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TITULO VI.
De Don Juan Pacheco Maestre de Santiago.

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Don Juan Pacheco Marqués de Villena é Maestre de Santiago, fijo de Alfonso Tellez Girón, fué hombre de mediana estatura, el cuerpo delgado é bien compuesto, las faciones fermosas, é buena gracia en el gesto. Era de nacion Portuguesa de los mas nobles de aquel Reyno, nieto de ... uno de los Caballeros que vinieron de Portugal á Castilla al servicio del Rey Don Juan, el que fué vencido en la batalla de Aljubarrota. Era hombre agudo é de grand prudencia: é seyendo mozo vino á vivir con el Rey Don Enrique quando era Príncipe, é alcanzó tanta gracia, que fué mas acepto á él que ninguno de los que en aquel tiempo estaban en su servicio: é así por el amor que el Príncipe le avía, como porque cresciendo en dias florescian en él las virtudes intelectuales, le encargó la gobernacion de los grandes negocios que le ocurrian. Fablaba con buena gracia é abundancia en razones, sin prolixidad de palabras: temblábale un poco la voz por enfermedad accidental, é no por defecto natural. En la edad de mozo tovo seso é autoridad de viejo. Era hombre esencial, é no curaba de aparencias, ni de cerimonias infladas. En el tiempo que el Rey Don Juan ovo alguna indignacion contra el Rey de Aragon, que entonces era Rey de Navarra, este Caballero, seyendo bien mancebo, entendió por parte del Príncipe en algunas disensiones que por entonces en el Reyno acaescieron; é ora procediese de su buena dicha, ora lo imputemos á su sagacidad, él supo rodear las cosas de tal manera, que el Rey Don Juan á suplicacion del Príncipe le dió título de Marqués de Villena, é en pocos dias le fizo merced de todas las mas Villas é Logares de aquel Marquesado, las que eran del Rey de Aragon. Tenia muy grand habilidad para la gobernacion destas cosas temporales: para la qual como sean necesarias agudeza, prudencia, diligencia é sufrimiento, puedese creer deste Caballero que fué tan bien dotado destas quatro cosas como el hombre que mas en su tiempo las ovo. Consideraba muy bien la calidad del negocio, el tiempo, el lugar, la persona, é las otras circunstancias que la prudencia debe considerar en la gobernacion de las cosas. Tenia la agudeza tan viva, que á pocas razones conoscia las condiciones é los fines de los hombres; é dando á cada uno esperanza de sus deseos, alcanzaba muchas veces lo que él deseaba. Tenia tan grand sufrimiento, que ni palabra áspera que le dixesen le movia, ni novedad de negocio que oyese le alteraba: y en el mayor discrimen de las cosas tenia mejor arbitrio para las entender é remediar. Era hombre que con madura deliberacion determinaba lo que avía de facer, é no forzaba al tiempo, mas forzaba á sí mismo esperando tiempo para lo facer. De su natural condicion paresció hombre de verdad, é placiale comunicacion de hombres verdaderos é constantes; aunque los que están en deseo de adquirir grandes bienes é honores, y especialmente aquellos que entienden en la gobernacion de grandes cosas, algunas veces les acaesce fingir, dilatar, simular é disimular aquella diversidad de los tiempos, ó la variedad de los negocios; é por escusar mayores daños, ó por haber mayores provechos, hayan de facer variaciones é negocios segun la ven en los tiempos. Tovo algunos amigos de los que la próspera fortuna suele traer: tovo asimismo muchos contrarios de los que la envidia de los bienes suele criar, los quales le trataron muerte é destruicion é indignacion grande con el Rey Don Juan, é con el Príncipe su fijo á quien él servia: é como quier que algunas veces llegaron al punto de la execucion; pero por casos inopinados é dignos de admiracion fué libre de los lazos de muerte que muchas veces le fueron puestos. Era hombre de buen corazon, é mostró ser Caballero esforzado en algunos lugares que fué