zava[2c], *FAO[3h] y kJesser, et al.[6b]

En Europa el búfalo se destina a la producción de leche, aunque ahora la tendencia también es aprovechar su carne (Italia, Inglaterra, Alemania, Rumania). Según datos de la FAO comentados por Luigi Zicarelli y Otavio Bernardes, de los 203 países productores de búfalos que hay en el mundo, solo veinte producen leche de búfala, siendo que el 53 % del rodeo bubalino mundial es utilizado para carne y trabajo (tracción). En los últimos cuarenta años el crecimiento mundial de la especie bubalina fue del 87 %, muy superior al 30 % de los vacunos[2d]. La importancia económica de los bubalinos en la unidad de producción agropecuaria se debe a su rusticidad, su adaptación a las más variadas condiciones climáticas (incluyendo las más difíciles) y de manejo, a su fertilidad, longevidad, eficiencia de conversión y aptitud para producir carne, leche, trabajo y estiércol[4b].

India es el primer país del mundo en población de búfalos, con poco más de 114 millones de cabezas, que representan el 53.17 % de la población mundial bubalina. En Pakistán, China y Vietnam la población está creciendo a una tasa del 1.5 % al año. Los búfalos están bien adaptados a los climas cálidos y cálido-húmedos, y desempeñan varios roles en la economía agrícola de los pequeños propietarios de dichos países: proveen leche y carne de alta calidad (Cuadro 10), son una fuente de fuerza de trabajo, un reaseguro y un recurso financiero ante pérdidas de cosecha por calamidades naturales[2e]. En India la población de esta especie crece al 2 % anual[2f]. Entre los principales países productores de carne y leche bubalina en el mundo hay cuatro que producen, en términos relativos, lo siguiente:

Cuadro 10. Porcentajes sobre el total de carne y leche bubalina en el mundo

PaísCarneLeche
India37.6868.78
Pakistán25.2925.69
China15.342.18
Egipto8.521.57

Fuente: FAO[3i].

Para tener una idea de su importancia económica, en India los más de 114 millones de búfalos representan el 36.21 % de su población ganadera total y, sin embargo, su producción cubre el 65 % del consumo de leche y subproductos de dicho país, además de generar el 37.68 % del total de la carne producida en 2019. Por otro lado, Pakistán con casi 39 millones de cabezas, que representan casi la misma población de los vacunos, cubre el 68.35 % del consumo de leche. Recientemente China aumentó de manera considerable sus inversiones en la lechería bubalina, porque el gobierno considera al búfalo lechero una nueva herramienta clave en el desarrollo de la economía. Buscan reconvertir al búfalo de trabajo, cuyo valor decrece con la urbanización y la mecanización agrícola, a la producción de leche y de carne.

El búfalo es ya un recurso ganadero de gran valor en el sur de China. Según la FAO[3j] la producción mundial de carne, sumando todas las especies, alcanzó los 336 millones de toneladas, de las cuales 4.29 millones fueron de búfalo (el 1.27 %). Entre los años de 1970 y 2007 el crecimiento de la producción de carne bubalina fue del 157.69 % (de 1.3 a 3.32 millones de toneladas). India es el principal productor de carne bubalina a nivel mundial con 1,616,853 toneladas anuales, lo que equivalen al 37.68 % de la producción mundial (4.29 millones de toneladas). Le siguen Pakistán (1,085,000), China (658,447), Egipto (365,588), Nepal (188,574), Filipinas (101,357) y Vietnam (94,479)[3k].

Hoy la leche bubalina representa el 15.14 % de la producción mundial, considerando la leche de vaca, búfala, cabra, oveja y camella (883,283,663 toneladas)[3l], entre 1996 y 2004 creció un 26 % versus el 10 % de la leche vacuna. De acuerdo con datos de la FAO, en las últimas tres décadas la producción lechera bubalina mundial aumentó 200 %[3m]; el crecimiento anual ha sido de aproximadamente 7 %, y esto se debe al incremento de la producción lechera en Asia, que fue del 110 % en las últimas dos décadas: India 101 %, Vietnam 93 % y Pakistán 88 %.

