Читать книгу Pensamiento educativo en la universidad - Fabiola Cabra Torres - Страница 7
ОглавлениеPRÓLOGO
En este acto de celebración del Día del Maestro, de profunda significación institucional y personal, quisiera, a través de estas palabras, rendir un sentido homenaje a todos nuestros educadores javerianos. Estamos convencidos de que su labor y compromiso con la realización del Proyecto Educativo y la consecución de los objetivos de la universidad es y ha sido indispensable, en el día tras día, para hacer realidad la visión y la misión educativa de la Universidad Javeriana. El reconocimiento a la maestría y excelencia de nuestros maestros y maestras es una manera de reafirmar los valores que, desde sus orígenes, constituyen la razón de ser de las universidades. Por ello, la celebración del Día del Maestro es una ocasión propicia para resaltar el sentido y la significación especial que tiene el libro: Pensamiento educativo en la universidad: vida y testimonio de maestros, una valiosa iniciativa de nuestra Facultad de Educación que cuenta con su segundo volumen.
Este proyecto, inspirado en el magis ignaciano y en la excelencia del oficio del educador, tiene el propósito de rendir homenaje a maestros javerianos, cuyas prácticas docentes destacadas han contribuido a la construcción de la universidad desde las distintas disciplinas, artes y ciencias. Y, con ocasión de la celebración del Día del Maestro, busca extender este reconocimiento a todos los profesores y profesoras javerianos. En esta obra se podrá apreciar la huella que han dejado en la Universidad Javeriana los diez insignes profesores, dos de ellos ya fallecidos, que han compartido su testimonio de vida y que nos enseñan, con inmensa sabiduría, el significado de ser un maestro por elección de vida, en el más genuino sentido javeriano.
A los maestros, en este homenaje, se les reconoce por sus méritos y sus aportes a la construcción de nuestra casa común, por su excelencia académica y por la formación de generaciones de estudiantes javerianos que han pasado por sus aulas. En ellos, esta obra encuentra su razón de ser y se convierte en fuente de inspiración para todos aquellos que han optado por hacer de la docencia una “profesión de universidad”. Como nos lo explica el padre Gerardo Remolina, S. J.:
Un profesor universitario es aquel maestro (transmisor de vida) que hace profesión de universidad; es decir, que se compromete públicamente a consagrarse a la universidad, a entregarse a ella, a dar testimonio incondicional de su opción por ella. Es aquel cuya misión nace del espíritu, al buscar incansablemente con el corazón, la verdad y la sabiduría y al formar: hacer de cada estudiante una persona completa, encender un fuego desde el interior de cada uno de ellos.1
Con esto quiero decir que nosotros nos debemos a nuestros profesores y, a la vez, como profesores nos debemos a los estudiantes, de quienes esperamos que sean mejores que sus predecesores, siempre en el marco del magis ignaciano. Esta obra, justo hoy en el Día del Maestro, se suma al ejercicio de hacer memoria de quiénes somos y de reconocernos como miembros de la comunidad educativa javeriana. “Una comunidad educativa que se configura por la preocupación de los maestros por el bien formativo de sus estudiantes y por la admiración de los aprendices por la voz de los enseñantes”2. Para terminar mi intervención, quiero compartir tres breves ideas que inspiren nuestra práctica docente: renovación pedagógica, hacer viva la formación integral y educar en la esperanza.
RENOVACIÓN PEDAGÓGICA
Nuestro rector, el padre Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S. J., nos invita a asumir conscientemente que
muchos de nuestros alumnos y profesores son hijos y herederos de la sociedad de consumo. Por eso debemos ser muy creativos en la forma como presentamos la visión antropológica que nos inspira. Más que discursos, busquemos desarrollar experiencias que permitan enlazar el saber y el actuar, el aprendizaje y el servicio, lo académico y lo afectivo, lo instrumental y lo trascendente. Las universidades católicas no podemos quedarnos inmovilizadas en modelos antropológicos del pasado, rígidos, abstractos, expresados en un lenguaje que es incomprensible para las nuevas generaciones de la era digital […]. Debemos renovar el marco antropológico de la educación católica, de manera que pueda dialogar con un mundo intercultural.3
Es claro que los maestros, de todas las épocas, han tenido un compromiso histórico con las nuevas generaciones. Nuestro desafío como maestros es propiciar relaciones entre jóvenes y adultos, que estén impregnadas de un amplio sentido y comprensión de lo humano, es decir, en una actitud de apertura hacia la comprensión de sus necesidades, de sus identidades y diferencias y, sobre todo, de sus modos de aprender el mundo y de transitar el momento histórico que les ha correspondido vivir. Nuestras pedagogías han de abrir horizontes hacia una organización social justa e incluyente, cuyo centro sea el ser humano y nuestra casa común y que, sobre la base de un diálogo cultural, nos conduzca al sentido último y a la forma de hacer viva una formación integral.
