Читать книгу DICCIONARIO DE ECUATORIANISMOS CON CITAS - Elking Araujo - Страница 10
Оглавлениеabalear. tr. Disparar balas [contra alguien o algo]. ¶ Sinónimo: balear «El lenguaje de la muerte se ha convertido en él como un lenguaje erótico, demencial, ese impulso que lo llevó a corretear en círculo alrededor de sus víctimas luego de abalearlas», Marco Jurado Naranjo, Las travesuras del niño Juan/Hoy, 09.06.1992. «Los carabineros han abaleado a los grupos populares», Alfredo Pareja Diezcanseco, Los poderes omnímodos, 1964.
abaleo. m. Acción y efecto de disparar balas. «El hombre, previamente, había huido en un Chevrolet Aveo, sin placas, luego del abaleo a un ciudadano que logró sobrevivir.», El sicariato contamina a las filas policiales en Ecuador/El Diario, 13.06.2010. «El abaleo a mi domicilio», Hugo España, El testigo, 1996.
abatanado, -da. adj. [Tejido] denso, macizo. «Los indígenas vestían camisas de algodón, calzones de lienzo hasta las rodillas, poncho, sombrero abatanado y andaban descalzos», José María Jaramillo, Historias, tradiciones y leyendas de Quito, 2000. «Las portaleras ataviadas con sus faldones fuccias o azules, sus chalinas grises o amarillas, sus gargantillas de barata pedrería, sus sombreros de fieltro abatanado y sus grandes aretes que relucen a la sombra como insectos pesados y brillantes», Eliécer Cárdenas, Que te perdone el viento, 1993.
abarrotes. m. pl. Tienda de abastos. «Algunas eran propietarias, tenían sus reales para exigir respeto o vivían de su trabajo; costureras, artesanas, dueñas de abarrotes, comerciantes», Tania Roura, Mariana Carcelén. Una historia en el estrado, 2007. «El Patojo Gonzalo protegía la puerta de los abarrotes “La Ermelinda”, una reja de un metro de altura, hecha de varas de madera terminadas en punta», Abdón Ubidia, Sueño de lobos, 1986.
abarrotero, -ra. m. y f. Persona que tiene o atiende en un *abarrote. «La conocen y admiten por igual el abarrotero, como el cantinero; la prostituta como el ‘raspachín’, que recoge las hojas de coca», Gustavo Cortez, Persiste cultura cocalera/Hoy, 16.07.2000. «Jóvenes estúpidos y vagos, aprendiendo delincuencia en una universidad de motocicletas, atronando las calles y ensayando alcohol y drogas antes de atacar con torpeza de principiantes a un abarrotero floreciente», Jorge Enrique Adoum, Ciudad sin ángel, 1995.
abigeato. m. Hurto de ganado. «De modo que, al hablar de los linchamientos que con extendida frecuencia se producen en el campo, casi siempre por delitos, supuestos o comprobados, de abigeato, la infracción es de esos infelices, que nunca oyeron hablar de la ley de Lynch», Jorge Enrique Adoum, Ecuador: señas particulares, 1998. «Sobre el coronel y su gente se amontonaban juicios de abigeato en los juzgados de letras provinciales», José de la Cuadra, Doce relatos/Los Sangurimas, 1934.
abigeo. m. Ladrón de ganado. «Pensará que los campesinos repetirán por años la historia de la fuga del bandido, adornándola con exageraciones inverosímiles que correrán implacables por esas provincias, desprestigiándolo para siempre a él, que deberá seguir por esos lados, sin el ascenso ni el traslado prometidos, apresando o cazando ladrones sin importancia, pobres abigeos principiantes», Eliécer Cárdenas, Polvo y ceniza, 1979. «Cuando andaban por las zonas áridas de cerca al mar, Cornelio Piedrahita tenía que hacer mayor uso de sus habilidades de forzado abigeo», José de la Cuadra, Horno, 1932.
abridor. m. →guaytambo1. «La mejor opción que tienen ahora las amas de casa es comprar las frutas de la Sierra, especialmente claudias, peras, manzanas, uvas, frutillas, albaricoques, duraznos, abridores y otras delicias de temporada», Vaivén en los precios de primera necesidad/La Hora, 26.01.2012. «Dejan que tome de los canastos ahítos de fruta, mamá, una claudia, un abridor que parece hecho con las mejillas sonrosadas de alguna niña gorda», Eliécer Cárdenas, Que te perdone el viento, 1993.
acalambrar. tr.-prnl. Contraer [un músculo] por un calambre. «Es también la hora en que Bruno se dice: “Basta por ahora”, porque se le acalambran los dedos y ya no hay suficiente luz cuando, puntual, el sol ecuatorial parece decirse “Basta por hoy”», Jorge Enrique Adoum, Ciudad sin ángel, 1995. «Con las piernas acalambradas a causa de la incómoda posición que mantiene junto al armario abierto, el canónigo Contreras prosigue la lectura», Eliécer Cárdenas, Que te perdone el viento, 1993.
acápite. m. Párrafo. (cult) «Claro que tiene su legislación moral propia y en esta, en el primer capítulo y el primer acápite, estaba escrito el amor como ley fundamental, eterna y obligatoria», Álvaro Samaniego, Las reglas del circo, 2005. «Se había violado el tercer acápite de la primera regla del libro de los desenterramientos de tesoros: la ausencia total de cualquier mujer, y allí estaba la tía, en camisón de dormir y con boca abierta», Alicia Yánez Cossío, Bruna Soroche y los tíos, 1971.
acefalía. f. Acefalia. «“No existe pugna, ni acefalía”, dijo Pablo Celi», En Contraloría “no existe pugna ni acefalía”, dice el Contralor Subrogante Pablo Celi/Diario Correo, 09.06.2017. «Les quito de los ojos la tentación, no sea que cuando menos acordemos les dé un patatús y quede la orden en acefalía», Juan Montalvo, Capítulos que se le olvidaron a Cervantes, 1895.
achachay. (Del quichua achachay, ‘qué frío’). interj. (Sie) Expresa sensación de frío. (pop) «Rosita, los niños con su uniforme amarillo, azul y rojo, flores, pájaros y un vientecillo vigorizante y achachay, pese al sol de Quito», Simón Espinosa, Regresa/Hoy, 04.10.2001. «Tomó la cobija que estaba amontonada al lado de la mecedora y salió al pasillo, abrigándose con ella, ¡achachay achachaycito!», Carlos Carrión, El más hermoso animal nocturno, 1982.
achera. f. →achira. «Entre los principales productos de origen vegetal y que lucen más conocidos que otros se destacan: maíz, quinua, ataco, fréjol, maní, chocho, papa, melloco, oca, yuca, camote, zanahoria blanca, achera, ajo, tomate, ají, zapallo, zambo, zapote», Pan de América/Hoy, 25.12.2002. «Yo me tomaba dos cucharas de sopa disimulando mi hambre para que le alcanzara a ella, y enseguidita pasaba al seco: arroz con fréjol, arroz con yuca, arroz con mote sazonado, arroz con cuy, seco de chivo, choclotandas en hojas de achera, maíz tostado, habas tiernas», Raúl Pérez Torres, Cuentos escogidos, 1991.
achiote. m. Bija (árbol). También su fruto y su semilla. ¶ (Bixa orellana) «Viéndoles la piel pintada de rojizo achiote, que estos indios denominan árbol de la sangre, comprendió por qué les llamaban colorados», Adalberto Ortiz, Juyungo, 1943. «Además, y era la parte reservada de la comisión, tenía que hacer algunas investigaciones acerca de la cosecha del achiote, pues su jefe planeaba una buena compra para exportación», Alfredo Pareja Diezcanseco, Las tres ratas, 1946. «La primera es una especie de puchero en el cual ponen ya sea la carne fresca o en cecina, unos huesos picados, achiote; manteca de cerdo, sal y especerías», Ángel Felicísimo Rojas, El éxodo de Yangana, 1949. ♦ 2. Tintura extraída de las semillas de la bija. «La segunda minga se encuentra en acción, hombres y mujeres, gritan palabras de aliento y bromas, corren de tramo en tramo y se detienen por instantes para tomar aire manchándose unos a otros con achiote fresco; reiteran así un ritual lúdico desbordante, que evoca los tiempos míticos», Carlos Viteri Gualinga, Canoas/Hoy, 09.12.1998. «Tomado el refrigerio, y mientras el galante Mantequilla limpiaba solícito los labios de su consorte, teñidos de achiote, corrió la chicha a mares y el bravo Rosquete cerró la fiesta con este broche de oro», José Antonio Campos, Linterna mágica, 1944.