En el 2008 la producción mundial de leche bubalina alcanzó las 85,488,902 toneladas métricas[3n]. Datos recientes indican que Asia produce el 98.13 %, India, Pakistán, China y Nepal responden por el 97 % (94.17 % los dos primeros)[3o]. En el 2019 India produjo 92,000,000 toneladas de leche bubalina, Pakistán 34,371,000, China 2,928,369 y Egipto 2,109,253[3p]. En 2008, en Brasil se produjeron 114,000 toneladas y en Italia 200,000 (con un valor de 600 millones de euros)[4c]. En Italia hoy en día, en muchos casos, es una actividad de producción intensiva que utiliza tecnología de última generación, además de mejorar notablemente la producción lechera después de más de cincuenta años de selección y control de producción.

La producción de leche promedio por lactancia en Italia ha aumentado más de 400 kilogramos (kg) desde 1969, año en el que comenzó el programa de mejoramiento genético a nivel nacional. En los rodeos de élite hay producciones superiores a los 6,000 litros en 250 días, con dos ordeñas diarias. Actualmente, desde Nápoles parten 3,000 kg diarios de queso mozzarella hacia Estados Unidos y Gran Bretaña. En Bulgaria se han logrado producciones superiores a los 3,500 litros, principalmente con búfalas de raza Murrah y Mediterránea.

En los países de África (principalmente Egipto), de Oceanía (Australia) y varios de América, el búfalo está destinado a la producción de carne. En este último continente Brasil y Venezuela van a la punta en producción lechera. En el Amazonas los usan para acarrear madera, caña en los ingenios de Trinidad y Tobago y fruto de palma africana en plantaciones de Colombia. En América Central el búfalo se introdujo en los años setenta del siglo pasado y estuvo destinado al trabajo en plantaciones de palma africana, pero después aprovecharon su extraordinaria aptitud para producir carne y leche en el trópico, actualmente hay 29,882 búfalos[10b], principalmente en Costa Rica, Guatemala y Panamá.

Para finales de 2006, en Costa Rica había 617 búfalos distribuidos por todo el territorio. Esta población se triplicó en 2010, alcanzando las 2,100 cabezas[11], [12]. Para 2020 ya había 11,700 cabezas[9b]. Entre 2016 y 2018 se fundaron cuatro asociaciones vinculadas al búfalo (la Asociación Costarricense de Criadores de Búfalos y Fundebúfalos fueron dos de ellas), consecuencia del enorme interés despertado por una especie que, al principio, solo se usaba para trabajo en plantaciones de palma africana. Dicho entusiasmo también fue estimulado por el trabajo de investigación y de difusión del conocimiento realizado por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y por el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).

En todo el país, aun en las zonas más aisladas y más pobres, se organizaron grupos de pequeños productores para dar cursos de extensión a cargo de jóvenes profesionales del INA. Zonas enteras con ganadería de subsistencia, inviables, se han transformado en prósperas. Una verdadera revolución[9c]. Fundebúfalos ha logrado ubicar al búfalo en el primer nivel de interés nacional gracias a su incansable trabajo y a su colaboración con organismos del Estado, incluida la Presidencia de la República[9d].

En el Extremo Oriente (antigua Indochina, China, Filipinas, Indonesia…) todavía se destina al búfalo para el trabajo: laboreos en los arrozales y tracción (es «el tractor vivo de oriente», ya que representa el 90 % de la fuerza agrícola en el cultivo de arroz en esa región), aunque cada vez más se cruza con razas lecheras para producir leche y carne[13]. La producción lechera promedio en India y Pakistán, en lactancias de 300 días, es de 1,000 a 1,500 litros. En los mejores rodeos se alcanzan promedios de 2,500 litros, con individuos de hasta 5,000 litros. En Italia, con la raza Mediterránea, los valores son de 1,500, 2,700 y 6,000 litros, respectivamente, pero con lactancias de 240-270 días (esto para ayudar a la preñez, ya que los bucerros tienen mayor valor comercial que en Asia).

