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Un ordenamiento por los registros
ОглавлениеEmilio Vaschetto
Me parece que, para contribuir a la dispersión, o al ordenamiento —ya no sé— uno debe guiarse por los registros (ISR). El tema de la marca recorre los tres registros, porque no necesariamente es real y tampoco únicamente simbólica, ni meramente imaginaria. Puede serlo de una manera y otra. En algunos casos evita la disolución imaginaria, pero en otros su estatuto no es meramente imaginario.
Si fuese posible hacer alguna conceptualización de la idea de marca en Lacan —cosa que quizá podamos encontrar recién hacia el final de este seminario— da la impresión que tampoco hay una sola noción de marca. Siguiendo el seminario 10, pareciera que allí la marca es simbólica. En el seminario 5 dice: la marca no es un significante, está más cerca de la huella como vacío. Hacia el final, cuando ya introduce el sinthome, podríamos pensar en una marca más real. Lo propongo para la discusión, pero me parece que puede ser un buen ordenamiento: marca imaginaria, simbólica y real.
Jorge Faraoni
De cualquier forma una marca siempre es un organizador, sea imaginaria, simbólico o real, siempre cumple la función de organizar algo. Tal como se vio en los casos presentados.
Emilio Vaschetto
Podríamos agregar eso a la producción colectiva —si es que existe tal cosa— y es que hay un organizador y que no necesariamente es uno de los registros el privilegiado sobre otro, sino la función organizadora de la marca.
Cecilia Castelluccio
Ningún registro (RSI) tiene preminencia sobre otro, lo que se destaca es más bien su anudamiento.
Jorge Faraoni
No hay primacía.
Ricardo Gandolfo
Cecilia, excelente tu exposición, muy clara y me ha sugerido una cosa. Me parece que lo importante es qué función de la nada y de la ausencia está en juego, en cada uno de los registros. Porque el tatuaje viene a cubrir algo y a señalar al mismo tiempo aquello que cubre. Entonces, como decía Emilio —y está muy bien—, se trata de tener en cuenta los tres registros. Si tomamos por ejemplo un proceso habitual —para llamarlo de alguna manera— como el del Nombre del Padre, hay algo del cuerpo que se nadifica, y entonces gracias a eso se obtiene la marca de lo simbólico, que nos permite una inmortalidad absurda, porque es la inmortalidad del Otro, no la nuestra. Por eso, cuando no pasa eso, el tatuaje viene a ese lugar, viene a testimoniar algo. No es tanto el tatuaje en sí mismo, sino lo que viene a cubrir, lo que viene a indicar. Por eso permite hacer un cuerpo, porque hace las veces del objeto a, y la extracción del objeto es lo que permite hacer un cuerpo.
Gabriela Rodríguez
El tatuaje viene muy bien para pensar la marca, sobre todo porque no todos los tatuajes constituyen una marca y no todas las marcas son una marca, valga la paradoja. Respecto de la época, hay una paradoja o doble faz, por una parte, la época es súper industriosa en la producción de segundas marcas, y al mismo tiempo observamos un rechazo de la marca, en el sentido de un rechazo de todo lo que sea determinación. Judith Butler se refiere a «La colonia penitenciaria» de Kafka que mencionabas, Cecilia, para situar su operación de performativa, de la que surge la diferencia del sexo/géneros considerado como un dispositivo. Entonces, esa marca, que tiene la lógica de una cita sin original, es vivida como algo opresivo que limita, que coarta libertad.
En ese punto, yendo al aspecto clínico, si lo que orienta es la marca, pensaba: ¿por qué hay marcas que no son marcas, marcas de las que no resulta la operación de marcado? Creo que en tanto la marca vaya a la serie, no se constituye en marca, ya que llama a otra, y eso se infinitiza. Para que la marca tenga valor de marca, se me ocurre que no debe ir por el lado de la serie, sino que debe agujerear algo. Y por ahí se enlazaba con la pregunta ¿qué es lo que da consistencia a un cuerpo? Eric Laurent, señala algo muy interesante en este punto, respecto de la letra que, entiendo, podemos superponerlo con lo que estamos conversando sobre la marca, y es la necesidad de salir de la ilusión del tipógrafo o de la imprenta para pensar la letra.
Una cosa más respecto de la versión arqueológica de la marca: escuché decir a Agamben que la perspectiva arqueológica que él sostiene se diferenciaba de la de Foucault en la medida en que Foucault va a buscar los archivos y los documentos, mientras que él se interesa por todo lo que de la marca no fue absorbido por el saber. En síntesis, interesarse por lo que queda por fuera de lo que se ha interpretado de la marca, lo cual me parece una observación interesante para la clínica.