achiotero. m. Recipiente en el que se conserva el *achiote4. «Los frescos y naturales ingredientes que se utilizaban en la preparación de los alimentos eran: manteca de chancho, sal en grano, […] ají molido en piedra, achiote, filtrado en un achiotero de barro, con manteca de chancho diluida, cuyes y carne de chancho», Luis Alfredo Silva Zambrano, Nuestra Ciudad/El Heraldo, 02/05/2020. «El achiotero de aluminio para colocar el achiote y aceite y obtener ese aderezo natural muy pocos lo conocen y preparan en casa, pues lo venden en frascos similar que el aliño», Jubilando a la piedra de moler/El Universo, 30.01.2007.
achira. (Del quichua achira, ‘planta de rizoma comestible’). f. Planta herbácea de hojas anchas y grandes. ¶ (Canna indica) «En el área andina, entre las variedades de hojas usadas con estos fines, están: el capulí, atsera o achira, naranjo, catulo de maíz, lechero, palma de ramo, uña de gato, etc.», Mario Godoy, Breve historia de la música del Ecuador, 2005. «Sea lo que fuere, el melloco contiene una fécula nutritiva y medicinal: es superior a la fécula de la achira (canna indica); y aun al sagú que se vende en nuestras tiendas», Fray Vicente Solano, Obras escogidas – I, 1865.
achogcha. f. Fruto carnoso y comestible, de color verde, producido por una planta trepadora. «A la tradicional fanesca cuencana, donde predominan la arveja, porotos, choclo, pallares o “tortas”, que se combina también con achogchas, papas, col finamente picada, […] se lo acompaña con los tradicionales chumales», Diversidad culinaria en la Semana Santa/Hoy, 19.11.2010. «Los porotos dejan comer sus cotiledones en agraz; las arvejas, de color intensamente verde, se destacan provocativamente en la blancura del arroz-seco; las “achogchas”, con sus fachas de ratas destripadas, flotan en el caldo», Ángel Felicísimo Rojas, El éxodo de Yangana, 1949.
achojcha. f. →achogcha. «Además incluye un fréjol blanquecino, que también se llama pallares, y la achojcha, una verdura alargada de tradición andina, que se consume en Ecuador desde hace más de 3.000 años», La fanesca y sus variantes/La Hora, 02.04.2015. «Complementan en platillo a base de cerdo, achojchas espinosas finamente cortadas y curtidas en vinagre de mishqui, tomates cherry (rojos y amarillos) y rodajas de dos variedades de papa chaucha», Gabriela Balarezo, Un menú intenta rescatar ingredientes ecuatorianos ‘en peligro de extinción’/El Comercio, 26.06.2014.
acholamiento. m. Acción y efecto de *acholarse. (coloq) «Estos comportamientos están íntimamente vinculados con la situación alienante del acholamiento o el avergonzamiento sociocultural del mestizo», Manuel Espinosa Apolo, Los mestizos ecuatorianos y la señas de identidad cultural, 2000. «Interrogó Romero y Flores debatiéndose en una especie de impotencia que amenazaba hundirle en la tragedia de su acholamiento», Jorge Icaza, El chulla Romero y Flores, 1958.
acholarse. prnl. Sentir vergüenza. «No -como comentábamos con Jorge Enrique Adoum- tener que acholarnos frente al guardia de migración del exterior por el pasaporte que presentamos», Andrés Carrión, Nos vamos de programa/Hoy, 01.10.1995. «Se acholaba considerando que ellos conocían el secreto de su disfraz -armazón de muebles apolillados, de trapos viejos, de papeles inútiles», Jorge Icaza, El chulla Romero y Flores, 1958.
achote. n. →achiote2. «Ahí hay Uchucuta, una mezcla de maíz, alverjas, carne, papas, achote y manteca, que se regala al rezador, junto a guaguas de pan, tortillas de zapallo y maíz, y, si hay, colada morada», La memoria de los muertos/Hoy, 03.11.2001. «Y como todos, chicos y grandes, tenían la costumbre de pintarse enteramente, con un fruto llamado achote, se conocían bajo el nombre de Colorados, viéndose sus cuerpos, casi del todo desnudos, encarnados como la grana», Juan de Velasco, Historia del Reino de Quito en la América Meridional, 1789.
achuar. adj.-n. [Individuo] del pueblo indígena que tiene asiento en las provincias ecuatorianas de Pastaza y Morona. «Etsa y Nantu son seres maravillosos y como todos los gemelos míticos están ligados al origen del grupo étnico, posiblemente cuando los achuar y los shuar no se habían separado aún», Ileana Almeida, Mitos amazónicos de los pueblos indígenas en Ecuador, 2014. «A un grupo de niñas achuar, el padre Domingo les pidió que representaran a «la mujer achuar moderna»», Jorge Enrique Adoum, Ecuador: señas particulares, 1998. ♦ 2. adj. Propio de los indígenas achuar. «El tener que convivir no sólo con los militares en los destacamentos que pretendían ser tomados por las fuerzas armadas peruanas, sino también con las comunidades Shuar y Achuar y colonos de la zona, le permitió registrar las más increíbles historias», Cristóbal Rodríguez, El picotazo del Cóndor, 1996. «Expusieron su tesis contra una guerra que enfrenmtaba a los pueblos shuar y achuar contra sí mismos», José Gallardo, Tiwintsa, 1995. ♦ 3. m. Lengua de los indígenas achuar. «Ellos se suman a la gran gama cultural que ha brotado en el país desde hace milenios […] que habla cofán o achuar», Napoleón Almeida Durán, Exilio de la intolerancia/El Mercurio (Cuenca), 18.04.2015. «El ejemplar es un diccionario de aproximadamente 1.600 topónimos de la provincia de Loja y en la cual también se descubrirán las lenguas que dan origen a los topónimos de Loja como: el español, el quechua, quichua, achuar», Escritor lojano presentó obra en Zamora/La Hora, 10.11.2013.
acial. m. (Sie, rur) Látigo. «El chasquido de un acial sin condescendencias cortó la voz suplicante», Jorge Icaza, Cuentos completos, 1933-1952. «El acial cobijaba el cuerpo vibrante del potrillo», Enrique Terán, El cojo Navarrete, 1940.
acolitar. tr. Ayudar, colaborar. (pop) «-¿Todo bien? -preguntó otro de los muchachos del grupo acercándose a las gradas desde abajo. Ambos parecían colaborar con un plan preestablecido. -Todo bien, nos acolitó con dos balas», Adolfo Macías Huerta, El grito del hada, 2010. «Gabriel tampoco ha cambiado nada: continúa en su heroico civismo liberal, anticlerical, que no le impide acolitar a su esposa en sus extraños ritos», Francisco Tobar García, Grandes comedias, 1981.
acomedido, -da. adj. Atento y servicial. «Al mismo tiempo le gustaba ser acomedido con los pacientes, a los que ayudaba cuanto podía», Rodolfo Pérez Pimentel, Diccionario biográfico del Ecuador – XIII, 1987. «Ya ve a lo que uno se expone por acomedido», Joaquín Gallegos Lara, Las cruces sobre el agua, 1946.
acompañado. m. Guarnición con que se acompaña la carne, el pescado, etc. del plato fuerte. «Ignacio Sierra, de 68 años, compra una funda de aguacates. Le cuesta USD 1 y confiesa que “de pasito voy comprando el acompañado del arroz”», Las aceras de la av. 10 de Agosto siguen cubiertas de ventas informales/El Comercio, 20.01.2016. «Cocino ensaladas, cremas para el acompañado y las sopas, creo que ahí se pueden equilibrar las calorías y los carbohidratos», Comida light y mucho autocontrol/Hoy, 31.01.2005.
acreencia. f. Deuda a favor [de alguien]. «Se ha pagado acreencias por USD 94 millones en favor de los perjudicados, USD 50 millones en el último año», Gutiérrez llamó a sus aliados a afianzar su posición política/Expreso, 17.01.2005. «García Moreno creería que con el cobro de sus acreencias Rayo se había dado por bien servido», Rodolfo Pérez Pimentel, Diccionario biográfico del Ecuador – XI, 1987.
adefesioso, -sa. adj.-n. [Persona o cosa] de aspecto feo, extravagante y risible. (coloq) «La ciudadanía aplaudió al nuevo Director Ejecutivo […] por mandar esos letreros con el espectro adefesioso de la guadaña...», Eduardo Insúa, ¡Cómo están cambiando las cosas!/El Telégrafo, 18.04.2007. «La capital el rato de los ratos se levantó contra el adefesioso y le dijo: basta de torpezas», La Gaceta, 30.04.2005.
adú. (Contracción y apócope de a dúo). m. Amigo. (juv) «Apenas amanezca me voy, tú lo sabes viejo, pana, adú, es el frío, tú lo sabes», Abdón Ubidia, Sueños de lobos, 1986. «Tantas noches juntos Gudrum, isleña dulce, adú, mi pana», Miguel Donoso Pareja, Día tras día, 1976.