En 1999, en Canadá, Darrel y Anthea Archer importaron de Estados Unidos dos búfalas y un macho para su Granja Fairburn, en Cowichan, British Columbia. En el 2000 importaron búfalos Murrah de Bulgaria y Dinamarca, que después de un largo proceso legal fueron absurdamente sacrificados, debido a un error, por las autoridades sanitarias de Canadá, quedando sus crías nacidas en el país. Con 15 búfalas comenzaron la ordeña en 2005, para 2007 ya tenían 47 cabezas[14c]. En 2016, Richard Archer, hijo del matrimonio, se quedó solo con 50, mismas que llevó a Quebec en camión cruzando todo el país; con la ayuda del agrónomo Luis Morales alquiló una granja para ubicarlas. Hoy tiene 100 búfalas y ordeña 50[14d].

En octubre de 2007 H. Koskamp introdujo 47 búfalos (destetes hembra) a Canadá, comprados a Hugh Popenoe (Florida, EE. UU.). Koskamp aseguraba estar trabajando para la nueva economía lechera. Afirmaba que como los biocombustibles encarecen los alimentos de las vacas holando, la búfala haría viable la lechería con la alimentación fibrosa[15]. En 2009 Frank Aballo importó a Quebec —de Vermont, EE. UU.— 367 búfalos[15b], y Henry Koskamp otros 200 del mismo origen. Hoy Koskamp tiene 375 búfalos al sur de Ontario. En Quebec, la empresa de Aballo organiza la ordeña bajo la dirección del agrónomo Luis Morales. Desde 2010 ordeñan 245 búfalas en verano y menos en invierno, y producen la mozzarella italiana y el yogur, ambos de excelente calidad[14e].

Lori Smith y Martin Littkemann trabajan con 700 búfalos de raza Mediterránea para producir carne y leche en su establecimiento, cercano a Ontario. Ordeñan 130 búfalas en verano y 100 en invierno[11b]. Producen y comercializan bubillos gordos y derivados lácteos (yogur y quesos varios). Son miembros prominentes de la Federación Americana de Criadores de Búfalos[15c]. Hoy Canadá tiene una población de aproximadamente 2,950 cabezas[10c].

La producción de búfalos de pantano en áreas tropicales en Tailandia va más allá del tradicional suministro de carne y leche. Los usan para múltiples propósitos: como fuerza de trabajo, medio de transporte, bien de capital, bien para créditos, carne, leche, valor social, cuero y recursos de abono orgánico para cultivos estacionales[13b].

En Venezuela y Brasil los valores promedio con lactancias de 270 días están entre 1,500 y 1,700 litros, con rodeos de primera línea que alcanzan promedios de 2,500 e individuos que superan los 5,000 litros. En 2011 en Argentina, en su granja La Salamandra —ubicada en Torres, cerca de Luján, provincia de Buenos Aires— el licenciado Javier González Fraga producía, con dos ordeñas, 8 litros promedio diarios y el 8 % de grasa butirosa con varias búfalas que alcanzan los 2,500 litros por lactancia (produce 22.22 kg de queso mozzarella con 100 litros de leche).

Hoy se tienen producciones similares en los dos principales establecimientos de lechería bubalina del país, ambos ubicados en la provincia de Buenos Aires y cerca de la capital: «La Delfina», de Carlos y Félix Noguera, en Las Flores, y «Arrivata», de Martina Coppola y Miguel Ortiz, en Pilar. En ambos casos se elabora una gran variedad de derivados lácteos gourmet muy bien comercializados[14f]. El promedio argentino de producción puede estimarse entre 5 y 7 litros diarios, con lactancias de aproximadamente 240 días. En Italia, con 100 litros de leche de búfala se producen de 20 (verano) a 25 (invierno) kg de mozzarella, mientras que con 100 litros de leche de vaca se producen 9 de queso.

Los principales productos obtenidos de la leche búfala son: queso frescal o criollo (muchos en Argentina y Venezuela lo hacen y es excelente), manteca, ricota, yogur (es de excelente calidad y era la principal producción de Bulgaria), mozzarella, burrata, provola; en India hay quesos cheddar, carnal, brick, surati y fundido, además de la leche para consumo (se diluye con un 33 % de agua y queda con una constitución similar a la de la leche de vaca), el principal producto es el ghee (manteca clarificada con 99 % de grasa, se conserva en condiciones tropicales y es la única fuente de grasa animal para los hindúes). En los países musulmanes se consume mucho.