HACER VIVA LA FORMACIÓN INTEGRAL
¿Qué significa hacer viva la formación integral? En primer lugar, nuestra opción diferenciadora por la excelencia académica, la fundamentación humanística, la sensibilidad social y una espiritualidad abierta al pluralismo abren una senda clara para la formación humana de nuestros estudiantes, quienes deberán afrontar los retos que imponen las nuevas dinámicas del mundo actual y de los mundos posibles del futuro. En este proceso de formación, la tarea del maestro es precisamente la de potenciar la formación de mejores personas, “enseñar el goce del conocimiento y la manera como el conocimiento puede embellecer la vida”4. En la Pontificia Universidad Javeriana el proyecto educativo guía al conjunto de profesores hacía una pedagogía universitaria inspirada en el magis ignaciano y en el servicio. El magis ignaciano es un ir a más: “Llevar a la conciencia de no acomodarse en lo ya conocido o conseguido, sino buscar vivir con intensidad y dar el máximo de uno mismo”5.
En el servicio, pretendemos que, desde la docencia, se motive a los estudiantes a que sientan la pasión por construir un país más justo con más oportunidades y ello implica la formación en valores que enriquezcan el sentido y compromiso con la vida. Hacer viva la formación integral implica, entonces, que los problemas formativos de los estudiantes se conviertan en tema de reflexión permanente de las comunidades de profesores y sean también objeto de innovación. Hoy, necesitamos que la forma de hacer viva la formación integral ofrezca salida a la profunda crisis ética (y de desesperanza) que a veces parece ahogarnos.
EDUCAR EN LA ESPERANZA
El momento histórico que vivimos requiere de maestros que cultiven la solidaridad, la esperanza y el deseo de aprender, enseñar y transformar el mundo. La confianza que genera la esperanza es anticipación ética de un mundo mejor y es una necesidad existencial6. Cuando la educación genera esperanza, “nos señala un modo distinto de situarnos en el mundo, de escribir la propia historia y de construir nuestra sociedad”7.
Concluyo esta intervención señalando que ¡una universidad es lo que son sus profesores! Es por esto que alcanzar la excelencia, dar vida a una cultura del mejoramiento permanente y contribuir a la transformación integral de la sociedad, desde el mejor servicio posible con los valores universales que proclama el evangelio, depende en gran medida de que nuestros profesores sean personas de las más altas calidades humanas y profesionales. En todo ello está comprometida la Universidad Javeriana, lo mismo que en brindar estímulos y apoyar la docencia de excelencia, reconocerla y exaltarla a través de distintas acciones. Muchas gracias.
LUIS DAVID PRIETO MARTÍNEZ
Vicerrector Académico
Pontificia Universidad Javeriana
Intervención en el Día del Maestro,
15 de mayo de 2018
NOTAS
1 Gerardo Remolina, S. J. (2015). El docente universitario: profesor y maestro. Conferencia XIII Encuentro Nacional de Vicerrectores Académicos de Ascún, Universidad de Santander (UDES), Bucaramanga.
2 Luis David Prieto Martínez (2007). El futuro de la universidad católica en el siglo XXI: una visión desde el Sur. Aula Magna XX, p. 11.
3 Prieto Martínez. El futuro de la universidad católica en el siglo XXI, p. 6.
4 Octavio Henao Álvarez (1998). Título multimedial, “Escuela, cultura, y vida”, Universidad de Antioquia, IV Congreso Red Iberoamericana de Informática Educativa (Ribie), Brasilia. Disponible en http://www.c5.cl/ieinvestiga/actas/ribie98/286M.html
5 Magis Pastoral Ignaciana. Disponible en https://magis.es/que-es-magis
6 Aracely Mondragón González (2005). Ernst Bloch: el peregrino de la esperanza. Estudios Políticos, 4, 43-77.
7 Magis Pastoral Ignaciana. Disponible en https://magis.es/que-es-magis