aduanal. adj. Aduanero. «De este modo, pudo finalmente embarcarse con sus ayudantes y artefactos, y llegar a su destino, no sin antes sortear las consabidas dificultades aduanales y burocráticas», Jorge Núñez Sánchez, De la colonia a la República el patriotismo criollo, 2003. «Los Semisterra no tienen culpa alguna de las restricciones aduanales», Adalberto Ortiz, La entundada y otros cuentos, 1971.
aeromoza. f. Azafata de avión. «Tan solo seguí un curso de asistente de vuelo (suena mejor que aeromoza) sin tener que treparme nunca a un avión como examen final», Marcelo Báez, Tierra de Nadia, 2000. «Desenredó el hilo de la madeja que estaba en su cabeza y les habló de las hetairas, que no eran mensajeras del aire ni aeromozas de aviones sino que eran lo que pretendían hacer de ellas y por eso estaban donde estaban y hacían lo que hacían», Alicia Yánez Cossío, La casa del sano placer, 1989.
afiebrarse. prnl. Ponerse en estado de excitación nerviosa. «Esas flores de ishpingo afiebraron, junto con la leyenda de El Dorado, las mentes hispanas», Leopoldo Benites Vinueza, Argonautas de la selva, 1992. «La veía sentada en la banqueta, enorme, gorda, con la cara babosa. Los ojos se afiebraban por el sol», Enrique Gil Gilbert, Yunga y Relatos de Emmanuel, 1933.
afuereño, -ña. adj. Forastero. «Por sus calles deambulaban centenares de afuereños», Nicolás Kingman, Dioses, semidioses y astronautas, 1982. «No se explicaba cómo un pueblo pudo cambiar tanto en tan pocos meses. Muchos afuereños no encontraban lugar dónde hospedarse, y la comida costaba carísimo», Adalberto Ortiz, La entundada y otros cuentos, 1971.
agache.
▪ pasar de agache. loc. v. Cumplir o lograr [una tarea, una labor] sin esfuerzo. (pop) «Toca actuar rápido y firme. Hay muchos que están pasando de agache, cuando el dueño del circo es irresponsable por sus gorilas», Esteban Michelena, Pase al vacío, 2010. «La verdá, uno mandaba las clases a la mierda y pasaba no más los años de agache, porque ya se sabe cómo es con los que mandan en la U y el rector y todos los señorones», Carlos Carrión, El más hermoso animal nocturno, 1982.
agalludo, -da. adj. [Persona] avara. «Las tortas nos afiebraban hasta las trompizas. Decían que el que se mostraba agalludo de ellas, de grande sería igual con el dinero», Gustavo Alfredo Jácome, Los Pucho Remache, 1984. «Aunque los centros de las montañas no son de nadie, no se dejen ver del guardabosques. Vos sabés que el dueño de las orillas es jodido y agalludo», Adalberto Ortiz, Juyungo, 1943.
agrado. m. (rur) Obsequio que se entrega [a una persona] en gratitud por un favor. «No faltaba más! Los agrados caseros habían convertido el traspatio de la casa en una nueva arca de Noé, en la que nunca faltaban cacareos, balidos, relinchos, gruñidos, graznidos, quiquiriquíes», Gustavo Alfredo Jácome, Los Pucho Remache, 1984. «Guamán tuvo que sostener una encarnizada pelea para alterar el orden establecido, es decir para que sus compañeros se convengan en que el “agrado” sea entregado después de la aceptación que de hacer el alegato prestaría el “mejor abogado” de la ciudad», Ángel Felicísimo Rojas, Un idilio bobo, 1946.
agringado, -da. adj. Que tiene aspecto o costumbres de *gringo. «La Flor de la Canela está bien loca, pienso, pero es un loco bueno: es partidaria de los derechos humanos, combatiente contra la tortura, anti Pinochet […] simpatizante a ultranza de los indígenas (rasgo más bien folklórico y un tanto agringado)», Miguel Donoso Pareja, Lo mismo que el olvido, 1986. «Evo era muy extrovertido y los familiares de la capital tomaban esto con la gracia que tienen las indiscreciones cometidas por los agringados que no saben de sutilezas ni matices», Iván Égüez, Tragedias portátiles, 2004.
agua.
▪ agua aromática. f. Infusión de una o más hierbas aromáticas. «La infusión y venta de plantas medicinales o aguas aromáticas es otro de los oficios que aún se mantiene y cuyos ingresos contribuyen con el crecimiento económico de cada propietario», Trabajos antiguos están en riesgo pero se mantienen/Hoy, 09.03.2012. «Hay que agregar el mazato y las aguas aromáticas que se brinda apenas llega el visitante, como se lo hace con la tradicional guayusa», Los platos típicos de nuestro Ecuador/El Universo, 07.02.1994.
▪ agua de chaleco. f. Bebida a la que se atribuye la capacidad de provocar amor apasionado en quien lo bebe y por quien lo da a beber. «Que la sobrina siempre le estaba rogando que le enseñara algún truquito para salir de la pobreza. Que siempre le decía sin entrar en detalles que el “sígueme, sígueme” era facilísimo. Que bastaba untarse en la palma de la mano y estrechar la diestra del que se quería. Que el agua de chaleco era un poco complicada porque no siempre estaban a mano las yerbas necesarias», Alicia Yánez Cossío, La casa del sano placer, 1989. «La gente que tan sólo observaba los desvelos cariñosos del joven, atribuía a embrujo de agua de chaleco la suerte de la chola Alejandrina», Jorge Icaza, Los cholos, 1938.
▪ agua de Florida. f. →agua florida. «Como el baño era para ella un acontecimiento aniversario, combatía los malos olores echándose agua de Florida en los sobacos», Jorge Icaza, El chulla Romero y Flores, 1958. «Era un fraile llamado Cartagena, ídolo de las viejas, y más de las muchachas: fraile joven y presumido que se peinaba de copete y andaba oliendo a ámbar y agua de Florida», Juan Montalvo, Mercurial eclesiástica, 1884.
▪ agua de frescos. f. →horchata. «No se puede ignorar el agua de frescos, la fórmula perdura hasta ahora abierta a los gustos y a la iniciativa de juntar las ramitas de diferentes plantas que se consideran con características curativas y aromáticas», Nydia Vazquez, Nuestros remedios/El Tiempo, 17.09.2017. «Recuperadas las fuerzas con el almuerzo y la refrescante y tradicional agua de frescos, el guía Javier Astudillo sugiere actividades adicionales», Andrés Quishpi, Una cascada encantada que da un espectáculo en Girón/El Telégrafo, 09.03.2014.
▪ agua de Güitig. f. Agua mineral de las fuentes naturales de Güitig, en la provincia de Pichincha. «Pero no pues de todas las aguas, porque el agua del mar tiene otra fórmula porque es salada, el agua de Güitig otra, porque es con burbujas, el agua de coloña otra, porque es con coloña, y el agua oxigenada otra, porque es con oxígeno.», Francisco Febres Cordero, Los enfermos somos gente sana, 2002. «Detrás de un ventanal, frente a un mantel manchado, recuperaba mis fuerzas: las dos tabletas de Alka-Seltzer burbujeando en el agua de Güitig, y el caldo caliente, sustancioso, humeando en su taza de cerámica», Abdón Ubidia, Sueño de lobos, 1986.
▪ agua de pitimás. (Del quichua piti, ‘pequeña porción’ y el español más). f. (Cue) Infusión de hierbas medicinales. «El agua de pitimas, más que una tradición, es el resultado de años de experiencia de las religiosas de la iglesia del Carmen», Bebidas curativas trabajadas por manos religiosas/El Telégrafo, 31.03.2019. «En el Convento del Carmen de La Asunción (Padre Aguirre y Sucre), se vende la tradicional agua de pítimas, con montes, flores y valeriana para los nervios», El ‘agua de viejas’ alivia dolores de los cuencanos/El Tiempo, 13.08.2018.
▪ agua florida. f. Agua de Colonia. ¶ Sinónimos: colonia, agua de Florida «En la semipenumbra, las llamas de los cirios hacían poc, poc, poc; había un rumor de rosario, olía a agua florida», Jorge Dávila Vásquez, La noche maravillosa, 2006. «Una niña rica y linda que bailaría, jugaría el carnaval con anilinas azules, verdes, amarillas, con huevos de cera llenos de agua florida», Eliécer Cárdenas, Polvo y ceniza, 1979.