El cuero de búfalo, que es muy grueso, permite una excelente manufactura pesada, con gran resistencia a la tracción. Se usa para juntas de máquinas industriales, para estriberas de polo y para botas de tra­bajo; además, permite obtener una flor (suela) y dos descarnes. Con la flor, de calidad única e inimitable, se produce manufactura liviana de primera calidad y tapicería para autos de lujo. Por todo esto el cuero bubalino es objeto de una producción, un procesamiento y un comercio cada vez más importantes a nivel mundial. En América, principalmente en Brasil y Argentina, una vez logradas la escala y la concentración necesarias, tendrá una proyección económica espectacular.

Los búfalos entraron en América del Sur hacia fines del siglo XIX: animales originarios de la entonces llamada Indochina, fueron traídos a la Guayana Francesa en 1859 para trabajar en las unidades de producción de caña de azúcar. Con el mismo fin fueron introducidos por los ingleses desde India en Trinidad y Tobago. Y los holandeses los trajeron desde las Indias Holandesas Orientales (actual Indonesia) a Surinam. La primera introducción de búfalos a Brasil, realizada en 1890 por el doctor Vicente Chermont de Miranda, consistió en la compra de búfalos Carabao o Rosilhos, para la isla de Marajó, a fugitivos provenientes de la Guayana Francesa.

En 1895, la señora Leopoldina Lobato de Miranda y sus hijos, estancieros de Marajó, realizaron una importación de búfalos italianos de raza Mediterránea. Ambas introducciones dieron origen al búfalo negro de Marajó (Preto Marajoara), idéntico al búfalo de raza Mediterránea italiana gracias a la absorción del Carabao por parte de la Mediterránea. En 1919 y 1920 criadores del estado de Minas Gerais, principalmente el señor Machado de Azevedo, introducen casales de búfalos procedentes de Ahmedabad y de Bombay (India); Francisco Mattarazzo importa varios búfalos italianos de raza Mediterránea.

De estos reproductores desciende gran parte de la población bubalina de Brasil, principalmente de los estados de Minas Gerais y São Paulo. En 1962, Celso Garcia Cid, Vicente (Torres Homen) Rodrigues Da Cunha (a través del representante Jose Dico Da Silva), entre otros, importan búfalos de India (principalmente Murrah y también Jafarabadi). En 1989, Delfino Beck Barbosa (de Porto Alegre), Casimiro de Borbon (de São Paulo) y Ricardo Hegler (de Bahía) importan búfalos de raza Mediterránea provenientes de Italia. De todas estas importaciones, que no son mucho más de 200 cabezas, se llega en 110 años a una de las mayores poblaciones bubalinas del mundo, que en la década de los años ochenta tuvo un crecimiento anual del 12.7 % (hoy es menos), y puede llegar a 15 millones de cabezas en el 2050 (o mucho más, según otras estimaciones).

El búfalo de raza Mediterránea fue introducido en Argentina en 1910, desde el sur de Brasil cruzando el río Uruguay: se usaba para consumo interno de carne en las estancias, mientras aumentaba la consanguinidad. Se les manejó racionalmente a partir de 1976 (Estancia Santa Rosa, de la familia Bencich, en Esquina, Corrientes). En 1981 y 1989 Enrique Bencich importó, de Italia, reproductores puros de raza Mediterránea; entre 1987 y 1991 reproductores puros de Mediterránea, Murrah y Jafarabadi, desde Brasil. A partir de 1994, Félix Noguera realizó varias importaciones, junto con otros criadores, de unos 4,000 reproductores puros de las razas Murrah y Mediterránea[14g].

En los años treinta entraron a Venezuela los primeros búfalos traídos desde Trinidad por Juan Vicente Gómez (no más de 25), abuelo de los Reggeti Gómez. En los sesenta, gracias a los esfuerzos de Abelardo Ferrer, entre otros, se hicieron importaciones de búfalos desde Trinidad y Tobago. En los años setenta y ochenta criadores pioneros como los Reggeti Gómez, los Moser y los Coirán realizaron importaciones masivas de Murrah de Bulgaria y de Mediterránea de Italia, con lo que revolucionaron la ganadería venezolana de carne y de leche, que era anémica con los vacunos.