necesario. Era muy sabio é templado en su comer é beber: é paresció ser vencido de la luxuria por los muchos fijos é fijas que ovo de diversas mugeres, allende de los que ovo en su muger legitima. E porque conoscia que ninguna utilidad hay en estos bienes de fortuna quando no se reparten é destribuyen segund deben, usaba dellos francamente en los lugares é tiempos é con las personas que debía ser liberal, é dando é destribuyendo ganaba mas hacienda, é conservaba mejor la avida: é con esta virtud é liberalidad que tovo fué bien servido de los suyos, é avisado de los estraños en algunos tiempos é lugares que cumplió mucho á la conservacion de su vida y estado. Tenia el comun deseo que todos tenemos de alcanzar honras é bienes temporales, é súpolas bien procurar é adquirir: é quier fuese por dicha, quier por habilidad, ó por ambas cosas, alcanzó tener mayores rentas y estado que ninguno de los otros Señores de España que fueron en su tiempo. Fué hombre tratable y de dulce conversacion, é tanto humano, que nunca fué en muerte de ninguno, ni la consintió, aunque tovo cargo de gobernacion. No era varon de venganzas, ni perdia tiempo ni pensamiento en las seguir. Decia él que todo hombre que piensa en venganza, antes atormenta á sí, que daña al contrario. Perdonaba ligeramente, y era piadoso en la execucion de la justicia criminal; porque pensaba ser mas aceptable á Dios la grand misericordia, que la estrema justicia. Tenía un tan singular sufrimiento, que por grand discordia que oviese con alguno, pocas veces le vieron romper en palabras, ni menos en obras: antes ponia siempre sus diferencias en trato de concordia, que en rigor ni rotura; porque reputaba ser mejor cierta paz, que incierta la victoria. No queria encomendar á la fortuna en una hora todo lo avido en la vida pasada: é como quier que algunas veces amenazaba con la fuerza: pero nunca venia á mostrar lo ultimo de lo que podia facer contra ninguno, aunque fuese menos poderoso que él: porque tener al adversario en miedo con amenazas, decia él que era mucho mejor que quitargelo mostrando el cabo de sus fuerzas. E teniendo sufrimiento, y esperando tiempo, alcanzó honra, é acrescentó bienes. E como vemos por experiencia la graveza grande que todos los mortales sienten en caer del grado en que se ven puestos, é las hazañas grandes é aventuras peligrosas á que se ponen por lo conservar é no caer, este Caballero, sintiendo que su estada cerca de la persona del Rey Don Enrique no le era segura, por el peligro de muerte é destruicion que otros que estaban aceptos al Rey pensó que le trataban, apartóse de su servicio, é fué el principal de los Caballeros é Perlados que ficieron division en el Reyno entre el Rey Don Enrique, y el Rey Don Alfonso su hermano: y en aquellas discordias supo tener tales mañas, que fué elegido é proveído del Maestrazgo de Santiago. E porque ninguno es bien corrigido si puramente no es arrepentido, conosciendo este Caballero averse desviado del camino que debia seguir, no solamente tornó á él; mas aun trabajó de amansar quanto pudo las voluntades alteradas de los Caballeros é Perlados que aquella division querian continuar, é tornó en la gracia del Rey Don Enrique: el qual le perdonó é fizo grandes mercedes de Villas é Lugares, é otras grandes rentas, é confió dél toda la gobernacion de sus Reynos: é dende en adelante gobernó absolutamente é con mayor esencion é libertad que primero solia gobernar. No quiero negar que como hombre humano este Caballero no tobiese vicios como los otros hombres; pero puédese bien creer, que si la flaqueza de su humanidad no los podia resistir, la fuerza de su prudencia los sabía disimular. Vivió gobernando en qualquier parte que estovo por espacio de treinta años, é murió en grand prosperidad de edad de cincuenta é cinco.

Claros varones de Castilla, y Letras

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