▪ media agua. f. → mediagua. «Una mesa untada de restos de comida, ahí en la media agua sin agua, en donde vivía con su abuela postrada», Huilo Ruales, Maldeojo, 1998. «Era lo suficiente para asentar su casa, su soñada casa, siquiera una “media agua”, con la garantía del barranco, porque por el lado trasero siempre habría un barranco a modo de muro para resguardo de las gallinas ponedoras», Sergio Núñez, Tierra de lobos, 1934.
aguachento, -ta. adj. Aguado o sin consistencia. (pop) «Siempre que hago este tipo de licuados, uso fruta congelada para que quede bien espeso, bien frío, sin tener que agregar hielo, ya que éste se derrite y queda un licuado aguachento que no me gusta nada», Smoothie de yogur y frutos rojos/La Nación, 09/02/2020. «Toda fanesca tiene en común la mezcla de granos y otros vegetales, el pescado que le da su inconfundible sabor y tener la consistencia de una sopa más o menos aguachenta», Claudio Malo, Motepillo/Hoy, 17/04/2003.
aguado.
▪ aguado de gallina. m. Sopa cuyos ingredientes principales son arroz y carne de gallina. «Al llegar pedía siempre lo mismo: el aguado de gallina que se comía con un apetito voraz como para contagiar a cualquiera», Ramiro Arias, Todo el sabor tropical, 2008. «Se destaca la comida manabita y de otros cantones. Chicharrón de calamar, bolón de verde, muchines de yuca, salprieta, encebollado de cangrejos, aguado de gallina, chupé de camarones, cazuela de mariscos, guatita, encocado de camarón y otros muy conocidos en la zona», Libro recoge 200 recetas del país/El Diario, 11.10.2006.
▪ aguado de pollo. m. Sopa cuyos ingredientes principales son arroz y carne de pollo. «Tampoco perdonan el aguado de pollo de la Navidad, la colada morada y la guagua de pan de Finados», Gente de la tarde/Hoy, 25.09.1994. «Ni escabeches de corvina, ni cebiches, ni aguado de pollo se comen mejor en ninguna parte», Alfredo Pareja Diezcanseco, Los poderes omnímodos, 1964.
aguatero, -ra. m. y f. Persona que reparte o vende agua. ¶ Sinónimo: aguador «Las únicas novedades del momento eran que el acordonamiento policial había cedido ante la marejada de los aguateros y la muchedumbre de gatos amorosos que empezó a asomar en el tejado de los edificios más próximos», Carlos Carrión, El amante sonámbulo, 2005. «Una sirvienta aguatera lo mirará pasar gallardo desde la fuente », Eliécer Cárdenas, Que te perdone el viento, 1993.
águila.
▪ águila pechinegra. f. →guarro. ¶ (Geranoaetus melanoleucus) «Un águila pechinegra que no podía volar fue encontrada en Girón por un administrador del Parador Turístico El Chorro», En Girón rescatan águila pechinegra/El Tiempo, 07.02.2014. «Allí los turistas aprenden que las águilas pechinegras viven en las altas montañas de Sudamérica», Bajo las alas del Parque Cóndor/El Universo, 13.11.2005.
ah. interj. Expresa duda, interrogación. «-Tome, mi teniente. Ahí le va uno de yapa, ya sabe. -Este pendejo tiene ojo clínico, ¿ah? -exclamó el policía, mientras un hombre corpulento, de terno gris y gafas oscuras, se asomaba por la puerta», Adolfo Macías Huerta, El grito del hada, 2010. «Juliana y la Tigra escogían sus compañeros. - Bailamos ¿ah?», José de la Cuadra, Horno y repisas, 1932-1931.
ahuevarse. prnl. Acobardarse. (vulg) «Y yo que me abalanzo con la gillette y le digo aquí te hago la cédula en la mejilla y él que se ahueva y se pone como pato a pedirme perdón», Iván Égüez, Tragedias portátiles, 2004. «Ah, ya estás aquí mariconcito, pensé que te habías ahuevado», Galo Galarza, El turno de Anacle, 2001.
aire.
▪ mal aire. loc. n. (Sie) Enfermedad leve y pasajera cuyos síntomas principales son malestar general, dolor de cabeza, cansancio, náusea o vómito. (pop) ¶ Sinónimo: malaire, mal viento «Enfermedades provocadas por la influencia de la naturaleza, siendo las más comunes el mal de cerro o soroche y el mal aire o mal viento», Manuel Espinosa Apolo, Los mestizos ecuatorianos y la señas de identidad cultural, 2000. «Pero no pudo presentirle nada grave: unas calenturas, apenas, unas tercianas contraídas de antiguo o un simple mal aire al cruzar junto a un cementerio», Eliécer Cárdenas, Polvo y ceniza, 1979.
▪ sacar el aire. loc. v. Agredir mucho física o verbalmente [a alguien]. (coloq) «Bruce Lee, se miraba, probaba su sangre, y después con la mirada, le decía a sus oponentes, hasta aquí llegaron, prácticamente eran cadáveres, les sacaba el aire», Trabajo sin aire o pura pintura/Correo, 07.06.2016. «No pues, niñitos, ese que vuela por el aire y cuando aterriza nos saca el aire en su enlace nacional de los sábados no es la gripe porcina, sino otro virus bastante parecido», Ronda porcina/El Universo, 31.05.2009.
▪ sacarse el aire. loc. v. Esforzarse mucho. (coloq) Sinónimo: sacarse la madre «“Papá tuvo hasta tres trabajos, se sacaba el aire para sostener el hogar”, cuenta Alex, citando a su padre guayaquileño, actual Director de Deportes del Colegio Americano», Esteban Michelena, Pase al vacío, 2010. «Los chicos se sacaron el aire y en la última parte mucho más. Sí se vio el desgaste físico y emocional, se veía que era una competencia desleal», Bailando por “la bronca” de los sueños/Últimas Noticias, 17.11.2008.
ajicero. m. Recipiente en que se sirve el ají. «Ella se contentaba con decir: ¡Muchacho malcriado!, y se iba para la cocina a traer los ajiceros y los saleros, festejando en su interior las ocurrencias del preferido», Raúl Pérez Torres, Los últimos hijos del bolero, 1998. «Al lado de los comestibles, en la misma bandeja, hay un tarrito de lata con monedas. Y apenas más allá, el excitante ajicero de vidrio», Alfredo Pareja Diezcanseco, Baldomera, 1938.
ajumarse. prnl. Emborracharse. (pop) «El juego no es malo, lo que sucede es que al ajumarse se propasan», Eugenia Viteri, Cuentos escogidos, 1983. «-Ponga otro, carajo. -¿Quiere ajumarse? -Sí, quiero morirme. -¿A pura copa? ¡Bonito suicidio! Ahí tiene», Enrique Terán, El cojo Navarrete, 1940.
alaja. adj. →alhaja. «Harán las cinco de la tarde, el sol pega oblicuo dando un color alaja a los aleros y paredes de nuestra Cuenca de beatas y adobes», Vinicio Jáuregui, El bostezo/El Mercurio, 12.07.2004. «Luego los saludos, los abrazos de quienes se jactaban después: se dejó nomás abrazar, tan alajito», Gustavo Alfredo Jácome, Los Pucho Remache, 1984.
alamoreño, -ña. adj.-n. De la ciudad de Alamor (provincia de Loja). «Nos presentamos en el domicilio de Wilson Córdova Chalán, un alamoreño muy respetable, para rendirle un pequeño pero significativo homenaje», Reconocimiento a un hombre público “Wilson Córdova Chalán”/Crónica, 21.09.2015. «De su lado José Mina, ciudadano alamoreño, indicó que la gasolinera está cerca al pueblo», Alamor se quedó sin gasolinera/La Hora, 06.07.2013.
alauseño, -ña. adj.-n. De la ciudad de Alausí (provincia de Chimborazo). «Para asumir este requisito, la municipalidad alauseña organizó en el Coliseo Deportivo de la parroquia de Achupallas, la primera Asamblea», Rendición de cuentas en GAD de Alausí/Los Andes, 28.02.2016. «Para todo alauseño, el tren es parte de su vida, porque desde pequeño uno ha crecido con el ruido del ferrocarril y eso es lo que nos identifica», Un pedazo de Alausí en su hogar/El Universo, 20.12.2012.
alegón, -gona. adj.-n. [Jugador] que no acepta su derrota o la adversidad de su participación. (pop) «Les lanza la bola: “Oye, Omar no seas ‘alegón’, ya perdiste. Te toca”», Los choclos se cocinan en la clase de ‘mate’/Hoy, 28.10.2004. «Me pregunto cómo habrá sido jugar fútbol con Einstein. “Alegón” debe haber sido», Edwin Hidalgo, Oiga, pana, no se aburra/El Comercio, 06.03.2003.