De acuerdo con Patiño[5e], FAO[3q], Zava[2g], [7i],[14h], Maitret[8b], Quesada[9e] y Smith y Littkemann[10d], hoy en día la población bubalina en países americanos se encuentra distribuida de la siguiente manera: Brasil: 3,000,000; Venezuela: 1,952,813; Colombia: 544,238; Argentina: 200,000; Cuba: 60,258; México: 30,000; Bolivia: 35,000; Costa Rica: 11,700; Paraguay: 15,000; Ecuador: 10,000; Estados Unidos: 7,000; Trinidad y Tobago: 6,118; Guatemala: 5,000; Panamá: 4,000; Honduras: 1,500: Perú: 1,500; Canadá: 2,950; Uruguay: 1,000; Nicaragua: 800; Guyana: 1,000; Surinam: 891; Belice: 632; Salvador: 250 y Chile: 100, con un total de 5,891,750 búfalos (Cuadros 7 y 8).

Con respecto a Brasil, los conocimientos actuales sobre los búfalos indican que son excelentes para producir carne, leche y como fuerza de trabajo en las diversas condiciones ecológicas de todo su enorme territorio (prácticamente un subcontinente), planteando en forma creciente una alternativa mejoradora de su producción, aun en las zonas donde compite con las cruzas entre razas europeas y razas índicas.

Conclusiones

Es en nuestro continente donde se dará el crecimiento de población bubalina más espectacular en el nuevo siglo, tanto para producción de carne como de leche y también para trabajo. Los habitantes de todas las latitudes de la región debemos tomar conciencia de la enorme área que tenemos disponible, y de su gran potencial de producción para el búfalo: desde los templados y subtrópicos sur y norte (Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia, México, Estados Unidos, etc.), hasta los trópicos y la franja ecuatorial (Venezuela, Brasil, Perú, Colombia, América Central, Caribe, etc.).

Es mucho lo que se ha hecho en América en los últimos treinta años, pero es muchísimo más lo que falta por hacer con esta valiosísima herramienta para una buena alimentación y la prosperidad de nuestra gente. Si se terminaran las malas prácticas políticas, con la enorme y creciente demanda mundial que hay de commodities, el búfalo ayudaría a aumentar en progresión geométrica la producción de carne en toda la región. Por ejemplo, en Argentina, sumado al vacuno, se podrían abastecer los mercados internos y externos y generar, junto con la agricultura, un crecimiento explosivo del país: exactamente igual a lo que ocurrió a partir de 1874, con la presidencia de Nicolás Avellaneda, en donde en treinta años llegamos a ser la sexta economía del mundo.

Agradecimientos: Una versión previa de este capítulo fue publicada en: Zava, M. El búfalo doméstico. Buenos Aires: Orientación Gráfica y Editora, 2011.


[1] [1b] Cockrill, W. R. The Husbandry and Health of the Domestic Buffalo. Roma: FAO, 1974.

[2] [2b] [2c] [2d] [2e] [2f] [2g] Zava, M. El búfalo doméstico. Buenos Aires: Orientación Gráfica y Editora, 2011.

[3] [3b] [3c] [3d] [3e] [3f] [3g] [3h] [3i] [3j] [3k] [3l] [3m] [3n] [3o] [3p] [3q] Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO). Live Animals. Buffaloes World 2019. Recuperado el 19 de febrero de 2021. http://www.fao.org/faostat/en/#data/QA

[4] [4b] [4c] Bernardes, O. I Simposio da Cadeia Produtiva da Bubalinocultura. Bubalinocultura no Brasil e no Mundo, sua Importância para o Agronegocio. Botucatu, São Paolo, Brasil, 2010.

[5] [5b] [5c] [5d] [5e] Patiño, E. Población de búfalos en países Americanos. 2019.

[6] [6b] Jesser, P., Markula, A., y Csurhes, S. Water Buffalo (Bubalus bubalis). Queensland DoAaFB. Australia, 2016. pp. 1-16.

[7] [7b] [7c] [7d] [7e] [7f] [7g] [7h] [7i] Zava, M. Diplomatura en producción de búfalos. Bubalinocultura. Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAUS). Argentina, 2020.

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El búfalo de agua Tomo 1

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