alhaja. adj. Simpático, agradable. (pop) «Mi mami me había maquillado y peinado desde la madrugada (“por fin mija quiere verse alhaja”) y me vestí con un traje sencillo pero elegante», Alejandro Ribadeneira, Las traigo muertas, 2005. «Hacía de diablo el Juan Saquicela, un longote fiero, casi un mozo ya: y, de ángel, la Michita Pumba, indiecita alhaja», José de la Cuadra, Horno y repisas, 1932-1931.
alhajito, -ta. adj. Lindo, agraciado. (pop) «Ella es una jovencita uruguaya de 20 años, muy alhajita y muy cariñosa con su familia», Francisco Febres Cordero, En comer y rascar todo es comenzar/Hoy, 26.02.1996. «Esta va a volver locos a los hombres […]. –Ay qué alhajita –decían las comadres de aquellas tías beneméritas», Roberto Andrade, Pacho Villamar, 1900.
allanamiento. m. Acción y efecto de registrar un domicilio con una orden judicial. «Los allanamientos sin autorización no son raros, por otra parte, y en repetidas ocasiones menores de edad son recluidos en sitios de detención para mayores, y sufren agresiones y amenazas de todo género», Jaime Guevara, Lo que escribí en las paredes, 2004. «Por todos estos acontecimientos que iban sucediéndose, los jefes apresuraron las investigaciones y fijaron la fecha para hacer los ingresos, así se les llamaba a los allanamientos en los diferentes domicilios, entre éstos la casa del dirigente sindical Fausto Dután», Hugo España, El testigo, 1996.
allanar. tr. Registrar un domicilio con orden judicial. «Más abajo, en otro párrafo, decía que efectivos de la Policía allanaron la casa y no encontraron al Ministro que ya se había dado a la fuga», Ramiro Arias, Todo el sabor tropical, 2008. «Metían bulla los agentes y los guardias que me buscaban, removiendo montones de basura, abriendo cuartuchos, allanando cantinas», Eliécer Cárdenas, Polvo y ceniza, 1979.
aloja. f. →chicha aloja. «Aloja: Chicha de jora, la que se añade harina de trigo, jugo de guayaba y especias. Propia de la provincia de Tungurahua», Julio Pazos Barrera, El sabor de la memoria. Historia de la cocina quiteña, 2008. «Allí pasaban bebiendo mistela, aloja, vino “lágrima”, casi todo el día con la banda de músicos», Sergio Núñez, Juego de haciendas, 1936.
altoparlante. m. Altavoz. «Los altoparlantes monotonean en seis idiomas que los vuelos continúan demorados y que lamentan los inconvenientes», Raúl Vallejo, Acoso textual, 1999. «Un saxo lento que subía de tono surgió de los altoparlantes y se ampliaba en violines y pianos con los murmullos que nos decíamos al oído», Ramiro Arias, Lo inútil de la felicidad, 1999.
alverja. f. Guisante. También sus semillas. ¶ (Pisum sativum) «Poco a poco fui descubriendo el método: comencé a ponerme primero lentejas, después alverjas y por último piedritas en mis zapatos», Francisco Febres Cordero, Alpiste para el recuerdo, 1986. «Comprendió el señor que la suspensión del ejercicio de la demencia del enfermo no tenía nada que ver con el invierno, sino con la dureza cristalina de las apuradas alverjas de la sopa que estaría comiendo», Carlos Carrión, El más hermoso animal nocturno, 1982.
amancay. m. Planta que puede pertenecer a distintas especies que tienen en común una flor colorida. También su flor. ¶ (Alstroemeria aurea) «Entraban al golfo de Guayaquil, y la omnipresencia del mar decaía, para dar paso a las aguas turbias del río Guayas, acueducto de todos los desechos y suciedades del puerto. Ría limosa cubierta de bancos trashumantes, de lechugines y amancayes, venidos de las sabanas y de los esteros.», Adalberto Ortiz, Juyungo, 1943. «El viento le pega al cuello y la estremece de frío, y va doblando los amancayes de la orilla», Enrique Gil Gilbert, Yunga y Relatos de Emmanuel, 1933.
amanecer. intr.-prnl. Pasar la noche en vela. «Ellas viven durante la noche, para en el día permanecer apagadas y tristes, porque sienten muertas sus energías, como esos trágicos bohemios que se amanecen bebiendo en el arrabal de una taberna, para no ver el Sol de la mañana», Humberto Salvador, Cuentos vanguardistas, 2013. «De claro en claro se amanecieron fumando, mientras el militar y un hombre que encontró días antes en la plaza se turnaban besándola y acariciándola», Jennie Carrasco, Viaje a ninguna parte, 2004.
amañarse. prnl. Amancebarse. (pop) «Confesiones que no eran más que los harapos de toda alma: el fratricida que degolló al hermano a causa de un pleito de herencia no resuelto; la mujer que se amaño con el cura del pueblo porque no quería morirse de hambre», Eliécer Cárdenas, Que te perdone el viento, 1993. «Supo que le había seguido desde hace algunas semanas y que quería amañarse con ella», Jorge Icaza, Huairapamushcas, 1948.
amaño. m. Acción de *amañarse. (pop) «El amaño cosa necesaria, cosa de siempre entre nosotrus lus naturales... Naturales así mismu somus de brutus...», Jorge Icaza, Cuentos completos, 1933-1952. «¿Sentiría acaso, subir a mí, desde sus adentros, un cariño obscuro como un agüero, secreto como una traición a los de su sangre? Sin duda, algún longo la requería ya, para el amaño», Gonzalo Zaldumbide, Égloga trágica, 1910.
amarcar. (Del quichua marcana, ‘tomar un bulto en brazos para transportarlo’). tr. (Sie) Tomar en brazos [algo o a alguien]. (pop) «Y dieron la vuelta olímpica por obligación, con la Batracia cargando la copa con la misma alegría que tiene alguien que amarca el tanque de gas», Alejandro Ribadeneira, La frutilla mecánica, 2009. «Entonces usted me amarcó y corrió hasta que le sangraron los pies y dicen que fue necesaria la fuerza de tres, hombres para arrancarme de sus brazos», Marco Antonio Rodríguez, Jaula, 1991.
amatrerado. adj. [Animal doméstico] que se torna salvaje. «Y como no halló otro argumento trepó por un chaquiñán bufando como toro amatrerado», Jorge Icaza, Huairapamushcas, 1948. «El potro seguía manoteando, “amatrerado”, y masticaba el freno rabiosamente», Enrique Terán, El cojo Navarrete, 1940.
ambateño, -ña. adj.-n. De la ciudad de Ambato (provincia de Tungurahua). «Mas, ocupado en amoríos, en sorberse los clásicos y en meditar en el fragante campo de su quinta ambateña, Juan Montalvo desata su lengua contra el dictador sólo en 1866, cuando se ha tomado vacaciones del poder, aunque su influencia es decisiva en el país», Alfredo Pareja Diezcanseco, Ecuador: historia de la República – II, 1986. «Un ambateño habla con fanatismo de don Juan Montalvo, con unción, de Mera, Cevallos, Urvina, Martínez, Fernández», Manuel J. Calle, Biografías y semblanzasl, 1921.
ameritar. tr. Merecer. «Pero, en lugar de impartir la lección que ameritaba, me mordí los labios y pasé de largo», Alejandro Ribadeneira, La frutilla mecánica, 2009. «Unicamente cuando la palabra española amerita alguna explicación, se la da, ya sea la causa alguna variación fonética importante o un rasgo arcaizante», Oswaldo Encalada, Diccionario de la artesanía ecuatoriana, 2003.
amiguero, -ra. adj.-n. [Persona] que tiene muchas amistades. (coloq) «-Debes ser un amiguero del carajo... -Los amigos son una forma de amor que dura para siempre», Esteban Michelena, Pase al vacío, 2010. «La tarde que se murió Ceferino llegó al velorio ño Sangurima. Estábamos en el velorio bastantísima gente. Porque Pintado, a pesar de lo malo que era, era bien amiguero», José de la Cuadra, Los Sangurimas, 1984.
amishcado, -da. adj. [Persona] abrazada [a otra]. «¿Amishcaditos amanecieron? ¿Cuchis cuchis? ¿Diciéndole dulzuras en la oreja? ¿Le regalaron una rosa?», Francisco Febres Cordero, A vuelo de pájaro/Hoy, 14.02.1993. « Cabalmente el Chivilo anda amatrerado con una gringa. El Cabascango, natural como yo, anda amishcadote de otra gringa», Gustavo Alfredo Jácome, Por qué se fueron las garzas, 1979.
amitu. m. dim. (rur) Amo. (pop) «Dius su lu pay, amitu», Jorge Icaza, Huasipungo, 1934. «¿Le darás la comida, amitu?», José de la Cuadra, Horno y repisas, 1932-1931.
anaco. (Del quichua anacu, ‘manta que se arrolla en derredor de la parte baja del cuerpo’) m. Prenda de vestir típica de las mujeres indígenas ecuatorianas que consiste en una manta que se enrolla alrededor de la cintura y las piernas a modo de falda. «Y no recordará la profusión de sombreros de fieltro abarquillados, de anacos, fachalinas, de gargantillas doradas y pulseras granates», Eliécer Cárdenas, Que te perdone el viento, 1993. «Quebraban los espejos, hurgaban a las cholas debajo del anaco», Jorge Enrique Adoum, Entre Marx y una mujer desnuda, 1976.
anchetoso, -sa. adj.-n. Presumido. «Con la agilidad que le caracteriza, ya le ha bautizado con el un poco anchetoso nombre de frente de la ecuatorianidad», Marco Lara Guzmán, Proliferación de frentes/Hoy, 22.11.1996. «Está bien que Jaime Nebot gane la primera vuelta, pero que no sea anchetoso», Juan Cueva, Satanizacion del Estado/Hoy, 12.05.1996.
angeleño, -ña. adj.-n. De la ciudad de El Ángel (provincia de Carchi). «Es por ello que el equipo angeleño tratará a toda costa conservar la corona», Torneo inició en El Ángel/El Norte, 15.02.2016. «El atleta angeleño participó en la competencia denominada “Ruta de las Iglesias”, llevada a cabo el 29 de agosto», Angeleño se prepara para competir en Quito/La Hora, 06.10.2015.
ango, -ga. adj. [Persona] muy resistente al maltrato físico. (pop, desp) «A lo mejor, si les ‘chamuscan’ con harta leña verdiaguada pudiera ser que desaparezcan pero lo dudo, realmente son ‘angos’ y ‘resabiados’», Luis Carrillo Andrade, ¿Quieren enterrarles vivos a los pekineses?/La Gaceta, 03.08.2014. «Tonces entra al ring la Rosalía, que no podía faltar, y le aruña al Alarcón con las uñas, pero el Alarcón ni siente los rasguños de la Rosalía. ¡Más ango ques el Alarcón!», Todos contra todos/Hoy, 02.10.1997.
angurria. f. Ambición. (coloq) «La más importante quizá es esta: los guacharnacos tienen angurrias guacharnacas y sueñan embelesados con aquel el día cuando ya puedan entrar, sin complejos, en el club mojiganga de los sobacos olorosos», Juan Montaño Escobar, Bereju/Hoy, 25.11.1997. «Así concluyó, sin pena ni gloria, un gobierno que no había sabido frenar la angurria y el latrocinio sin límite de los banqueros», Rodolfo Pérez Pimentel, Diccionario biográfico del Ecuador – V, 1987.
angurriento, -ta. adj.-n. Hambriento. (coloq) «A qué viene si sólo se pintan en los cuadros las flores encendidas y las muchachas hermosas, o los caballeros ricos que no quieren morir sin ver su propia figura en un lienzo grande, severo y oscuro, pensó, qué va hacer con nuestras caras largas, angurrientas y malas, qué con nuestras ropas sucias y remendadas», Eliécer Cárdenas, Polvo y ceniza, 1979. «Una cosa dice la mula y otra el carretonero. Para nosotros desde que pita El Progreso, que es el primero, ya es hora. Para Mano de Cabra no lo es hasta que pita La Universal, donde son más angurrientos y tienen el reloj atrasado», Joaquín Gallegos Lara, Las cruces sobre el agua, 1946.
anteño, -ña. adj.-n. Del cantón Antonio Ante (provincia de Imbabura). «Es una iniciativa para fomentar el turismo en el cantón anteño», Fábrica Imbabura, el origen textilero anteño/El Norte, 19/08/2019. «Los anteños apoyan la gestión de sus legisladores y dicen sentirse orgullosos de lo que son y pueden hacer», Anteños le hacen frente a la crisis/La Hora, 15/02/2004.
añas. m. Mofeta. ¶ (Conepatus semistriatus) «Sollozan esos vientos quedamente en las espesuras perfumadas donde viven la nutria gigante y el añas», Eliécer Cárdenas, Que te perdone el viento, 1993. «O, tal vez, hambriento como lo tenían siempre, con las raciones escasas que el can había de completar cogiendo añas o ratas, se habría escapado por las hondonadas, de cacería», José de la Cuadra, Horno y repisas, 1932-1931.
apachita. f. Sitio sagrado en el borde de un camino constituido por un cúmulo de piedras. «Se encontraron con una gran cantidad de piedras amontonadas junto al camino; era una apachita, otro lugar sagrado donde habitaban espíritus de las montañas», Edna Iturralde, Caminantes del sol, 2002. «Por esta razón los cúmulos de piedras de las apachitas con cruces encima, siguieron creciendo», Manuel Espinosa Apolo, Los mestizos ecuatorianos, 2000.
apercollar. tr. Atrapar. (pop) «La prensa narra con lujo de detalles cómo los socialcristianos se han dado modos para apercollar al Tribunal Supremo Electoral para hacer del país lo que nos viene en gana: tumban a un vocal para suplantarlo con otro de un partido político extinguido; cuando ya no les sirve se “acuerdan” de la extinción y ponen otro comodín», Buzón de lectores/Hoy, 10.01.2006. «Habremos llegado al punto de quien se sabe apercollado, a merced del Imperio, ¡para poder alimentarse!» Rodrigo Fierro Benítez, De miedos y terrores/El Comercio, 04.13.2006.
apertrechar. tr.-prnl. Pertrechar, aprovisionar. «Las huestes realistas se apertrecharon a la entrada de Cruz Loma y se formaron para recibir el parte de batalla», La batalla por Pichincha/Hoy, 26.05.1996. «Abascal siempre creyó más peligrosa a Guayaquil que a Cuenca y por eso prefería apertrecharla en armas y dinero», Rodolfo Pérez Pimentel, El Ecuador profundo – Tomo I, 1988.
aplazado, -da. adj.-n. [Persona] a la que el sistema educativo ha declarado sin la suficiente preparación para superar un nivel formativo. «Aunque las Monografías no eran de obligación en aquellas épocas, le sirvió para exonerarse en el examen final con la nota máxima. Lamentablemente lo prestó a un compañero aplazado, quien debió extraviarlo por que nunca le devolvió a su autor», Rodolfo Pérez Pimentel, Diccionario biográfico del Ecuador – I, 1987. «Tenía notas bajas y estaba desde medio año aplazado por conducta», Antonio Jaramillo Terán, Memorial del infiernillo, 1986.
arandela. f. Adorno femenino en forma circular. «Estaban todos, […] codo a codo con los señores que vestían de negro, tenían sombreros mocora, […] acompañando a elegantes señoras con severos vestidos alargados, negros y entallados, pecheras altas cubiertas de encajes y arandelas sobre las cuales reposaban discretas joyas», Alicia Yánez Cossío, Esclavos de Chatham, 2006. «Ahora los trapos rojos se marchitan, bajan sus hilachas hasta la tierra seca de la plaza, como si lamentaran no ser más las arandelas, pecheras, vuelos del hermoso vestido de alguna muchacha rica que lo olvidó en un juego de carnaval, lo desdeñó al polvo y la ceniza», Eliécer Cárdenas, Polvo y ceniza, 1979.
ardido, -da. adj. Enojado, irritado, resentido [con alguien]. «Creí que volver a la Universidad, a Eugenia y al matrimonio, a leerles a mis amigos algo de Rulfo, ese verdugo de la palabrería, tendría un efecto catártico, sin saber que la noche me negaba sus escondites y Eugenia, los suyos, ardida con una rival comparable al boxeador que, en su round de sombra, pelea contra nadie», Stalin Alvear, El reino de los vencidos, 2006. «Estaba, como dije ya, un poco ardido con don Vicente y con otros de allí, y pocas ganas me quedaban para meter el pico en, sus comadreos estúpidos», Ángel Felicísimo Rojas, El éxodo de Yangana, 1949.
arenillense. adj.-n. Del cantón de Arenillas (provincia de El Oro). «La militancia, simpatizantes y seguidores de Movimiento País, esperan que su respaldo masivo al Presidente electo, Lenin Moreno Garcés, sea en beneficio de toda la ciudadanía arenillense», Movimiento Alianza PAIS Dirigentes agradecieron a arenillenses/Correo, 08.04.2017. «Actualmente con Medina, están por salir 12 libros de diferentes autores, entre ellos el poeta portovelense Roy Sigüenza y el Arenillense, Raúl Serrano Sánchez, dos escritores que actualmente sobresalen en el ámbito nacional, con sus obras», Poco interés por la lectura/El Telégrafo, 30.03.2014.
argolla. f. Arete en forma de aro. «Debajo estaba el cuadro de un pirata joven y guapo con una argolla de oro en la oreja y las manos sobre un timón», Edna Iturralde, Las islas donde nace la luna, 2007. «Para el baile, las mujeres usan polleras amplias, adornan sus orejas con grandes argollas y agitan pañoletas de colores», Claudio Mena, Aquí, Ecuador, 1990. ♦ 2. Grupo de personas que trabaja, dentro de una organización, para su propio beneficio. (desp) «La única explicación posible es que Cordero no tenía en realidad mucho poder político; que estaba prisionero de las influencias de “la argolla”; y que no tuvo la entereza para imponerse o renunciar a tiempo», Alfredo Pareja Diezcanseco, Ecuador: historia de la república II, 1986. «Sólo Roberto defendió al gobierno por un sentimiento de lealtad y todos los demás lo acribillaron a insultos y burlas. Que el Gobierno de Cordero era una argolla insufrible; que no salía de Caamaños y Flores, que eran los que de veras mandaban haciendo lo que se les daba la gana», José Rafael Bustamante, Para matar el gusano, 1915.
arrarray. (Del quichua araray, ‘interjección con que se expresa dolor’). interj. (Sie) Expresa dolor. (coloq) «Grita, volviéndose, la frase aprendida: -”¡Arrarray! ¡arrarray...! ¡Oh! ¡Qué dolor!”», Alfonso Cuesta y Cuesta, Los Hijos, 1962. «Si se quemó usted la mano con lacre o agua hirviendo, ¿qué más hubo sino decir arrarray?», Juan Montalvo, Las Catilinarias, 1880.
arrecharse. prnl. Enojarse. (vulg) «¡No, bróder, eso sí que nones y nones!, inventando humillaciones del putas y todo para joderme, a cual mejor y arrecharme de una vez y me le fuera a chalacazo limpio», Carlos Carrión, El amante sonámbulo, 2005. «Tenía su estilo para convencernos, con su chistecito aquí, su palabrota por allá, y a veces se arrechaba y nos tocaba adentro, nos recontracagaba y nos dejaba pensando», Miguel Donoso Pareja, Nunca más el mar, 1981. ♦ 2. Excitarse. «hubiera querido tener su enamorada, su chiquilla, algo de ternura, ir a pasear por ahí, cogido de la mano, a arrecharse en el cine, hacer un serruchito, pero nada, adú», Miguel Donoso Pareja, Nunca más el mar, 1981. «esta calientabraguetas que tarda demasiado en llorar lavarse pintarse vestirse largarse demasiado en devolverme a mi soledad que no es tan mala al fin de cuentas por lo menos se está más tranquilo sin arrecharse», Jorge Enrique Adoum, Entre Marx y una mujer desnuda, 1976.
arrechera. f. Excitación sexual. (pop) «Sin que nadie se lo pidiera, ayudó a bajar papayas duras, apezonadas.... Dicen que tos montubios las usan para hacer el amor. ¡Buena arrechera se manejan!», Juan Manuel Rodríguez, El mar y la muralla, 1992. «¿Te acuerdas cómo me odiaba la vieja de la madre? Claro que me acordaba, la próxima vez que los encuentre en la esquina les saco vetas del trasero y a vos guambra coqueta te voy a calmar la arrechera metiéndote una paliza, sentenciaba, halándole las trenzas rubias», Edwin Ulloa, El mejor número (Eugenia Viteri, Antología del cuento ecuatoriano, 1988).
arrecho, -cha. adj. Valiente. «Jacobo Bucaram concluyó su intervención señalando que es “un arrecho roldosista que va a enfrentar a los pelucones del país”», Jacobo Bucaram hizo su show y gustó/La Hora, 18.09.2002. «Daban una de los arrechos de Terensgil y Budespénser y ya sabemos la que se organizaba», Carlos Carrión, El más hermoso animal nocturno, 1982.
arrimado, -da. m. y f. Persona que vive a expensas de otra. «Fruto de tales investigaciones es uno de los testimonios más cruentos que registra la historia del ensayo ecuatoriano, pues narra la tragedia de los arrimados que salían a los caminos a vender a sus hijos en S/. 300 para evitar que murieran de hambre a causa de la atroz sequía», Rodolfo Pérez Pimentel, Diccionario biográfico del Ecuador – X, 1987. «Si hubieran muchos como tú, se atrevió a insistir, si ayudáramos a los arrimados a ocupar esas tierras donde trabajan sin pago alguno», Eliécer Cárdenas, Polvo y ceniza, 1979.
arrugar. intr.-prnl. Acobardar. «Hay que reconocer que peleó, que se esmeró, que no arrugó y que le tocó pararse firme», Alejandro Ribadeneira, Este es el 1x1 de la Tri luego de la desesperante derrota ante EE.UU/El Comercio, 25.05.2016. «Sin embargo, los austriacos no se arrugaron y los cambios introducidos por Krankl en el descanso fueron un revulsivo para el equipo de la república alpina», Amistosos rumbo al mundial/El Universo, 18.04.2002.
arveja. f. →alverja. «Diéronles, primero, mazamorra de arvejas, luego carne de borrego con patatas», Miguel Ángel Corral, Las cosechas, 1960. «Las arvejas del cerro son tal vez un poco duras, pero les resulta muy sencillo el expediente de cocerlas agregando a la olla donde hierven un trapito con un puñado de ceniza», Ángel Felicísimo Rojas, El éxodo de Yangana, 1949.
ashco. (Del quichua allcu, ‘perro’). m. (Sie) Perro. ¶ Pronun.: [áŝko] «Pregunten si algún muchacho sabe qué es un chirisiqui, o qué es guaguatanda, ashco o singa», Mauricio Salazar, Identidad perdida/La Gaceta, 28.04.2007. «El guambra... El guambra que ha salido como el taita...! ¡Ashco sin dueño!», Jorge Icaza, Cuentos completos, 1933-1952.
atacameño, -ña. adj.-n. De la ciudad y el cantón de Atacames (provincia de Esmeraldas). «A pesar de haber nacido en Santo Domingo de Los Tsáchilas, Eddy Gómez se considera un atacameño más. Llegó a la provincia verde cuando apenas era un niño y se enamoró por completo de su nuevo hogar», Un guía tsáchila muestra las bellezas de Esmeraldas/El Telégrafo, 08.04.2017. «El crimen a Carlos Zambrano Mendoza ha conmocionado a la ciudadanía atacameña, pues, era un hombre muy conocido y estimado por la comunidad», Atacameño asesinado con disparo en el tórax/La Hora, 31.03.2016.
ataco. m. Amaranto. ¶ (Amaranthus spp) «Su característico color se lo obtiene del ataco», La yaguana, una bebida tradicional de Paute/El Tiempo, 04.03.2019. «Entre los principales productos de origen vegetal y que lucen más conocidos que otros se destacan: maíz, quinua, ataco», Pan de América/Hoy, 25.12.2002.
atahualpense. adj.-n. Del cantón de Atahualpa (provincia de El Oro). «En esta ocasión se está bachando la avenida principal de ingreso a la urbe, situación que es bien vista por la Comunidad atahualpense», Se continúa con bacheo de las calles en Paccha/Diario Opinión, 09.07.2012. «El alcalde de Atahualpa, José Ruilova y el Secretario Ejecutivo del Plan Binacional, Marcelo Torres, suscribieron los convenios en medio del aplauso de un abarrotado salón auditorio. El burgomaestre atahualpense agradeció el apoyo», Dos muros de concepción para Atahualpa/El Mercurio (Cuenca), 05.05.2010.
atarzanar. (De Tarzán) tr. Robar. (pop) «Poner el brazo, atarzanar, encuellar: robar», Oye broguin a parchar con los punks/El Comercio, 06.06.1998. «Luego se supo que el negro había atarzanado a una gringa turista que paseaba por el cerro. Se le quiso llevar la cámara de fotos y la gringa según parece era Kunfú o alguien le dijo que podía defenderse, entonces, al Negro no le quedó otro remedio que largarle el fierro y la gringa se murió», Carlos Béjar Portilla, Puerto de luna/La rosa de Singapur, 1986-1990.
atsera. f. →achira. «Este bocado de sal que se asemeja a una delicada galleta, viene acompañado del tradicional queso de hoja, denominado así al estar perfectamente envuelto en una hoja de atsera, juntos y acompañados de una suculenta taza de café», Las Allullas/La Hora, 27.12.2011. «En el área andina, entre las variedades de hojas usadas con estos fines, están: el capulí, atsera o achira, naranjo, catulo de maíz, lechero, palma de ramo, uña de gato, etc.», Mario Godoy, Breve historia de la música en el Ecuador, 2005.
atzera. f. →achira. «Luego se lo enrolla y es colocado en una hoja de atzera, traída desde Pelileo», La calle de las allullas/La Hora, 16.11.2009. «Las yerbas de las coyunturas, la lengua de vaca, la atzera, el belenio, la celedonia, el esquenanto, el llantén, la verbena, la altamisa, el hinojo», Iván Égüez, La Linares, 1975.
auca. adj.-n. →1huaorani. «Salieron de Quito 7 Franciscanos a catequizar a los aucas», José María Jaramillo, Historia, tradiciones y leyendas de Quito, 2000. «No, no soy auca, no es cierto, los ecuatorianos no vivimos en los árboles», Gustavo Alfredo Jácome, Por qué se fueron las garzas, 1979. ♦ 2. adj. →2huaorani. «La comunidad auca, ahora conocida como huaorani, vivía frente a la actual ciudad, donde se asienta la Brigada de Selva N° 19 Napo», El colono se afincó en Coca y Lago Agrio/El Comercio, 12.02.2012. «Mientras me reponía, seguí las noticias sobre lo que, en la prensa local y extranjera, se llamó 89 “el ataque auca”», Gabriela Alemán, Álbum de familia, 2010.
ausentismo. m. Abstención deliberada de acudir a cumplir [una obligación]. (cult) «Se trata, en el fondo, de un debate en torno a la legitimidad de los movimientos y las organizaciones, pues los partidos reconocen una sola fuente de dicha legitimidad: las urnas... aunque el ausentismo y el clientelismo las distorsionen», Javier Ponce, Sentado entre dos sillas, 2004. «Alguien se levantó a hacer música, pero nadie bailó porque era mejor morderse los labios. Yo observaba una rotunda cara de ausentismo.», Pablo Palacio, Obras completas, 1947 (†).
aviso. m. Anuncio. «Las compañías de aviación que, sin anuncio previo ni explicación alguna, colocan en su mostrador del aeropuerto un aviso de «Vuelo suspendido» o »Vuelo cancelado», sin nadie debajo que dé la cara para recibir la protesta siempre inútil de los perjudicados», Jorge Enrique Adoum, Ecuador: señas particulares, 1998. «Creyó que nuevamente le dejaría el polvo de la fuga, pero por primera ocasión en mucho tiempo la cabeza del mirador se alzó, sus ojos chuecos recibieron el impacto de los avisos de neón», Jorge Velasco Mackenzie, El rincón de los justos, 1983.
awá. adj.-n. [Individuo] del pueblo indígena que tiene asiento en las provincias ecuatorianas de Carchi, Esmeraldas e Imbabura. «Otros factores externos que han tenido que enfrentar los Awá son los trabajos que realizan las empresas palmicultoras», Los Awá identificaron cuatro amenazas para sus territorios/El Comercio, 23.03.2018. «El nacimiento de un hombre o de un pueblo que tiene como origen un huevo se encuentra en los awá y también está presente entre los kayapas», Ileana Almeida, Mitos amazónicos de los pueblos indígenas del Ecuador, 2014. ♦ 2. adj. Propio de los indígenas awá. «Las fuertes precipitaciones provocan inundaciones, deslizamientos y la obstrucción de vías en poblados awá de Carchi», Ricardo Cabezas, Poblados awá en Carchi, incomunicados tras fuertes lluvias/El Universo, 25.05.2019. «La presencia de empresas mineras en territorio Awá y la falta de vías de comunicación para llegar hacia las 27 comunidades, son parte de la agenda de este grupo étnico en la tercera Asamblea General de la Federación de Centros Awá del Ecuador», Los Awá denuncian minería ilegal en su territorio y demandan vías de acceso/La Hora, 11.12.2015.
ayahuasca. (Del quichua aya, ‘muerto’; y, huasca, ‘soga’). f. Planta trepadora de la Amazonía, que puede alcanzar hasta ocho centímetros de diámetro y que es usada por algunos pueblos indígenas en diversos ritos. ¶ (Banisteriopsis caapi) «Según lo leído por Petersilie y conforme a lo que le había referido el francés, la ayahuasca, planta conocida por los indígenas de la Amazonía, permitía obtener, aparte del diagnóstico y la curación de enfermedades, visiones acerca de cualquier aspecto de la vida que uno quisiera aclarar», María Eugenia Paz y Miño, La puerta del Ilaló, 2007. «Era solo cabello, sin productos cosméticos que le den brillo, cuerpo, tersura o consistencia. Cabello puro, limpio y con olor a cabello, sin rastros de esencias de flores, aloe vera, ginseng o siquiera ayahuasca», Álvaro Samaniego, Las reglas del circo, 2005. ♦ 2. Bebida elaborada con *ayahuasca. «Las iniciaciones y los vuelos chamánicos son acompañados de libaciones de bebidas como la ayahuasca o el yagé, que transportan a quienes las ingieren hacia las regiones del más allá», Ileana Almeida, Mitos amazónicos de los pueblos indígenas del Ecuador, 2014. «Los otros shamanes entre tanto seguían cantando y bebiendo la ayahuasca», Ruth Moya, El recuerdo de los abuelos, 1993.
ayora. (De Isidro Ayora, presidente del Ecuador de 1926 a 1930). m. y f. *Sucre que circuló a partir de 1928. (pop) «-Doctor Isidro Ayora, ¿cuál es la salida? –“Abandonar el dólar y volver a los ayoras”», Simón Espinosa Cordero, La salida histórica/Hoy, 25.01.2000. «Como ahora que el Sebastián está profanando a la Virgen, le mete un cuchillo en la barriga y hace rodar las ayoras», Jorge Velasco Mackenzie, El rincón de los justos, 1983.
azocado. m. (Man, Az) Acción y efecto de *azocar. «El proceso de producción del sombrero se lo llama “compostura”, que da inicio con “el azocado o rematado” para poder cortar las pajas sobrantes», Sol y sombrero/El Mercurio (Cuenca), 08.12.2011. «El pasado jueves, Ashley French, de Inglaterra, salió asombrado del museo y con compras por USD 160. Reconoció el esfuerzo que hay detrás de un sombrero. Él presenciaba el azocado (remate final del tejido), lavado, tinturado y blanqueado», Sígsig busca romper un récord Guinness con el sombrero más grande del mundo/El Comercio, 04.12.2009.
azocador, -ra. m. y f. (Man, Az) Persona que *azoca los sombreros de paja toquilla. «El único lugar donde puedo disminuir el valor del sombrero es con las tejedoras, porque al azocador se le paga por docena no se le puede pagar menos», Estudio traza hoja de ruta para tejido de paja toquilla/El Mercurio (Cuenca), 30.01.2014. «Los azocadores realizan también el ajuste y cortado de las pajas.», Oswaldo Encalada Vásquez, Diccionario de la artesanía ecuatoriana, 2003.
azocar. tr. (Man, Az) Apretar los remates de las pajas del sombrero de paja toquilla. «En una casa esquinera se levanta la morada de Pastor Mero, un hombre que ha dedicado sus casi 80 años a rematar, azocar y darles la tonalidad con azufre y hasta planchar los sombreros de paja toquilla que por millares se lucen en el mundo», Un recorrido por distintos patrimonios forman un circuito en Montecristi/El Universo, 18.04.2015. «Para Elvia Sinchi, de 38 años, fue un día normal de trabajo, tan importante como azocar sobreros de paja toquilla», Las mujeres son una parte importante en las mingas de la parroquia Sinincay/El Comercio, 16.03.2004.
azogueño, -ña. adj.-n. De la ciudad y cantón de Azogues (provincia de Cañar). «Es Édgar Palomeque Vivar, un azogueño que a sus 86 años, al abrir el libro de su vida repasa las páginas donde consta su poesía», Édgar Palomeque Vivar: poeta, escritor y educador azogueño/El Mercurio (Cuenca), 06.03.2016. «En Quimandel, comarca azogueña -asiento de antiguos arrieros-, campesinos blancos se levantaron contra los evaluadores de predios rústicos», Augusto Sacoto, Teatro ecuatoriano – II, 1971.
azoro. m. Azoramiento. «En el bando radical las miradas que se lanzan entre sí los pasmados conmilitones no son de menor azoro», Eliécer Cárdenas, Que te perdone el viento, 1993. «Mira con azoro a todos los que lo rodean, casi como suplicándoles», Miguel Donoso Pareja, Día tras día, 1976.
azuayo, -ya. adj.-n. De la provincia de Azuay. «El pase de “El Niño Viajero” es sin lugar a dudas la expresión religiosa más patética en la que se refleja la fe de los azuayos, que han logrado conjugar el folclore con la religión», El pase del niño viajero/Hoy, 14.12.1990. «El Comité que lleva su nombre le obsequió una paleta de oro bellamente cincelada y esmaltada, obra de hábiles orfebres azuayos», Manuel J. Calle, Biografías y semblanzas, 1921.